La Esquina Popular

[Freya Bishop]

Hace algunos años (Freya no sabe desde hace cuántos) Scotty Popper instauró la esquina popular en la mesa de Slytherin para recordarle al resto del alumnado quiénes son los verdaderos reyes del castillo. Freya, además de tener un crush bastante intenso por aquel amor imposible que constituía Scotty, ha deseado sentarse entre ellos, como una igual, desde que entró a Hogwarts a la corta edad de once años.
Cuatro años han pasado desde aquel día y no ha estado ni cerca de la mantequilla que comen. Pronto estaría en quinto, luego en sexto y finalmente en séptimo (duh). Se le acababa el tiempo para ser la chica que quería ser, debía hacer algo y rápido, el problema es que no sabía qué.

Pippa lo tenía fácil. Tenía el apellido y el físico. Incluso Farah, pese a su alegre personalidad es tan exótica que los de la esquina la podrían acoger para darle color al espacio. Nina y Freya lo tenían más difícil, no tienen un gran apellido ni la gran fortuna o la apariencia de ángeles caídos del cielo, apenas si tienen la sangre para calificar en algo. A Nina seguramente no le importaba dónde comía, por eso Freya no la había incluido en sus planes (si, solo por eso, lo prometo). Probablemente era a la única que le importaban esas cosas porque necesitaba alimentar su autoestima con algo.
Y si no es con la esquina popular entonces un hombre puede servir.

Después de estudiar un poco el asunto se dio cuenta que puede matar dos pájaros de un solo tiro, ¿Y si se consigue a un hombre popular que la introduzca a la popularidad? Era muy fácil decirlo, conseguirlo era harina de otro costal. Por otro lado, si no conseguía a un tipo popular siempre podía conseguir uno que la hiciera feliz. Por eso Freya estaba recostada de la pared en uno de los pasillos más transitados del castillo, justo después que sonara la campana para salir a almorzar, observando a los hombres como si fuesen especímenes de laboratorio.
Estaba buscando al chico de sus sueños, o el que cumplas sus sueños. Lo que suceda primero.

[Freya Bishop]

Entonces apareció, casi como una epifanía, el hijo de la Ministra. Se sintió tan estúpida de repente, ¿Cómo no pudo haberlo puesto de número uno en la lista? Ah, si, porque su mejor amigo, Pietro Stover, estaba en ese lugar. No se la podía culpar, primero por su necesidad patológica de buscarse tipos imposibles y segundo por el sex appeal innegable e infinito de Stover. Vale, no era muy brillante pero Freya no estaba buscando brillantez. Cariño y popularidad, eso era lo que buscaba, y no exactamente en ese orden.

Ian, aunque no era el tipo más lindo o el que está en mejor forma, era el hijo de la ministra. Puede que no se de cuenta dónde se sienta cuando come y puede que esa sea una de las razones por las cuales era tan bien aceptado en la esquina: su desinterés, pero era popular, quiera o no quiera. Eso era suficiente para Freya.

Salió de su puesto de observación, corrió, empujó a algunas personas y se paró justo frente a Ian, de forma tal que si daba otro paso iba a chocarle si porque si.

Espero que no pienses que los choques intencionales están fuera de moda, porque no lo están, claramente.

[Freya Bishop]

Freya hubiese deseado que le golpearas en la nariz y se la rompieras, así, cuando fuese a la enfermería a arreglarla, a lo mejor Pomfrey se la dejaba mejor, sin esa protuberancia horrible que la sigue día a día cuando se ve en un espejo.

Pero no fue así, tan solo le golpeó un poco el pecho y el brazo. Le dolió pero no fue para tanto "Estoy bien, gracias." Le respondió con una sonrisa pequeña "Es mi culpa así que no te preocupes." Dijo, tan honesta como ella siempre es, llevándose una mano al brazo golpeado, acariciándolo sobre la túnica. En realidad no le dolía tanto pero no quería hacerle creer que estaba del todo bien y que se marchara.

[Freya Bishop]

Abrió los ojos, pestañeando varias veces "Sabes mi nombre." Dijo, casi atontada. No es que Freya no supiese que cuando se está en la misma casa y llevan tanto tiempo compartiendo en un espacio común era normal saberse los nombres de todos, es que en su boca sonaba como extraño, especial, porque era el hijo de la ministra, amigo de Pietro Stover y popular.

Supo de inmediato que se había visto muy idiota, así que decidió arreglarlo "Es decir, tu y yo no hablamos mucho así que no pensé que recordarías mi nombre." Dijo, elaborando demasiado "No creo que necesite ir a la enfermería, ¿Ibas al Gran Comedor?" Preguntó, cambiando de tema súbitamente sin darse cuenta.
Todo era perfecto. Él se ofrecía a comer con ella y Freya comería en la esquina popular, cerca de Pietro Stover.

[Freya Bishop]

Especialmente no hacia arriba. Freya es más alta que Ian por unos centímetros pero está bien, porque es el hijo de la ministra, amigo de Pietro Stover y popular.

Estuvo a punto de decir 'Nah, yo no tengo amigas' para darle más dramatismo a todo y ¿Por qué no? Algo de lástima pero eso no era cierto. Tenía dos amigas, Farah y Nina, porque no soportaba a Pippa, y si Ian decía que tenía amigas es porque seguro la había visto con ellas seguido en la Sala Común, no tenía argumentos para decir que era una chica solitaria.

Negó con la cabeza, aún sonriendo un poco porque él se acordaba de su nombre y eso era grandioso, le ahorraba muchos pasos "No, ellas seguro ya están allá." Le respondió. Se mordió el labio inferior "Podemos ir juntos, si quieres." Alzó la vista por encima del hombro de Ian "¿O tú esperas a tus amigos?" Preguntó.

[Freya Bishop]

Puedes decir lo que quieras sobre cómo Pietro es el novio del pueblo y que él le mete a todas porque tiene mucho amor para dar pero a Freya no le gusta compartir, así que en la forma en la que ella lo quiere él es completamente inalcanzable. Pero está bien, porque es el capitán de Slytherin, atractivo y popular.

Aunque Freya sabía por carne propia que no todos los Slytherin son malos (le gustaría ponerse de ejemplo pero su lengua era tan cruel como Gabe Cook), se sorprendía lo agradable que estaba siendo Ian con ella. Vale, lo había visto siendo simpático en su grupo y saltaba a la vista que era un buen chico pero igual se sorprendía. Estaba teniendo demasiada suerte ese día.

Comenzó a peinarse el cabello de un lado, por nerviosismo, mientras avanzaba primero "Ha sido particularmente estresante. Aunque admito que cuarto no es difícil me parece muy absurda la cantidad de tareas que nos mandan, como si nos quisieran preparar para los TIMOs." Le dijo, usando más palabras de las que realmente necesitaba para expresar su punto "¿Qué hay del tuyo?" Preguntó, mirándolo por unos segundos antes de volver la vista al frente y esquivar a un Ravenclaw apurado.

[Freya Bishop]

Entonces Eve tiene toda la razón de mundo. Las chicas no debería compartir hombre, ni que fuesen esas chicas árabes que viven en harenes.

Alzó un hombro "Supongo que lo es, pero es difícil visualizar algo más complicado de lo que estoy viviendo." Explicó con calma, girando un poco el cuerpo para dejar pasar a otra persona. La gente estaba particularmente agitada ese día, ¿Será que iban a dar algo importante para almorzar? De cualquier forma, Freya trataba de ir a un paso moderadamente lento para hacer tiempo y lograr que Ian le pidiese que comiera con él. Freya solo necesitaba estar ahí y luego vería como ser aceptada permanentemente.

Lo miró sonriendo "¡Yo también! No lo de adivinación, yo aún la veo porque es fácil pero yo también tengo la tarde libre." Le dijo, esperando a que a Ian se le prendiera el foco y entendiese su indirecta.
Sería perfectamente normal que no la captara porque Freya y más del ochenta por ciento de las mujeres creía que el mundo leía entre líneas sus propios pensamientos. No necesitaba más explicación.

[Freya Bishop]

Más pronto de lo que hubiese querido, llegaron a las escaleras. Suerte que tenían siete pisos por bajar. -Aún hay tiempo, Freya, aún hay tiempo.- Miró a Ian con una sonrisa, pensando en una forma de ser más coqueta. Obvio que no tenía ni idea. Pensó en Pippa y en cómo ella se las arreglaba para ser tan grácil y llamativa -La nariz, seguramente.- Se respondió, porque gran parte de las inseguridades que aquejaban a Freya iban a entorno a su enorme nariz. Su hermana Morgan no tenía la nariz Bishop, ¿Por qué tenía que ser ella la elegida a llevar tal maldición? ¿Y cómo se lo pagaba el universo? Teniendo una hermana más bonita y más deseada. El cambio de lugar de la escalera la hizo volver en sí. Tardó unos segundos en recordar de qué hablaban "Si, supongo que puedo divertirme. Lástima que mis amigas seguramente tendrán cosas que hacer." Dijo, sin mentir completamente, porque ella nunca miente, solo adorna la verdad. Soltó un suspiró tristón, como necesitada.

[Freya Bishop]

Se mordió el labio inferior. ¿Por qué Ian no lo captaba? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Será que su suspiro debió ser un poco más dramático? ¿Será que debería ser más directa? Comenzó a jugar con las solapas de la túnica, nerviosa. Era más fácil mirarlo a la distancia que hablarle, tal vez debió empezar por ahí, ser obvia y después hacer el movimiento pero era muy tarde para arrepentirse.

Se colocó un mechón detrás de la oreja y miró brevemente a Ian "Si, bueno, normalmente yo no tengo buenas ideas para hacer actividades divertidas. ¿Me sugieres algunas?" Preguntó, con una pequeña sonrisa en los labios mientras un muchacho subiendo la escalera le obligaba a pegar los hombros con Ian para dejarlo pasar "Lo siento." Dijo automáticamente mientras se separaba. Realmente no lo sentía pero siempre había que disculparse cuando se le privaba del espacio personal a la gente, especialmente en ese país.

[Freya Bishop]

Ciertamente Freya le tenía miedo a la Cúpula pero se tenía la fe de que ellas la iban a aceptar a pesar de su edad, status y nariz. Ella no lo tenía todo resuelto, pensaba arreglar todo sobre la marcha. Así fue como se consiguió a Ian, aunque conseguir era una palabra como muy fuerte para la situación, tomando en cuenta que todavía no ha podido hacer que la invite a hacer algo.

El hobbie de Freya era hacer sociales. Mientras más gente conocía, tenía a más gente de quién hablar a sus espaldas. No es algo que haga adrede, no era como si conociera a personas única y exclusivamente para chismear sobre ellas, era algo que simplemente pasaba porque todo el mundo tiene defectos y Freya es experta en detectarlos -Porque te quieres distraer de pensar en los tuyos.- Le dijo una voz en su cabeza que sonaba muy parecida a su madre. Sacudió la cabeza tratando de sacar a su madre de ahí y le sonrió a Ian "¿Tú estás en el coro?" Le preguntó inocentemente, subiendo un hombro y batiendo sus no muy largas pestañas.

[Freya Bishop]

Freya no esperaba que la incluyeran en su cúpula (ella soñaba pero no tanto) pero sí que la aceptaran y no le hicieran daño. Pensaba que una de las maneras para lograrlo es lucir inocente y que no correspondía para ellas un riesgo, por eso estar con Ian era tan buena idea. Si alguna de la cúpula hubiese querido algo con él ya lo habría tenido, lo que significa que no estaban interesadas y que les importaba poco si alguien venía y se los quitaba. Aunque quitar suena como muy fuerte sabiendo que no todavía no ha logrado que la invite a hacer algo.

Le siguió con la carcajada porque pensó que era un buen momento para reír. También que le dio gusto hacerlo reír. Alguna vez escuchó que la mejor manera de llegarle a un hombre era a través de su humor y del estómago. Ella no cocina ni cocinará mejor que los elfos así que tenía que buscar corresponderle con su humor. No tenía mucha oportunidad, cabe destacar. Nada más había que escuchar los chistes que lanzaba en el Gran Comedor. "Yo opino que todo el mundo, con algo de práctica, puede sonar afinado. Quizás no te conviertas en el próximo Lorcan pero estarías cerca." Se encogió de hombros. Siempre tendía a usar muchas palabras y sonar como si sabía mucho del mundo cuando trataba con desconocidos. No era algo que controlara, ya no.

Asintió, haciéndose una vez más hacia un lado para dejar pasar a alguien. Ésta vez no pudo pegarse al hombro de Ian sino que tuvo que ponerse del otro lado. Se aproximó de nuevo lo más rápido que pudo "Si, estar con amigos es divertido." Dijo, sin mucho ánimo. No estaba triste de sus amigas, ella se divertía a montones con sus amigas, el problema es que no sabía hablar con Ian y eso la desanimaba.
Freya no sabía hablar con chicos. Solo sabe mirarlos y atravesarse en su camino.

[Freya Bishop]

Alzó la mirada y lo miró seria hasta que no pudo controlar más las ganas de reír, entonces rió. Era como una risa nerviosa porque no sentía esas ganas que venían desde el fondo del estómago y que te hacen reír hasta llorar. Incluso, después de que se calmó, mentalmente se preguntó porqué había reído. Estaba mal de la cabeza, siempre lo supo, desde chiquita leyó su historia de vida en esos manuales de sus padres, ahora Ian lo sabía y su vida no podrá ser igual.

Se mordió el labio inferior tratando de no tener esos pensamientos tan fatalistas "No, eso no es lo mío. Ya me lo han dicho mis amigas y tengo una en el coro, Farah, no sé si sabes quién es." Miró al piso porque tenía que estar pendiente de los escalones para no pisar los falsos "Aunque mi ducha me aplaude a veces." Bromeó.
Sus chistes son siempre tan buenos.

[Freya Bishop]

Ese claro que la conozco le activó el switch de advertencia que está en los rincones más oscuros del cerebro de Freya. Farah era su amiga, si había tenido algún contacto especial con Ian se lo hubiese comentado, o sea, chicos es de lo único que hablan. Y sobre Pippa. Y sobre Jolene siendo una drogadicta que jala a Henry a consumir en los baños del cuarto piso.

Se rascó detrás de la oreja, medio ansiosa "¿Ah, si? ¿Se conocen bien?" Preguntó, sin pensarlo demasiado lo que, por ende, hizo que se arrepintiera después de la pregunta "Digo, es que ella no me ha hablado de ti y nosotras nos contamos todo." Agregó, tratando de arreglar lo que dijo, empeorándolo todo, porque eso de 'No aclares que oscureces' todavía no lo asimila bien.

Se agarró del hombro de Ian para saltar por encima de un escalón falso "No, en realidad no hay muchas cosas de dónde elegir si lo ves bien." Admitió. Solo estaba el coro, para el que no servía, el club de gobstones que, vamos, eso es un juego patético y el club de ajedrez. Ella no se va a juntar con nerds, ya tuvo bastante con su cita para San Valentine que, por cierto, no paraba de contar la cantidad de personas que llegaban y las comparaba con la población estudiantil de Hogwarts, como analizando cuántos no habían ido a la fiesta.

[Freya Bishop]

La verdad es que no. A Freya no le gusta hacer muchas cosas más que hablar de otras personas. No era una chica particularmente interesante, principalmente porque no trata de nutrirse haciendo otras cosas por estar demasiado ocupada pensando en los demás. Ella tenía algo de miedo con pasar tiempo consigo misma porque de esa forma se daría cuenta de lo dañada que está y no quisiera mandarle una lechuza a su madre para comentarle porque le llegaría un paquete con mil pociones y una explicación detallada (y nada maternal) sobre su problema. A Freya le gusta como está: toda ignorante sobre sus inseguridades. Excepto sobre su nariz, porque su nariz era demasiado grande para ignorarla.

Por lo mencionado, tardó un tiempo en contestar "Pues a mi me gusta mucho hablar." Dijo, sin poder mentir al respecto. Intentó decir algo como pintura o teatro para parecer más sofisticada pero mentir no era lo suyo "También me interesa la crítica. Ya sabes, como cuando vas a una pasarela de moda y hay críticos que dicen qué les pareció la colección. Algo parecido." Se encogió de hombros. No había forma más bonita de describir lo que ella hace.

[Freya Bishop]

Bufó y rió de la sugerencia de Ian. Tal vez no debió hacerlo porque se vio muy grosera pero no lo pudo evitar. No siempre tenía control de sus expresiones faciales.

"El periódico escolar es para nerds, todos lo saben." Opinó sin ganas de mentir o adornar esa verdad. La mayoría de los que estaban involucrados en él tenían tan poca vida social que compiten con los nerds de tercero. Freya jamás encajaría en un sitio así. La premisa de ella cambiaría el aspecto del periódico era demasiado difícil para ella, para no decir riesgoso. A Freya le iba más algo que automáticamente la catapultara a una popularidad inminente, por eso estaba tratando de buscarse a un novio que estuviese en la esquina.
No estaba dando muchos avances con Ian, cabe aclarar.

"Disculpa. No digo que tus sugerencias no sean buenas es sólo que no son para mi, ¿Entiendes?" Preguntó usando su tono calmado sacado de su mamá psiquiatra cuando trata de explicarle una cosa.

Estaban cada vez más cerca del comedor y a Freya se le estaban acabando las ideas. "Pero si cuando estés comiendo se te ocurre otra idea para mi, no dudes en avisarme. Yo voy hasta ti." Sonrisa amplia.

Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.