Quémese antes de leerse

[Tristan Jenkins]

Recostó su mejilla contra la cabeza de ella y suspiró "No está bien" masculló, pensando en cómo serían sus días si solo estaba cansado y posiblemente adormecido la mayoría del tiempo, no iba a tener tiempo para trabajar, para correr, ni para quejarse, no tendría tiempo para hacer lo que más le gustaba. Inspiró, "Y también me dieron pociones, me siento drogado" agregó, decidiendo avanzar más para terminar de recorrer el espacio que los separaba del baño.

[Frankie Gibbs]

Cerró los ojos un momento al sentir su mejilla apoyada en su cabeza. Le gustaba la sensación de tenerlo cerca, de sentir su piel y que él la quisiera tocar. Luego abrió los ojos, asustada de todo lo anterior.

"Entonces no te dieron buenas drogas" bromeó sonriendo. Esa quizá era la única cosa buena que tenía estar en el hospital: que te daban calmantes que te dejaban en un estado de relajación absoluto. Tristan debería disfrutarlo dado que no parecía ser capaz de relajarse jamás.

[Tristan Jenkins]

No había manera de disfrutar algo que lo hacía sentir tan tranquilo en una situación tan preocupante, las drogas no eran buenas, ni ahí ni en las calles. Díganle no a las drogas, niños.

Pensó en decirle que el Hospital tenía las mejores pociones posibles y que sí eran buenas drogas, pero no quería menospreciar su trabajo y el del resto de los pocionistas del mundo. "Aqui tienen mejores ingredientes" se le ocurrió decir, porque a los herbolistas si los podía insultar.

Ahora estaban frente al baño, "Creo que puedo solo desde aquí" le informó, no estaba tan convaleciente como para necesitar ayuda ahí.

[Frankie Gibbs]

Interpretó lo que dijo a que sí le habían dado buenas drogas, lo que significaba que se estaba quejando por tener un buen viaje. Si alguien era capaz de quejarse de eso era Tristan.

Se detuvo con él y alzó la mirada hacia el baño. "Lástima" soltó, él porque no te sabría decir, no es como si le atrajera la idea de ayudarle en el proceso ir al baño, especialmente porque se le pasaría la mano con la sacudidera. Empezó a separarse lentamente de él, deslizando la mano que lo abrazaba por la espalda.

[Tristan Jenkins]

Si lo sacudía de más en el estado en el que se encontraba lo iba a mandar al otro plano de manera permanente.

Arrugó la nariz, pero logró alejar la idea de que ella tenía fijaciones peculiares de su cabeza a tiempo. Justo a tiempo para poner una mano contra el marco de la puerta y cambiar su punto de apoyo, "Pero te agradecería si abres la puerta por mi" dijo, mientras quitaba su brazo de los hombros de ella lentamente. En realidad, no quería dejar de tocarla, pero iba a tener fe y confiaría en que ella esperaría a que terminara sus asuntos en el baño y lo llevara de vuelta a la cama.

[Frankie Gibbs]

En lo que él se apoyó la mano en el marco de la puerta se sintió libre de soltarlo, agarrándolo del brazo con una mano por si acaso. Aunque si Tristan se caía seguramente la arrastraría con él.

Todavía tomándolo del brazo se estiró para abrir la puerta con la mano libre. "Aquí tienes" dijo con una sonrisa pequeña, mirándolo por breves instantes. Su mirada después se enfocó en su cuerpo, los pies y si lo veía tambalearse. En lo que Tristan empezara a caminar hacia el baño lo soltaría del brazo.

[Tristan Jenkins]

El baño se veía como cualquier otro baño de hospital, pero pensar en los otros pacientes que habían pasado por ahí sin él poder hacer nada por desinfectarlo antes, le generaba una sensación de desagrado entre toda la calma que tenía.

Inspiró sin dejar de apoyarse en el marco, luego dio unos pasos hasta que logró sostenerse del lavamanos, "Gracias" dijo en dirección a Frankie, una vez le soltara el brazo iba a cerrar la puerta y se mordería la lengua para no decirle que lo esperara.

[Frankie Gibbs]

Ella con mucho gusto le iba a cerrar la puerta pero se quedó quieta al ver que él lo hizo solo. Después se quedó en blanco por unos momentos, inmóvil sin saber qué hacer.

Se giró para ver la salida. No te voy a negar que lo pensó pero fue cosa de un segundo. Decidió al final apoyarse en la pared junto a la puerta, porque era obvio que si había necesitado ayuda para salir de la cama iba a necesitarla para volver.

[Tristan Jenkins]

Por diversas razones, entre las cuales podían nombrarse que era muy difícil caminar a pasos cortos y sosteniéndose de cualquier superficie posible, el piso sentía frío y sucio, y haber tenido que sentarse en el inodoro, Tristan tardó más de lo usual en terminar sus asuntos en el baño. Y ya que no podía contar hasta más de cinco, él calculaba que llevaba el doble ahí.

Finalmente consiguió regresar al lavabo, necesitó dejar de sostenerse para poder lavarse las manos pero no fue lo suficientemente rápido y las rodillas le fallaron. Al mirarse en el espejo pudo ver como su cuerpo se iba de lado y su cabeza terminaba chocando contra la puerta con un golpe seco. Lo bueno era que no iba a llegar al piso, lo malo que su cabeza había sufrido.

[Frankie Gibbs]

Quedarse ahí esperando le hizo pensar en cosas que no quería pensar, como en ¿qué diferencia había entre una relación seria y lo que estaban teniendo? ¿El lema no iba 'en la salud y en la enfermedad' o algo así? Ella había estado enferma y él había cuidado de ella, ahora era al revés. ¿Por qué peleaba tanto en contra de eso si no había gran diferencia en su estado actual? Unas personas pasaron frente a la entrada y a Frankie se le subió el corazón al cuello, pensando que era un familiar de Tristan. No, no podía hacerlo, ella no era material de novia.

Iba a dar un paso hacia la salida cuando escuchó el sonido seco en la puerta. "¿Estás bien?" Le llamó. Le sonó a caída pero quería confirmar antes de entrar.

[Tristan Jenkins]

En la salud y la enfermedad, era pa peliar para el matrimonio. No vengas tú.

Acababa de descubrir un fallo en la poción que le habían dado: podía sentir dolor; -Mucho dolor- se repitió, entrecerrando un ojo y llevándose una mano húmeda al lado izquierdo de la cabeza. Cerró los ojos y movió la cabeza negando, chaqueó la lengua, seguía dentro del baño con la puerta cerrada y claramente, Frankie no podía verlo. "No" respondió e intento moverse un poco para separarse de la puerta con poco éxito.

[Frankie Gibbs]

A Frankie el compromiso le sabía a eso, ¿por qué crees que le tiene tanto miedo?

El silencio la alarmó y acercó la mano al pomo de la puerta. No abría, no supo si porque se había atascado o porque Tristan la había cerrado con seguro, de cualquier forma corrió hacia su abrigo para buscar su varita, siendo este tiempo en el que Tristan respondió que 'no', por tanto Frankie no lo oyó. Para ella él se hallaba inconsciente en el suelo.

Apuntó la varita al pomo y la puerta se abrió de golpe. Si Tristan estaba apoyado en ella creo que es seguro decir que se debió caer y que Frankie lo intentaría salvar del suelo, fracasando en el intento.

[Tristan Jenkins]

Al tercer intento, consiguió separarse de la puerta y volver a sostenerse del lavabo con la mano que no tenía en su cabeza. El problema allí radicaba en que el baño era pequeño, la puerta estaba demasiado cerca y los movimientos de Tristan era demasiado lentos. Así que cuando la puerta se abrió, la fuerza del hechizo lo empujó hacía el fondo y antes de que pudiera darse cuenta, terminó sentado en el suelo del área de la regadera.

Su estado era de un tranquilo pero adolorido shock, había aterrizado sobre su otra mano y comenzaba a sentir un dolor aún más fuerte que el de su cabeza.

[Frankie Gibbs]

Escuchó otro sonido pero no vio lo que había pasado hasta que la puerta se abrió completamente. Su primera reacción fue de confusión porque pensó que estaba inconsciente en el suelo y lo veía sentado bien tranquilo.

"¿Qué pasó?" Preguntó acercándose hasta él, poniéndose en cuclillas. "Pensé que te habías desmayado o algo, no respondías."

[Tristan Jenkins]

Tenía su mirada clavada en su mano derecha, la había usado para amortiguar la caída y se encontraba en una posición que nunca antes había sido capaz de hacer y la cual le generaba mucho dolor. No entendía como podía estar tan tranquilo y a la vez sentir dolor, ¿Sería por culpa de la poción somnífera? ¿Y qué tal si eran efectos de una sobredosis y lo que le quedaba era morirse?

Se pasó la mano funcional por la cara, porque había empezado a lagrimear sin darse cuenta, y al no encontrar palabras para explicar lo que pasaba, levantó el brazo derecho para mostrarle a Frankie como le había quedado después de caerse, estaba rota y le parecía que su muñeca tenía forma de tenedor.