La Charla

[Emma Goulding]

Odiaba que le dijeran eso. Porque era como las últimas palabras del repertorio cuando ya no puedes o no quieres decir nada. En su caso, era lo segundo. Tomó aire por la nariz y lo botó con suavidad. Tenía que ceder, por más que su terrible orgullo se lo evitara. Aunque aún no estaba muy clara de lo que estaba sucediendo. Él se molestaba por solo sabe Merlín la razón y ella no tenía ganas de ponerse toda comprensiva si más bien la cosa debería de ser al revés. Rodó los ojos y se puso de pie, un minuto después de que él se hubiera marchado de la cocina y lo esperó en el living.
Porque iba a salir de la habitación, ¿No?.

[Emma Goulding]

Obvio que nos tenemos que poner víctimas. Sino no seríamos mujeres. Duh. Y eso me hace pensar que tienes reputación. ¡Ahá!, te descubrí.
Increíble. ¡INCREÍBLE!. ¿Cómo le decía eso?. ¿Cómo cedía después de eso?. Se sentía ofendida. Pero no Emma, no puedes decir una palabra porque lo quieres, ¿Cierto?. No puedes lanzarle a Voodoo ni quemarle la casa. Estúpida. Estúpida. Estúpida.
"Bien" Dijo entre dientes.
El orgullo es una cosa seria.

[Emma Goulding]

Porque no la iba a echar, obvio. Porque ahí sí que te quemaba la casa y te tiraba Voodoo.
Cerró los ojos ante el portazo "¡Bien!" Dijo en voz alta al Alfie inexistente. Y se cruzó brazos. Esto es estúpido. Y si, fue apenas ahí que notó que Alfie se había ido de su propia casa. ¿Qué estaba haciendo ella allí entonces?. Tenía que esperar un tiempo hasta que él dejara el edificio para poder marcharse.
Aunque muy bien podía...
Se acercó a la puerta y tomó la manilla, casi a punto de abrirla, pero la soltó. No iba a correr hasta a él y decirle que todo era su culpa. Ni loca. Él era el que había estado saliendo con Wayman así con cariñitos como 'My Bird'.
Decisiones. Decisiones.

[Emma Goulding]

Dos minutos. Tres minutos. Cinco minutos. Ya. Momento para salir. Y si, se le pasó por la mente romperle algo, pero era como mucho dramatismo, no más del excesivo que acaban de hacer. Abrió la puerta y salió, bajando por las escaleras y salió del edificio.
Ahora. ¿Volvería a donde Charles?. Oh, si Emma. Regresa a esa prisión. Es la mejor idea.
Rodó los ojos y metió las manos en su chaqueta, que era un poco delgada para el clima que estaba comenzando. Pero el enfado aliviaba.
Cerró los ojos y caminó. Hacia su izquierda. Solo hizo eso. Porque aún no conocía Londres.