
Constance Agatha McGee
Fecha de Nacimiento:
31 de Diciembre de 1967
Estudios:
ღ Hogwarts, Casa Ravenclaw. Año de egreso: 1986
ღ Academia de Medimagos y Sanadores, Escuela de Psicomancia. 1986 - Actualidad.
Ocupación:
ღ Tiempo parcial como asistente en consultas privadas de Ashley Hogan
ღ Tiempo parcial en clínica de San Mungo.
Familia:
ღ Harvey McGee - Mago ☠
ღ Elberta McGee - Muggle ☠
ღ Connor McGee - Mago
ღ Nelly McGee - Squib ☠
Personalidad:
Agatha es una persona que ha pasado por mucho, y por tanto le gusta cuando no sucede nada. Le gusta la rutina, comer las mismas cosas (mientras tengan un buen valor nutricional), disfrutar de las cosas pequeñas y rodearse de personas con las que sienta un mínimo de confianza. Es muy buena cuidando de sí misma, o en otras palabras, se cree incapaz de cuidar de otros porque cuidarse ya le implica muchísimo trabajo.
Ciertas interacciones sociales le dan ansiedad. Hablar en público es un no rotundo y participar en un grupo de más de cinco personas se le da fatal. Cuando está incómoda tiende a hablar muy bajito por miedo a ser escuchada y en el peor de los casos se excusa y desaparece en una bomba de humo (no necesariamente literal).
En confianza es protectora, detallista y un poco regañona, siempre con buena intención. No es de expresar sus emociones pero tiene sus formas de demostrar cariño o interés, más con acciones que con palabras, las cuales dice con cuidado porque sabe el poder que tienen.
No se le puede considerar una persona positiva, aunque no por ello ande siempre debajo de una nube gris (aunque suceda de vez en cuando). No le gusta esperar nada de nadie, ni depositar su confianza en otros. No tiene muchos secretos pero los pocos que conserva no salen jamás de su boca. La han decepcionado lo suficiente así que evitará que suceda de nuevo mientras le sea posible.
Historia Familiar:
Su historia familiar es complicada y comienza con su abuela, Connie, quien fue la hija ilegítima de un hombre rico llamado Trevor Stanley-Smit. Trevor jamás reconoció a Connie y luego de morir, su hermano menor Ralph, quien heredó todo, tampoco le dio a Connie ni medio penique de herencia.
Sin recursos, Connie se terminó casando con un granjero, viviendo de forma humilde. Transmitió todo el odio y resentimiento que sentía hacía la familia Stanley-Smit a su única hija, Elberta, quien creció con ambiciones de riqueza pero sin ninguna voluntad de conseguirla por sí misma.
Logró enamorar a un mago de sangre mezclada, llamado Harvey McGee y gracias a él la granja de su familia se volvió próspera y lucrativa. No obstante, esto era apuntar muy bajo para Elberta, así que vendieron la granja y compraron un albergue en el centro de la ciudad por muy poco dinero. Al restaurarlo (con magia, por supuesto), volvieron a vender, esta vez, para comprar un hotel y una enorme casa a punto de derrumbe. Gracias a Harvey, ambas propiedades estuvieron a pleno funcionamiento en pocos meses, volviendo a los McGee en una de las familias más ricas de la zona.
Tuvieron tres hijos: Connor, Nelly y Agatha. Nelly fue la única de los tres que no nació con poderes mágicos, para gran decepción de su madre. Dentro de lo que cabe, los hijos salieron bastante bien.
En agosto de 1981, en plena guerra, mortífagos asaltaron la casa McGee, asesinando a Elberta, Harvey y a Nelly, llevándose a Agatha como rehén. Connor, en esa época, trabajaba en la detección de posibles escondites mágicos, así que todo lo anterior sucedido fue como represalia.
Hasta la caída del Señor Tenebroso, Agatha estuvo encerrada en el sótano de una casa en el norte de Escocia. Sus condiciones fueron las mínimas para existir. Su propósito allí asumió con el tiempo era la de extorsionar a su hermano pero dichos planes nunca se llevaron a cabo.
Entró con retraso a Hogwarts y por supuesto que sufrió de TEPT, pero con terapias grupales y psicomancia logró superar gran parte del trauma, al punto de querer convertirse ella misma en psicomaga.
Actualmente vive con su mentor de la universidad Ashley Hogan en Occamy Heights, con quien a su vez asiste en consultas privadas. No tienen ninguna relación sentimental aunque se le haya pasado por la cabeza varias veces cuando empezaron a conocerse. Con Connor, su único familiar vivo, la relación podría ser mejor, Agatha lo contacta lo justo para que él piense que está todo bien pero lo cierto es que le perdió toda la confianza cuando se sumió en una adicción en vez de haber estado para ella en su peor momento. No está segura de poder perdonarlo alguna vez.
Altura:
1.64 mts
Apariencia:
De piel blanca más no pálida. Durante los meses de primavera y verano, si le da el sol lo suficiente puede adquirir un color tostado con facilidad. Siempre tuvo buena piel, pero a la vez intenta cuidarla usando protector solar incluso en los días más nublados. Su cabello es originalmente rizado y castaño, casi inmanejable, pero con el tiempo ha aprendido algunos trucos así que se lo aliza con frecuencia o en los malos días solo lo aplaca lo mejor que puede. Tiene la cara redonda, mejillas abultadas y labios gruesos. No tiene las pestañas muy largas pero compensa con unos ojos grandes y azules. Tiene los dientes pequeños pero al menos están derechos. También procura tener una buena higiene bucal y va a revisiones con un dentista muggle una vez al año. No confía en los magos cuando se trata de higiene personal.
No es delgada pero tampoco tiene sobrepeso. Tiene la apariencia de tener una contextura gruesa pero es debido a su gran busto y altura promedio. Dependiendo de cómo se vista puede verse más delgada pero siempre procura tener el escote cubierto porque no se siente cómoda enseñando demasiado. Tiene buena postura para prevenir dolores de espalda.
No es de esas chicas que gasta mucho dinero en ropa pero su guardarropa tiene un tamaño decente.
Algo más:
ღ Decidió adoptar un gato cuando se mudó a Occamy Heights y le ha puesto Butter. Las lechuzas le parecen poco higiénicas.
ღ No es una persona muy atlética pero procura caminar antes de usar cualquier tipo de transporte para mantenerse activa.
ღ Gracias al dinero que produce su hotel familiar, Agatha puede permitirse vivir cómodamente sin generar ningún ingreso.