That Awkward Moment

[Frankie Gibbs]

Las cosas, como hasta una Sybill Trelawney pudo predecir, se tornaron un poco incómodas entre ellos.
Frankie no lo iba admitir, por supuesto, pero había estado evitando a Bertie desde que regresaron. En parte porque cada vez que lo veía estaba con Addy y le daba algo de culpa, y también porque tenía la sensación de que, si lo veía menos, el cariño disminuiría.
Eso, obvio, no funcionó.

Ella pensó que, luego de pasar todo un verano con Roan y sus caballos, llegaría a Hogwarts como la chica con el cabello genial sin rastro de hormonas que siempre había sido, pero no. Desde el primero de septiembre, cuando lo vio por casualidad buscando un vagón, su corazón de disparó, al punto que sentía que si daba arcadas lo vomitaría. Estaba en el punto de inicio, después de todo.

Pero claro, viviendo en un internado era como difícil esconderte de la gente, incluso si es un castillo enorme donde hay como chorrocientos pasadizos. Hogwarts seguía siendo un pañuelo.

Frankie finalmente llegó a la conclusión de que debía ser madura por primera vez en su vida, poner los límites y tratar de restablecer el orden del universo haciendo las pases con Bertie. Quizá se acostumbraría a ser su amiga de nuevo. Si ya lo había sido una vez, podía hacerlo una segunda. Es como saltar de lugares altos: La segunda vez debía ser más fácil.

Se encontraba caminando un mismo tramo de un lado a otro con nerviosismo. Sabía que ese pasillo entraba entre las rondas de Bertie así que no debía faltar mucho para encontrárselo. Se restregaba las manos con nerviosismo, repasando un diálogo mental que probablemente no usaría.

[Frankie Gibbs]

((Entonces el título no tiene nada de gracia. Lo arruinaste. Ok, no.))

Frankie se puso erguida al verlo. De nuevo, ese molesto repique de su corazón que no hacía más que avisarle que nada había cambiado. Agarró aire por la nariz y con eso algo de valor y le sonrió, levantando una mano y agitándola con timidez. Obvio, todo el diálogo que había planeado se le olvidó en ese instante y le dio rabia. Había planeado unas cuantas frases graciosas para aligerar la tensión.

Avanzó, entonces, hacia donde él le indicaba manteniendo la sonrisa. "¿Qué tal todo?" Le pregunto, tratando de sonar casual cuando estuvo a su lado. Frankie, que había visto el asunto de Adopta un Sangre Sucia como una broma bastante idiota, admitía, también, haber sido una de esas que se escabulló en medio de la noche y había tratado de usar cuanto hechizo se sabía para borrar, primero, el nombre de Bertie y luego el resto. Por supuesto, ni un sólo rasguño había causado, así que decidió ignorarlo por completo y creer que la gente haría como ella y no prestarían atención al mural. De todas formas sabía que Bob hacía caso omiso a lo que era, lo había visto con la inscripción que puso, incluyendo a la que colocó junto al nombre de Addy. Eso le dolió, por cierto.

[Frankie Gibbs]

((Si pero es que Miles hace todo más gracioso.))

Se le hacía extrañamente cómodo levantar la vista para verlo. Tal vez era el hecho de que no lo había visto en tres meses pero le parecía que había crecido, y ella empequeñecido. O quizá eran los rastros de vergüenza que todavía le quedaban dentro que la hacían sentir diminuta junto a él, no sé.

Bajó la mirada riendo un poco. "Más bien en todas mis clases." Contestó, levantando la mirada finalmente con timidez. Sabía que no había nada de qué avergonzarse de haber pasado todos los TIMOs que requería, que más bien debió haberle llegado a Bertie con un '¡Joder, hombre! ¡Pasé todas las motherfucking materias!' y luego escuchar el sermón de Bertie sobre su lengua pero no. Frankie sentía que era demasiado tarde para actuar natural, así que todo lo que le salía era forzado. Era un momento muy incómodo.

"Te debo el regalo de agradecimiento. Aún no he encontrado la mochila de flores que me pediste pero sigo en ello." Dijo, sonriendo de lado. Frankie deseó tener bolsillos donde meter las manos porque de repente no sabía qué hacer con ellas. Las sentía flojas en sus costados y se sentía una pendeja si las juntaba al frente. Finalmente cruzó las manos por debajo de sus pechos aunque tampoco le gustara la pose.

[Frankie Gibbs]

No había sido un verano fácil para Frankie tampoco. Pudo no haber estado en riesgo de enfermarse ni haber enfrentado las inclementes condiciones climáticas de los irlandeses menos suertudos pero, sobre su muy costoso caballo y breeches de marca, ella pensaba en el amigo que no la quería de vuelta y en ese beso rechazado.
Si, intenté sonar tan bonita como tú. No salió, perdonen.

Miró cómo se peinaba el cabello, como idiota, pensando que ella quisiera poder tocarle el cabello y tal vez, sólo tal vez, usar alguna de sus pociones en él. Capaz le quedaría bien esponjoso y rizado, capaz Frankie tenía fetiches con el cabello. Misterios del roleo.

Chasqueó la lengua "Eso no está bien, ¿Ahora qué te regalaré de agradecimiento?" Preguntó con una sonrisa aunque fuese una duda real. Era mentira que había buscando una nueva mochila para él. Se había forzado a no pensar en él durante el verano pero eso no significaba que no iba a buscarle eventualmente su recompensa. Pensaba que el asunto de la mochila de colores era gracioso e inútil, porque él nunca la usaría así como se la regalaría, pero el detalle chistoso era lo que contaba.

Sonrió de lado. "Gracias por no sonar sorprendido. Tenías que haber visto mi cara. Pudieron haberse escrito canciones épicas y todo." Rió brevemente, mirando sus botas. "Me parece que esa noche dormí con la carta... Sisi, desperté con tinta en la mejilla al día siguiente. Una pesadilla quitarla, por cierto. Creo que la hacen súper fuerte para que no podamos modificarlas." Comentó.

[Frankie Gibbs]

Negó con la cabeza mirando al piso. Parecía que ambos estaban más a gusto viéndose los zapatos que sus caras y eso no le gustaba. "Pero lo haré, sólo dame tiempo. Cuando vea que necesitas algo, ¡BAM! Te estará esperando junto a tu cama. Sólo espéralo." Le dijo, sabiendo que estaba prácticamente admitiendo que lo observaría todo el tiempo como acosadora en busca de algo para regalarle. Todo bien, total que iba a hacer eso de todas formas.

Rió con él, por supuesto, porque aún no se le había quitado eso. "Te diría felicitaciones también pero me parece un poco tonto. Es como decirte 'Felicitaciones por ser rubio'. Era obvio que iba a pasar todo." Dijo, muy sincera. Frankie también sabía que Bertie había pasado diez TIMOs pero fue lo suficientemente lista para no revelar que sabía la cifra. Era bastante fácil adivinarla, en realidad. Sólo tenía que contar las clases que veían juntos y las horas libres en las que no sabía dónde estaba. Mentira, sí que sabía. Mis personajes son malos mintiendo.

Cuando Bertie mencionó a su papá y a Jack, Frankie hizo una mueca incomoda, de nuevo, mirando al piso. "Si, sobre eso... Ellos no lo saben." Levantó sus ojos celestes para ver los cafés de él, pensando en la mejor forma de explicar la situación. "Resulta que mi papá está expandiéndose exportando a Oceanía y Asia, entonces está tratando de convencer a los granjeros vecinos a que les venda su granja por el terreno, lo que es nada fácil así que ha estado bastante distraído. También volvió a la fase de luna de miel con Holly, lo que no entiendo para nada." Hizo una pausa e hinco los hombros, tratando de quitarle importancia al obvio hecho de que su papá no le presta casi atención. "Jack estuvo molesto todo el verano porque casi no pasé tiempo con él así que no le dije por eso y porque igual no iba a entender la importancia. Ya sabes que él fue camionero." Se cambió el cabello de posición, bajando la mirada brevemente. "De todas formas no estaba en casa cuando recibí la carta. Estaba en la residencias Fletwock. Tenías que haberme visto excusándome al baño porque no quería que la mamá de Roan me viera gritar y saltar. Igual, cuando él me preguntó le dije que había obtenido lo que quería y cambié de tema. Mis notas de los TIMOs no era algo de lo que quisiera celebrar con él."
Y sí, nunca pensó más en Bertie que en ese momento.

[Frankie Gibbs]

Frankie pensó que si se emocionaba por sus resultados era como si no pudiese creer que había pasado ese montón de materias con buenas notas y no era así. Bertie era como el tipo más inteligente que conocía. Si hubiese querido, habría sacado sus TIMOs de doce materias con mucha facilidad. Su respuesta, creyó, había dejado en claro la confianza que le tenía a sus conocimientos. No se dio cuenta que no fue así, pero es que Frankie no se da cuenta de muchas cosas.

Lo que sí notó fue la falta de respuesta a su enorme discurso. No esperaba que sintiera lástima por ella por tener un papá que no le prestaba atención, pero si pensó que Bertie saltaría ofendido sobre que ella era la chica más genial del colegio y merecía un desfile con un carro alegórico en su honor. Aunque tal vez no fuese eso y fueran sus ojos los que lo delataron. No sabría decirles.

"¿Está todo bien?" Preguntó, con el ceño fruncido. No se le ocurrió que él sintiera celos. Total, él no la quería de vuelta.

[Frankie Gibbs]

Frankie echó la cabeza hacia atrás como si Bertie hubiese amagado en golpearle la cara. ¿Estaba molesto porque no le envió una carta o porque la pasara con Roan Fletwock? Entendía lo de la carta. Ella, después de todo, le dijo que le escribiría y no lo hizo, pero el asunto de Roan no lo comprendía del todo. ¿Será que cree que ahora son amigos por siempre? Porque no era así. Su relación en Hogwarts, si bien ya no era hostil, es meramente diplomática. Frankie no quería ser vista con Roan porque tiene una reputación dudosa con la autoridad que quiere mantener y Bertie debió notar eso. Ella no lo saludaba ni se sentaba con él a la hora de comer. No se sentaba a su lado en las clases que compartían y si estuviera en su misma casa se daría cuenta que tampoco hacen sociales en la sala común. Lo que pasó en el verano Frankie quiere dejarlo ahí, como un buen recuerdo que no quiere dañar. A veces pensaba en esos días y los extrañaba. No analizaba si lo que extrañaba era a los caballos o a Roan. Probablemente un poco de ambos.

Tragó saliva y se echó el cabello hacia atrás. "Yotedijequeibaapasarelveranoconélaprendiendoamontar." Dijo con su antigua rapidez. A veces se le salía. Cuando estaba molesta o nerviosa, más que todo. "Soy buena, por cierto." Agregó, tensando la voz. "¿AticómotefueconAddy?" Inquirió alzando las cejas. No quiso sonar rencorosa, pero así le salió. Nada más quería recordarle que él también había pasado el verano con una persona que no era ella.

[Frankie Gibbs]

Miró hacia el lado opuesto hacia donde él miró, buscando, probablemente, lo mismo que él. No quería que la conversación se desviara a nada que no fuese su reconciliación, por eso le había hablado en primer lugar. El problema, como siempre, es que se deja llevar mucho por lo que siente. Frankie pensó que, gracias a Roan, había mejorado en eso de pensar las cosas dos veces antes de decirlas. Ya veía que no.

Lo miró, casi con cautela cuando él le habló. Frunció los labios, pensando en sus palabras y tratando de no conmoverse demasiado por decirle que estaba orgulloso de ella, así que suprimió una sonrisa. "Yo sé que ellos lo están y eventualmente se los diré. Mi papá querrá saber qué estudiaré cuando me gradúe así que no puede pasar más de allí." Rió un poco, queriendo hacer de la historia una anécdota graciosa en vez de una historia de mala paternidad. Frankie entendía que su papá estaba muy ocupado y que a Jack le molestaba verla crecer. Ella entendía muchas cosas, por eso siempre había ido a su propio ritmo, haciendo las cosas como le salían sin reparos. Por eso le costaba ser quien sea menos ella.

Ahora sí no pudo evitar sonreír con sus pequeños dientes. Le golpeó el hombro, con fuerza, nada más para no perder la costumbre. "Y tú eres un pendejo muy inteligente." Le dijo, riendo como ella y mirándolo fijamente, mirándolo como lo miró en vagón, antes de besarlo.
Nada más pensar que recién empezaba el año escolar y ya le dolía el corazón. Metafóricamente hablando, obvio.

[Frankie Gibbs]

Puso los ojos en blanco, teniendo auténticas ganas de sacarle el autoestima a los golpes. Le frustraba lo poco que se veía Bertie, quizá porque ella hacía exactamente lo mismo. A Frankie le gustaba Bertie porque era simpático, inteligente, bueno, con apariencia de espantapájaros que tiene la misma cara desde los once. Le gustaba lo bueno y lo malo porque no lo veía tan malo. Le gustaba cómo se sentía a su lado porque él la dejaba ser. Frankie quería que él se viera realmente, que se metiera en sus ojos y notara lo bueno que era. No sabía cómo ponerlo en palabras, porque no es buena en ellas, por eso no dijo nada más y sólo lo miró con reproche en silencio, al menos hasta la pregunta.

Enrojeció y miró hacia otro lado. Quiso pensar antes de hablar pero tenía esa respuesta detrás de la garganta, muriéndose por salir. "Traté de no hacerlo." Levantó la mirada, enfocando sus ojos en él. "Fracasé." Se relamió los labios, sintiendo como sus manos se enfriaban de los nervios. "Lamento no haberte escrito. Pensé que eso lo, no sé, haría más fácil." Chasqueó la lengua, viéndose las botas. Odiaba no poder decirle lo que sentía con las palabras adecuadas.

[Frankie Gibbs]

Frankie levantó la mirada, y vio a Bertie como si él le acabara de decir el origen del universo o el secreto de la fórmula de la Coca Cola. Ya él le había dicho que gustaba de ella, en el tren, hace siglos atrás. Frankie no le creyó, por supuesto, estaba todavía muy sensible porque le había rechazado del beso que no estaba dispuesta a creer en palabras vacías. Sin embargo, ahora que le decía esto, ella no pudo evitar creerle cada letra que salía de su delgada boca, y en vez de sentir alegría de saber que sus sentimientos eran correspondidos (al menos un poquito), Frankie no sintió otra cosa que frustración.

Soltó un gruñido visceral, alejándose un par de paso de Bertie. Se puso de cuclillas, metiendo los dedos entre su cabello. Esto era un completo desastre al que no le veía solución por ningún lado. Se volvió a poner de pie, regresando hacia Bertie. "¿Cómosesuponequeseremosamigossinosgustamos?" Preguntó, con la sinceridad que la caracteriza. "No va a funcionar." Afirmó, tristemente segura de sus palabras.

[Frankie Gibbs]

Qué bueno que ya lo sabes. Me ahorraste le presentación en Powerpoint titulada: ¿Por qué Angus Bagnold-Browne es el gordito sensual dueño de tu corazón?
Gracias por tanto.

Bertie hablaba y ella negaba con la cabeza. Que no no y no. No iban a estar bien. Ella lo miraría extraño, él también, el momento se tornaría incómodo y jamás podrán ser amigos de nuevo, al menos no como antes. Tal vez se estaba ahogando en un vaso de agua, pero Frankie no puede ser otra persona que no sea ella. Fingir querer sólo amiga de Bertie implicaba negar una parte de sí misma, más o menos.

Miró a Bertie muy seria. "Habla por ti mismo. Yo no puedo evitar verte y querer saltar sobre ti para olvidarme de ese beso con Dmitriy. Gracias a Merlín que ya no estudia acá." Le dijo, como si nada, como si estuviese discutiendo una clase y no confesándole las ganas que le tenía. "Es más fácil para ti, ¿Sabes? Tú tienes una razón para contenerte, yo no. Yo no me contengo las cosas, Bob. Me lanzo sobre ellas como si fuesen una gran pila de heno Gibbs." Se cambió el cabello de posición, mirando los zapatos de Bertie por un segundo. "Quisiera que entendieras como me siento pero sólo podría... Ya sabes." Hizo un gesto con las manos, como si estuviese sosteniendo una pelota que en este caso son sus sentimientos. "Mostrártelo." Dejó caer los brazos a sus costados, derrotada.
Jamás podría mostrarle cómo se sentía.

[Frankie Gibbs]

((Hola, te extrañé.))

En este momento, Frankie sintió que no debería hablar de esa manera de sus sentimientos. No estaba charlando con su almohada o con Ramona a la que definitivamente alguna vez le comentó sobre su dilema, sin embargo no hallaba cómo detenerse. Así no lo había ensayado, por supuesto, pero las cosas nunca salen como se planean. Teniendo a Bertie allí, con esa misma cara desde que tiene once, no hacía más que complicarle el discurso de amistad que definitivamente le dijo a su almohada o a Ramona (o ambas). Toda la situación no hacía más que forzarla a actuar de la forma más inadecuada posible. Su almohada (o Mona) no estaría muy orgullosa de ella.

"¡Silohace!" Exclamó casi exasperada "Tú tienes ¿Qué? ¿Cuántos? ¿Tres, cuatro años con Addy? Esa es una tremenda base, Bob. Tú no arruinarías eso por nada del mundo. Yo tampoco quiero arruinarlo, ¿Sabes? Porque ustedes se ven jodidamente bien juntos, siempre me han gustado como pareja. No podía pensar en uno sin asociarlo con el otro y jamás creí que podría imaginar a alguno en mi cabeza de forma independiente y sucedió, ¿Sabes? Porque tengo esta imagen tuya taladrándome la cabeza todo el día." Dijo, golpeándose la sien repetidas veces con el índice. "Es una jodida tortura, quiero que lo sepas." Dijo, muy seria. "Una tortura ligeramente atractiva con brazos arácnidos y cuerpo de espantapájaros pero una tortura al fin." Concluyó.

[Frankie Gibbs]

Frankie, por su lado, aún no se daba cuenta de lo que causaría a su imagen lo que estaba haciendo con Bertie.

'La rompe-hogares' la llamarían algunos, 'Zorra' la llamaría Jolene si realmente le importara. Addy y Bertie eran una pareja muy consolidada en el castillo, Frankie se aventuraría a decir que la más consolidada por el tiempo que llevaban juntos. Ella no era la única que los veía como una unidad, y ser aquella que turbara esas aguas no haría simpatizar a muchos. A Frankie no le importaba su reputación, excepto aquella que tenga que ver con su imagen de chica audaz que no le teme a los riesgos, pero no quisiera ganarse de enemigo a nadie. Con Tamsin era un poco tarde, pero es que esa niña estaba loca, no había mucho que hacer por ahí.

Puso los ojos en blanco. Ella no dejaría de maldecir en un futuro cercano, Bertie debería saber eso, sin embargo sonrió y negó con la cabeza. Era bonito verlo intentar mejorar sus modales. Luego, frunció el ceño, confundida por sus palabras. "¿A qué te refieres? Tú no eres un mal partido, Bob. El único problema es que estás casado, eso es todo." Explicó, hincándose de hombros. Pensaba que había quedado muy claro que esa cita con Shiloh fue por mera venganza hacia los bulleados por él, una venganza muy dulce si le preguntaban.

[Frankie Gibbs]

Frankie no se tragaba esos cuentos, ella sabía que la verdadera razón de que estuvieran en esta situación era Addy y eso estaba bien. Primero había sido sábado que domingo, aunque ella bien podía alegar que primero le compró un artículo a Bertie antes de que él pudiese darse un beso con Addy pero eso es otro asunto. Frankie rodó los ojos porque no quería que le sacara la carta del 'No soy lo suficientemente bueno para ti' que sentía que iba a venir a continuación, sin embargo tuvo que quedarse callada por lo siguiente que dijo. De repente se le olvidó todo y su mente hizo eco de sus palabras.

"¿Dequéestáshablando?" Preguntó, ansiosa. Miró el espacio que él estaba golpeando con recelo, aunque no estaba recelosa de la pared ni de ese lugar en particular. Luego de dudar se le puso al lado y apoyó la cabeza y su abundante cabello en la pared. Sus rulos sobresalieron y le tapaban un poco las mejillas si se le veía de perfil. Así podía oler su propio aroma a vainilla. En otra circunstancia habría sonreído al saber que su cabello olía exactamente como ella quería, pero estaba bastante preocupada por la cara de Bertie y por lo que estaba diciendo.

No dijo nada más.

[Frankie Gibbs]

((Yo también te extrañé horrores. Te seguiré extrañando en realidad, mi horario este semestre es horrible. Muchas clases.))

Lo miró en silencio con el semblante serio en todo momento, y sólo desvió la mirada cuando él terminó de hablar, dirigiéndola hacia el piso para pensar.

Le entró un no-se-qué en el pecho que hizo que su corazón se acelerara. Se imaginó a Bertie fuera de Hogwarts y una sensación de desasosiego la invadió. Si Bertie no volvía después de navidad no podría terminar de ver sus clases. Si no terminaba de ver sus clases jamás podría tomar sus ÉXTASIS, y si no tomaba sus ÉXTASIS jamás podría ser rompedor de maldiciones. Nunca planeó su futuro en torno a Bertie pero casi sin quererlo él estaba incluido en el paquete. Sin él, Frankie tendría un futuro distinto. Ella no quería un futuro distinto.

"Trabaja para mi papá." Respondió sin mirarlo al principio, tratando de terminar la idea en su cabeza. "¡Tu familia puede trabajar para la mía! Si mi papá compra la granja del vecino va a necesitar ayuda, podría ser ayuda muggle. Vivirás en mi granja. Mi papá puede condicionar un granero para que vivan ahí y estarás como a un kilómetro de mi." Se empujó hacia adelante para despegarse de la pared y se puso frente a Bertie, agarrándolo por los brazos. "Déjame ayudarte, por favor. No puedo dejarte ir." Le pidió, mirándolo con ojos suplicantes.