La suerte del zurdo

[Mina Hayward]

Ahm, piensas eso porque hasta la fecha sólo te ha tocado enterarte de los aspectos positivos de que Mina perciba una realidad... no tan real en la que Dominic es perfecto. Después vienen las expectativas inalcanzables, la decepción cuando los defectos obligatorios se hacen evidentes, ¿por qué eres un ser humano normal y no un príncipe azul encantado? Feo asunto. Por eso los médicos no lo recetan.
Iba a mostrarle una ceja arqueada, pero se contuvo y cambió la expresión por una de curiosidad. "¿No cocinan en tu casa?". Sabía nada de la vida familiar de Dominic.

[Dominic Dogberry]

"No mucho. Bueno... sí," pero sólo cuando a su mamá se le ocurría, igual no podía arrebatarle el crédito "es que casi no estuve en mi casa, la verdad. Sólo para cenar. La mayor parte del día la pasaba con mi papá. Está... en la filmación de una película y yo lo ayudaba y..." ¿por qué tenía que divagar tanto? Se tapó media cara con su mano sana, sonriendo "bueno, las máquinas expendedoras que había a la mano no eran de ensaladas". Omitía el importante detalle de que a él le encantaba ese tipo de comida, y si en el turno de matar tiempo por ahí era la opción sencilla para distraer el hambre, pues… él siempre dijo que adelante.

[Mina Hayward]

Procesó la información recibida tan rápido como le fue llegando, pero también con gran cuidado para que no se le escapara detalle alguno. No tenía (al menos no todavía) la necesidad enferma de saber todo sobre él, mas sí la de memorizar cualquier dato que surgiera espontáneamente. Era casi por reflejo que lo hacía. Abrió un poco más los ojos al escuchar filmación de una película. -Muggles-. Bueno, eso explicaba que extrañara la comida de los elfos domésticos en el verano. "Ya, y si las máquinas hubiesen ofrecido ensaladas, seguro que las habrías elegido en lugar de la comida chatarra, ¿no?". Su tono dejaba claro que no se lo creía para nada.

[Dominic Dogberry]

Al apartarse la mano del rostro, estaba riendo. "¡Claro que no! También la extrañaba". ¡¿QUIÉN NO?! Después de alimentarse de pura comida superÜBER sana durante medio año... ¡los postres no contaban, eh!. "Sobre todo la Coca". -Eh, y la Coca es...- se le formó la indecisión en el rostro al quedársele viendo de reojo. ¿Debía explicarle qué era? Pero si Mina había entendido perfectamente lo que una máquina expendedora era, entonces... no, ¿verdad? Pese a lo obvio, esperó a que ella de alguna forma se lo confirmara.

[Mina Hayward]

((Para que sepas, tuve que ir a sacar una Coca del refri. No puedo leer el nombre sin que se me antoje una *sigh*))

Mina sabía qué era una Coca; aunque sus padres eran magos, había asistido a un colegio muggle antes de Hogwarts, de modo que estaba familiarizada con gran parte de ese mundo aunque ya no formara parte de su vida cotidiana.
Inevitablemente sonrió y se le iluminó la cara, porque la risa de Dominic era como música de los ángeles para sus oídos, o algo así de ñoño. La hacía sentir alegre, tuviera sentido o no. "¡Hace demasiado tiempo que no bebo una de esas!" exclamó.

[Dominic Dogberry]

((Suertuda que tienes esas soluciones de antojo a tu alcance. Yo tengo para eso que ir a la tienda y me da flojera))

El gusto compartido se sentía bien, tanto que aún habiendo perdido el hilo de la risa, mantuvo la mueca de contento. "Hubieras aprovechado las vacaciones" señaló animadamente. Pasó alguien corriendo al lado de ellos, y a Dominic se le desvió la atención hacia la espalda alejándose: no tanto tiempo como para que se le torciera el cuello. Debían recientemente estar saliendo del pasillo que dirigía a la enfermería. Al contemplar brevemente su mano, pensó en que... se le antojaba una, también. -Nada más otro medio año más de espera- nada más.

[Mina Hayward]

((Sin contar la parte de la pijamaaa xD -Para que veas que te pongo atención-))

El pequeño detalle era que no habría notado que tenía varios años sin contaminar su cuerpo con una Coca-Cola si no hubiera sido mencionado por Dominic. Fácil se habría aventado los dos cursos que le quedan en Hogwarts antes de volver a ser tentada por una botella del líquido. "En ningún momento se me ocurrió" admitió. Y la desgracia era que ahora no iba a ser tan fácil como buscar la tienda de abarrotes muggle más cercana. Frunció el ceño. "Lo que acabas de hacer es tremendamente cruel, Dogberry" lo acusó muy seria.

[Dominic Dogberry]

((A esta hora ya no es raro que la traiga puesta, JAJAJA))

"Hey, pues para qué tenemos clases de Pociones," sugirió sin pensarlo. Claro que la idea era una bobera, pero no tanto como su movimiento instintivo de alzar su hombro que daba hacia Mina, como método de protección de golpes. No había entre ellos la confianza como para temérselos, pero era la costumbre. Todavía más idiota fue, que por el sutil giro, chocó la mano vendada contra su propio cuerpo y le dolió. No tanto como para que lo expresara, pero -ouch-.

[Mina Hayward]

((Ciertamente ya no))

¿Golpearlo? Si bien no cabía duda de que tocarlo sería lo más emocionante que podría sucederle (además de, no sé, ganarse un viaje todo pagado alrededor del mundo), hacer contacto vía un puñetazo no era precisamente lo que ella tenía en mente. En lo que respecta a este tema en particular, las ideas de Mina son muy específicas (y, por lo tanto, muy imposibles, pero soñar es gratis), y los golpes no están incluidos en sus posibles escenarios.
Enarcó una ceja, sonriendo de lado pese a su voluntad. "¿Coca-Cola preparada en el caldero?" arrugó la nariz. "¿Y qué vas a argumentar, que estás preparando una poción provoca-sapitos?"

[Dominic Dogberry]

De acuerdo, a lo mejor golpe suena muy dramático: me refería a zapes. No que tenga amigas violentas, porque, de hecho, él se juntaba principalmente con hombres, pero sí había una por ahí que lo hacía. Y para él, como que todas las mujeres reaccionaban igual (discúlpenle la falta de experiencia, pero su hermana pequeña también lo hacía). Se encogió de hombros, absteniéndose al renovado impulso de reír. "No tengo que argumentar nada. La hacemos fuera de clase," ¿argumentar para quién? Y... sí, de repente hizo planes con Mina. No se lo estaba tomando en serio, por supuesto.

[Mina Hayward]

Mencionó lo de argumentar porque él habló de la clase de Pociones, y por regla general en clase hay que hacer lo que el profesor ordena o contar con una muy buena justificación para dedicarse a otra cosa.
Es interesante que Dominic tenga esa idea de que las mujeres comúnmente sueltan zapes gratuitos. Mina no juega así, irse a las manos es peligroso, mucho más con el sexo opuesto. A ella no le gustaría que la zapearan, así que evitaba hacerlo.
En fin, ella tampoco pensaba que en serio fueran a buscar la receta secreta de la Coca-Cola para prepararla en las mazmorras, sin embargo fue alucinante 'hacer planes' con él. ¡Era lo más cerca que había estado de tener un plan con Dominic Dogberry! Contuvo el deseo loco de dar saltitos agitando los brazos en alto, luchando por no perder el control del momento (aunque era dolorosamente obvio que Dominic le llevaba toda la ventaja). "Muy sensato, así si explota todo no matamos accidentalmente a ningún compañero".

[Dominic Dogberry]

Bueno, a lo mejor su hermana reaccionaba así porque, dada la gran diferencia de edades, era un hecho que jamás podría hacerle daño (era casi como una hormiga mordiendo a un elefante, con esos dos). No quisiera que quedara como maleducada. Esta vez, tardó un poco en responder. La risa, aunque débil, viajó mucho más rápido que la voz. Después de expulsarla "No, pero entonces podríamos morir nosotros... ¡y por una Coca-cola! Háblame del vicio, ¿eh?" sonrió, mostrando los dientes. Nuevamente, bajaba un poco la cabeza al hacerlo, como si le diera pena; pero estaba sintiéndose bastante cómodo, en verdad: ese detalle lo hacía por... qué sé yo, la ridiculez.

[Mina Hayward]

Morir por una Coca-Cola... Entre eso y caerse del caballo, creo que Mina va a necesitar planear muy bien las cosas para tener una muerte digna y más gloriosa que patética. Aunque francamente, la presencia de Dominic mejoraba las circunstancias. Ok, basta, ¿qué onda con mi morbosidad?
A los ojos de Mina la acción de ocultar la sonrisa carecía de ridiculez; era adorable. "Está bien, tomaremos todas las precauciones" afirmó. Por dentro, si no supiera que el plan no era real, estaría cero preocupada, tan convencida estaba de que nunca les explotaría un caldero si hacían todo exactamente como ella indicaba.

[Dominic Dogberry]

Hablar con Mina era de un fácil que, ahora brevemente se cuestionaba, por qué antes no había pasado con más frecuencia. Seguramente, por las circunstancias: a él que en sus ratos libres siempre lo jalaban sus amigos para entrenar, y él que se dejaba. "Sí, por favor," asintió, elevando la mano vendada delante de sí para sostenérsela por la muñeca (con la otra mano) y muy lentamente, hacerla trazar un círculo en el aire. Ignoraba si doliera un movimiento tan básico como ese, el de zurcamiento: no lo hizo sino hasta la tercera vuelta. Se le entrecerró un ojo y frunció la boca, en consecuente. "Porque otro accidente..." exhaló con esfuerzo, "como que no. Ahora no".

[Mina Hayward]

¡Eso, Dominic, eso! Que se cuestione por qué no habla y/o pasa más tiempo con Mina. Porque no había nada que ella deseara con más vehemencia, lo cual es un arma de doble filo, en realidad. Más conversación equivalía a conocerse, y no hay camino más directo al derrumbe de un altar que ese... pero Mina no piensa en esas cosas. En la práctica tenía sentido que él no sintiera inclinación a pasar su tiempo libre con mujeres, del mismo modo que ella no la sentía por pasar horas practicando quidditch.
Observó muy atenta el rostro de Dominic más que los movimientos de su mano, porque lo que le interesaba eran sus expresiones. Arrugó el ceño con pena; no le gustaba saber que él estaba incómodo o adolorido. "Nunca vas a tener un accidente en mi guardia" prometió. Y tuvo la precaución de darle un tono de broma, lo fuera o no.