Enjoy the silence

[Moira Wallace]

Inclinó la cabeza pensando en lo que decía Henry "Sí, yo por las dudas empezaría de cero..." como siempre su opinión llena de buena onda. Pasaba las hojas como una tonta hasta que cayó en cuenta de algo "¿Pero este no es el libro de quinto año?" preguntó entonces mirando al chico algo molesta. Estaba buscando una poción que claramente no iba a estar ahí porque era de otro año, en SU libro sí estaba la poción agudizadora de ingenio.

"¿No quieres mejor leer los apuntes en braile?" le ofreció como última opción. Moira no era alguien muy paciente, en cualquier momento comenzaría a fastidiarse si no encontraban una solución.

[Henry Leyden]

"¡Ay! Es cierto." Era imposible que Moira leyera en sus apuntes, y de todos modos, no habría anotado detalles sobre el color.

Henry, aunque sí podía darle vueltas a un asunto por horas sin perder la paciencia, no veía una solución inmediata, así que decidió resignarse.

"Pero no te preocupes, no es indispensable la supervisión. De todos modos, tengo que acostumbrarme."

Dispuso todo para empezar de nuevo, esta vez tenía todos los materiales listos por si acaso su error anterior había sido de tiempo.

"A estas alturas ya conozco todos los olores equivocados", dijo, divertido. En reallidad, ya conocía también el correcto.

[Moira Wallace]

Iba a ofrecerle ir a buscar su libro a la habitación pero estaban algo lejos de la sala común de Slytherin, así que Moira estaba por decirlo pero con la secreta esperanza de que Henry le dijera que no. Como acababa de decirlo indirectamente al explicarle que no era necesaria la supervisión.

"Ok" murmuró mirando a la mesa y apoyándose en ella "Deja que yo corte el jengibre" si iba a estar ahí para ver que Henry no se lastimara o explotara el aula, debía entretenerse con algo... ya se resignó a que dormir la siesta no era opción. "Mientras... cuéntame algo" le pidió tomando el cuchillo y la tablita para picar.

[Henry Leyden]

Dejándole la tarea que ella había elegido, Henry se quebró la cabeza en busca de algo que valiera la pena contar. Para alguien que hablaba por los codos, era extraño lo mucho que le costaba encontrar un tema de conversación.

"Me voy a casa para Navidad, le llevo una bolsa mágica a mamá, ya sabes, como regalo. No puedo hacer eso por los demás porque no quiero llevar nada que sea evidentemente mágico, ya que un amigo se queda con nosotros y... bueno, él no sabe. Si intentara decírselo, creería que lo invento. Es más, creería que lo invento, aunque pudiera mostrárselo".

Eso, por mientras se le ocurría algo de que hablar.

"¿Tú vas a casa? ¿Qué tienes planeado?"

[Moira Wallace]

Frunció el ceño, escuchándolo mientras picaba bien chiquito el jengibre. Moira tenía una manía con dejar todo picado de un tamaño imposible.
"Si es tu amigo, deberías contarle" a ella le gustaría tener un amigo o pariente muggle que estuviera interesado en lo que aprendía y en lo que podía hacer, aún si todavía no tenía permiso para usar magia en su casa "No puedes mostrárselo aún pero por qué no iba a creerte?" preguntó intrigada.

Le dieron ganas de comer un caramelo de regaliz mientras seguía cortando así que hizo un alto para sacar un par de su bolsillo "¿Quieres un caramelo?" le preguntó a Henry mientras se metía uno en la boca "Sí, vuelvo a casa... desgraciadamente"

[Henry Leyden]

"Es un tipo complicado. Intenta mantener la mente abierta, pero no puede. Recibe bien las cosas a la primera, pero una vez que algo se le mete a la cabeza, nunca cambia de opinión. Y ya sabe que no existe la magia... ambos lo sabíamos, a decir verdad."
Pero Henry había admitido la idea en un instante. Su amigo jamás acabaría de asimilarlo. Era una lástima... o lo sería, más tarde.

Nunca se le habría ocurrido comer mientras preparaba una poción, pero no le pareció mala idea. "Sí, por favor", dijo, sacudiéndose las manos y extendiendo una de ellas para recibir un dulce. Moira era una mala influencia en ese aspecto.

"Oye... No suenas muy feliz", dijo un momento después, mostrando un poco de preocupación y haciendo gala de su entrometimiento de toda la vida. "¿Por qué?"

A él le entusiasmaba mucho ir a casa por vacaciones.

[Moira Wallace]

Alzó las cejas y rió, sin poder creerlo "¿Cómo sabe que no existe la magia?" murmuró echando el jengibre picado en el caldero como había hecho Henry antes "O sea, ¿cómo tiene la seguridad? No puede..." a veces los muggles eran tan egocéntricos como los magos y ahí era cuando Moira no podía culpar a los brujos de mirarlos con condescendencia.

Le pasó uno de los caramelos a Henry y observó la mesa para ver en qué podía ayudarle. Finalmente se recargó en ella antes de responder "Volver a mi casa no es un evento feliz" le aseguró "El próximo año planeo quedarme aquí... pero por ahora mis padres me obligan a volver" lo único bueno que iban a tener esas vacaciones de Navidad era saber que luego del 25 de diciembre lo vería a Alpin, al menos por una noche volvería a estar con gente que no la trataba como a un fenómeno de circo.

[Henry Leyden]

"Quien sabe", respondió, sobre su amigo. Entre los muggles, siempre se decía que no existe tal cosa como la magia, pero esa no es una cosa que él pondría en su lista de ideas permanentes. En cambio su amigo... si él hubiera recibido la carta en lugar de Henry, jamás habría ido a Hogwarts.

Mientras hablaban, escuchó lo que sólo podía ser el jengibre cayendo en la poción en proceso. Iba a preguntarle a Moira si había apartado el jugo del jengibre, pero se dejó distraer por el comentario de ella.

"Ah... lo siento. ¿Problemas en casa, o con los vecinos?" Henry tenía problemas con los vecinos a veces. Y había un tío al que no querría visitar y quizá tendría que hacerlo... pero ¡eran las vacaciones de Navidad!

[Moira Wallace]

Se mordió el labio inferior imaginando que el amigo de Henry era como su familia, escépticos totalmente, y que si quizás él le mostraba que era un mago, se asustaría igual que sus padres y su hermana. "¿Y tus padres?" preguntó entonces sin saber si se estaba metiendo en terreno complicado, tanto para Henry como para ella "¿Tampoco creían en magia?" Siempre se había preguntado cómo reaccionaban otros padres muggles.

El jugo de jengibre hacía quedado en el mismo potecito de donde Moira había sacado el jengibre en primer lugar para picarlo, pero pensaba que todavía no había que echarlo.

Alzó los hombros, bajando la mirada, total él no podía saber qué cara ponía "No.. no la pasó tan bien en mi casa, con mi familia, los vecinos no tienen nada que ver" le explicó alzando los hombros "preferiría quedarme aquí"

[Henry Leyden]

Encontró el recipiente, lo meció, reconoció -o creyó reconocer- el olor. Aún así, antes de echarlo a la poción preguntó "¿Jengibre?". Mientras, revolvía la poción en progreso.

Henry nunca se había puesto a pensar en el conflicto que representaba para algunas familias muggles cuando uno de sus miembros daba señales de magia. Incluso ahora, no hubiera hecho la asociación de no ser porque justo hablaban de como podía ser terca una persona.

"Supongo que no habían tenido motivos para creer en la magia. Nunca se les ocurrió que yo pudiera tener algo que ver con ningún evento raro a mi alrededor... Pero tampoco se cerraron a la posibilidad cuando llegó la carta. Las cosas empezaron a tener cierto sentido... Por lo visto tú no la tuviste tan fácil con tu familia."

Porque si él había necesitado ayuda inesperada para que lo dejaran ir a Hogwarts, no había sido por la magia.

[Moira Wallace]

Moira bostezó llevándose una mano a la boca (sorpresa! también odiaba a los que bostezaban con la boca abierta) y luego de mirar a Henry y al frasquito que tenía en la mano le respondió con la voz cargada de sueño "Sí..."

Lo escuchó y se quedó pensando unos segundos antes de responder. "Mis padres por un día creyeron que la carta era chiste, luego directamente la idea de tener una hija bruja les dio miedo" alzó los hombros "Y le pasaron ese sentimiento a mi hermana" le explicó ahora ya un poco más enojada "Debería ser algo genial, pero ellos lo convirtieron en algo que hay que tenerle miedo"
Ya había desistido pero al principio Moira no era tan amargada, cuando aprendía hechizos en primer año siempre pensaba lo genial que sería poder mostrárselos a Agnes, su hermana, sorprenderla con una pluma que levitara, achicarle un juguete para molestar... ok, no podía hacer eso en su casa aún pero tampoco podía ni contárselo, aunque estaba segura de que su hermana se moría de curiosidad, no le preguntaba nada por miedo.

[Henry Leyden]

Nunca se le había ocurrido, y aunque al oírlo no lo encontraba totalmente sorprendente, tampoco era sencillo de asimilar.

"Eso es injusto en mil formas distintas..." suspiró Henry. "La gente puede tener mucho miedo a lo desconocido, pero... ". No sabía ni por donde empezar. Si tenían tanto miedo, hubieran sido más amables con su hija, que no podía evitar ser parte de aquello que tanto les preocupaba, pero sobre todo... "No deberías dejarlos que le pasen ese miedo a tu hermana. ¿Le has contado algo de.... todo esto?"

[Moira Wallace]

Mordió el caramelo haciendo que se partiera dentro de su boca mientras escuchaba a Henry. Primero negó con la cabeza y luego recordó que era una tonta porque él no podía verla así que carraspeó porque tenía la garganta ocupada con los restos de caramelo "No..." hizo una pausa para tragar "No sé cómo contarle sin que suene... raro" En parte era lo mismo que para Henry con su amigo escéptico "O sea, nos relacionamos como si nada de esto ocurriera, como si todo el año yo estuviera en un colegio lejos pero fuera perfectamente común y muggle" le explicó "Nos peleamos como todas las hermanas, me roba cosas, yo me quejo y así... pero nunca me pregunta qué es lo que hago, ¿extraño no?"

[Henry Leyden]

Quizá sería algo así, si le contara a Roland: él no se daría por enterado. Y si lo ves desde el punto de vista de alguien que no sabía de la magia y de pronto se entera, pues sí que era extraño. SIn embargo...

"Mírale el lado bueno: ustedes se llevan con dos hermanas comunes y corrientes. Los papás siempre andan preguntándote que hiciste en el colegio, pero cuando dos hermanas se ven, se preguntan sobre muchachos, sobre zapatos, esas cosas... Jamás quieren saber sobre el colegio, ¿o sí?"

En realidad el no sabía, ya que era hijo único.

"Si ella quiere cerrar los ojos para poder tener una relación normal con su hermana... ". Iba a decir que estaba bien, pero por la forma en que Moira lo contaba, no estaba bien. "Aunque, si te hace sentir mal, deberías preguntarle por qué lo hace. Se supone que hablar las cosas ayuda de un modo u otro. Quizá ella también necesita hablar del asunto."

[Moira Wallace]

Apretó los labios y ladeó la cabeza, pensando en si las cosas eran realmente así como Henry las planteaba. "La verdad, no..." se le escapó en voz alta la respuesta "Tampoco somos tan cercanas como podríamos, solamente en las peleas" le explicó. Moira creía que se perdía de un montón de otras cosas que podría hacer y charlar con su hermana, aunque todas esas cosas de chicas le parecieran algo estúpidas y a Agnes seguramente le encantaran. El punto estaba en que no lo sabía, justamente... no compartían otros momentos que no fueran las peleas durante el día y las cenas por las noches.

Bajó la mirada hacia la mesa donde quedaban los restos de los ingredientes de la poción... parecía que Henry había echado todos. "Sí, supongo" suspiró "Para eso primero debería estar de humor como para hablar con ella..." la verdad era que no todo era culpa de Agnes ni de sus padres, el mal humor de Moira y lo mucho que se sentía rechazada hacían el resto. "¿Ya casi terminas con esto?" preguntó entonces para cambiar de tema, acercándose al caldero a ver "esta vez al menos no está verde..."