Bienvenido va con B de Bullying

[Taly Weiss]

Taly bajó la mirada, como si las palabras de Eren fueran un reto, y él tuviera el derecho a estar enojado, como si ella hubiera sido la que lo había empujado al suelo con violencia. Sintió un vacío en el estómago, porque no era alguien que recibiera bien un rechazo o una crítica. El autoestima super baja de Taly la hizo balbucear "Sí, perdón" para que su compañero supiera que entendía cuál era su misión y que no debía enojarse con ella como si no la supiera.
Volvió a levantar la vista con el ceño un poco fruncido, por lo menos ya no tenía la expresión de lástima que había molestado a Eren. Le costaba tanto socializar y con él sentía que estaba fracasando rotundamente. Volvió a su plan original de mantenerse callada y seguirlo hasta el patio obediente.

[Eren Morikawa]

Eren también estaba fracasando rotundamente, o a punto de hacerlo. Se estaba aguantando las lágrimas, porque la sensación de estar dando lástima había sido como una piedrita en el camino que te desbalancea apenas, pero sucede justo cuando llevas puesto un sombrero de Jenga. ((??)) En definitiva: tenía los ojos brillantes y una expresión dura en el rostro, aguantando con todas sus fuerzas las lágrimas.
Si la gente que se cruzaban notaba algo raro en la situación de chica tímida siguiendo chico ultra tímido, él no lo notó. Por suerte.

[Taly Weiss]

El silencio era su mejor amigo pero esta vez era incómodo, sabía que su compañero estaba pasando una situación horrible y estar ahí de testigo era incómodo también pero Taly se sentía culpable si intentaba irse. Se sentía en obligación de ayudar, así que siguió sin decir nada hasta que llegaron al patio que Eren había pedido.
Cuando vio la fuente supuso que lo que Eren quería era limpiarse, por lo que se quedó parada a una distancia prudencial, para no invadirle el espacio personal y dejar que hiciera lo que quisiera. Acomodó la mochila en su hombro y lo observó, atenta a que si Eren la miraba iba a quitarle la vista de encima en seguida, para que no pensara que lo estaba acechando.

[Eren Morikawa]

A él le costaba mirarla, también. Creo que podrían interactuar más dos piedras separadas por kilómetros en el fondo del lago que este par de traumaditos. De todas formas necesitaba su pañuelo, así que cuando llegó a la fuente y se sentó en las piedras del borde, miró el aire alrededor del rostro de Taly, como para darle a entender que necesitaba algo de ella nuevamente.
Por las dudas y para evitar malentendidos señaló el bolso con la mano sin heridas. "¿Puedes... darme el bolso?" dijo, casi sin dejar salir aire de sus pulmones, así que haciéndolo bastante difícil de escuchar.

[Taly Weiss]

Al verlo sentarse de frente a ella y levantar la cabeza, Taly inmediatamente también se hizo la desentendida, la que la fuente era super interesante. Recién cuando por el rabillo del ojo lo vio moverse y señalarla, decidió fijar esta vez la mirada en él e intentar entender qué quería. Entre abrió la boca, no escuchó ninguna de sus últimas palabras, pero no quería preguntarle qué había dicho, así que se apuró a ir hacia él y bajar la mochila de su hombro. La apoyó delante de Eren, y también apurada como si fuera un profesor que iba a retarla si tardaba, abrió el bolso del chico y volvió a mirarlo con la esperanza de que repitiera qué necesitaba o que lo buscara solo en el mejor de los casos. Ella iba a limitarse a quedarse parada ahí hasta que él terminara, porque aunque quisiera tampoco sabía cómo despedirse y huir de ahí.

[Eren Morikawa]

En el momento en que aflojase el rostro, Eren sabía que se le desbordarían las lágrimas de odio e impotencia que venía acumulando desde que lo habían empujado. Por eso si Taly lo veía al rostro, no sería extraño que pensase que la odiaba o algo por el estilo. Su expresión era dura y seria, más cercana al enojo que al dolor. Nada de eso era culpa de ella, pero él no pensaba con claridad en ese momento, como para empatizar lo mínimo necesario para darse cuenta de que ella también la estaba pasando mal.
Sin agradecer ni decir más, estiró la mano sin sangre y buscó dentro de su bolso (abierto, gracias a su compañera). Cuando encontró el pañuelo lo dejó sobre la piedra, aún sin mojarlo. Lo traumaba lo que venía: ¿se podría quitar el sweater solo o tendría que pedir ayuda también para eso?
Estaba considerando seriamente echar a Taly de allí y arreglárselas solo, pero si ella se iba y pasaba alguien más entrometido y quería ayudarlo, lo obligarían a hablar y explicar muchas más cosas.
No. Taly estaba ok. No quería que se marchara.

[Taly Weiss]

Taly estaba bastante segura de que la odiaba, pero sabía que no era personal. La odiaba porque había estado en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Era la testigo del bullying que había sufrido y de alguna manera sentía que Eren la posicionaba en el mismo lugar que a sus agresores. Por eso estaba dura, esperando a que en algún momento él le dijera que ya estaba bien, y con eso tener el permiso para irse y suponer que ya no la odiaba más.
Le dio espacio, retrocediendo dos pasos, mirando la fuente, tentada de sentarse también pero prefiriendo quedarse allí parada, husmeando lo que Eren hacía.

[Eren Morikawa]

Pido disculpas por el mal rato que está pasando la pobre. En este momento Eren odia al universo y a cada uno de los planetas y asteroides que andaban dando vueltas en el espacio cercano al planeta Tierra.
Con la mano izquierda (tratando de no usar la palma herida sino solo la punta de los dedos) comenzó a arremangarse el sweater para tratar de llegar al codo derecho. Sería imposible hacerlo sin dolor, sobre todo porque con una sola mano iba a tener que arrastrar sí o sí la lana por sobre la camisa y la herida.
-La camisa...- pensó, dándose cuenta de lo mucho que le iba a costar hacer todo eso con una mano herida: arremangarse el sweater, desabrochar la camisa, arremangar la camisa. Meditó esto un momento, deteniéndose en la tarea y bajando la mirada, para luego subirla con un apenitas menos de odio a la vida. Porque tenía que pedir otro favor, y de nada le serviría espantar a la única persona que había allí dispuesta a ayudarlo.
"¿Puedes..." levantó el brazo derecho ligeramente "...ayudarme?"

Oh, Merlín. Estaba pidiendo AYUDA en su primer semana de clases. Ese año iba a ser todo un desafío.

[Taly Weiss]

Hasta que Eren no le habló, Taly se hacía la entretenida en observar el patio y la fuente alternativamente. Volvió a fijar la vista en el chico y entreabrió la boca, intentando entender a qué se refería. Por instinto, asintió con la cabeza inmediatamente y se acercó de nuevo a él. Ok, el brazo... ¿qué quería con el brazo? Lo observó y notó el sweater levantado, por lo que dedujo que quería arremangarse para ver si tenía alguna herida. Taly ignoraba que su compañero se había raspado tanto y que apenas podía mover el brazo.

Con su mano derecha, comenzó a subir el sweater de a poco, tenía miedo de hacerlo doler "Dime si te molesta" dijo entonces cuando estaba cerca de llegar al codo y ya la lana estaba hecha una acordeón "¿Sigo?" quiso saber qué hacer.

[Eren Morikawa]

Eren mantuvo la boca cerrada con fuerza, tratando de no mostrar ninguna expresión de dolor. Pero cuando ella se acercó a la zona del codo, no pudo evitar sisear y abrir ligeramente la boca mientras apretaba los dientes. "¿Puedes separarlo ahí?" le pidió en una frase de corrido (porque se hacen milagros cuando los codos duelen). Le señaló la otra mano, para que la use también.
¿Hace falta decir que pedirle a Taly que se acercase había hecho que recupere todo el color del rostro de golpe? No creo, ¿no?

[Taly Weiss]

Ella no notó su sonrojo porque estaba más ocupada en hacer lo que le había pedido sin que le doliera. Quería hacerlo bien para que él dejara de odiarla, a ella y al resto del mundo en general. Quizás una vez que terminara de curarse y se sintiera mejor, lograra que Eren le agradeciera y todo! o simplemente comience a saludarla cuando se cruzaran en clases. No era necesario hablar, ella tampoco lo hacía, con saludarse agitando levemente una mano estarían bien.

"Sí" se apuró a contestar, aunque no le gustó sentirse medio tonta por no haber usado sus dos manos para levantarle la ropa. Era una suerte que Eren no usara un talle chico de sweater porque eso le permitió que hubiera lana suficiente como para estirárselo un poco y poder pasarlo por el codo sin tocarlo "¿Quieres... ayuda con la camisa también?" preguntó y ahora fue ella la que enrojeció levemente porque la pregunta sonaba un poco rara para quién no la oyera en ese contexto.

[Eren Morikawa]

Quizás al menos no la mire con cara de odio cuando se la cruce por los pasillos, que es como mira al resto del universo estudiantil. ¿Eso contaría como logro para Taly? Porque para él estaría al nivel de proponérsele con un ramo de flores en el medio de Gran Salón en pleno desayuno, te cuento.
Asintió, como respuesta a la pregunta. Su autoestima descendía en picada por sentirse tan inútil y poco autosuficiente, por lo que no pudo evitar prestarle más atención al entorno, nuevamente, que a su propio brazo. ¿Alguien los estaba viendo? Si llegaba a ver a los que lo habían empujado ahí asomados al patio, se clavaba la varita en la yugular ahí mismo. -Nadie aún, pero no puedo tentar a la suerte- pensó, ansioso por terminar de una vez con eso, antes de que hubiese más testigos de su desgraciada vida.

[Taly Weiss]

Sí, estaría perfecto, Taly iba a notar que su expresión no era constantemente como la de este momento en que estaba herido y molesto, y así iba a comprender que no la odiaba, o no tanto como al resto.

En cambio, que él no le hablara ni para responderle una pregunta la ponía todavía más incómoda, con el esfuerzo que hacía por ser ella la que hablaba esta vez... desabotonó la manga de la camisa para subirla, un poco más rápido que antes porque ella también quería terminar con esa tortura a sus nervios, pero deteniéndose en la zona del codo que es donde entendió que a Eren le dolía. Intentó despegarla de la piel también pero la tela hacía más difícil el trabajo y por más flaquitos que fueran los brazos de su compañero, le rosaría el codo un poco.

Cuando terminó de subir sintió que acababa de desarmar una bomba y lo miró a Eren con lo ojos entrecerrados, como si pudiera sentir el dolor. Acababa de notar el raspón rosado e irritado que él tenía en el codo y sólo pudo atinar a sentarse al lado de él en la fuente "¿Quieres agua?" le preguntó entonces en un arranque de valor "Deberías desinfectarte" -si me hubieras hecho caso de ir a la enfermería... no estaría en este lío- pensó Taly, desaprobando que el agua reemplazara a las cremas de Madame Pince.

[Eren Morikawa]

Eren sentía que se le iba a derretir el rostro del calor que le había dado la cuestión de la camisa. De no tener contacto físico alguno con chicas, había pasado a estar en esa situación, en la que hasta le había desabrochado el botón de la manga. Y no es que Eren estuviese pensando en cosas demasiado adultas o complejas, porque no: el simple hecho de sentir el contacto de Taly directamente sobre su brazo y presionando momentáneamente su muñeca había sido más que suficiente para tornar esa situación en algo imposible de encarar con normalidad. Tenía las mejillas TAN rojas para cuando Taly terminó de hablar, que yo apuesto a que le contagiará parte del color como si fuese un resfriado.

Eren ni siquiera la miraba, sino que tenía la mirada fija en el pañuelo que había dejado en el borde de la fuente. Él le había pedido ayuda, así que se esforzó en no reaccionar como en cualquier otra situación de '¡ALERTA, MEJILLAS ROJAS!' que sería insultándola de arriba a abajo. No, no la agrediría, pero tampoco le salían palabras amables en respuesta a sus millones de preguntas.
Ok, a su pregunta (en singular) y su comentario... Él es el que exagera, no yo.

Asintió con la cabeza una vez. No le estaba pidiendo que lo ayude, en absoluto. Pero hasta que terminase de procesar el calor de su rostro pasaría un momento.

[Taly Weiss]

Exhaló, comenzando a sentirse frustrada porque él nunca le respondía... por un instante se le cruzó por la cabeza que quizás sentía demasiado dolor para hablar y lo miró inconscientemente con algo de lástima (otra vez) así que en seguida apartó la mirada para buscar su propia mochila esta vez. Eren estaba rojo, realmente debería arderle mucho. Volvió a sentirse frustrada porque no lograba convencerlo de ir a la enfermería, aunque tampoco había insistido tanto, Taly era de pocas palabras y habérselo dicho una vez e insinuado otra le parecía más que suficiente.

Cuando encontró su varita, volvió a erguirse y le tomó el brazo, incómoda por el tacto porque creía que Eren iba a gruñirle si volvía a tocarlo. "Permiso" murmuró entonces para que supiera que lo hacía por un motivo. Giró levemente el brazo del chico para murmurar "Aguamenti" y derramar agua sobre la herida, para limpiarla al menos. Lo miró insegura, tomando aire porque no le gustaba tener que decírselo una vez más "Necesitas que lo desinfecten y venden... te va a arder pero no hay otra solución" le informó antes de apretar los labios y esperar que no la matara.