El trabajo soñado

[Caroline Rensselaer]

No iba a gritar, era un manojo de nervios, pero no completamente estúpida. Se tensó por instinto cuando Lawrence la agarró del brazo. No quería zafarse, pero igual se estiró hacia la mesa con la intención de agarrar la varita. Una bruja sin varita era como... no sé, un tiburón sin dientes, un ser completamente indefenso. La alcanzó con las puntas de los dedos.

[Sir Ulrich Lamport]

Lamport caminó para salir de la zona bañada por los vidrios de la ventana y miró hacia las dos puertas a las que había acceso en la habitación. Era bueno que no había visto luz en ninguna de las habitaciones contiguas, o sospecharía. Esperó unos segundos, tratando de escuchar algún ruido. Nada.
Sacó el cajón de la mesa de noche junto a la cama, tirándola al piso. Ojalá no tuviera nada de valor, estaba cansándose de hacer desaparecer cosas. Caminó hacia una de las puertas. Afortunadamente, era la del baño.

[Lawrence Olivier]

Afortunadamente para ellos dos, por supuesto. El ruido de cosas cayendo terminó de activar todas las alarmas en su cabeza, por lo que retrocedió hasta la puerta, sin soltar del brazo de Caroline ((si me permites)). Una vez al lado de la puerta, procuró que Caroline quede entre ésta y él, mientras pensaba rápidamente. -No saben que estamos aquí. ¿Cómo podrían saber? No, no saben por la oscuridad. La cerveza la llevo... ¡La de Caroline!-. Adrenalina.

[Caroline Rensselaer]

-¿Qué está pasando, qué está pasando, qué está pasando?-. Un momento estaba tomando cerveza de mantequilla y al siguiente estaba entre la puerta del estudio y Lawrence Olivier, ex-Gryffindor de 22 años y rubio natural, escuchando ruidos salir de la habitación de Mark, quien seguramente se encontraba muy lejos de ahí, ligándose a alguna modelo. Era una broma. Tenía que ser. Una mala broma

[Sir Ulrich Lamport]

Abrió el botiquín detrás del espejo del baño para tirar los contenidos sobre el lavamanos, con hartazgo. Desesperación, había que estar muy desesperado para saltar de un edificio al otro, había que estar desesperado para buscar objetos de valor en un botiquín. Hizo desaparecer todas las pastillas que encontró.
Salió del baño para abrir el closet, que estaba junto a la puerta de la habitación, tirando la ropa en el piso. Ojalá no tuviera mucho de valor, Lamport estaba cansándose y quería ya buscar las benditas fotografías.

[Lawrence Olivier]

((La histeria de Caroline me dio mucha gracia, faltaba que digas mis medidas nada más))

"Abre la puerta", le dijo en un susurro a Caroline, girando el rostro hacia ella por un segundo, pero sin quitar la vista de la botella que estaba en la mesa. Envió un chorro de aire caliente hacia ella para que pareciera que había sido dejada allí un par de horas atrás. Luego se colocó de frente hacia la zona donde estaba la puerta de la habitación, sin dejar de tocar el brazo de Caroline con la mano en la que no tenía la varita. El hecho de que ellos no viesen la puerta desde allí significaba que quien saliese de ella tampoco los vería al instante. Eran segundos que Lawrence tendría que aprovechar al máximo.

[Caroline Rensselaer]

((Si las conociera, las habría mencionado XD))

Su cerebro procesó la orden con la velocidad de alguien bajo los efectos de la adrenalina. Rápida, pero con cuidado, deslizó su mano hasta el picaporte. Recordaba bien haber cerrado con el pie, lo que significaba que no había puesto ningún seguro. Abrió en un movimiento, sin soltar la puerta, porque Lawrence no dijo 'abre y sal corriendo'. El pasillo estaba iluminado, de manera que un chorrito de luz entró al estudio.

[Sir Ulrich Lamport]

((Más que perdón creo que tendría que pedir misericordia))

Caminó por encima de la ropa que acababa de arrojar al piso, y se detuvo para checar la hora en su reloj de pulsera, mientras chasqueaba la lengua. No tenía mucho tiempo más para perder allí, necesitaba regresar al trabajo para evitar sospechas. No quería tener que usar muggles confundidos como cohartadas, se estaba volviendo un hobbie.
Caminó hacia la puerta de la habitación, listo para salir de allí. Necesitaba esas malditas fotografías con urgencia, y esperaba encontrarlas, o estaría en serios problemas.

[Lawrence Olivier]

((XD!! No te preocupes, la emoción de que sigamos barre todo sentimiento negativo... Y LOL al 'abre y sal corriendo' Chica obediente! *pats*))

Caminó hacia atrás sin girarse -¡¡LA ORDEN!!-. Más adrenalina. Si Caroline no cayó en la caminata hacia atrás empujada por él, ya deberían estar ambos del otro lado de la puerta y Lawrence debería estar comenzando a cerrarla silenciosamente. Rezándole a santos que no conocía, atrajo la orden del Ministerio (que había quedado en la mesa, según releí) con un Accio no-verbal.
El que la orden llegue a las manos de Lawrence antes de que él termine de cerrar la puerta, lo dejo en tus manos. Sino siempre pueden suponer que la orden tirada en el suelo junto a la puerta fue una decisión vaga de quien la llevaba de pasarla por debajo de ella. Mejor una reprimenda que un asesinato, ¿no?

((Espero no haber manejado demasiado a Caroline, si querés que edite, sabés que no hay problema!))

[Caroline Rensselaer]

((Si me tratas como perro, Lawrence, te muerdo, y no me hago responsable por los dedos que puedas perder XD))

Francamente, creo que depende de quién sirva la reprimenda, pero vale, me suscribo a tu teoría temporalmente porque no quiero lidiar con el relajo que sería entrar al equivalente mágico del programa de protección a testigos (que además no es infalible, ¿verdad James y Lily Potter?).
Él no tuvo que empujarla todo el camino, Caroline captó el mensaje después de que Lawrence diera el primer paso hacia atrás, así que no se cayó. Una vez fuera del estudio, su instinto dijo ¡corre! Su cerebro no la dejó por una sencilla razón, ¿corre a dónde? No sabía qué estaba pasando.
Y no sé en manos de quién quedó lo de la orden, pero si son las mías, llegó.