Exploracion inesperada

[Winston Harrington]

Hacía, fácil, cuarenta minutos que estaban explorando el séptimo y más alto piso del castillo, Estaban las torres, por supuesto, pero no contaban como piso. Winston agradecía la compañía de su amigo, porque era como un dos por uno: hacía una pseudo-ronda y de paso cumplía con su promesa de explorar en busca de pasadizos secretos. Winston dudaba encontrar uno, pero Henry venía equipado con su genial radar, por lo que era probable que encontrara algo.

"¿No siente nada tu radar aún?" preguntó (radar, sonar, todo era lo mismo) con voz de soñoliento, no porque no hubiera dormido bien o fuera tarde, sino porque habían cenado tan rápido que a Winston le había dado flojera. Por eso era buena la caminata, también, tendrían astronomía esa noche y no podía quedarse dormido en clase. Ya había ocurrido una vez y... Alice. Cierto, Winston había prometido hablar con Henry sobre ella, pero había pasado días y días tratando de sacar el tema sin éxito. Todavía no sabía cómo lo haría, pero ahora quería concentrarse primero en tratar de captar el momento en el que el sonar de Henry daba con algo.

[Henry Leyden]

Había venido sólo una vez o dos, y no había motivo para tener más esperanzas de encontrar la tan codiciada sala de los cachivaches, pero Alessa había dicho que estaba por aquí, así que por aquí estaba. Quizá era una de esas cosas que sólo se dejaban ver de vez en cuando; además, era la primera vez que exploraba esta parte del castillo acompañado y quizá Winston pudiera ver algo que él no podía oír, ¿no?


Pero, hasta ahora, su amigo estaba contando más bien con que él encontrara algo; eso significaba que no había nada a la vista.

"No.... Son paredes comunes y corrientes... Pero no, no puede ser que estemos en el único piso del castillo en el que no hay nada, ya sabes, escondido."

Claro, que si el prefecto estaba tan somnoliento como sonaba, no vería un letrero grabado en la roca que dijera 'Sala de cachivaches, la basura de unos, el tesoro de otros, el secreto de todos'. Por el momento lo dejó pasar, pero si lo oía así un par de días más, empezaría a preocuparse de que el cargo de prefecto lo estuviera desvelando de más.

[Winston Harrington]

Miró a Henry y sonrió, para luego pasar la vista al frente mientras soltaba una risa breve entre dientes.
"No podría estar más de acuerdo" aseguró, todavía con ganas de reírse. "He visto tantas parejas escondidas a los besos que hasta me da miedo que vayamos a encontrarnos con una ahora, incluso" al menos la gente que Winston llevaba encontrada besándose no se iba con puntos menos. Incluso había veces en las que él no los interrumpía, porque... no sé, le daba pena y pensaba que de eso debería encargarse Filch. ¿Y qué si había gente que se quería besar? Que aprovechen los que podían, ¿no?

[Henry Leyden]

Y por eso los románticos no sirven ni para chaperones ni para prefectos. ¡Mira tu que ser indulgente con esos quebrantareglas! Por cierto, Henry aprueba totalmente que lo sea; pero eso es porque el es una mala influencia para el prefecto.

"Pues no hablaba exactamente de ese tipo de sorpresas, pero cierto que hay muchas así... ¡Pero no me digas que estás esperando hacer trabajo de prefecto mientras exploramos!", agregó, haciéndose el ofendido. "¿Viniste aquí con una agenda siniestra, verdad? "

Y no, no sabía que tanto.

[Winston Harrington]

Creo que tratar a Winston de romántico es tenerle demasiada fe, yo creo que él es estúpido y quizás demasiado relajado. Él pensaba que era prefecto para ayudar a los demás, y cortarles una sesión de besos no era ayudar. Era cruel.
Se rió "¡Perdón! Te prometo que no soy workaholic", y que se note que no dijo nada de su agenda siniestra porque... bueno sí. Miró hacia los lados, porque quizás tener un sentido de más era más distracción que otra cosa. "Oye..." disminuyó la velocidad, deteniéndose frente a dos retratos, pero estaban vacíos -¿Qué onda con esto?-.

[Henry Leyden]

Si, cierto, una cosa es que apruebe las demostraciones de afecto y otra muy distinta que sea un romántico. De igual modo está bien, porque ¿para que queremos un prefecto amargado y cruel.

Aunque también era un poco cruel decirle a Henry que no podía buscar pasadizos a medianoche; sólo digo.

Pero ahora, ahora mismo Henry estaba muy alegre, porque el tono de hallazgo de su amigo le dio la impresión de que había visto la escurridiza entrada a la sala de cachivaches.

"¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Viste una puerta que no estaba antes?", preguntó, entusiasmado.

[Winston Harrington]

Winston le había dicho que no podía de buen amigo que era, Henry podía salir después de medianoche a vagar por los pasillos en busca de pasadizos todo lo que quisiera... pero luego que le rogara a los cielos que alguien lo protegiera de los demás prefectos y los premios anuales. Winston no se hacía responsable.
"No, no es una puerta... es que en esta pared hay dos retratos" comentó sin mirar a Henry, frunciendo el entrecejo mientras se acercaba a la pared para observar de cerca los lienzos donde solamente se veía pintura negra. "O había, porque ya no hay nadie" se corrigió.

[Henry Leyden]

Sí, tienes toda la razón; un buen amigo te aleja de esos problemas aunque no te guste.

Aunque podría haberlo decepcionado que no hubiera puerta, le encantaba el nuevo descubrimiento y la curiosidad no se hizo esperar.

"Nunca oí a nadie ahí... Ahora que lo mencionas, suenan como el mar y el desierto....¿Antes no estaban ahí?"

[Winston Harrington]

Negó con la cabeza, aunque Henry no pudiera verlo y comprender lo que quería decir. Se quedó en silencio, tratando de entender lo que su amigo decía sobre el mar y el desierto. Entrecerró los ojos, como tratando de ver algo que no estaba en ese lienzo completamente negro. De repente Winston podía sentir el peso de los lentes en el bolsillo de la túnica, pero no los sacó. En teoría debería usarlos todo el tiempo, pero él es vanidoso.
Acercó una de las manos al cuadro que estaba a la derecha, sin saber si podía tocarlo. Normalmente no se debían tocar, pero no sabía si eso aplicaba a los vacíos. ¿Quizás siempre estuvieron ahí y solamente los notaba ahora que estaba buscando algo con Henry?

[Henry Leyden]

Henry había aprendido a la mala que los cuadros de Hogwarts no se tocan. Ya imaginarás el jaleo que armaron. Ningún profesor o amante del arte nunca había logrado que dejara de tocar los cuadros en ciertas exposiciones. A menudo era una decepción, pero a veces, podía apreciarlas con sólo eso. Como sea, había madurado ya y además tenía algo de miedo de los retratos escandalosos.

Aún así, nadie decía que no podía deslizar su mano sobre la pared hasta llgar al marco para localizar el cuadro. Y, bueno, ya que hubo llegado a ese punto... en ese cuadro no había nadie, así que, ¿porqué no?

[Winston Harrington]

Apoyó la yema del dedo por el borde del recuadro, todavía esperando que eventualmente saliera el sujeto que se suponía debería estar pintado a decirle que se meta ese dedo donde no le da la luz del sol. Pero no, nada.
"Quizás están haciendo reunión en otro cuadro grande" comentó, porque recordaba que alguien que había leído Hogwarts: A History había levantado la mano en clase para comentarlo. "Pero igual me llama la atención, ¿tú no sientes nada?" ya, Henry, enséñale a Winston un buen truco con el sonar.

[Henry Leyden]

((Maldición, no se me ocurre nada XD -se queda por horas mirando el mensaje anterior-. Ya, no es una gran idea pero en fin.))

Henry paseó su mano sobre el lienzo hasta llegar al otro lado del marco.

"Parece papel mojado", dijo, encogiéndose de hombros.

Tenía la intención de seguir deslizando su mano sobre el muro hasta llegar al otro retrato, pero...

"No me dijiste que entre los dos había un... ¿hueco?." Claro que Winston no tenía más oportunidad que Henry para ver ese pequeño detalle.

[Winston Harrington]

((Está re bien!))

"¿Qué hueco?" preguntó girándose hacia Henry como si pudiera captar en la expresión de él la respuesta. Y ya sabes lo que dicen, ¿no? No hay peor ciego que el que no quiere ver. ¿Y sabes lo otro que dicen? Winston es el peor por hacer estos chistes malos e insensibles. Si quieres hacer campaña para que le quiten la prefectura, yo te voto.
Miró hacia donde estaba la mano de su amigo. "¡Hay un hueco!" exclamó, doblándose para acercar la cara. No sé si la mano de Henry sigue ahí, porque Winston iba a acercar su carota de todos modos para ver mejor.

[Henry Leyden]

"¡No me digas!", replicó Henry, con fingido entusiasmo. Seguro que no era justo burlarse, porque debía estar camuflado de algún modo o tenía uno de esos hechizos que distraen a la gente.
No sabía que tan amplio o profundo era, y no llegó a averiguarlo porque en eso su amigo se acercó a ver y él le dejó espacio.
"¿Y? ¿Hay algo del otro lado? "

[Winston Harrington]

Winston no se iba a ofender si Henry se lo decía irónicamente, porque le causaría gracia como siempre. Después de todo Winston se sentía cómodo con Henry y solía decir cosas que no le diría a un extraño, por eso de que la amistad le daba derecho.
"Si pierdo la mano vas a tener que reemplazarla" dijo como advertencia, metiendo la mano en el hueco y encontrando una piedra redonda dentro (o eso parecía ser, no podía verla). Winston la tomó y la piedra no estaba suelta, sino pegada a la pared. Lo que sí comenzó a moverse fue la pared, las piedras moviéndose hacia dentro de sí de una forma similar a lo que pasaba en el callejón Diagon. "Por Merlín" dijo, alejando rápidamente la mano.