Just a bite

[Dion Thornhill]

Dion no lograba adivinar si es que Joss quería o no volver a participar en los juegos. Pasar tiempo con ella era lo que quería, y cualquier otra cosa era incidental. No estaba particularmente interesado en el riesgo de que jugaran a algo, se cruzaran con alguien que quisiera hablarles, y luego no pudieran pasar tiempo a solas. Y Joss, con ese disfraz...
"¿Qué te parecieron los juegos?" preguntó mientras miraba el flequillo de Joss, como si estuviera considerando participar, aunque solamente quería saber sobre cómo la había pasado. No recordaba haberla visto arreglarse el fleco tanto antes, se preguntaba si se había hecho algo distinto y él no lo estaba notando.

[Joss Brackenbury]

Bajó la mano, tratando de no recordar que justo antes de encontrarse a Dion iba a buscar un espejo. Claramente no cambiaría estar ahí con él por la posibilidad de observar su reflejo y acomodarse el cabello. "Amé reventar calabazas" contestó al instante, sin darse cuenta con más entusiasmo del que normalmente usaba para expresarse. Pero en serio había disfrutado ese juego, aunque ahora que lo pensaba, no llevaba prisa por volver a sostener el bate. "Fue muy..." pausó, buscando la palabra correcta. "Satisfactorio". La encontró.

[Dion Thornhill]

-¿Amó reventar calabazas?- repitió en su cabeza. No porque fuera a saltar en defensa de las calabazas, que alguien había elegido como alimento central en la dieta de brujas y magos según Dion. Pero ¿eso amaba Joss? Era información importante.
"Seguro te veías muy cool" dijo con media sonrisa. Se la imaginó haciendo girar el bate con una sola mano antes de mandar a las calabazas al inframundo de las frutas con sus poderes de Catholic Cheerleader. "¿Y los otros?" curioseó.

[Joss Brackenbury]

Si nos ponemos muy específicos, lo que Joss amó fue la sensación de hacer que las calabazas reventaran, más que la actividad como tal. Pero no veo la necesidad de entrar en detalles en esta situación.
Se rió cuando Dion sugirió que seguro se vio cool, porque ella pensaba que no, considerando lo que le había costado juntar la fuerza necesaria para soltar batazos efectivos (y lo mucho que iban a dolerle los brazos al día siguiente). "Los otros... fueron divertidos, pero no los amé" admitió.

[Dion Thornhill]

Si Joss amaba batear calabazas, era imposible negarse a acompañarla a que fuera a hacer una vez más eso que amaba. Por más que se pusiera en riesgo de quedar último, hacer el ridículo, perder su respeto, etc.
"¿Ganaste en alguno?" preguntó mientras alzaba la taza de té a sus labios para beber sin dejar de mirarla. El té se había enfriado demás para su gusto, pero no estaba intomable.

[Joss Brackenbury]

Hizo unos pucheros antes de responder: "No". Luego sonrió, porque le hacía mucha gracia haber demostrado proactividad en este evento; debía ser el hecho de estar en séptimo y saber que era su última oportunidad. "Mis probabilidades no eran altas compitiendo en la destrucción de calabazas contra varios chicos. Y los otros dos juegos..." torció los labios. Miró a Dion, porque hasta donde ella sabía, él todavía estaba considerando participar. No quería predisponerlo.

[Dion Thornhill]

No estaba bien que Joss fuera tan expresiva. Es decir, ¿un puchero seguido por una sonrisa, y luego torció los labios? Era imposible no mirarla. Esperaba que la taza de té que mantuvo delante de su propio rostro pudiera disimular un poco la expresión abstraída.
"¿Los otros dos juegos...?" repitió, esperando que ella continuara mientras dejaba la taza sobre la mesa. Mientras mejor preparado pudiera estar para afrontar los juegos (y la inevitable humillación de ser inútil en cualquier actividad física) sería mejor.

[Joss Brackenbury]

En mi defensa, me limito a ser fiel a la marca de su PB, quien es sumamente expresiva. Hablando de lo cual, miró a Dion con curiosidad, porque había esperado que su expresión dijera todo y no tener que completar la idea con palabras. "En los otros dos no se me antojó hacer mucho esfuerzo por ganar" finalizó, riéndose entre dientes. O sea, en uno le explotaba algo en la cara cada que 'avanzaba', y en el otro había sentido muy cerca el roce con una potencial muerte horrenda... cero ganas de terminarse un pastelito después de la primera mordida.

[Dion Thornhill]

"Oh" dijo, aunque no entendía bien porqué Joss no le había encontrado el encanto a los otros dos juegos. En su mente, entonces, había algo entre Joss y batear calabazas que él debería recordar por si era útil después. Como cuando alguien te menciona que no le gustan los chocolates rellenos, por si alguna vez tienes la oportunidad de regalarle unos que sí vayan a gustarle.
"Bueno, si quieres tu revancha con las calabazas, puedes contar conmigo" se ofreció con media sonrisa. "Yo te puedo asegurar que no voy a ser competencia".

[Joss Brackenbury]

Dion debería ser legeremántico, así podría sacar toda la información que Joss no considera necesario compartir. Aunque no garantizo que a ella le encantaría la idea y que no trataría de evitarlo a toda costa. No existe el plan perfecto.
Enarcó las cejas. Hasta ese momento, había decidido que no quería volver a levantar un bate en al menos 12 meses, pero el ofrecimiento de Dion resultaba un poco tentador. Luego entrecerró los ojos, como analizando sus posibilidades y qué tan cierto sería que él no representaría competencia. Y si de verdad no lo fuera, ¿cómo se sentiría respecto a ganarle? "Suenas muy seguro para alguien que no me ha visto pegarle batazos a nada" respondió, medio en broma.

[Dion Thornhill]

Miró a Joss con media sonrisa. "Estoy entrenando para ser un experto en hacer declaraciones con infundada confianza" le explicó con pretendida seriedad, porque puede que no haya visto a Joss darle batazo a nada todavía, pero podía juntar algo de evidencia hoy y pasar un buen rato los días siguientes imaginando situaciones relacionadas.
"Pero si me dejas observarte hoy, creo que sería beneficioso para ambos" propuso, usando el dedo índice para empujar el asa de su taza de té para hacerla girar apenas en su lugar.

[Joss Brackenbury]

Un intenso color rojo se apoderó de sus mejillas otra vez. "Si vamos a jugar, se supone que tendrás que estar pegando con tu propio bate a las calabazas, no viéndome" murmuró, haciendo un gran esfuerzo por no bajar la mirada a la mesa. Joss siempre había funcionado tan independiente e indiferente al resto del mundo, que nunca se había preocupado particularmente por si alguien la observaba mientras ella hacía cualquier cosa, pero pensar en estar haciendo algo (lo que fuera) mientras Dion prestaba atención, la puso repentinamente incómoda.

[Dion Thornhill]

Dion se sospechaba mala persona basado en que disfrutaba de ver a Joss sonrojándose. Claramente era señal de que ella estaba avergonzada, o incómoda, enojada o quizás solamente acalorada, ninguna de esas eran razones para sentir ningún tipo de placer. Pero no podía evitarlo, le daba gusto ver esa expresión en su rostro.
Alzó un poco los hombros, como si no pudiera evitarlo. "Puedo intentarlo, pero francamente me interesa verte más en acción que participar personalmente" dijo. Y yo sé que suena mal, suena pésimo, pero Dion no se dio cuenta. Lo dijo serio, solamente pensando en Joss y un bate, aplastando calabazas apasionadamente.

[Joss Brackenbury]

Qué bueno que Joss no tenía modo de saber que su transformación en una persona con cabeza de jitomate causaba placer a Dion, porque no estaba dentro de sus capacidades controlarlo.
No supo cómo tomarse eso último, o mejor dicho, no quiso saber, por lo menos no ahí y en ese momento. Ahora sí bajó la mirada carraspeando suavemente. "No tiene mucho caso entonces, la cuestión acá era que tú probaras los juegos" le recordó. A falta de otra cosa que hacer para distraerse, estiró el brazo para recuperar su vaso, que si no recuerdo mal ya estaba vacío, lo inclinó ligeramente y comenzó a golpetear con un lado de la base contra la mesa.

[Dion Thornhill]

Siguió la mano de Joss con la vista, y luego siguió por el brazo hasta su hombro, pasando por su cuello y nuevamente a su rostro.
"Puedo probarlo igual aunque me distraiga intentando aprender tu técnica" dijo, como si eso fuera lo que iba a observar: la técnica de Joss. "¿Te tocó competir contra grupos de varones en los tres juegos?" preguntó, recordando que ella había mencionado eso de 'varios chicos'. Quizás era un grupo mixto, de años inferiores, con más energía y desesperación por las golosinas que ella.