Puddlemore Party

[Gerald Cowershof]

Horas atrás, Cathleen se había abalanzado sobre él, diciéndole un montón de cosas relacionadas con lo que debía hacer y lo que no en la fiesta. Primero que todo, no debía despreciar una conversación por más desagradable que fuera su interlocutor (o el tema a tratar); luego, le había dado una charla de modales y costumbres que creía ya conocer, como ultimo concejo, le recomendaba que debía encontrar una escusa creíble si quería huir de su interlocutor.
'Muchacho te digo, tu padre es un magnifico comerciante. Pero es tan necio como una cabra...'; y en aquel instante, Gerald no encontraba como huir, porque el anciano regordete que le habla de sus familiares no parecía tener ganas de dejarlo marchar, la regordeta mano que había puesto sobre su saco oscuro lo evidenciaba. Por décima vez, dirigió su mirada hacia la puerta de entrada con la esperanza de ver a su bonita pelirroja asomarse por allí; sentía que habían transcurrido horas desde el momento de su llegada, pero no era así, solo llevaba media hora y tres terribles conversaciones. Alzo su vaso de firewhiskey, cuando el anciano le propuso brindar por alguna necedad, y tomo un corto trago. Por aquí había un caballero que necesitaba ser rescatado.

[Gerald Cowershof]

'En cambio tus tíos son más sensatos. Si Albert hubiera nacido primero...', lord Fermor, le palmeo un par de veces el hombro, y comentó algo más acerca de lo bien que iría el negocio de los alimentos, porque a eso se dedicaba los Cowershof a vender todas las cosechas de sus granjas, si firmaban ese negocio con la gente de Cumbria; Gerald dio otro trago a su bebida, asintiendo con expresión serena, fingiendo comprender a lo que se refería el anciano.
Giro de nuevo su rostro, sondeo la zona de nuevo y la vio, junto a sus padres, igual de altos que ella. Se movió incomodo en su lugar y desvió la mirada hacia el anciano quién seguía hablando. "Me permite, saludare a los recién llegados" inclinó su cabeza a modo de disculpa, avanzando entre la gente, que de un momento a otro parecía interponerse en su camino. O el no podía ver otra cosa que no fuera a Queenie y estaba atropellando damas.

[Gerald Cowershof]

Si había algo más adorable que la expresión de Gerald era un hipogrifo bebe recién salido del huevo, pero eso seria nada más desde el punto de vista de él.
Suspiro con alivió, sonriendo sin disimulo al escucharla hablar, porque se veía tan bonita que parecía irreal. Le acaricio una mejilla, temiendo como siempre que se fuera a romper, y correspondió el beso, "Valió la pena" comentó, dando un corto paso hacia atrás, solo para admirarla mejor "Te vez hermosa" hizo el amago de querer tocarle el cabello, peinados como ese parecían imposibles. Los padres de Q, que lo disculpen, por no saludarlos de inmediato, pero él quería seguir mirándola un rato más. Queenie era tan alta, bonita y pelirroja, que las jovencitas inglesas recatadas y presuntuosas eran nada junto a ella.

[Gerald Cowershof]

Para mala suerte de Q., en aquel momento ella era como ocho centímetros más alta que él, y podía verle la cara desde todos los ángulos posibles. Era extraño, eso de tener que alzar la cabeza para verla bien, pero no le daba mucha importancia.
Soltó un callado 'Ja' y sonrió con disimulo, procurando no mostrar toda la felicidad que le provocaba tener a Queenie a su lado, "Si mamá, ya comí" bromeó, y si que lo había hecho, al llegar habían desfilado frente a él mujeres en bikini meseros con bocadillos de aspecto delicioso. "¿Quieres ir a buscar algo?" inquirió de vuelta, quizás ella tenía hambre y por eso la pregunta.

[Gerald Cowershof]

La abrazo de vuelta temiendo que se fuera a deslizar entre sus brazos. Estaba muy mal eso de no comer para entrar en un vestido, que se note por su frente arrugada y su expresión de descontento, si ella se arrepentía en su decisión, el le daría la comida en a boca. "Hay comida que nunca había visto en mi vida" revelo en voz baja, como si fuera un secreto "También hay muchos postres, exquisitos" y no se que tan raro se verían ellos dos caminando abrazados, pero seguro que los invitados estaban muy ocupados hablando con/o de los padres de Queenie por ejemplo.

[Gerald Cowershof]

Por suerte Queenie es fuerte y él se encargaría de escribirle a diario, ir la a visitar cuando fuera a Hogsmeade, hablarle vía red-flu y todo lo que hagan los magos para comunicarse sin celular y no morir en el intento.
Apuro un poco el paso, para que el anciano que le había ensuciado el saco no pudiera verlo, y no le entraran ganas de saludar a su novia, porque no lo quería encima de nuevo. Alzo sus cejas, dirigiéndole una mirada suspicaz; "¿Acaso te gustaría comer por dos?" preguntó en broma, bah, era demasiado crédulo para desconfiar de ella o de alguna persona en general.

[Gerald Cowershof]

No Gerald no se refería a esa ecuación, conscientemente, o sea es muy crédulo, si alguien viene y le dice que por ejemplo Queenie y Stan cualquier tipo han tenido interacción de tipo física más allá de lo socialmente aceptable, se ríe de ese alguien. Y no se, de repente a él le pasaba por la cabeza que ella sufría de hambruna, cualquier cosa, menos eso.
Alzo su brazo al pasar junto a un mesero y le dejo sobre la charola el vaso con firewhiskey, casi sin darse cuenta. "Esta bien. No hay problema ¿Verdad?" habló, sonriendo "Si engordas, el Quidditch te ayudaría de nuevo a estar delgada" alzo un hombro, ella se refería eso ¿Verdad? Porque seguro los entrenadores la verían con un régimen alimenticio poco serio, y no la tendrían en cuenta para los equipos, ellos tenían que ser muy estrictos.
Cualquier cosa, te digo.

[Gerald Cowershof]

Eso era lo que más le gustaba a Gerald de la fiesta, los besos de Queenie, nada mejor. Después estaba la comida y el firewhiskey.
Torció su boca, acariciando uno de los hombros de la chica y apretándola un poco contra él. Esa gente desagradable, debía ser dada de cena a una quimera, por andar pensando cosas de su novia. "Ah, entonces no importa lo que digan" volvió a alzar los hombros, importaban los entrenadores nada más; "Ayer llegaron los resultados de los NEWT" comentó con ánimos, sin dejar de caminar, también tenía muchas ganas de llegar a la mesa de comidas.

[Gerald Cowershof]

Ladeo la cabeza sonriendo con poco disimulo, "Bien" respondió sintiendo como su orgullo, que era moderado y bien controlado, se hinchaba como un globo "Saque una 'E' en pociones" hizo una pequeña pausa, no era mucho pero eso hacer brebajes no era su fuerte y una Exceeds Expectations era lo más parecido a la gloria; "Y otra en transformaciones" concluyó sin dejar de sentirse bien. En lo personal no se como hará para ser sanador teniendo pocas habilidades en esas dos materias, de repente, dentro de un año se cambia de carrera, para evitar la vergüenza.
Ser veterinario mágico no sonaba nada mal.

[Gerald Cowershof]

Soltó una risa grave, porque las risitas bajas eran de niñas, luego meció la cabeza de un lado a otro, como desaprobando lo dicho por Queenie. "No tanto" farfullo azorado "Si fuera brillante, hubiese sido Premio Anual o Prefecto" dio un corto suspiro, torciendo un poco sus labios. Aquellos eran sin duda, pequeños incentivos que le hubieran gustado tener; eso si, era consciente que su papel como prefecto habría sido mediocre (¿Gerald regañando alguien que no fuese Cathleen? pffft, como no ¡Ja!).
La teoría de la ósmosis es magnifica. Ojala funcionara, la usaría siempre. (?)

[Gerald Cowershof]

Al llegar a la mesa, no pudo evitar escanearla, buscando algo que no viniera del mar y que pudiese comer sin sentirse mareado. Era igual que con los espárragos, nada bueno resultaba si los comía.
Por otra parte, si aprobaba que Regulus hubiese obtenido el Premio (mejor que Crouch Jr quizás), era un buen estudiante y... Alzo sus cejas con sorpresa, deteniéndose antes de tomar uno de esos panecillos de banquete; "Eso quiere decir que.., ¿Es cierto lo de Livenworth?" dudó un momento más y tomo el pan, la verdad era que no le interesaba mucho el tema, lo había clasificado como chisme después de escuchar a sus ex-compañeras de curso hablar pestes de la muchacha, pero si Queenie lo decía tenía que ser verdad y, él tenía que confirmarlo.

[Gerald Cowershof]

Desde el punto de vista de Gerald ninguno de los implicados tenía merecido lo que les había sucedido, todo era culpa de los padres, por andar haciendo compromisos que solo traían malos ratos. Tipo Romeo y Julieta, pero con menos muertes.
Unto su pan con alguna de las salsa que habían allí y le dio un rápido mordisco, como para asimilar toda esa información con más suavidad, "Vaya" volvió a mover la cabeza de un lado a otro "Parece una novela, sobre todo, por la parte de Livenworth" suspiro, no importaba lo muy merecido que lo tuviera, siempre creería que Rebecca había tenido la peor parte.

[Gerald Cowershof]

Prefirió no opinar nada con relación a Rebecca, le daba algo así como pena, después de todo lo que decían de ella. Él a duras penas intercambiaba saludos con ella pero no merecía que la pusieran tan mal. Se limito a asentir como dándole toda la razón.
"¿Lestrange?" detuvo su bocadillo a mitad de camino, "Escuche que igual se va a casar con ella" y alzo los hombros, pasando por alto el hecho de que su novia hubiese usado un diminutivo al nombrarlo. De haber sido su caso, habría terminado con el compromiso, no valía la pena casarse con alguien que no le amaba.

[Gerald Cowershof]

Termino con su panecillo, que era bien pequeño, con un ultimo mordisco. "Entiendo" masculló después de tragar, y mentía, con todo lo antinatural que era esa acción, porque no entendía nada sobre el karma. Pero no iba a pedirle a Queenie que le diera una cátedra de karma, ya tenían tiempo para eso.
Un muy inglés mesero, paso por su lado con una charola llena de copas de, uhm, champagne. Tomo dos copas, y extendió una hacia ella para que la tomara.

[Gerald Cowershof]

Dio un trago corto a la bebida, sin dejar de mirar la pecosa cara de su novia. Ese era el tipo de cosas que no le gustaba recordar, allí estaba una razón más para extrañar Hogwarts.
Rió un poco sin entender del todo el dicho, se acerco unos centímetros y extendió su mano libre para acariciarle la mejilla "Todo estará bien, te escribiré a diario, nos veremos cuando vayas a Hogsmeade, encontraremos formas" sonrió animado, haciendo el amago de querer acercarse más para poder juntar su frente con la de Queenie, tipo beso esquimal.