Secuestro, Part II

[Rabastan Lestrange]

Si él supiera que ella estaba pensando en Gerald... no, realmente no sé qué sentiría. Quizás el placer de ser él el que estaba allí y no poder darle otra opción, o quizás sentiría ira al dejar que se mezclara su violencia con un sentimiento de pertenencia.
Dio un paso hacia atrás, volviendo a sacar la varita y volvió a apuntarla al rostro de Queenie, esta vez tomando más distancia. "Quítate la camisa" ordenó. Habían más bofetadas de donde había salido esa.

[Rabastan Lestrange]

La miró expectante, apenas notando la lágrima que le recorría la mejilla. Lo hubiera pensado mejor la vez que ella lo secuestró a él, ¿no había imaginado que él querría devolvérsela? No era culpa de él que ella hubiera elegido ese método. "¡Que te la quites!" exclamó, moviendo la varita para clavársela superficialmente en la base del cuello, en el espacio entre las clavículas. No quería advertirle dos veces.

[Rabastan Lestrange]

Con razón no había más texanas en Hogwarts: alguien se había encargado de deshacerse de todas, por cerdas. No se le escupía a un señorito inglés, ¿dónde cree que está, una corte francesa? Por Salazar.
Inhaló por la nariz tan fuertemente que sintió que los oyuelos se le sobresaltaan en el rostro, apretando la mandíbula, y nuevamente se preparó para levantar la mano con la que sostenía la varita y abofetear a Queenie, con mucha más fuerza que la vez anterior. La próxima vez no dudaba en usar magia para lastimarla.

[Rabastan Lestrange]

Queenie ahora representaba la oportunidad de sentirse útil para Rabastan. Cuando en el resto de las áreas de su vida y todas las personas en ella él no tenía control y a veces ni siquiera respeto, en Queenie encontraba, en esos momentos, todo lo que estaba necesitando. Un poco al extremo, pero Rabastan no entiende de equilibrios.
"Quítate la camisa" repitió, moviendo un pie para patearle una de las largas piernas. A veces la varita parecía tremendamente innecesaria, pero era un buen método de prevención contra ataques texanos.

[Rabastan Lestrange]

Sus labios algo temblorosos dudaron en formar una sonrisa. ¿Era normal que se sintiera bien estando en una situación de poder de ese modo? Quería sentir algo de culpa, algo de desgracia, pero no podía evitar que cada movimiento obediente pero violentado de Queenie lo hiciera sentir mejor, con oleadas de adrenalina dándole ánimos.
Se agachó frente a ella y extendió la mano libre para tomarla por el cabello "No tengo todo el maldito día" murmuró, soltándola. Se arrepintió de haberla soltado, de no tener el cabello rojo apretado entre sus dedos.

[Rabastan Lestrange]

Con el golpe de Queenie su otra mejilla dio contra el piso de piedra, sintiendo que si el piso no le había aflojado algún diente, el golpe de la Ravenclaw seguramente había ayudado al proceso.
Miró el puño que ella había levantado y pensó que iba a golpearlo nuevamente, así que con la varita que aún tenía en la mano apuntó hacia ella. No era así como él quería que funcionaran las cosas. Era una lástima "Stupefy!" exclamó. Bien podría haber errado.

[Rabastan Lestrange]

Sinitó que el cuerpo de Queenie caía sobre él y cerró los ojos, como preparándose para el golpe. Soltó la varita que tenía en la mano y finalmente trató de incorporarse, moviendo el cuerpo de ella hacia un lado, para poder moverse y salir.
La desgraciada lo había golpeado, y había pensado en golpearlo nuevamente. ¿Cómo se atrevía, quién pensaba que era como para...? -Texana estúpida- se quedó de cuclillas, mirándola.

[Rabastan Lestrange]

Por ahí querías hacerla revivir a lo zombie, yo que sé, los poderes texanos van más allá de mi comprensión y la de Rabastan.
Ya no tenía gracia, ya no tenía sentido hacerle algo. Miró la camisa a medio desabotonar, y se dedicó a eso, lentamente. Al menos, durante lo que había durado el encontronazo, tenía que admitir que se sentía mucho mejor que en su eterno sopor. Una vez que abrió la camisa, tomó la varita para devolverle la voz. Le estaba haciendo un mal al mundo con esa, pero no podía arrancarle las cuerdas vocales. No aún, no dentro de Hogwarts.
Y la hago breve: le quitó las bragas, pero no hizo nada más allá de eso en esa zona. Le dio unos golpes en el estómago, frustrado, y se puso de pie. Le quedaba decidir si hacía un ennervate ahora, o la dejaba ahí hasta que recuperara la conciencia por sí misma.

[Rabastan Lestrange]

Se acercó a la puerta de salida, guardando las bragas de Queenie en el bolsillo del pantalón. Tragó saliva con dificultad, le podía costar muy caro lo que acababa de hacer. Y se arrepentía un poco, porque de todos modos su plan estuvo frustrado.
"Ennervate" susurró, sin querer esperar a que ella reaccionara. Cerró la puerta y corrió. Corrió como nunca había corrido en su vida.