Oh. Nononono. ¡No!

[Kyle Olivier]

((permiso, entonces...))

A Kyle le gustaba el nuevo deporte. Lo practicaban en algunos alumnos desde que el Sauce había devuelto una piedra que le habían tirado, acertando en el medio de la frente del avispado que tuvo la idea. Consistía en eso mismo: Arrojarle cosas y esquivarlas luego. Hasta el día de la fecha el deporte había sido practicado con palos, pelotas y hasta un libro de Historia de la Magia de un alumno que egresaba.
Cuando vio a Sidonie, su lógica indicó que había ido allí a practicar esquivar objetos, como él.
"¿Está hábil hoy?", preguntó mientras se acercaba a ella desde unos metros atrás.

[Kyle Olivier]

Ah, por supuesto, él la había visto en el suelo y supuso que estaría juntando algo que tiró el Sauce, ya que estaban de camino a la zona deportiva.
Ante la 'confesión' de ella, Kyle dejó de caminar y la sonrisa que se había estado formando en su rostro se transformó en una expresión de incertidumbre bastante cómica.
-¿Rata? eso es tortura más que deporte-. Terminó de acercarse, esta vez mirando la rata del suelo. "¿Le tiraste una rata al Sauce?", enfatizó la palabra. Sid siempre le había parecido normal a la vista, cuando se cruzaban por los pasillos, pero, ¡quién sabe!, quizás estaba un poco más allá de la cordura.

[Kyle Olivier]

Ante el ataque de expresiones y negaciones de ella, Kyle se quedó quieto, asintiendo y diciendo "Ah..." para que Sid se calmase al ver que le creía.
Miró la rata un poco más de cerca, agachándose. "¿Conoces al dueño?", preguntó al fin, incorporándose. Suponía que ella no sentiría tan preocupada si la rata fuese salvaje.

[Kyle Olivier]

((Kyle ya se había levantado :P ))

Frunció el ceño mirando la rata desde arriba. "No, creo que ningún conocido haya perdió una", señaló al animal con una palma hacia arriba como si estuviera por explicar algo. "Podemos colocar algún cartel", dijo, y al instante le pareció una idea malísima y morbosa.

[Kyle Olivier]

La idea de Sid le pareció perfecta antes de que la empezara a mencionar, cualquier cosa era mejor que hacer un cartel así. "Sí, es lo mejor. Yo te avisaré si veo algún cartel en mi Sala Común".
Cuando ella mencionó el entierro, Kyle miro alrededor y vio lo que necesitaba: un palo que parecía no estar podrido y pudiera servir de pala. "Te ayudaré", le dijo mientras se giraba para ir a buscarlo.

[Kyle Olivier]

((Gracias! :) ))

"No agradezcas, no fue tu culpa", era culpa del gato asesino nada más.
Se acercó a ella y comenzó a cavar él también, aunque sería mejor que continuase solo si no quería herirle la mano sin querer. "Deja, sigo yo", y se le ocurrió que necesitaban algo más, "¿Ves alguna planta con hojas grandes?". Sería bueno usar eso para agarrar y tapar a la rata, y evitar que el gato se sienta tentado de ponerse a cavar un pozo como si fuese un perro.

[Kyle Olivier]

Se giró para verla, "Es muy pequeña, busca algo del tamaño del ratón si puedes...", miró alrededor, no veía hojas así, "o un poco más pequeña y trae varias", agregó. Quizás ella tenía suerte y encontraba algún arbusto frondoso, mientras tanto, él estaba cavando un pozo lo suficientemente profundo como para que ningún animal huela a la rata.

[Kyle Olivier]

Terminó de cavar el pozo y se paró cuando ella venía trotando. Miró las hojas y le sonrió, "Perfecto. No creo que haga falta nada más". Nunca había enterrado una rata, por más que pareciera que si.
Se agachó de nuevo y golpeó con el palo la rata para que cayera dentro del pozo, con bastante mala suerte, ya que la rata rebotó en un matorral y fue a parar directo a los pies de Sid.

[Kyle Olivier]

No pudo evitar reírse cuando Sidonie saltó tras él, luego de simular tener sangre fría y patear a la rata. "No creo... Es imposible". Dio un paso adelante para empujar el resto de la rata en el agujero y se dio vuelta. "¿Unas palabras?", a él toda la situación ya le estaba dando un poco de gracia: Había salido a jugar a 'tira y esquiva' con el Sauce Boxeador, y terminó en el entierro de una rata que bien podía tener un dueño preocupado en el castillo.

[Kyle Olivier]

Se rascó la cabeza, pensando en algo serio que venza la risa que estaba dándole la situación, más aún al escuchar las palabras de ella. "¿Descansa en paz?", dijo levantando los hombros. Miró a Sid esperando su aprobación para volver a rellenar el agujero, no sin antes tapar la rata con las hojas.

[Kyle Olivier]

"Entonces... eso es todo", se agachó para colocar cuidadosamente todas las hojas de forma que la rata no se vea, y comenzó a tirarle la tierra encima con las manos. Se imaginó siendo un niño al cual habían matado su mascota y el asunto dejó de hacerle gracia, tan rápido como se la había causado. No es que se puso serio completamente, pero dejó de sonreír.

[Kyle Olivier]

((Todo bien))

Luego de haber aplastado un poco la tierra con un pie, para que no quede suelta, Kyle se paró y se limpió las manos en los pantalones, para luego sacudir los pantalones con las manos al ver que los había ensuciado. No le busquen la lógica.
Se sentó a un lado de ella y miró alrededor. "¿Quieres que tratemos de atrapar a tu gato?"

[Kyle Olivier]

"Está bien", dijo al comentario sobre su gato, y se terminó de acomodar en el césped. Estaba sentado con las rodillas levantadas, apoyando los codos en ellas, mirando el sitio en donde estaba la rata enterrada. "No fue nada. De todas formas deberías dejar una marca si quieres volver a encontrar el sitio exacto, ¿no crees?". Especialmente porque el césped volvería a crecer, y ¿cómo le explicaría al dueño del animal que perdió su tumba?

[Kyle Olivier]

Asintió ante la idea de ella, poniéndose de pie nuevamente. De todas formas se había sentido raro al sentarse al lado de ella, o sea, ¿de qué hablarían ahora que ya la habían enterrado?, si no eran amigos y muchas palabras no habían cruzado jamás. Quizás lo mejor sería poner una excusa e irse, o quizás no.
"Sería bueno si las hundimos bien", acotó, mientras caminaba con el torso hacia adelante, levantando piedras de colores claros.

[Kyle Olivier]

No está buscando excusas porque Sidonie le caiga mal, sino que eso de niño+niña+bosque no suena muy inocente si no hay una justificación.
Mientras ella estaba arrodillada, él hizo otro tanto para acomodar el puñado de piedras que encontró.
"Creo que así no va a haber problemas para encontrarla luego". Se volvió a levantar, esta vez palmeando las manos un par de veces entre sí en vez de hacerlo en el pantalón.