Secuestro

[Rabastan Lestrange]

Rabastan ya tendría que saber que él no se merece días tranquilos. No importa qué tan bien estuviera pasando el día, qué tan organizadas resultaran las clases y lo calmo que parecería todo a su alrededor, no era algo lógico. Cuando él y su paranoia no se arruinaba solo los días, siempre podía contar con los demás. Como con Queenie, por ejemplo, que está más loca que una cabra con epilepsia.
Iba todo tranquilo en dirección hacia uno de los pasillos que miraba por encima a uno de los patios internos cuando su mundo se volvió negro de repente. Ceguera momentánea (¿sería cierto entonces que la masturbación te dejaba ciego? ¡Vaya forma de enterarse que no era una mentira de los padres!) acompañada por una molestia sobre sus ojos. "¿¡QUÉ CARAJ-?!" exclamó soltando inmediatamente el bolso que llevaba colgado de un hombro, tratando de darse media vuelta y decir todos los insultos que le vinieran a la mente.

[Rabastan Lestrange]

Demoró en reconocer la voz de la loca. Aparte de ella, el único acento tejano que había escuchado en su vida había sido a los seis años, cuando pasó por enfrente de una tienda de televisores mientras iba a Diagon Alley y estaban pasando un episodio de The Monkees. No es algo que tenga muy registrado en su memoria, la verdad.
Ahora, lo que no era la voz sí lo reconocía: todas las cagadas que se había mandado, por más que se esforzara en olvidarlas y negarlas internamente deseando que nunca hubieran ocurrido para dejar de azotarse internamente por paranoico y perseguido, las podía recordar de memoria.
"...¿Qué?" frunció el entrecejo y se negó a caminar, dando pasos forzados cuando los empujones de Queenie lo hacían ir inevitablemente hacia el frente "¿De qué...?" -¡Aaah!- ella -MIERDA-.

[Rabastan Lestrange]

En su cabeza se quedó tan atascada la Q de 'qué' que por un momento pensó que estaba teniendo una apoplejía. Lo mejor que podía hacer, en el momento de lógica, fue colaborar con la secuestradora para salir de donde fuera que estuvieran (o sea, sí, el pasillo, pero ¿y si pasaba alguien?) para ir a un lugar más reservado. No porque las palabras de Queenie estuvieran llegándole como lo más sexy desde que nació Angelina Jolie, sino por el temor de que alguien lo viera y se le armara quilombo.
Se llevó ambas manos hacia la venda improvisada para tratar de quitársela de los ojos, porque el no ver nada era lo que más lo estaba confundiendo, le parecía. Ni había intentado hablar, es como los pollos este chabón.

[Rabastan Lestrange]

Yo me comí uno con papas al horno el miércoles en un restaurant de acá cerca, no sé si cuenta.
¿No sé notó que usé muchas palabras que empiezan con la letra q en el post anterior? Seguramente era un mensaje de mi inconsciente de lo mucho que Rabastan te desea, si es un pensamiento que te hace feliz. Yo por vos.
No sabía si tenía que responder a la risa con algo, así que dejó escapar un "Jeh" como si pensara que reírse era leer como estaba escrito con la comisura de la boca levantada con esfuerzo. "¿Sería posible que expliques qué está pasando?" preguntó, llevándose las manos a las sienes.

[Rabastan Lestrange]

Una muerte trágica provocada por vos, lo cual equivaldría a homicidio. Ya no hace falta que cambies pollito por hermano menor, no te voy a acusar con las autoridades a menos que te portes bien y me planches la ropa y me hagas la comida.
Estaba empezando a ponerse más nervioso "¿...SECUESTRARME DE QUÉ, ENFERMITA?" no, no se da cuenta que sus preguntas no tienen sentido, pero normalmente gritar y darse golpecitos en la sien son explicación suficiente para esos que tienen dificultad en expresarse verbalmente.

[Rabastan Lestrange]

Miró a Queenie mientras bajaba las manos y se esforzaba para no seguir sus instintos y agarrarla del cuello amistosamente. ¿Lo estaba cargando? ¿La había mandado Rebecca para joderlo porque se había enterado? ¿La mandaba Rodolphus como una prueba? Encendió el motorcito paranoico de su cabeza y la miró con bronca.
"Secuestrar a la gente tampoco está bien, desquiciada, ¡me voy!" avisó, apuntándole a la cara con el dedo índice que agitó frente a ella como si le costara controlarlo para que no intentara sacarle uno de los ojos de las órbitas americanas de la pelirroja.

[Rabastan Lestrange]

-...Pendeja forra- pensó, deteniendo los pasos apresurados (dos) que había logrado dar antes de que ella pronunciara las palabras mágicas. Sintió como si un terodáctilo acabara de hacer nido en su estómago, y que ante el primer movimiento brusco iba a arrancarle las entrañas por dentro para hacerse un nido más mullido.
"¡No, nadie debe decirle nada a Rebecca!" exclamó, tomando a Queenie de los hombros y sacudiéndola en el lugar "¡NADIE, NADA!" lo estaba empezando a poner más que nervioso.

[Rabastan Lestrange]

Nunca había conocido a una persona más enferma que él. Normalmente la hazaña de tal descubrimiento debería llenarlo de esperanzas por lograr la normalidad a futuro, pero en este caso lo asustaba porque la tipa estaba, efectivamente, más desquiciada que él y aparentaba tener una mezcla de idiotez y viveza peligrosa.
La soltó, dio dos pasos para atrás. "¿Estás borracha?" le preguntó, porque quizás había tomado de más y estaba jodiéndolo a él porque, obviamente, alguien que está tan mal de la cabeza no podría tener amigos.

[Rabastan Lestrange]

El no habérsela encontrado a Queenie hasta que llegó él a séptimo la verdad es que había sido una bendición, porque si esto le hubiera pasado antes de que llegaran cosas buenas a su vida, ya se hubiera suicidado y Rodolphus heredaría el 100% de las cosas en vez del 85%.
"No, no. No" la miró, y seguía esforzándose por no usar las manos como forma de explicación para la pelirroja. Después de todo, los cadáveres no hablan. "Me parece que estás desubicándote. No te incumbe. No te metas" explicó, porque era re simple la cosa. Ella no jode, él no tiene úlcera. Todos felices.

[Rabastan Lestrange]

La miró y deseó poder tener visión de rayos para verla implosionar, llenando el salón de pedacitos de Queenie que no podrían decirle nada a Rebecca Livenworth.
"Parece que no entiendes que si hago lo que estás sugiriendo" porque eso era obviamente una sugerencia, otra cosa no podría ser "voy a tener que pensarme como cadáver" le aclaró. Rebecca podía ser amable a veces, y jodida en el campo de Quidditch, pero no podía ni comenzar a imaginarse el infierno que sería su vida si ella se enteraba. Porque admitir lo que había pasado con Queenie sería admitir lo de Sarah y Kitty. Y si Rebecca tocaba a otro tipo en venganza, Rabastan perdía la cordura, que de por sí no sabía dónde estaba.

[Rabastan Lestrange]

¿Y por qué Rebecca habría de creerle a la nota de una muerta? Rabastan era odioso, lo cual explicaría que alguien quisiera joderle la existencia, y al mismo tiempo Rabastan tenía menos sex-appeal que un zorrino muerto hace tres meses, por lo que hacía poco probable que alguien se le acercara voluntariamente.
"¿Okay?" miró a Queenie con el entrecejo fruncido "¿Qué parte de 'nada de esto es tu problema' no entendiste?" ofreció explicar, porque obviamente la chica se había caído de cabeza cuando era pequeña, y las vacas que la criaron no le enseñaron nada de sentido común.

[Rabastan Lestrange]

"Si se entera por ti, no hay duda de que va a ser peor" le dijo, peor para Queenie por supuesto. Era hora de empezar a hablar y sacar temas para ver si podía distraerla con palabras y hacerla cambiar de opinión. ¿Por qué no todas las minas podían ser como Kitty, eh, que solamente estaban ahí para darle dosis de felicidad pidiendo casi nada a cambio?
"¿No sabes quién soy, retardada? Tengo conocidos que van a estar más que felices de destrozarte, y hasta Rebecca va a encontrar una razón para querer hacerte daño, también" amenazó, esperando que eso sonara creíble.

[Rabastan Lestrange]

Exhaló por la nariz, esperando no haberse reventado ninguna venita de la bronca que le causaba la mera existencia de la insoportable vaquera portadora de la bandera de la estúpida moralidad "Espero que tu maldita consciencia te ayude de algo cuando te avisen que secuestrar y extorsionar no está en la lista de cosas que te van a salvar el alma, McRiller" le avisó. Y bien que pensaba llamar a Regulus y esconderse tras él si Queenie le arruinaba la vida. Lo único que esperaba fuera que Regulus hiciera algo para ayudarlo antes de que desapareciera del mundo de los vivos, por supuesto. Y de todos modos, siempre podía contar con Bellatrix. Y ahí sí se pondrían las cosas serias para Queenie.

[Rabastan Lestrange]

"¡NO!" exclamó, ¿acado Queenie era retardada mental que no comprendía que decirle a Rebecca sobre lo sucedido estaba completamente off-limits?
"Mira, tú no entiendes cómo funciona nuestra relación. Si le dices, se acaba todo. Y no pareces comprender tampoco que mi familia VA A TALADRARME EL TRASERO SI REBECCA CANCELA EL COMPROMISO" y nótese como pretende que no le importa que la falta de prometida vuelva a hundir su vida en lo más profundo de la humillación.

[Rabastan Lestrange]

Se quedó callado, la idea de que Queenie era subnormal cada vez más latente en sus pensamientos. Cerró los ojos un instante -OK, ¿y ahora qué?- se preguntó, abriendo los ojos para clavar la vista en una de las patas del pupitre. Finalmente había llegado a la etapa previa a que su miedo se concretara: Rebecca no lo sabía aún, pero la amenaza ya no era interna. Ahora era alguien más el peligro, y contándose él, ya eran dos. Dos que estaban saboteando lo poco que le quedaba de tranquilidad mental.