Poco común

[Charlie Goulding]

Si para un empelado común y corriente del Ministerio de Magia, el trabajo era estresante el 90% del tiempo, para él lo era el 99,9% del tiempo. Todo productor de que su Jefe era nada más y nada menos que Mister Barthemious Crouch. Pero algo extraño había sucedido ese día en la oficina que lo liberaba del estrés habitual, algo que, por muy bueno que fuera, le hacía sospechar que algo horrible iba a pasar: el Jefe le había dicho que se fuera temprano. ¿Saben hace cuanto que no salía temprano de la oficina? Desde hacía más de un año. O el Jefe estaba enfermo o de verdad la tía Fracesca le había dado al Jefe todo el sexo que necesitaba. Así que ahí se encontraba, esperando el famoso asecensor para salir de allí antes de que alguien o algo lo detuviera.

[Charlie Goulding]

Miró el reloj dos veces antes de que el asecensor llegara a su piso. Era increíble que fueran las tres de la tarde, normalmente cuando lo veía era pasado la media noche. Y empezó a golpetear el piso con el zapato porque salir del ministerio era más difícil que salir de la cárcel. Siempre había algo o alguien que te arruinaba el día. Pero no en ese momento porque tenía el permiso del Jefe, el único que podía quitarle la tarde libre era el mismo Ministro de Magia, nadie más. Además de que adivinen cuales eran sus planes para la tarde, sólo diré: finanzas. Y por fin el ascensor llegó a su piso.

[Charlie Goulding]

Las pelirrojas son hot y sexies. Que vivan las pelirrojas y por sobre todo la de finanzas.
Alzó la cabeza y vio a mini-Crouch. ¿Ven que no todo podía salir perfectamente bien en un día? La felicidad no duraba tanto tiempo. Puso una mueca y se hizo a un lado para que el idiota se bajara o algo y el pudiera seguir con su camino. "Crouch" lo saludó cortante sólo porque era el hijo del Jefe. Y en el fondo, muy en el fondo, a Charlie le caía bien el Sr.Crouch. Unos segundos y sería un hombre libre por esa tarde.

[Charlie Goulding]

Rodó los ojos. ¿Ven porqué no le gustaban los adolescentes? Eran todos unos idiotas que se creían que podían parar todo. Pero ese día no se iba a enojar, porque ya tenía su tarde libre. "Para tu felicidad no, ahora muévete" le respondió con el mejor de enojo que le salió. Su vena de estrés había estado tranquila ese día, dejémosla así por un rato. Le hizo un gesto con la mano para que se moviera.

[Charlie Goulding]

El comentario igual le había llegado un poco, pero se hizo el desentendido, el Jefe nunca le haría eso. "Sueña, Crouch, sueña" repitió poniendo una mano en la puerta del ascensor para que no se cerrara. Esperó a que al idiota se le ocurriera salir, los minutos de su tarde libre se desperdiciaban en cada minuto que pasaba con mini-Crouch y eso no valía la pena. Lo peor, es que necesitaba usar justo ESE ascensor y no otro, ni las escaleras.

[Charlie Goulding]

No vamos a negar que el comentario le molestó. Sabía que tenía un look bastante rebelde pero eso le agradaba a als damas y a las asistentes del resto del equipo de trabajo del Jefe. "Si tu padre quisiera despedirme ya lo habría hecho" respondió a su favor mientras se cruazaba de brazos y le lanzaba su mayor mirada de odio. "Además nadie haría el trabajo mejor que yo" Y por eso mismo se iba a quedar ahí toda su vida. No había nadie tan molesto como CHarlie para trabajar de asistente de una persona aún más molesta que el mismo. Sin ofender, Jefe.

[Charlie Goulding]

Abrió los ojos y alzó las cejas. O Mini-Crouch pasaba muchas horas practicando como imitar a su padre frente al espejo o simplemente iba a directo a ser una copia de este en unos veinte años. Había sonado exactamente como el Jefe. Luego de recuperarse de la impresión trató de mantener la calma, pero para un estresado como él no le servía mucho. "Me tengo que ir" respitió estupidamente como si eso fuera a hacer que Barty se moviera. ¿Ven su vena de estrés en la frente? ¿Por qué insisten en despertar a esa vena en especial? Mala onda.

[Charlie Goulding]

En momentos así era que tenía que hacer lo que la profesora de yoga con la que se acostaba siempre le decía: `Buscar su centro y contar hasta diez´. Pero no le sirvió mucho, porque lo único que le decía su centro es que le diera un puñetazo a Barty en la nariz y después en las quaffles. Su vena creció casi hasta su punto máximo. "Muévete" dijo fuerte y claro. -Es el hijo del jefe, es el hijo del jefe- se repetía a si mismo para no sacarle los dientes de un golpe.

[Charlie Goulding]

Lo iba a matar un día de esos y luego iba a tirar el cadáver al río más cercano. Y luego le iba a dar lo mismo que lo tuvieran toda su vida metido en Azkabán. Caminó dos pasos hacia adelante, siguiéndolo, pero se detuvo a mitad de camino. No podía ser tan idiota. Si iba a hacer algo contra el hijo del Jefe lo iba a hacer a su modo y sin hacer que peligrara su trabajo. Tenía que darle las gracias a la del yoga por ahcer que lograra controlar su ki. Le había creído en cierta forma, pero ya al día siguiente vería lo que pasaba."Ya veremos mañana, Cruch" dijo antes de meterse al ascensor. Y créanme le costó un esfuerzo sobre humano no darle un golpe a la puerta de metal. Necesitaba sexo asi pero now ahora ya. ¿Escucharon un golpe seco y metálico? Sí, había sido Charlie cuando golpeó una de las paredes del asecensor.

[Charlie Goulding]

Tuvo que usar toda su paciencia adquirida por los años trabajando con el Jefe para no salir del ascensor y golpearlo. Todo había salido tan bien hasta que el imbécil le había arruinado el día. Las puertas del asecensor se cerraron justo a tiempo para que Charlie golpeara nuevamente las puertas con la mano. El grito de niña que pegó se escuchó prácticamente por todo ese sector del Ministerio. Si al día siguiente llegaba a trabajar con la mano rota y todo cobarde porque pensaba que lo iban a echar, dénle las gracias a Barty Crouch Jr.

((Cerrado por mi lado))