Ovejas

[Mina Hayward]

((Ok, vale. Aprenderé a lidiar con su manera de expresarme cariño. A menos que quieras agregar algo feo después de ese queremos -tipo '3 metros bajo tierra'-))

-¿Porque fue el primer número que se me ocurrió?-. Frunció los labios en una especie de puchero frustrado. "Bueno, te quité un punto porque en lo personal prefiero a los hombres de cabello oscuro" verdad "y te quité medio punto porque no lo tienes locamente rizado, y eso me hace sentir envidia" semi-verdad. -¿Ya?-. Le sonrió sin mostrarle los dientes y apartó la mirada para enfocarse en la pluma, que sacó del tintero.

[Sebastian Mayfield]

((Yo solamente agregaría cosas perv))

Le re gustó la respuesta, especialmente esa forma de disimular que le gustaban los hombres de cabello oscuro cuando, sin lugar a dudas, él era el hombre destinado a conquistar a Mina. Lo que pasa es que ella no se dio cuenta y el destino no se puso las pilas con el tema, pero yo sé que en algún futuro...
"Cool" contestó tratando de ser su respuesta mientras volvía la vista al pergamino de Mina. "¿Usas gel?" preguntó, premio The Daily Prophet a la pregunta más imbécil del año. Volvió a subir la vista hacia ella.

[Mina Hayward]

((Shocking!))

Seguro, si en algún futuro Sebastian planea teñirse el cabello. Ok, no. Las preferencias generales no son reglas inquebrantables. ¿Te hace eso sentir mejor? Y si vas a comparar con Liz, nadie hubiera creído que ella andaría con quien anduvo.
Durante esos pocos segundos de feliz silencio realmente creyó que hasta ahí había llegado la conversación, gracias a Merlín. Y luego... -.... ¿Qué?-. Arrastró la mirada al chico con la incredulidad plasmada en el rostro. Abrió la boca sin emitir sonido de inmediato. "N-no".

[Sebastian Mayfield]

¿Así de castaño estaría bien dentro de unos años o tengo que buscar otra foto que ponga en duda mi sexualidad al andar revisando ese contenido? Quizás Liz encuentre en él la misma razón que encontró en el otro ese.
"¿No?" repitió, porque estaban conversando y se valía usar recursos como la repetición y esas cosas. "Porque los tienes bien armados a tus rulos. Yo no me llego a poner gel y se me aplasta todo en la cabeza" porque a ella seguro le re interesaba el cabello de Sebastian.

[Mina Hayward]

Eso me gano por escribir de más. Mi naturaleza me impide negar que así de castaño está bien. Más que bien... ¿de qué estábamos hablando? Lo dudo, a menos que él se vuelva de la noche a la mañana el hombre más atormentado, masoquista y devastadoramente romántico sobre la faz del planeta.
Titubeó unos instantes antes de reírse. Tuvo qué, no había opción. "No me gusta el gel porque los deja tiesos" explicó, pasando la mano por entre sus rizos para demostrarle que podía hacerlo sin que se atoraran sus dedos. "Por eso prefiero las pociones, y hay un hechizo que me ayuda a marcarlos mejor". Verborrea. Por que a él seguro le re interesaba el cabello de Mina.

[Sebastian Mayfield]

Estábamos hablando de la cantidad de hijos que íbamos a tener, porque te preocupaba que la gente los dejara calvos por envidia. Quizás tiene otro paquete de cualidades que le puedan interesar.
Abrió la boca cuando ella se pasó la mano por el cabello, pensando que se los iba a desarmar para demostrarle un punto que no era necesario, porque... bueno, daba igual, porque no le quedó el pelo todo deshecho solamente por pasarse la mano "Huh". Claro que le interesaba el cabello de Mina, porque las técnicas esas quizás le servían a él, y luego los dos eran elegidos como Mr y Miss Hair de Hogwarts y nos suicidábamos por lo triste de la nominación. No sabía si pedirle los datos de la poción, del hechizo o el número de... eh, lechuza.

[Mina Hayward]

Ah, claro. ¿Quedamos en tres? Porque si hay dos ninguno queda excluído (¿y cómo nos divertimos entonces?) y cuatro le indicaría a la gente que no tenemos televisión. O el equivalente para los magos. Hasta no ver, no creer. Aprendí a exigir pruebas por adelantado.
Pusa cara de '¿checaste?'. "Pero es mucho trabajo" confesó. Y sí, parece ser que el tema del cabello es un punto débil, porque temporalmente se le olvidó todo sobre Orión o lo que fuera. No duró mucho gracias a que por el rabillo del ojo vio que otra de sus compañeras parecía ssopechosamente satisfecha consigo misma. ¡NO MÁS DISTRACCIONES!

[Sebastian Mayfield]

OK, tres entonces. Supongo que los nombres ya los tienes pensados, así que haré de cuenta que estoy de acuerdo con todo lo que sugieras.
La mano libre subió a la mesa, porque le habían dado ganas de tocarle el cabello a Mina, cosa que no debería hacer porque él odiaba que le tocaran el suyo. Pero el de Mina era mágico, porque no perdía su gracia con el tacto, pero tampoco tenía tanta confianza como para andar hundiendo los dedos en su cabellera. "Me imagino, yo pierdo como veinte minutos, y uso gel" comentó, aunque su objetivo sí era que el cabello le quedara tieso, y bien hacia arriba. Creo que es un símbolo de su masculinidad frustrada, hah.

[Mina Hayward]

De hecho no. Y ya es justo que te toque bautizar, porque siempre me encargo yo. Ok, sé que cada vez he elegido nombres de lo más geniales e inolvidables, pero tiene que ser tu turno alguna vez. Sin embargo, mantengo derecho de veto.
Mina también odiaba que le tocaran el cabello. Es decir, la gente no iba por ahí tocando pechos o paquetes, ¿verdad? ¿Por qué no mostraban el mismo respeto hacia el cabello? Cerró los ojos y respiró hondo, subiendo la mano derecha para apretarse el puente de la nariz. Quería terminar esa conversación ya, aunque el tema no fuera aburrido, porque... su trabajo, ¡su trabajo! "Y tienes menos cabello que yo" agregó.

[Sebastian Mayfield]

Es que cuando sugiera nombres como... huh, ¿Helo? Ahí ves por qué nunca me toca hacerme responsable de bautizar, porque luego no vas a querer al que le puse un nombre feo.
En algunos casos, ojalá la gente anduviera por la vida permitiendo que le tocaran los pechos. No sé, a mí no me molestaría, aparte no tiene el mismo efecto devastador que en el cabello. "Eso es porque creo que queda claro que no me quedarían bien tus rulos en versión rubia" e ignoró el gesto de hartazgo de Mina.

[Mina Hayward]

Oh, vamos, a fin de cuentas cada quién va a tener un favorito. Yo escogeré al que se parezca más a ti, tú escogerás al que más fiesta te haga cuando vuelvas a casa por las noches, y al otro le tendremos que pagar el psicólogo hasta que sea mayor de edad.
Bajó la mano y al abrir los ojos lo miró. Sonrió de nuevo. Se lo estaba imaginando con el cabello largo y rizado. "¡Tendrías cabello de princesa de cuento de hadas!". ¿No había una que se llamaba algo así? Ricitos de Oro. No era princesa, pero para el caso da lo mismo.

[Sebastian Mayfield]

Miró a Mina y comenzó a reír, porque directamente imaginó su propio rostro en el de ella, sin demorarse en cambiar el cabello de color a unos tonos más claros.
"¿Crees que con una melena así consiga novia? Porque solamente veo la situación empeorar" movió una mano sobre su propio hombro, como si barriera un imaginario rulo rubio que estaba molestándole el campo de visión.

[Mina Hayward]

Enarcó una ceja -¿yo qué sé?-, sonriendo a causa del gesto de apartar el rulo. "¿Quién sabe? En gustos se rompen géneros, seguro que alguien en esta escuela siente debilidad por los hombres con cabello rubio largo y rizado" se encogió de hombros. "No obstante, te sugiero que te quedes como estás". Su cabello tenía un 8.5 en su lista... 9.5 si se teñía. Y sus gustos eran bastante normales, así que varias chicas tendrían que opinar más o menos igual, ¿no?

[Sebastian Mayfield]

Se pasó el dedo pulgar de la mano con la que se tentó de tocar el cabello de Mina pero luchó contra las fuerzas del mal por el mentón, rascándoselo suavemente. "Me quedo con la sugerencia, entonces" aceptó, ni aunque hubiera planeado dejarse crecer tanto el cabello como para andar con ese look y que luego unos marineros le pellizcaran el trasero en la calle cuando estaba de espaldas a ellos. "No quiero hacerte competencia" agregó riendo.
El problema es que el puntaje pasaba solamente por el cabello. Perdía muchos cuando hablaba.

[Mina Hayward]

Eh, ok, con todo y el cabello de princesa, seguiría teniendo cuerpo de hombre, ¿no? Tendrían que ser marineros muy urgidos. O del tipo que ya había pasado demasiado tiempo en el mar, ejem.
Por primera vez en un rato repitió la práctica de cambiar los ojos en blanco por una sonrisa. "Súper, te lo agradezco" comentó. En fin, ¿ahora sí, ya había alcanzado Sebastian su cuota de palabras para esa hora? Porque Mina seguía necia con terminar, aunque ahora el tiempo corriera en su contra. Sería una tragedia aquella.