Magic involved?

[Gerald Cowershof]

Sonrió vagamente, ¿Qué no iba ensuciarse? Que pensamiento más inocente el de Darcy. Londres era una ciudad llena de charcos y barro, y no había nada que les gustara más a los perros que esas dos cosas y, por supuesto, la basura. Pero no hablemos de la basura.
"En algún momento lo sacaras y se ensuciará" movió un poco a Dexter para poder untarle de champú el abdomen. Entonces debía hacer una nueva recomendación: "Si se moja o se llena de barro con un hechizo bastará", se enjuago una mano y con un poco de dificultad busco su varita sobre el mesón de madera. Mientras hacia eso, Dexter hizo un intento de escapar del baño, que suerte que tanto jabón no lo ayudara.

[Gerald Cowershof]

Al parecer, a Dexter no quería ser el perro más educado y pulcro de Londres, había que ver nada más como quería huir del baño. También ladraba y hacía ruidos perrunos que molestaban al resto de los animales que habían en la tienda. Un mago común y corriente que pasara por el callejón seguro creía que estaban haciendo algo muy cruel a Dexter.
Sin embargo Gerald estaba acostumbrado a los perros llorones bulliciosos como ese y no podía hacer nada más que suspirar resignado. Puso de nuevo una mano sobre el perro, luego de que Darcy evitara que escapara y con un movimiento de varita comenzó a echarle un chorro de agua para quitarle el jabón. "Un poco de ayuda no vendría mal" dijo, mirando de reojo a Darcy, después de todo ella había dicho que quería aprender. Ahí estaba la lección N° 2: Enjuagar al perro.

[Gerald Cowershof]

Gerald seguía echándole agua al perro con su varita, aun con una mano sobre el lomo para evitar que huyera y una expresión de estar solo concentrado en eso. Se preguntaba a si mismo cuánto tanto jabón podría retener el pelaje del animal y cuántas tantas veces habría que enjuagarlo para cuando el cachorro se sacudió y le dio el baño gratis que no necesitaba.
Sus reflejos fallaron unos instantes y quito la mano de la nuca de Dexter para poder pasarse el dorso por la cara y secarse un poco; así que, el cachorro tenía el camino libre para huir de la bañera, si y solo si, Darcy la olvidadiza no era capaz de retenerlo a tiempo.

[Gerald Cowershof]

¡Merlín! Lo primero que atinó a hacer al ver al perro saltando de la bañera pero por un error de calculo termino empujando la bañera, y aunque no cayo al suelo, parte del agua que contenía si.
"Merlín, no" murmuró, medio en shock, tras el par de segundos en silencio que fueron los que le costo asimilar que debía pasar el coleto trapeador por todo el local. Entonces miró a Darcy esperando que ella hiciera algo con el perro, y... Vaya, hasta podía asegurar que había visto la caída en camara lenta. La verdad es que no se le activaron los reflejos de medimago, tan solo logro soltar una larga carcajada al verla sentada en el charco de agua.
Ah, mira, ahora no solo es refunfuñón también es un desconsiderado que se ríe de las desgracias ajenas (?).

[Gerald Cowershof]

Dejo de reír se a poco, ¿Cómo que malvado dependiente? Alzó una ceja, recomponiendo su expresión ¿Era alguna clase de broma? Claro, eso debía ser. Porque calificar a un desconocido de malvado no era para nada educado, en Inglaterra, ni en ningún lugar del mundo.
Pero a pesar de lo chistoso que le parecía que ella no pudiese levantarse, y la sonrisa burlona que se le había formado en la cara lo delataba, su caballerosidad no lo dejaba quedarse allí de pie mientras Darcy seguía resbalando. Así que salió de detrás del mostrador y se acerco a ella, extendiéndole una mano para ayudarla. Esperaba que ella no fuese tramposa y lo jalara hacía el suelo, y por si acaso, había apoyado bien los pies sobre el suelo. También porque ella se veía delgada pero era alta y capaz pesaba. Nunca se sabe.

[Gerald Cowershof]

((Jajajajaja. Los dados han hablado))

Gerald quizás había ganado un par de kilos por culpa de su sedentarismo obligado y quizás por eso, y por los dados, Darcy no había tenido ningún chance de mandarlo al suelo.
Una vez ella tomo su mano, la halo hacia arriba con la fuerza suficiente para levantarla y no lastimarle el brazo en el proceso. ¿Qué? Tampoco es como si la fuese a alzar en brazos, no, que ahí si se caía.
"¿Te encuentras bien?" le preguntó, casi automático, recordando su entrenamiento en San Mungo sobre las caídas de escoba.

[Gerald Cowershof]

Los ingleses tenían un sentido del humor adecuado, solo basta con ver a los Monty Python o A Bit of Fry and Laurie para entenderlo. Pero ese no es un tema que debamos tomar en esta ocasión.
En cuanto la muchacha estuvo de pie, Gerald le hizo un reconocimiento rápido, es decir, la miro de pies a cabeza buscando algo fuera de su puesto (un brazo, una costilla, una rodilla, cualquiera de esas cosas que se veían en el hospital a diario); al no encontrar nada prefirió hacer caso a lo que ella le decía. Así que hizo un movimiento afirmativo con la cabeza, para no sonreír enormemente por hacer levitar a un perro, y le apunto al cachorro con la varita. Con un movimiento lo tenía flotando frente a los ojos de los gatos, "Lo pondré en la bañera" le dijo, acercando al perro hacía el lugar indicado "Y mientras controlo la revuelta de los puffskeins" señalo con su mano libre las bolas de algodón que empezaban a ¿rodar? libres por el suelo empapado de la tienda "¿Podrías terminar de bañarlo?" le pregunto con una sonrisa, además, había intentado sonar todo lo amable que podía.
No porque pensara que podía ponerla a hacer su trabajo, sino porque no podía hacer dos cosas a la vez. Era hombre.

[Gerald Cowershof]

Una vez obtuvo una respuesta afirmativa por parte de la muchacha, quito el hechizo que tenía sobre el perro y se acerco a los puffskeins, caminando con cuidado para no caerse a causa del suelo húmedo. Fue lanzando Accios a las motas de algodón que intentaban huir en todas las direcciones que conocían y luego los encantaba para que se unieran entre ellos en una bola compacta de puffskeins. Era como el sueño de toda niña de 2 a 15 años.
Sonrió un poco, sin mirar a Darcy, a la vez que intentaba sacar de bajo de un estante a los jefes de la rebelión, "Siempre tengo historias nuevas para contar" le dijo con bastante honestidad, él no tenía la intención de parecer interesante al decir aquello (¿Hola, pick-up lines?), porque después de todo siempre se tenían cosas nuevas para contar cuando se estudia Medimagia.

[Gerald Cowershof]

A penas se percato de la risa de Darcy, a causa del esfuerzo que le estaba costando recuperar al ultimo par de puffskeins para pegarlos a la bola, sin embargo, justo cuando llevaba a los animalillos a su lugar habitual si que pudo escuchar la pregunta que le hacía. Sonrío, "Hay algunas que puedo, otras son casos confidenciales" le contó, mientras le ponía un hechizo adormecedor a la enorme bola de puffskeins compactos para que no estuviesen nerviosos al perderse el efecto pegante, porque, Gerald pensaba en el bienestar de las mascotas de ese lugar. Así era como evitaba ser mordido. "Y otros son envenenamientos por confusión de pociones" agrego como quien recuerda algo muy decepcionante, increíble que después de siete largos años de estudios de pociones los magos del mundo siguieran confundiendo la Solución Hiccoughing con una Poción de la Memoria. Terribles casos de hipo y diarrea llegaban a diario al hospital.

[Gerald Cowershof]

Tras dejar a los puffskeins dormidos y a cubierto, invoco una mopa y la hechizo para que secara los charcos de agua que había dejado Dexter tras su intento de huida.
Alzo la mirada confundido hacia Darcy, ¿Qué hacían ahí? ¿No estaban hablando de otra cosa?, vaya, aquello era un poco extraño pero ella era el cliente y a los clientes había que seguirles la corriente. "Vendemos animales y productos para el cuidado de los mismos. A veces hacemos de tienda veterinaria y ofrecemos servicios de control de plagas" explico, acercándose a las jaulas de los gatos para revisar las condiciones de las mismas.
Quien sabe que clase de revuelta gatuna había ocasionado Dexter allí, Gerald esperaba que ninguna.

[Gerald Cowershof]

Al llegar a la jaula de los gatos, Gerald los encontró extraños, al ser una jaula grande había un grupo en el fondo mirando en su dirección con aparente tranquilidad y otro acercándose a los barrotes con mucha menos tranquilidad. Dexter el perro, si que había causado problemas en esa área.
Se paso una mano por el cabello, intranquilo, y dio un paso para atrás, de nuevo distrayéndose de la conversación que llevaba con Darcy "Ellos confunden... Hiccoughing" dijo, mirando la espalda de la mujer y al perro en la tina, quizá necesitaba un poco de ayuda con el baño "Con una poción para la memoria" completo, acercándose de nuevo al mostrador prefiriendo dejar a los gatos resolver sus problemas solos. "Es un error muy común porque sus colores son iguales, aunque tienen aromas diferentes" apretó los labios en una sonrisa pesarosa, las personas que confundían las pociones pasaban un mal rato pero él estaba seguro que después de la experiencia no iban a olvidar nunca la diferencia.

[Gerald Cowershof]

Antes de llegar al mostrador se distrajo un poco mandando la mopa a su sitio habitual en algún recoveco de la trastienda, y de nuevo, Darcy hablo. ¿Desde cuándo estaban hablando de los animales?, bueno, él no lo recordaba. A los clientes había que darles la razón pero de vez en cuando no estaba mal contradecirlos. "No" le respondió, acercándose a ella (o al perro, lo que importa es el perro) "Solo contaba una historia" explico, alzando sus hombros para restarle importancia. Miro a Dexter dentro de la bañera y comenzó a arremangarse el sueter, por el momento no le daban infusiones a los gatos para el hipo (aunque les da hipo) pero gracias a ese perro tendría que empezar a darles algo de Tilo.

[Gerald Cowershof]

((Me escapo de hacer informes para responder esto después de sigloooos de avandono :P))

¿Ella había dicho que podían inmovilizar a Dexter? Gerald y player no podía recordarlo en ese momento, sin embargo puso una mano firmemente sobre la nuca del cachorro mientras que restregaba las patas del mismo con la otra, para sacarle el mugre entre los dedos. "Este no es el único trabajo que tengo" respondió, sin dejar de bañar al perro o alzar la mirada. Si Darcy quería, podía dejarle el resto del trabajo a él, después de todo le pagaban por ello, "Estudio medimagia en San Mungo" añadió, solo por las dudas, no muy seguro de si ella estaría interesada en saber eso.
La verdad era, que lo decia para recordarse lo que era (-Medimago, medimago, medimago-) y no lo que parecia ser (- No bañador de perros, bañador de perros, bañador de perros-) en esos momentos.