Se le subieron los humos

[Georgiana Dimas]

Le insistió a Madame Pomfrey que le permitiera quedarse, al menos hasta que el humo dejara de salirle por las orejas. Pero la enfermera la acompañó hasta la puerta, asegurándole que a todos les causaba ese efecto la pepperup potion y que nadie se iba a fijar en ella. Claro, porque una chica con humo saliéndole de las orejas era lo más normal del mundo, ¿no? ¿Curándose un resfrío en abril, cuando casi todos lo habían sufrido al comienzo del invierno?
Se cubrió los lados de la cabeza con el cabello y se tapó las orejas con las manos lo mejor que pudo, aunque temía que tapárselas por completo hiciera que le explotara la cabeza. Caminó apresurada por los pasillos, pensando en dónde esconderse hasta que pasaran los efectos de la poción.

[Dora Archivald]

Cuando Georgiana pasó por su lado, atrajó la atención de Dora al instante. Por el humo, por supuesto, pero luego (y sin pensarlo) la examinó de arriba a abajo. Casi como haría cualquier tipo.
Cuando se dio cuenta de que el grupito con el que estaba hablando había captado esa extraña forma de mirar a la chica, Dora se apresuró a torcer la boca en una sonrisa malvada y levantar una ceja. "Lo siento, el deber me llama" se excusó.
Sin desear hacer eso en absoluto, se giró hacia Georgiana y se burló de ella en voz alta, para que nadie tenga dudas de lo que dijo. "Enana... ¡Son leones, no dragones!" se burló, haciendo referencia al animal de su casa. El grupito festejó la broma, para alivio de ella. De todas formas Dora necesitaba dejar bien claro que aquella mirada había sido de burla, así que caminó unos pasos hacia la Gryffindor, porque estaba segura de que la chica querría alejarse de allí. Y con toda la razón del mundo.
Se levanta el telón.

[Georgiana Dimas]

Cuando vio a Dora y a su grupo sintió un nudo en la garganta -No, no, no, por favor- y por supuesto que sus ruesgos no fueron escuchados.
Se apretó un poco más las orejas, sin saber si eso la ayudaría en algo. Quizás quería no escuchar a Dora, aunque había sido difícil de ignorar. "¿Ya está?" preguntó en voz baja cuando se le acercó. ¿Por qué Dora no estaba conforme con su vida perfecta y venía a embarrarle más la suya?

[Dora Archivald]

Dora la pasó y comenzó a caminar hacia atrás, para mirarla más de frente con aire compasivo. "¿Qué cosa es lo que paso? Porque te sigue saliendo humo" dijo aún en voz alta, mirando momentáneamente hacia el grupo que había dejado atrás y chequeando que aún le prestaban atención. "¿Te hicieron pensar y no estabas acostumbrada?"
No creas que no se odia un poquito por agarrárselas contigo sin motivos. Si no la hubiesen visto mirándote, habrías pasado desapercibida. Pero en esta realidad la pescaron, y te toca sufrir las consecuencias.

[Georgiana Dimas]

Bajó las manos, aguantándose las ganas de decirle algo a Dora. Lo que fuera, por más que seguramente no podría decir algo igual de gracioso y ofensivo. No debería, lo inteligente sería quedarse callada. Y quieta en su lugar, porque escapar no era lo suyo.
La miró, mordiéndose el labio inferior. Ya se iba a cansar, tenía que cansarse en algún momento e irse. Dejó los brazos colgando a los costados.

[Dora Archivald]

Dora no podía darse el lujo de cansarse. No mientras hubiese gente mirándola.
Si Georgiana frenó, Dora frenó frente a ella, sino continúa caminando hacia atrás, pero aminorando el paso para frenarla de a poco y no alejarse de su 'público'.
"Oww, dí en el clavo, ¿no?" dijo, manteniendo el tono compasivo de antes. "¿No, George? Porque ese es tu nombre, ¿no? Quizás me estoy confundiendo..." juntó ambas manos al frente, como si hubiese tenido una gran idea. "Y como tengo poca memoria mejor te diré John, si no es problema". La miró, esperando que la Gryffindor le diera más material para continuar molestándola o que (y Dora rogaba que hiciera eso) saliera corriendo y le diese la excusa perfecta para volver victoriosa con su grupo de amigos.

[Georgiana Dimas]

Miró a Dora, estando tiesa en su lugar. ¡Qué perra, cómo la odiaba! Sin embargo, Georgiana creía 'entender' que alguien así de bonita y popular tenía derecho a ser así. Eso no quitaba que le daba en el hígado.
"Es problema" respondió, alejando la vista de ella. "El problema es que tengas un cerebro tan pequeño incapaz de retener nombres" agregó, con voz de nada. Sabía que debería quedarse callada, pero el conflicto le resultaba demasiado familiar como para no participar un poquito.

[Dora Archivald]

Deberías haber salido corriendo. Dora te lo agradecería tratando de no volver a meterse contigo en un tiempo. O con tu novio, si alguna vez tienes alguno.
"La cuestión aquí, John" dijo, remarcando el nombre y mirándola a los ojos con las cejas alzadas, "es que sólo recuerdo los nombres importantes". Sacudió el aire delante de ella como queriendo espantar el vapor que largaban sus orejas, aunque ni siquiera se le estaba acercando.