Garganta profunda

[Genevieve Wainwright]

Tal vez, pero en ese caso no habrá ni ternura, ni nostalgia.
Devolvió su atención a la carta después de pronunciar un "vale". Y ¿sabes? Una de las grandes ventajas de que esta dinámica sea pura e inocente es que no tiene razones para sentirse nerviosa porque Royce se le quede mirando. Igual, entiendo que no es fantástico que te traten como pintura de museo en exhibición, así que para terminar lo más pronto posible, no se va a detener con nimiedades como revisar la redacción. O sea, tampoco era como si estuviera escribiendo un ensayo que iban a calificarle, así que se le limitó a vaciar ideas, sin importarle si había coherencia o no. Sólo se atoró al llegar al final, porque no sabía cómo despedirse después de tanta frialdad en el contenido. Movió la pluma suavemente contra su nariz, como si quisiera obligarse a estornudar (no).

[Royce Wakefield]

La miró, miró cómo se movía la pluma sobre el pergamino, volvió a mirar a Gen. Estar así se sentía un poco como estar en clase, solamente que era más relajado porque no tenía que estar prestando atención como generalmente solía hacer. Ahora solamente podía mirarla distraídamente y no pensar en nada.
"¿Tu mamá sabe quién soy?" preguntó cuando la vio acercarse la pluma a la nariz, asumiendo que ya había terminado de escribir la carta. Seguía sin leer el contenido, le daba cosa violar su privacidad así, por más que ella no estuviera escondiéndole nada.

[Genevieve Wainwright]

-¿Huh?- Le lanzó una mirada de reojo, pensando al mismo tiempo en que simplemente iba a poner su nombre y cómo iba a responder a la pregunta. "Mi mamá sabe quién eres" confirmó, pegando la pluma al pergamino y escribiendo su nombre. Como en... 'Genevieve', no 'Gen', porque la opción dos podía hacer que sonara afectuoso. Luego dejó a pluma junto al pergamino con cautela y le sonrió a Royce. "Es difícil hablar de mi vida aquí sin mencionarte" admitió. Entonces le entró la duda. "¿Tu mamá no sabe quién soy?".

[Royce Wakefield]

Lo primero que pensó es que la mamá de Gen debía saber sobre lo que pasó en Hampton Court, y que seguramente no podría saber demasiadas cosas buenas si estaba al tanto de eso.
"¡Claro que sabe!" exclamó alegremente, sintiendo que se le humedecía el cráneo lentamente con gotitas de sudor. "Pero no le gusta que hable de ti" agregó en voz más baja, porque era un secreto. Estaba seguro de que su mamá no querría que le cuente eso a Gen, pero ahí estaba, diciéndole.

[Genevieve Wainwright]

Sé que no puedo darle paz mental a Royce porque no me lee, pero igual voy a escribir que nadie sabe lo que pasó ese verano, o por lo menos Gen no le contó ni a Toby (su perro). Y si algún día decidiera que alguien necesita escucharlo, su mamá sería la última en la lista.
Y aplausos, con eso él logró que a Gen se le olvidara por completo (temporalmente, al menos) que quería encontrar un modo de hacerle confesar que estaba enfermo, porque sintió como si le hubieran pegado una bofetada justo antes de vaciarle una cubeta con agua fría encima. Se puso muy seria, mirándolo fijamente. Abrió la boca para preguntar lo obvio, pero titubeó. ¿De verdad quería saber? Era casi seguro que no le iba a gustar la respuesta. "¿Por qué?" dijo de todas formas. Porque... ¿qué había hecho?

[Royce Wakefield]

La miró sin entender bien la razón detrás de la expresión seria de Gen, porque claro, a él no estaban diciéndole algo así. Lo imaginaba todo el tiempo, que toda la familia Wainwright lo odiaba profundamente y resentían su amistad con Gen, pero no había tenido confirmación todavía.
Alzó los hombros "No sé, como que si le hablo mucho de ti pone cara y cambia de tema" comentó pensativo. Se acababa de acordar de algo "Mi papá dice que es porque se pone celosa" Royce no captaba de qué, no es que Gen hacía de su mam-... oh. Bueno, pero eso era solamente porque Royce a veces se pasaba en maricón nomás.

[Genevieve Wainwright]

De acuerdo, tal vez a su papá tampoco le encantaba que Genevieve hablara de Royce más que de... Fulanita o Sutanita, seres imaginarios que no crecerían para convertirse en una amenaza temida por todo padre de una mujer, porque dicho padre fue adolescente alguna vez. Pero ¿de ahí a odiarlo? No. No, porque no sabía lo que había ocurrido en Hampton Court Palace. Gaston tampoco lo odiaba, porque hasta la fecha Gen había hecho un muy buen trabajo haciéndolo sentir el centro de su universo, y calculo que para cuando eso cambie, él también habrá perdido el interés en serlo.
Escuchó con atención las palabras de su amigo y luego se quedó en silencio, reflexionando. Era una situación complicada, porque no había mucho que ella pudiera hacer, realmente. Es decir, no era como si Royce se hubiera caído de sus hombros y por eso ahora su mamá la detestara, no podía ir a disculparse. Desvió su mirada a lo que había del otro lado de la ventana. "¿Vamos afuera, entonces?" preguntó, como si de repente hubiera recordado que ese era el plan una vez que terminara la carta. Trató de sonar más normal que seria.

[Royce Wakefield]

Qué injusto era que Gen, que era tan buena y santa, tuviera que saber que la mamá de Royce no la quería sin razón alguna. Y los papás de ella (y hermano, y francamente cualquier persona que la quisiera) se estaban ahorrando odiar a Royce aunque se lo merecía.
"¡Vamos!" exclamó felizmente, la voz quebrándosele al final. Si alguien preguntaba no era porque estaba enfermo, era porque estaba pasando por la pubertad y su voz estaba cambiando, sí, por eso. Se puso de pie, arrastrando la silla hacia atrás con el reverso de las rodillas. No se echó a correr solamente porque Gen tenía su carta ahí, sino ya hubiera tomado esa pregunta como invitación a hacer una carrera hasta la salida de la sala común.

[Genevieve Wainwright]

Francamente, si Royce se hubiera echado a correr, Gen habría corrido tras él, carta o no carta, aunque sí cuenta bastante que, como ya establecí varias veces, ese pergamino no contenía información ni personal o importante ni, dependiendo de a quién le preguntes, interesante.
Enarcó una ceja al escuchar el gallo ((la voz quebrada)), levantándose mientras enrollaba el papel con cuidado (porque después de todo, la presentación de tus cosas habla del tipo de persona que eres). "Si dejo que te mueras, ¿crees que sea posible que tu mamá me quiera todavía menos?" planteó sin sonreír, aunque en realidad está bromeando al 100%. No iba a dejar que Royce se muriera.

[Royce Wakefield]

((¡Guiiiiiiiin!))

La pregunta de ella le hubiera dado un poco de morbo si no fuera Gen quien estaba haciéndola. Optó por reírse, porque le sonabara raro igual la primer parte.
"¿Cómo vas a dejar que me muera?" quiso saber, porque quizás ella hablaba de algo en específico que a él no estaba ocurriéndosele. "Igual seguro que me voy a morir, en algún momento" a menos que Madeleine y Nathan les regalen un poco del elíxir de la vida que cada día estoy más convencido que deben tener ahí escondido.

[Genevieve Wainwright]

((¡Laaaaaance! ¿?))

Vale, no se esperaba eso último. Era una realidad que aplicaba a ambos, que seguro se iban a morir eventualmente, pero no esperaba que Royce se lo recordara en ese momento, así que se quedó boquiabierta un par de segundos. Mejor comenzar por contestarle la pregunta. "Podría contribuir bastante si te sigo el juego y pretendo que no me doy cuenta de que algo no va bien" dijo, moviendo la mano en su dirección general, para no señalarlo pero dejar claro que se refería a todo él y el look que traía ese día.
Por alguna razón, no me sorprendería que Nathan y Madeleine nos estén ocultando que pueden vivir eternamente si se les antoja.

[Royce Wakefield]

((Déjame expresar que te extrañé))

Frunció el entrecejo, porque Gen debería ser súper chill al respecto y dejarlo pretender que estaba súper sano hasta la hora de la cena, al menos. Ni siquiera le dolía mucho la cabeza, todavía podía aprovechar del día junto a ella.
"No sé de qué estás hablando..." comentó en voz baja, acomodándose la chalina alrededor de la boca como si con eso pudiera ocultar algo. "El medimago dijo que es normal que mida esto" agregó en broma, arrugando la nariz mientras exhalaba en vez de reírse.

[Genevieve Wainwright]

((Te dejo. Yo te extrañé también, un montón <3))

Por un lado, sí, Gen quisiera acomodarse a los deseos de Royce y dejarlo ser feliz todo el tiempo que quisiera o pudiera. Por otro lado, ¿qué pasaba si lo que fuera que tenía empeoraba y, no sé, terminaba en San Mungo? ¿Todo porque ella había hecho lo que él quería, en lugar de lo que era responsable? No sé si está pasando por este dilema porque es niña, o porque ya no es una niña, pero el punto es que es difícil vivir así, qué mal.
En cualquier caso, no pudo evitar reírse por la broma, ¡fue graciosa! Guardó la carta para su madre en un bolsillo, aprovechando para bajar la mirada y tratar de dejar de sonreír. -De acuerdo-. "El medimago me dijo lo mismo y mira" dijo, saltando en su lugar para enfatizar su punto (que su cabeza no podía alcanzar la misma altura que la de él), "cualquier día los elfos domésticos van a mandarme un plato de insectos para cenar porque parezco un imp". El-drama. Hablar de sus estaturas es un tema sensible, me temo.

[Royce Wakefield]

((♥))

La miró saltar y se aguantó las ganas de reír de lo adorable del comentario (aparte, qué alivio que su tobillo no estaba mostrando que le quedaron secuelas del accidente de las vacaciones). "¡Noooooooo!" exclamó risueñamente con el comentario de Gen, abriendo los brazos a medias pero luego recordando que estaba enfermo y que no sería recomendable estrujarla contra él brevemente como para aplastar esa cruel comparación.
"Los Imp son feos, Gen, definitivamente eres una bruja" le aseguró asintiendo innecesariamente con la cabeza. ¿Para qué quería ser alta, eh? ¿Para temer llevarse por delante los marcos de las puertas?

[Genevieve Wainwright]

Si su tobillo le doliera cada vez que salta, su padre tendría que demandar (?) al sanador responsable de arreglarla aquel día, porque sólo fue un esguince y poder usar magia tiene que contar para algo.
Sonrió, de muy buen humor pero sin separar los labios. Nunca estaba de más que le confirmaran que nadie en la calle pensaría que es imp en lugar de bruja. Igual, no perdía a esperanza de que con las curvas llegara también una cantidad decente de centímetros más (no puedo explicar por qué desea ser alta, la verdad). Comenzó a caminar hacia la puerta de la sala común. "¿Qué quieres hacer afuera?" preguntó, por si Royce tenía un plan.