Vida de perros

[Derek Bowen]

No, definitivamente el lugar donde vivían Lawrence Olivier y Derek Bowen no era considerado un 'escondite de la Orden del Fénix'. Primero, porque nadie se escondía ahí, y segundo porque Derek consideraba que lo más importante era él, y segundo él, y en la lista no figura la Orden del Fénix. No es que sea un desagradecido (bueno, sí), pero no iba a ponerse en riesgo... corrección más riesgo (es media-sangre y vive con un Auror) por nadie.
Seguramente los miembros de la Orden del Fénix no tenían seguro médico, o tragos gratis todos los días. Él sí, y tampoco quería pecar de ambicioso si andaba sumándose a la Orden por el beneficio que daban, no sé, ¿acidez estomacal y muerte gratis?

Era un martes, uno de esos días que uno podía considerar tranquilos, y Derek no tenía nada que hacer. Desde que se había levantado (a las diez de la mañana, aunque usted no lo crea) había estado dando vuelta su habitación. Ahora, al mediodía, el piso estaba lleno de cajas abiertas, con el contenido desparramado, y su ropa sobre la cama, con los bolsillos dados vuelta.

[Lawrence Olivier]

(( ^^; ))

Lawrence había tenido un caso en la otra punta de Londres, y había estado de persecución (infructuosa, para colmo) aproximadamente 10 horas el día anterior. Había llegado a las 4 de la mañana, totalmente agotado y confiando en que iba a poder dormir bastante gracias a los horarios de su roomate.

Se despertó de a poco con los ruidos, y cuando llegó al grado de lucidez de estar semi despierto, pensó que había entrado alguien a su casa. Se levantó de un salto y tomó la varita de abajo de su almohada, para entrar corriendo a la pieza de Derek, que era de donde provenía el sonido, con los ojos llenos de lagañas y vestido únicamente con la parte de abajo del pijama.

[Derek Bowen]

((LOLOOOOOOOOOOOOOOOOO JAJAJA, qué bueno leerte después de años))

Y después dicen que él es el que vive de partuza. Derek puede pasarse la noche persiguiendo a alguna chica, pero nunca diez horas, ¿eh? Un campeón, Lawrence.
Se giró hacia la puerta de su habitación, habiendo escuchado los pasos rápidos, para encontrarse a Lawrence tan bien vestido. Derek andaba con una camiseta verde oscuro, jeans, descalzo y sentado en el medio de su habitación, con una mano en un pantalón de vestir que parecía haber estado planchado antes de que él lo agarrara.
"¿Buenos días?" preguntó, con una sonrisa.

[Lawrence Olivier]

"Idiota...", si Lawrence segundos atrás estaba dispuesto a salvar la vida de su amigo, ahora estaba dispuesto a cortarlo en dos con una cuchara. De todas formas bajó la varita y dio un paso dentro de la habitación, limpiándose los ojos con el dorso de la mano libre.

[Derek Bowen]

Lo miró, entrecerrando los ojos, y sonrió alzando un dedo índice "Buenos días, señor idiota" corrigió, porque nunca es demasiado temprano para hacerse el boludo y molestar a tu mejor amigo de toda la vida.
"Alta noche la de anoche, ¿no?" le preguntó, como asumiendo que a Lawrence lo había mantenido despierto una orgía de modelos rusas que necesitaban calor humano. Sacó las manos del pantalón que estaba revisando, soltando sobre el piso un boleto de bus, una moneda y un preservativo. Agarró una caja de zapatos y la dio vuelta frente a él, desparramando todo.

[Lawrence Olivier]

Se rió secamente mientras se sentaba en el único lugarcito libre que vio de la cama de Derek. "Turno doble montado en la escoba". Era casi tan desagradable como sonaba. "¿Qué estás haciendo?", dijo mirando el desparramo que había en toda la habitación y levantando una ceja. "¿Perdiste algo?" -¿o retrocediste a los 4 años?-.

[Derek Bowen]

"Estoy" sacudió la caja, unos billetes extranjeros cayeron del fondo de la caja. Su abuela se los había regalado cuando se había ido de viaje a Grecia y Turquía, varios años atrás "buscando un papelito". Hundió las manos en el quilombo de cosas que tenía frente a sí: cartas viejas, folletos, muñequitos de cuando era chico, su primer documento de identidad, llaves de candados que ya no tenía...
Miró a Lawrence, como si su respuesta hubiera sido muy informativa.

[Lawrence Olivier]

Volvió a mirar de punta a punta la habitación. "¿Y no se te ocurrió usar un simple Accio?" -¿y dejarme dormir al menos hasta el mediodía?-. Pero le dio intriga el papelito: Si su amigo estaba realizando un esfuerzo físico y mental para encontrarlo, debía ser importante. "¿Qué tenía el papel?" -más te vale que sea, como mínimo, una lista de nombres de Mortífagos-.

[Derek Bowen]

Rió en voz baja, porque asumió que Lawrence lo estaba cargando, no sabía si decir 'accio papelito' sin saber dónde estaba realmente le iba a garantizar exito en su búsqueda.
"Ese papel... mirá, si lo encuentro..." separó a un lado enquilombado lo que no era el papelito. Ahora mismo estaba desdoblando un papel que resultó ser el menú de un restaurant de cuando vivía en Wolverhampton. "...Nos cambia la vida" le aseguró, levantando una media perdida y desechándola a la pila de 'cosas que no son el papelito'.

[Lawrence Olivier]

Cada vez más intrigado, se sentó en cuclillas en el suelo para mirar adentro de una caja. Años de convivencia hacían que eso no se tomara como falta de privacidad, al fin y al cabo, Lawrence había escuchado cosas en el cuarto de Derek que hubiese dado su oreja izquierda por no escuchar.
"¿En qué sentido nos cambiará la vida?", ¿tan reacio a decirle lo que decía el bendito papel tenía que ser?. La caja que tenía enfrente estaba llena de etiquetas de vinos. "¡Hey!, ¡esta colección es mía!", le dijo enojado.

[Derek Bowen]

((JAJAJAJA, ¡¿POR QUÉ SOS TAN GRACIOSO!? Nadie me va a dar bola cuando estés cerca, mal amigo))

"Sorry" se encogió de hombros, empujando la caja de etiquetas de vino hacia Lawrence con la pierna. Menos mal que no había empezado a revolverla toda.
"Nos cambiará la vida en el sentido de que" estiró un brazo, arrastrando un saco azul marino de encima de la cama hasta el piso, donde estaba él sentado, y hurgó en los bolsillos sin delicadeza alguna "hará nuestras vidas más awesome".

[Lawrence Olivier]

Estaba comenzando a dudar de la importancia de dicho papel. El término awsome era muy distinto en significado para él y para Derek. Cerró la caja de etiquetas y la tiró al otro lado de la puerta (tenía etiquetas de papel, nada que se rompiese por suerte).
"¿Podrías ser más específico? Acabo de levantarme pensando que te estaban descuartizando y todavía no estoy despierto del todo" -y tengo la escoba marcada en ciertos lugares que no vienen a cuento...-. "¿Te parece que tengo un día especial para jugar a las adivinanzas?". Tolerancia en nivel 3 y decayendo.

[Derek Bowen]

Le sonrió animadamente, porque Derek siempre demora en captar que sus payasadas no son bienvenidas. Según él, el nivel de tolerancia de Lawrence era 1248 y estaba subiendo cada vez que Derek respiraba.
"Y, si no te sacás la escoba, no" contestó como si Lawrence lo hubiera invitado a hacer chistes estúpidos. "Pero te cuento" ofreció, mirándolo un poco más serio, dando vuelta los bolsillos internos de la chaqueta y encontrando nada que no fuera pelusa.

[Lawrence Olivier]

"Cuéntame, por favor...", dijo rodando los ojos. Si se sacaba la escoba, sólo la pondría en un lugar sin sol en especial, y no le gustaría a Derek en absoluto. "Aunque si es el número de alguna de las chicas que acosas en el bar, sabrás lo que pienso hacer con todo esto, ¿no?". Señaló las cajas con las pertenencias más sagradas de Derek.

[Derek Bowen]

Miró a Lawrence, miró las cajas con sus pertenencias sagradas. Condones de momentos especiales, ropa interior de mujeres especiales, números de teléfono de chicas que estaban en la escala del 10 al 100... Volvió a mirar a Lawrence.
De haber podido, hubiera hecho puppy eyes. No es que no los hizo, porque sí, obvio que sí, pero no le salieron tan bien. Si dio lástima, esa era su intención desde el principio. "¿Lo vas a ordenar por mí porque eres mi mejor amigo?" preguntó. Vaya, eso debería responderle sus preguntas. Claro que era un número.