Gustos adquiridos

[Basil Markinswell]

Para Basil esa noche también era especial, tenía gusto a victoria en los labios, sentía de repente la convicción de que todo iba a estar bien... todas sus ambiciones estaban al alcance de su mano si seguía por ese camino y no se desviaba. Quizás se estaba apurando al llegar a esas conclusiones, pero sentía por fin que podía dar vuelta la historia familiar, que podía ser el orgullo de su padre y que no iba a correr la misma suerte que él. Acababa de dejar a Joanne en la entrada de su sala común y estaba dirigiéndose radiante a la propia, ensayando diálogos en su cabeza, pensando la manera más casual e irritante en que podía darles la noticia a sus amigos de que acababa de ponerse de novio con la sobrina de la Ministra de Magia británica. Best-matrimonio por conveniencia- ever.
Sonreía e iba en su mundo cuando la música del interior de una de las mazmorras le llamó la atención. Al instante recordó la fiesta de loquitos amantes del terror que organizaba Alessa. El entusiasmo por lo que acababa de sucederle cedió y sintió un dejo de pena. No iba a poder seguir jugando a torpemente seducir a la rarita del curso, pedirle tareas haciéndose el inocente o robarle besos que le trajeran maldiciones molestas después. Con las ganas que había tenido de repetir el segundo beso que le había dado... Alzó una ceja, sintiéndose inteligente de repente. Esa noche era su noche de suerte, ¿cierto? Si podía ser novio de Joanne, también podía colarse en la fiesta. Greystone en su mundo de calabazas, sangre y vampiros no tenía idea de que ahora él tenía una pareja. Con el exceso de confianza que tenía esa noche encima, estaba seguro de que con el disfraz correcto iba a poder besarla una vez más y quitarse las ganas.

Fue a su sala común e improvisó lo que su poca capacidad artística le permitió: utilizó su túnica negra vieja para con ayuda de su varita quitarle el escudo de Slytherin y colocársela como una capa negra que la cubriera la espalda hasta el suelo, suponía que si traía algo de polvo del suelo sería todavía mejor. Esos detalles asquerosos a ella le gustaban ¿cierto? En la habitación había cotillón también de la fiesta del colegio, por lo que se decidió por una máscara blanca que iba a taparle perfectamente mitad del rostro, tenía tanta suerte que hasta iba a ser la mitad del ojo que a él le gustaba llamar 'malo'. Era bastante obvio que era él pero creyó que con la oscuridad podía pasar desapercibido para el resto de los loquitos que habían asistido a esa fiesta alternativa. Seguro estaban muy ocupados haciéndose pis de la emoción al contarse historias de terror o planificando el próximo sacrificio de animales, o lo que sea que hicieran en sus reuniones semanales.

Se peinó el cabello con una mano luego de colocarse la máscara, y se sintió muy orgulloso de su aire misterioso. Era alto y la capa le quedaba bastante bien. Quizás debía empezar a usarlas más seguido... Satisfecho, se encaminó a la mazmorra de donde provenía la música y entró con la cabeza gacha, no quería saludar ni reconocer a nadie, solamente estaba ahí por una persona y quería encontrarla a ella y a nadie más. Observó la decoración y decidió mantenerse alejado de las paredes, por si esa cosa cochina era sangre de verdad, no quería mancharse. Pasó entre la gente no encontrando a ninguna muñeca de porcelana hasta llegar a la mesa donde estaban las bebidas y algo de comida robada del Gran Salón. La reconoció solamente porque él ya sabía de qué iba a ir disfrazada, con tanta ropa y la capucha, el maquillaje y la falta de luz, apenas podía distinguir a Alessa. Decidió arriesgarse y acercarse por detrás para aprovechar el efecto sorpresa y murmurar un "Bu!" de manera infantil pero dicho con su voz grave en el oído de ella.

[Basil Markinswell]

Mientras Alessa volteaba, Basil sonreía genuinamente porque en su inocencia creía que había logrado sorprenderla al menos. No pretendía asustarla porque sabía que sería una tarea un tanto imposible, era como querer enseñarle a hacer una poción a Snape o regalarle una varita a Ollivanders. Imposible e innecesario. Cuando ella giró dudó un instante en estar sonriendo como bobo a la chica correcta. ¿Era ella?
"Wow" se hizo el impresionado por el disfraz, como si le hubiera gustado, cuando en realidad estaba impresionado pero todavía no sabía bien si de buena o mala manera. Necesitaba acostumbrarse, deseaba de todo corazón que Alessa abriera el ojo para reconocer al menos su rostro.
Mantuvo la sonrisa y asintió con la cabeza "Te dije que lo intentaría..." intentó sonar seductor, tomando como un buen indicio que ella se alegrara (muy a su manera) por verlo. Basil también había estado intentando leerla desde que comenzaran a socializar más, básicamente porque le era imposible saber qué responderle para agradarle. No podía adivinar qué cosas querría escuchar alguien como ella.
Alzó una ceja, evaluando si tomar la copa que Alessa le ofrecía o no, dudando por un instante que realmente esa banda de dementes estuviera tomando sangre. No, imposible. Muy líquida. "Gracias" se arriesgó y la tomó dispuesto a probar un trago "¿Cómo la estás pasando?" preguntó antes de llevarse la copa a los labios. Quería saber si ella también estaba disfrutando ese Halloween tanto como él.

[Basil Markinswell]

((Que empieces genial el año! =) ))

Es que todavía estaba impresionado por el conjunto, todavía no había reparado en los detalles, en pocos segundos el hombro al descubierto sería lo que más le llamaría la atención e iba a lamentar mucho no haberse disfrazado de vampiro. Aunque podía improvisar, la capa negra ya la tenía, faltaba que le salieran los colmillos.
Luego del pequeño brindis, bebió el trago mientras Alessa hablaba, sintiendo el sabor a frutilla y cerezas. Sí, se sintió aliviado de que sus compañeros aún no habían enloquecido lo suficiente para estar tomando sangre de verdad. "Me alegro" respondió cuando bajó la copa "Yo también estoy pasando un gran día... ¿has ido a la cena en el salón?" quiso saber por las dudas de que ella ya tuviera información que él deseaba que no supiera, por lo menos esa noche.

"Muchas gracias" Basil sonrió complacido, moviendo apenas su capa y agachando la cabeza como haciendo una reverencia "A mí también me gusta el tuyo" devolvió la gentileza aunque no era del todo cierto, pero se quedó quieto dejando que ella le tocara la máscara, quizás se la estaba acomodando porque él no la había colocado bien.

[Basil Markinswell]

((Totalmente xD))

Si Basil lo supiera... a él no le molestaría para nada dejarse cazar por ella, por lo menos por una noche. Creía que debía seducirla él, después de todo era el que tenía segundas intenciones para ir a esa fiesta. Sonrió porque la forma en que Alessa tocaba su máscara le parecía sexy y un buen inicio para su interacción. Seguía sintiendo que esa noche todo iba a salirle bien, como si haberse puesto de novio con Joanne hubiera sido lo mismo que tomarse un trago de Felix Felicis. Todo lo que quería estaba ahí, al alcance de su mano. Fortuna, una vida fácil... y ahora Alessa, la rarita a la que le gustaba besar de vez en cuando.

Le devolvió la sonrisa "Sí, lo sé..." dijo también con doble sentido acerca de la reputación del club. Algún día Merlín iba a pasarle factura por sus pensamientos de mala persona. "Les ha quedado..." balbuceó mirando las paredes e intentando encontrar una palabra adecuada "Horripilante, en el buen sentido" arriesgó antes de reír y dejarse llevar por el tirón que sintió en su muñeca. La miró fijo dando unos pasos para quitarse del camino, y manteniendo la sonrisa. Sus hormonas le pedían devolver el contacto.
"No... prefería verte" soltó también sin anestesia "Es bueno saber que te puedo sorprender" repitió la frase de ella y se tentó de quitarle un cabello del rostro, rozándola levemente.

[Basil Markinswell]

Basil comprendió, al verla cerrar los ojos, que el contacto no le había agradado tanto, que quizás no había sido una buena idea devolverle el gesto y tocarla. Era la rarita, no tenía que suponer tantas cosas como las hacía, después de todo siempre le había costado trabajo leerla para saber qué hacer y que a ella le gustara. Pero ya estaba ahí, ya se había disfrazado como un ridículo, se había metido en una fiesta de losers freaks y había puesto primera... no perdía nada con seguir intentando llegar a su objetivo de esa noche.
Alzó las cejas, haciéndose el sorprendido por la pregunta, y evaluando qué era lo que quería de Alessa. Él lo sabía pero no podía decírselo tan de frente. Mejor no querer tomar atajos, y recorrer el camino como tenía previsto. Sonrió "¿Bailar?" arriesgó ofreciéndole su mano esta vez con la palma abierta para que Alessa la tomara.

[Basil Markinswell]

Y él sabe que es rara pero no tiene idea de los alcances de esa palabra. Quizás si algún día la ve rechazar el contacto físico de alguien más, entienda lo que significa que ella lo haya dejado besarla o que en ese momento aceptara bailar con él. Primero pensó, al escucharla reír, que iba a burlarse de su propuesta, pero después comprendió que ese gesto le había gustado y volvió a relajarse. ¿Quién dice que el Felix Felicis no puede ser una cuestión de actitud?

Basil mantuvo la sonrisa de bobo mientras daba unos pasos para llevarla lejos de las mesas, donde tenían más espacio para bailar. "No lo harás..." le aseguró para darle confianza "Sólo debes seguir el ritmo" se hizo el experimentado y no admitió que él tampoco sabía realmente bailar. Quizás tenía algo más de experiencia que ella por las reuniones a las que asistía con su familia, pero eso no significaba que lo hiciera bien. Agradeció que el club de los raritos amantes del miedo pasaran esa música lenta con la que la mayoría de las parejas aprovechaba a bailar pegados. Sin embargo, decidió ir tanteando el terreno de a poco, la experiencia con Alessa así se lo indicaba. Comenzó a moverse y recién después de un par de pasos apoyó despacio, como estudiando su reacción, la mano en la cintura de la chica. "¿Así está bien?" preguntó. No quería volver a tener una maldición encima para las vacaciones de Navidad, mirá si Joanne decidía presentarle a sus futuros suegros!

[Basil Markinswell]

Bello estaba encantado con la música porque le daba excusas para tocarla y porque era más fácil moverse despacio de un lado a otro como un péndulo, que tener que bailar un ritmo que pusiera en evidencia su falta de coordinación y su incapacidad de mover la cintura. Así estaba todo perfecto.
Se mantuvo alerta unos segundos, mientras ella parecía inspeccionar la mano que él apoyó en su cintura, Cuando Alessa respondió poniendo su mano en el hombro de Basil, se volvió a relajar y le sonrió de vuelta. Todo estaba saliendo perfecto. "¿Ves?" le dijo hablando bajo pese a la música "Está todo bien" le confirmó para que ella también se relajara. Estaban bailando y todavía no lo había pisado, estaba tocándolo y todavía no lo había golpeado. La miró, indeciso sobre si avanzar un paso más hacia lo que estaba buscando esa noche. "¿Sabes qué es lo único que falta?" arriesgó.

[Basil Markinswell]

No, claro que Basil no estaba pensando en manchar con sangre falsa su máscara, estaba tentado a apurar su buena suerte pero no estaba del todo decidido. Que Alessa diera ese paso para adelante, acercándose a él, le dio coraje para no arrepentirse. Sin embargo, tardó unos segundos en volver a hablar, dejando la mirada también clavada en ella mientras pensaba qué palabras usar. Dudaba porque creía que Alessa se ofendería y, en el mejor de los casos, lo pisaría. En el peor, iba a soltarlo y dejarlo ahí bailando solo.

Soltó aire y se relajó, pensando que lo peor que podía pasar era dejar de hablarse con la rarita. Era cuestión de arriesgarse.
"Que..." comenzó a hablar y se obligó a seguir mirándola "quieras que te dé otro beso" le dio a entender que él sí quería y que solamente le faltaba la voluntad de ella para hacerlo. Agradeció estar detrás de esa máscara y que Alessa no pudiera ver bien su expresión. Al menos esperaba que ella valorara que era, muy a su manera, valiente. Estaba enroscándola como Slytherin pero animándose a hacerlo como Gryffindor.

[Basil Markinswell]

La gente prefería las cosas complicadas, no aceptaban la sinceridad, el saber exactamente lo que se quería aunque fuera ambicioso o egoísta. Ahí también Alessa era rara, prefiriendo saber las cosas como eran, sin vueltas. No juzgándolo por querer chapársela sin ningún motivo más que la atracción física y la situación, el momento.
Ella sin saberlo ya lo había torturado casi todo el verano, no creía estar listo para sentirse maldecido de nuevo, esperaba que esta vez no se enojara tanto con él. Estaba pidiendo permiso, ¿ese no había sido todo el problema la otra vez? Le demostraba que había aprendido la lección, y obvio que lo hacía para agradarle y obtener lo que quería, básicamente.

La mano de Alessa en su cuello fue interpretada por Basil como una buena señal pero aún así quería escucharla decir que sí, que tenía las mismas ganas que él. "No lo sé..." dijo haciéndose el calmado, el que estaba disfrutando el baile y no tenía una carga importante de ansiedad "Eres difícil de leer" le confesó "¿Quieres?" insistió, volviendo a mirarla y acercándose un poco al inclinar apenas su cuerpo hacia adelante "Me gustaría que quieras..."

[Basil Markinswell]

Algo de hormonas debía de tener la rarita para haberse dejado llevar hasta ese momento, donde estaba bailando, contacto físico incluido, y hasta estaban negociando un nuevo beso. Basil sentía eso, que estaba negociando para obtener lo que quería... y le estaba saliendo genial. Sonrió inmediatamente al escucharla, complacido. Decidió saborear un instante tener su autorización, levantando levemente la mirada y devolviéndole algo del espacio personal.
"Y eso es perfecto, porque yo también quiero" le respondió antes de hacerse el interesado en seguir bailando. Ahora que lo sabía, quería disfrutarlo y encontrar el momento ideal para besarla, quizás en alguna parte de la mazmorra que estuviera un poco más oscura y menos concurrida que el centro, donde la mayoría de los chicos estaban bailando. Volvió a mirar a Alessa, concentrándose en su rostro y en el maquillaje que tenía para simular ser una muñeca rota. Iba a mancharse cuando la besara, pero valdría la pena. Acomodó apenas la mano que tenía en la cintura de la chica y le preguntó "¿Estás cómoda?"

[Basil Markinswell]

Basil ya quisiera tener un millón de pseudonovias para dejar ir sus hormonas, pero no, la realidad era que sólo tenía a Joanne. No se quejaba, era la indicada por todos lados, estaba feliz y por eso sabía que todo le saldría bien esa noche, pero la rarita lo tentaba. Era como besar a la figurita difícil del curso, a la ermitaña que todos esquivan.

Él seguía pensando en cuál sería el rincón perfecto y el momento ideal para besarla (y si la suerte seguía acompañándolo, acariciar un poco el cuello y el hombro que Alessa tenía al descubierto) cuando la pregunta de la chica lo hizo volver a la realidad. Todavía estaban bailando y la rarita quería seguir charlando. Cierto, él se estaba haciendo el relajado, el dejemos el beso para más adelante... tenía que seguir en ese papel.
"¿Fantasma?" repitió intentando seguirla. No, Basil no tenía idea de novelas muggles, ni siquiera cuando son famosas y se convierten en obras de teatro, musicales y películas. No es alguien precisamente inteligente y culto, por lo que le tocaste uno de sus puntos más flojos. "No soy un fantasma, soy... un joven misterioso" intentó explicarle, porque era obvio que no era un fantasma, sino se hubiera puesto una sábana encima, algo...

[Basil Markinswell]

La escuchó aprovechando que tenía libertad de mirarla y ver los detalles del maquillaje y desviar cada tanto la vista a su cuello y al hombro descubierto, sí a ese mismo xD
Torció apenas la boca, en señal de desagrado al saber que lo estaba comparando con un fantasma deforme, porque además de hueco es algo vanidoso y hasta ahora lo único que encontraba en común con ese personaje espantoso y perdedor, era la máscara. ¿Ingenio? No, sólo para lo que le interesaba... quizás se pareciera en que la estaba engañando un poquito para lograr lo que quería. ¿Enamorarse? No creía que eso fuera a sucederle en la vida.

Sonrió "¿A ti no te hubiera importado que debajo de la máscara fuera un monstruo"? preguntó sorprendido por la lógica de Alessa, y divertido porque llamara tonta a la protagonista. Basil no la juzga, en cierto punto coincidían, a él no le parecía grave que fuera un asesino, le parecía obvio que la protagonista no iba a quedarse con él porque era feo, eso era lo imperdonable! xD
Le volvió a sonreír para decirle "Gracias" y asentir con la cabeza levemente "A ti te queda eso... de ser una muñeca de porcelana ¿rota?" aclaró antes de reír y aprovechó para volver a bajar la mirada por ella.

[Basil Markinswell]

Y a él, ella le gustaba porque de alguna manera extraña le resultaba sexy que fuera rarita, le parecía bonita de bajo de toda ese maquillaje oscuro, de la palidez y de los amuletos raros. Y, sobre todo, se había dado cuenta que le gustaba besarla y que era una chica inteligente, que lo ponía en peligro constante, porque si sabía por donde escarbar, algún día se daría cuenta de que todo él era una farsa. Lo único que era real en Basil eran sus ojos extraños.

La escuchó esta vez más interesado que antes, evaluando lo que Alessa le decía, porque era un pensamiento muy superior para su corta mente y sentía que estaba teniendo una revelación. La rara apreciaba el lado oscuro que todos tenían, a la rarita no le importaban esos defectos. Comenzaba a conocerla mejor. Lo terrible era que a medida que la conocía más, se daba cuenta que no tenía que hacer esfuerzos por fingir. Con el resto le pasaba al revés, cuando juntaba suficiente información ya sabía cómo debía actuar, qué debía decir para agradar, pero con ella la respuesta a esa pregunta parecía ser: decirle toda la verdad, todo lo terrible, sus ambiciones, sus celos, sus dramas familiares, sus incoherencias, sus odios y todas y cada una de sus mentiras. Por eso la rarita era peligrosa.

Sonrió apenas, animándose a seguir preguntando "¿Y tú prefieres a alguien que oculta sus miserias...?" o sea, él "O a los que deciden mostrar su lado oscuro?" Pregunta tonta, obvio, pero necesitaba confirmación, sólo para saber si estaba comenzando a descifrar a Alessa.

"Muy adecuado" opinó sobre la elección del disfraz "Pero yo no creo que seas un espíritu maligno" siguió halagándola para asegurarse de que aún quisiera un beso.

[Basil Markinswell]

Fijó su mirada en la de ella, alzando levemente las cejas al saber que Alessa lo consideraba un enigma. Esto se ponía interesante. Sonrió sin despegar los labios y aminorando los pasos porque ya quería dejar de bailar, prefería que fueran a algún rincón de la mazmorra donde estuviera más oscuro.
"¿Y por qué te parezco un enigma?" Basil sabía la respuesta: porque era falso como un knut hecho billete. "En cambio, yo pienso que estoy comenzando a descifrarte" le dijo, sintiéndose orgulloso porque para él era un logro. Se rió apenas una vez que dejaron de bailar "Eres la primer persona que conozco que prefiere que los demás acepten que tienen un lado oscuro" le confesó. Era hasta algo inocente de su parte pretender que el resto se aceptara y confesara sus miserias.

"Oh, ya veo" mantuvo la sonrisa pero sólo porque Alessa le había guiñado un ojo y eso lo mantenía contento, el pensar que estaba lo suficientemente loca como para pintarse así y pretender ser una muñeca a la que un demonio había abandonado era 'demasiada aceptación de su lado oscuro' que Basil no estaba listo para procesar de manera lógica. Que lástima que la sangre falsa no tuviera alcohol, le hubiera venido bien estar medio inconsciente de lo que hacía, abriéndose tanto con la rarita y caminando con ella del brazo como si nada. Menos mal que tenía la máscara del fantasma ese que a ella tanto le gustaba.

[Basil Markinswell]

Comenzó a avanzar despacio, también sin soltarla, buscando algún rincón cerca de las mesas de bebidas para charlar... y eventualmente, chapar xD. Basil la miró de costado, sintiéndose un poco expuesto con lo que Alessa le decía. Sonrió sin ganas, volviendo a mirar hacia donde se dirigía, alejándose de las luces. "¿Cómo cuáles?" quiso saber, porque pensó que estaba siendo más directo con ella que con cualquiera en ese castillo. Bueno, quizás con Joanne también había sido directo porque también sabía lo que quería, pero con Alessa había encontrado la manera de mostrarle siempre sus intenciones. Ella lo estaba conociendo, ¿no se daba cuenta de lo que eso le costaba? Además necesitaba saber cuáles eran sus fallos para mejorar. Si Alessa encontraba contradicciones en su discurso, Joanne seguramente también las notaría algún día y no quería que eso pasara.

"Lo es" respondió sincero porque consideraba que era positivo que ella pensara así, a él le convenía al menos, por más raro que fuera en su mundo que alguien prefiriera ver los defectos, la costura del revés de los demás "Tienes encanto" bueno, quizás sí tenía algo de alcohol la sangre falsa... ¿NO?