Maduro que blando

[Brandon Driscoll]

Por haberse pasado todas las clases de la mañana chupando una pluma (no, tan mal no está como para andar metiéndose plumas que encuentra en el piso de la lechucería en la boca, estuvo chupando una de esas plumas de azúcar que vendían en Honeydukes) no comió casi nada en el almuerzo, y tuvo que soportar un dolor de estómago a la tarde. Ni idea qué sería, ¿existía una mezcla entre abuso de azúcar y hambre? Lo que resultó en que una mañana de gula terminara en una tarde de arrepentimientos.
Ya se sentía algo mejor, por lo que estaba caminando por los pasillos para ir hacia uno de los patios. Quizás algo de aire fresco (no tan fresco como afuera, pero uno se conforma) le haría bien. De paso podría comenzar a cuestionarse sus acciones, porque ya estaba grande como para andar dándose dolores de estómago por comer dulces en clase. No quería que esto terminara dentro de treinta años con Brandon, con una pelada importante en la coronilla y una cola de caballo colgándole de la nuca, comprándose una escoba último modelo tratando de impresionar a una jovencita. Por favor, no, cuidémonos de jóvenes.

[Tavia Blishen]

¡Todos los deberes entregados! ¡Y sin pedirle ayuda a nadie! Tavia se sentía superorgullosa de ella misma. Sí, claro, las notas no serían muy buenas, y se había quedado corta con el ensayo para DCAO, pero eso era secundario.

Iba ella muy alegre, empezando a consumir tranquilamente una pluma de azucar y tratando de decidir que haría con todo ese tiempo libre (mientras le ponían otra pila de deberes), cuando vio venir a uno de sus compañeros.

"¡Hola, Brandon!", dijo, con vocecita cantarina y feliz.

[Brandon Driscoll]

Alzó las cejas y sonrió cuando escuchó a Tavia saludándolo. Alzó una mano y apresuró el paso hacia ella, como si hacía mucho que lo la veía.
"¡Tavia! ¿Qué tal? ¿A dónde ibas?" preguntó, como para detenerse frente a ella. Desde ya lo lamento si ella tenìa planes privados o algo así, porque si saludas a Brandon era como firmar un contrato en el que prometías socializar con él, al menos por un rato. Creo que de la única forma que podrías perderlo sería diciéndole algo como 'oh, mira, lo siento. Tengo que ir al baño a cambiarme el tampón' y aún así él podría ofrecerse a esperarte afuera.

[Tavia Blishen]

"¡Todo bien!", respondió ella, alegremente. La otra pregunta, ya era más difícil, así que lo siguiente lo dijo despacio, pensativa. "¿A dónde voy...? Creo que no lo he decidido."

No sabía ni que hora era ni que habría de interesante por ahí. Tras considerar sus opciones un segundo, sonrió y respondió algo más normal: "Creo que aprovecharé para ir al lago. ¿Y tú, a dónde ibas? "

Con algo de suerte, el tampoco se había decidio y podía acompañarla. Si no, tendría que buscar a otra víctima persona.

[Brandon Driscoll]

Se rió brevemente cuando ella le dijo que no sabía a dónde iba, como si le pareciera graciosa la respuesta (aunque de haberle preguntado lo mismo a él, seguro que no sabría responder tampoco).
"Oh, ¡qué casualidad! Yo iba a ir al lago contigo, ¿recuerdas?" preguntó sonriente, girándose para estar junto a Tavia y no frente a ella. No sé qué problema tenía él con no sumarse a actividades ajenas, espero que lo puedas disculpar por sumarse sin invitación.

[Tavia Blishen]

Pero claro que sí, ¿quien necesita formalidades, de todos modos? Tavia no. Lo importante es sumar.

"¡Es cierto!", exclamó, de inmediato siguiéndole la corriente porque así era más divertido. "Íbamos a lanzar rocas... Aunque alguien me dijo que es peligroso porque en el lago hay todo tipo de criaturas que podían tomárselo a mal. Así que si quieres cambiar los planes..."

A todo esto, ya esta dando saltitos hacia la salida. Algo me dice que él va a caminar junto a ella sin que haga falta que se lo indique, pero si no, ya mismo va a tironearlo del brazo para que lo haga.

[Brandon Driscoll]

Miró a tavia divertido, siempre aliviado de que alguien le llevara la corriente y que no sintiera que él estaba siendo una molestia. Se pasó una mano por el cabello para tirárselo bien hacia atrás, porque le molestaba si se le metía en la cara.
"Pues no sé qué tanto hayas querido desviarte del plan original" le dijo como si estuvieran negociando planes que de verdad ya estaban escritos en cemento. La siguió mientras continuaba hablando "...Porque de ser así, siempre podemos ir a lanzar rocas, pero en vez de al lago podemos ir al aula de donde están teniendo clase los de primero" finalizó, obviamente en broma. Igual si ella le decía que no, siempre podían arrojarles pedacitos de papel babeados a los de primero, para que los odiaran y así poder hacerse enemigos de por vida escolar.

[Tavia Blishen]

"Uhm...", comenzó, como si se lo pensara muy seriamente. "Es tentador, pero ¿Has visto a esos niños? Son una generación maligna. Seguro esa niña Sara o no sé como se llama, creo que es amiga del niño Weasley... Esa niña organizaría a sus compañeros para tirarnos todo de regreso.... y una vez que les hayamos tirado rocas, estaremos en desventaja numérica... No, mejor no. Además... ¿No es en primero que va el hermanito de las gemelas?" En verdad no se acordaba. Tal vez era mayor.

"¿Qué tal otro curso?", planteó al fin, aunque no sabía quien tenía clases a esa hora, no importaba, porque sólo era broma, ¿verdad? Ella jamás le tiraría nada a nadie.

[Brandon Driscoll]

Se rió con la explicación de Tavia, definitivamente los niños de primer año eran demasiado belicosos como para que solamente ellos dos pudieran defenderse cuando vinieran las represalias. Ni idea de quiénes eran quiénes en otros años, por lo que no sabía qué decir sobre los de primer año.
"No sé, Tavia... ¿quizás quieras aprovechar para confesarme ahora si es que le tienes bronca a algún curso en particular?" bromeó. Por ejemplo, Brandon quisiera apedrear a Shiloh Shipton si pudiera hacerlo sin consecuencias, pero como no era posible no lo traía a colación ni en broma.

[Tavia Blishen]

Tavia no tenía problemas reales con nadie, mucho menos con un curso completo. Pero, en su opinión, si tuviera que elegir un curso en el que hubiera más personas que la habían hecho pasar un mal rato o que la hacían sentir incómoda, no había ninguna duda:

"¿Cuarto año?", dijo, con una sonrisa incómoda.

[Brandon Driscoll]

Miró a la rubia con sorpresa, exagerando sus facciones para abrir grande la boca, alzar las cejas y llevarse la mano libre al pecho.
"¿A mí me vas a apedrear, Miss Blishen, a mí?" obvio que no piensa que es para él, pero como tiene problemas tomándose las cosas en serio de primeras tiene reacciones así. "¿A mí que soy tan lindo y bueno?" agregó, tratando de no reírse. Ni bueno ni lindo, seamos sinceros.

[Tavia Blishen]

((¡¡Que cosa! Clarito se me vino Felipito (El de Mafalda, ¿Quino? ), con eso. Y no sé porque él.))

En principio Tavia no captó la broma, porque seamos sinceros, a veces ella es un poquito lenta. Pero fue cosa de segundos nada más. Ya que entendió, sonrió gustosa y respondió que "Sólo un poco. Muchos estudiantes, muy pocas rocas..."

Y bien hubiera podido ponerse seria y explicar que había otras personas, pero había un par de buenos motivos para no mencionarlas. Es más, se arrepentía de haber soltado aquel dato y aprovechó que él lo tomara a broma.

[Brandon Driscoll]

((Hahaha, no sé porqué tampoco!))

Brandon siempre iba a tomarse todo a broma a menos que la situación lo requiriese. Y en esos casos, en los que había que hablar en serio, era sorprendentemente empático y paciente, por lo que quizás Tavia se sorprendería si alguna vez le daba una chance y se desahogaba con él.
"Bueno, en esos casos uno siempre tiene que priorizar" le dijo con fingida seriedad. "Igual necesito que dejes por escrito que nunca me vas a apedrear, ahora, porque me están empezando a sugir dudas" agregó sonriente.

[Tavia Blishen]

Ya no pensaba en esto como un intento de confesar que a veces no le agradaba alguno de sus compañeros, porque la memoria de Tavia es muy muy corta. Así que pudo contestar alegremente y a modo de juego:
"¿Nunca? ¡Eso es demasiado compromiso! ¿Qué tal que haces algo horrible uno de estos días, y yo con un contrato en mi contra. No, de eso nada."

[Brandon Driscoll]

La miró e hizo un puchero, porque la aparente masculinidad se la dejó en casa hace unos años y realmente no podría importarle menos.
"¡Eres cruel en serio, Tavia!" exclamó como si de verdad estuviera adolorido ante tal declaración. "Aparte solamente necesito que digas que no vas a apedrearme, ¿no te conformas con poder agredirme de otras formas, tiene que ser esa?" preguntó, disminuyendo el paso mientras apoyaba la palma de la mano en el brazo de ella, queriendo darle lástima.