Post operatorio

[Charlie Goulding]

Una ley de vida es que nada puede salir del todo bien si es que tienes a Charlie Goulding en dos oficinas más allá de la tuya. Absolutamente nada. Era obvo que después de los acontecimientos de la caída del bien el Jefe lo había puteado por no terminar el trabajo, pero a la vez lo había felicitado por haber salvado a Gwendoleen de morir desangrada. La fama de `héroe´ le daba como más sex-appeal y a la vez le subía el ego. Pero todo eso no se comparaba con lo genial que había sido ser la voz interna. Eso no lo cambiaba por nada del mundo.
Ahí se encontraba, parado fuera de la oficina de Gwen, tocando la puerta con los nudillos. Era hora de cobrar venganza por todo lo que lo había hecho asustarse como una gallina.

[Charlie Goulding]

Todo era culpa de Gwendoleen. O de cualquiera que no fuera de él. Era parte de una de las reglas de vida de Charlie Goulding, al igual que lo era inventar lo que no sabía. Muy importante para su sobrevivencia.
Volvió a tocar, haciendo diversos ritmos muy molestos con el toqueteo. Era obvio que estaba ahí dentro, porque se había asegurado de verla entrar y no salir más. Mejor que le abra, porque sino se iba a poner a gritar lo que le había dicho en la mitad del pasillo. No queremos que eso suceda, ¿cierto? Podía ser todo un maldito exagerado cuando quería.

[Charlie Goulding]

Era su función en ese Ministerio, ser un bicho maldito.
Ahora empezó a tocar con ambas palmas de las manos, haciendo varios ritmos diferentes en el camino. Era insistente de mierda, lo sabe. EN algún minuto Gwen se iba a cansar de escucharlo y le iba a abrir. "Gwendoleen, ábrele a tu salvador" dijo en voz normal con una sonrisa plantada sobre la cara. Lo que estaba a punto de hacer era demasiado entretenido para no reír. Dale, sigue a sí y toodo el Ministerio se va a enterar.

[Charlie Goulding]

Ahora empezó a acompañar el ritmo con una suave pateada a la puerta, agregando otro elemento a la melodía. Si hubiera estado el Jefe lo habría matado, pero como andaba en conferencia (que mágicamente él no debía estar) no se iba a enterar. "¡Gwendoleeeeeeeen!" gritó fuerte pero con voz toda emocionada. "Te conviene, tu voz interna te llama" Y esperaba que con eso reaccionara, porque sino iba a ponerse de verdad a gritar todo en la mitad del pasillo.

[Charlie Goulding]

Tú lo pediste.
Dio unos pasos hacia atrás, porque estaba seguro de que después de lo que iba a hacer, Gwendoleen le iba a abrir la puerta como si de eso dependiera su vida. Carraspeó, como preparándose para decir algo sumamente importante."¡¿Alguien sabe cual es el deseo frustrado de Gwendolen Beerbohm?!" preguntó a griteríos mientras alguna gente que aún seguía por ahí lo miraba con curiosidad. Le dio un par de segundos para ver si se decidía a abrirle la puerta o no. Porque por más que él pudiera abrirla solito, era divertido que ella lo dejara pasar. Sonrió, todo feliz con lo que iba a decir.

[Charlie Goulding]

Sonrió ampliamente, le encantaba cuando tenía la razón y ella era la que con sus actos se la daba. Se acercó a la puerta, prácticamente dando saltitos, pero se contuvo por el bien de su masculinidad. Se cruzó de brazos y la miró todo inocente. "¿Puedo pasar?" preguntó mientras veía por sobre el hombro de Beerbohm. Era obvio que no estaba ocupada, y si lo estaba tenía que dejar todo por Charlie. Él era más importante.

[Charlie Goulding]

Doña Florinda rocks.
Entró mientras cerraba la puerta tras suyo, como si estuviera en su propia oficina. Era imposible cambiar la cara de felicidad. "¿Estás mejor?" preguntó como si realmente le importara la respuesta. Había que asegurarse de eso, sino se le desmayaba encima y a él le daba otro ataque de pánico. Eso no iba a ser gracioso, se los aseguro. Tomó libremente asiento en la silla donde se suponía que normalmente se sentaba ella, o el dueño de la oficina. Supongo que será de esas sillitas con ruedas, por lo que empezó a dar vueltas, como niño de seis años.

[Charlie Goulding]

Se detuvo y la miró con una sonrisa muy parecida a la de la firma, a tu derecha. "¿Perdón? No te escuché" dijo todo inocente, como si esa no fuese la frase más cliché del mundo. Porque en este thread yo soy el que me pongo clichechosos. O como mierda se diga. Alzó las cejas, en busca de una respuesta. Todo ese show era sólo el comienzo de la batalla, porque ahí iba a parecer Troya cuando Charlie comenzara con la caballería fuerte. Ok, demasiadas películas bélicas para mi.

[Charlie Goulding]

Me agrada que lo admitas en un post donde Gwendoleen está conciente, da más creadibilidad.
Se colocó ambas manos bajo la nunca y la miró completamente relajado. Era momento de comenzar con toda la actuación que se había demorado tanto en preparar. "No fue nada, Gwen, cuando quieras... para algo están los amigos" Sí, escucharon todos bien. Dijo que eran amigos. Yo que tú me preocuparía por si la salud mental de Charlie estuviera bien.

[Charlie Goulding]

La respuesta le gustó mucho más. "Dale, la voz interna te lo recordará cuando lo necesite" comentó mientras se ponía de pie. Apoyó las manos sobre el escritorio de Gwen y la miró fijamente, preparado para lanzar la bomba. "Bueno, ahora que tenemos las cosas claras podrías contarme acerca del día donde te diste cuenta de que te morías por mi" dijo con tranquilidad, como si estuviera hablando del clima. La miró con una sonrisa gigante.

[Charlie Goulding]

Soltó una carcajada mientras rodebaba la mesa camiando, llegando al otro lado del escritorio. Se apoyó sobre este, pero sin sentarse del todo. "Gwen, Gwen..." dijo todo triste mientras negaba con la cabeza, completamente exagerado. "¿Para qué le vas a mentir a la voz interna que sale en tus delirios? Yo ya sé que si pudieras te tirarías arriba mio ahora mismo... como cuando estabamos en Hogwarts y quisiste hacerlo" Ahí le había lanzado toda la caballería. Se estaba vengando por el susto que le había hecho pasar y por casi haberlo dejado sin bolas.

[Charlie Goulding]

Se cruzó de brazos y volvió a negar con la cabeza, como si estuviera compeltamente desesperado por la respuesta que le había dado. "No me mientas, Beerbohm, que dicen que los que deliran, los borrachos y los niños siempre dicen la verdad" continuó mientras daba un paso hacia adelante, acercándose a ella. Ok,sabía que el dicho no era así, pero se lo acaba de inventar. Él la estaba pasando en grande mientras le armaba toda esa escena.

[Charlie Goulding]

Se cruzó de brazos y continuó acercándose a ella, mientras asentía con la cabeza, dándole toda razón del mundo. "Obvio, Gwen, sobre todo porque no tenías idea de que hablabas conmigo" dijo con una voz toda graciosa. "Así tenemos una noche sexo salvaje y me deja de molestar..." repitió las palabras exactas, porque tenía una memoria GIGANTE. Imitó la voz de Gwen y luego empezó a reír como loco.

[Charlie Goulding]

Tuvo que controlar la risa, porque sino no iba a poder seguir con lo que estaba haciendo. Siguió acercándose hasta Gwen aprovechando que parecía muy avergonzada. "Una vez quise decirle que me gustaba cuando estaba en el colegio..." volvió con la imitación barata, porque no le salía la voz ni por si acaso. "Pero lo encontré besándose con una chica y... Quiero tener sexo con Charlie Goulding" Tomó aire y luego lo botó. Eso era lo más divertido que le había pasado en la vida. La cara de Gwen era algo que NUNCA iba a olvidar.

[Charlie Goulding]

Él no era un idiota así que no había que deletrarle las cosas. Continuó dando pasos hacia adelante hasta quedar a unos centímetros de Gwendoleen. "¿Delirando?" preguntó mientras mantenía las rodillas de Gwen a la vista, porque después de la otra vez no quería sufrir las mismas consecuencias. "Comprobémoslo" comentó mientras con una mano la agarraba fuertemente por la cintura, atrayéndola hacia él.