Alguien en la puerta

[Tristan Jenkins]

Aunque hubiese querido, el helado no sobrevivió a otro asalto de cucharada y tuvo que dejar el bowl vacío sobre la mesita, justo en ese momento ocurría una falta en el partido y Tristan soltó una exclamación de disgusto y pena. Había sido contra el equipo contrarío y aunque los jugadores iban a discutir un poco el arbitro ya había tomado una decisión: un tiro libre.

Volvió a recostarse en el sofá y para no ver como el Everton marcaba un segundo gol miró a su invitada ¿Había estado muy callada o eran ideas suyas? O quizá lo que pasaba era que él estaba muy concentrado en el partido. Observó a Frankie y notó los rastros de helado en la ropa, sonrió con un poco de burla es que comía como una niña.

[Frankie Gibbs]

Sus ensoñaciones se vieron afectadas ante el momento de rabia de Tristan, ubicándola otra vez en el tiempo y el espacio donde estaban. Su helado era una mezcla entre líquido y sólido cremoso pero ya le quedaba poco. Apuró una cucharada con el líquido del fondo del bowl y no sé fijó de inmediato que era él quien la miraba ahora.

"¿Qué?" preguntó, confundida por su sonrisa.

[Tristan Jenkins]

Debatió consigo mismo si debía decirle o no, pero concluyó que si no le decía iba a terminar oliendo a helado derramado por el resto de la noche y cero ganas de tener olores desagradables a su alrededor. Hizo un gesto para señalarle la ropa, "Tienes helado ahí" le indicó, luego miró el sofá para chequear que nada hubiese caído en ahí.

Al no encontrar nada volvió a mirar el televisor, solo quedaban unos 10 minutos más de juego y aún faltaba un gol más del Arsenal.

[Frankie Gibbs]

Le hubiese gustado que la sonrisa fuese por otra razón pero el pensamiento fue fugaz porque tenía que encargarse del estropicio de su ropa. Tuvo un dilema momentáneo porque si quería usar la varita tenía que dejar la cuchara por el tema de la incapacidad. Le dio prioridad a terminarse el helado, dejando un charquito de líquido en el fondo. Agarró el bowl en el aire y lo posó sobre la mesa, de forma que ya tenía la mano libre para limpiarse la ropa con magia.

Cuando terminó vio a Tristan otra vez pero ahora lo que sentía era fastidio. ¿Cómo es que en su espacio de trabajo no pudo contenerse de besarla y ahora que estaban en su departamento, completamente solos, ni siquiera la miraba? ¿Era el cabestrillo? ¿La costra en los labios? La boca ni le dolía, solo le molestaba.

Se puso de pie. "¿Me ayudarás a bañarme?" Preguntó con un tono impaciente.

[Tristan Jenkins]

En su defensa... En su trabajo, Frankie lo había acorralado contra una pared. Y sí, ese era el lugar donde vivía, pero las heridas que ella tenía le recordaban que no estaba en el mejor estado. Además, el Arsenal iba ganando 3 a 2.

Contuvo la respiración cuando ella se puso de pie y habló, solo le faltaban unos minutos al juego ¿No podía esperar a...? Paso saliva, su instinto de preservación le impedía hablar o tan siquiera completar esa pregunta en su cabeza. Asintió, le había dicho que la ayudaría y ahora no podía echarse para atrás ¿No? O sea, la había dejado esperando en la calle en el que probablemente era el día más frío del año y eso aún le causaba remordimiento.

Con mucho pesar apagó la televisión, mientras su corazón dolía por no poder volver a ver el gol de Ian Wright su jugador favorito de esa temporada y luego movió su varita para que los bowls y cucharas se limpiaran solos. Le extendió una mano, esperando que ella se la tomara y poder guiarla al baño sin que pareciera una dinámica de hospedador y cliente.

[Frankie Gibbs]

Contuvo la sonrisa triunfante al verlo apagar la televisión, pensandose más importante que unos tipos en shorts corriendo por un campo, ignorando completamente que esa era una repetición. ¿Si hubiese sido en vivo habría actuado igual? Supongo que nunca lo sabremos.

Se metió la varita dentro de la chaqueta y le agarró la mano a Tristan. Sintió cierta electricidad al hacerlo. Era el primer contacto especial que tenían desde que llegó (porque lo de que ella le tocara la espalda había sido unilateral) y lo había estado esperando con más ansias de las que pensaba.

[Tristan Jenkins]

El contacto con la mano de ella hizo que se olvidara del juego, le provocó un suspiro y algo de calor en su cuerpo, le dirigió una sonrisa pequeña y comenzó a caminar en dirección al pasillo donde estaba la entrada y conectaba con el resto de las habitaciones.

Pasó junto a la primera habitación, que tenía la puerta abierta y estaba ordenada por suerte, y caminó unos pasos más hasta llegar a la puerta doble del baño. Abrió ambas y se quedó de pie a un lado, el baño era pequeño y falto de espacio pero honrado. No le soltó la mano de inmediato y miró a Frankie un poco más, recordándose que estaba lastimada, llevaba un cabestrillo y golpes en la cara.

[Frankie Gibbs]

Si de algo sirve, ella no se sentía tan golpeada. Podía mover el brazo del cabestrillo, solo que al hacerlo sentía dolor por los huesos y las heridas que estaban en proceso de curación. Al recordar eso, sintió una repentina inseguridad sobre su cuerpo. Tristan nunca la había visto en ese estado, el de recién salida de una misión. No le había visto la piel con tajos en carne viva o moretones de todos los colores. Todo tenía remedio y todavía no se había hecho nada que le dejara una marca permanente aunque era solo cuestión de tiempo. No le molestaban las cicatrices pero quizá al señor de no-montes-los-pies-sobre-el-sofá sí.

Al entrar al baño en verdad no supo qué hacer así que se quedó de pie, mirando el espacio disponible, evitando la mirada de Tristan. No se lo había pensado muy bien, para variar.

[Tristan Jenkins]

Comenzó a fijarse en los pequeños detalles del baño para a su vez no mirar tanto a la mujer, él pensaba que tomar un baño era más personal que las otras cosas que habían hecho juntos, así que se sintió incómodo al estar ahí de pie, esperando que ella hiciera algo. No sabía que tanta ayuda iba a necesitar, pero decidió que primero debía darle algo de privacidad.

"Usa la ducha o la bañera, como prefieras. La izquierda es el agua caliente" dijo, moviéndose para cerrar una de las puertas "También puedes usar lo que necesites" señaló uno de los rincones de la bañera donde estaban apilados frascos, botellas y potecitos con productos de aseo (habían varios productos, algunos no eran suyos pero no importaba). "Voy a ir por una toalla ¿Necesitas algo más?" preguntó, y sí, esa era su excusa para dejarla sola ahí, pero era totalmente valida porque la única toalla que había era una para manos.

[Frankie Gibbs]

Dirigió la mirada a las cosas que él mencionaba, como el sistema de la bañera o los shampoos que le parecieron muchos para una sola persona. Luego se obligó a ver a Tristan, decidiendo qué hacer.

Me gustaría conocer otra expresión que fuese similar a 'de perdidos al río' porque siento que la estoy usando mucho últimamente, pero creo que mi vida y la de mis personajes se rigen por ese principio. "Necesitaré un poco de ayuda para desvestirme" le contestó tratando de mantener una expresión neutra. ¿Que si podía hacerlo sola? Puede, con dolor pero puede. Decidió que el miedo a no verse atractiva era menor a las ganas que tenía de que Tristan la tocara de esa forma. Si hubiese querido que la dejaran en paz no estaría en ese lugar.

[Tristan Jenkins]

((De perdidos al río me recuerda a el que no arriesga, no gana pero siento que son cosas diferentes tho))

Él que hasta ese momento se había mantenido debajo del marco de la puerta, respiró profundamente y dio un paso hacia el interior del baño. Podía ayudarla y luego ir por la toalla ¿No? Seguro.

Se acercó un poco más y empezó a observar el cabestrillo... No sabía por donde empezar, es decir, claramente tenía que ayudarla a quitárselo pero ¿Cómo? Pensaba que podía sostenerle el brazo por debajo y después soltar el amarre para que no se lastimara más en el proceso; pero, también podía soltarlo y luego ayudarla a sacar el brazo sin necesidad de sostenerlo porque quizá si la tocaba le hacía más daño. Como no sabía qué hacer, colocó una mano en la correa, listo para desabrocharla y luego miró a Frankie, esperando que le dijera que hacer.

Uff, estaba nervioso, qué miedo querer ayudar y terminar haciendo más daño.

[Frankie Gibbs]

((Es más como ya para qué, o ya que estamos))

Acomodó su posición de forma que quedara frente a Tristan, girándose ligeramente para que él pudiera quitarle el cabestrillo. Pegó el brazo malo hacia su cuerpo para que hiciera de soporte cuando lo quitara. No recordaba cuál era el movimiento que le dolía, si era mover el hombro o el antebrazo, pronto lo recordaría.

Se encontró con la mirada de Tristan, entendiendo que quería una especie de confirmación. "Adelante" le dijo, sonriendo de medio lado por un momento. Podía notar que le preocupaba hacerle daño y quiso decirle que lo peor ya lo pasó pero no le salieron las palabras.

Después de quitarse el cabestrillo necesitaría ayuda para quitarse la chaqueta, podía soltarse más o menos una manga si la jalaban por debajo, pero luego iba a necesitar que Tristan se la quitara por detrás y luego del otro brazo.

[Tristan Jenkins]

Contuvo la respiración, mientras le quitaba el cabestrillo, intentó no hacer movimientos muy bruscos pero al sacarlo tuvo que moverle el hombro un poco y aunque había sido cuidadoso solo ella podría decirle si le había dolido o no. Una vez fuera, colocó el cabestrillo sobre el lavamanos aprovechando que estaba libre de agua.

Lo segundo era quitarle la chaqueta, sacar el brazo bueno de ahí era bastante sencillo, pero se quedó pensando unos segundos cómo hacer con el otro. Decidió que podía deslizar la manga por el brazo muy suavemente y de esa manera ella no tendría que mover el hombro. Una vez la chaqueta estuvo fuera, la dobló un poco y la puso sobre el inodoro.

El siguiente problema era el jersey, "¿Cómo te pusiste este?" quiso saber, su expresión hasta el momento era seria y su respiración tranquila como si aquello se tratara de un rompecabezas muy complicado que necesitaba resolver.

[Frankie Gibbs]

Al sentir movimiento en el hombro supo que esa no era la parte que le dolía más, al menos con ese pequeño gesto que hizo. Fue como sentir una agujeta en el trapecio: algo más que soportable.

Se dejó guiar por Tristan, advirtiendo que nada de lo que estaban haciendo era sensual. Parecía más bien un procedimiento médico, contrario a lo que quería.

"Con ayuda y tranquilizantes" respondió. Ya no se sentía grogui como en el hospital pero imaginaba que aún debía tener algo de analgésico en el sistema y que por eso no le dolía nada si no lo tocaba. "Solo súbelo desde abajo y yo saco un brazo y la cabeza, luego lo sacamos del otro brazo" dijo, imaginando la operación en su cabeza.

[Tristan Jenkins]

Ah, claro, con drogas. Todo cobraba sentido de esa manera.

Asintió, tomando los bordes de la tela con sus manos y jalando hacia arriba como le había indicado. Hasta el momento había evitado poner sus manos sobre el cuerpo de ella más de lo necesario, porque si se lo proponía no era tan difícil hacerlo. Solo tenía que recordarse cada cierto tiempo que estaba lastimada. La ayudó a sacar el brazo y la cabeza, luego con el mismo cuidado que antes terminó se quitarle el suéter, el cual dobló y dejó sobre la chaqueta, es que había muy poco espacio como para dejar todo regado por ahí.

Listo ¿Qué seguía?