Bolas de nieve

[Tabatha Stoughton]

Tener sus deberes terminados ese día le habían abierto la posibilidad de tener la tarde libre para ella sola. Y no, mis queridos lectores, no iba a ponerse a jugar ridículos juegos de mesa como el resto de tercero lo haría o pretender jugar quidditch o leer revistuchas de dudoso prestigio nacional o aventarse bolas de nieve (hmm no estaría mal eso) o a... vaya uno a saber lo que hacen los niños de ahora porque soy una ruca y no se me viene nada a la mente. Tabatha ya tenía trece años. TRECE. El número de la mala suerte, ok no. Ya era GRANDE, ya no hacía cosas de niños. Tenía que ser una adulta. Pero esas bolas de nieve que se aventaban en el patio unos chicos de diferentes casas (los veía desde el pasillo por el cual iba caminando) se le antojaban como un dulce a un niño chiquito. ¡Noooo! Tenía que ser adulta yaaaaaa. Pero sus ojos la traicionaban forzándola a verlos.

[Berthold Blevins]

A Berthold se le había contagiado la risa de uno de sus compañeros de Hufflepuff y los dos no podían parar de carcajearse mientras se tiraban bolas de nieve cada vez más deformes y apresuradas. Los otros dos chicos también estaban riéndose, pero estaban más ocupados en competir a ver quién arrojaba las bolas de nieve más grandes con más fuerza, en vez de simplemente disfrutar el juego.
Uno de los otros chicos ya se había cansado, y caminaba alejándose del centro de la acción. ¡Con lo mucho que se estaban riendo! Y ni hablar de lo genial que era socializar con otras casas y desestresarse. Tabatha totalmente debería unírseles.

[Tabatha Stoughton]

¡Pero si quería hacerlo! Su subconsciente la delataba, haciéndola caminar más lento y en dirección al patio. -Ay, no. ¿Qué estoy haciendo?- Se forzó a mirar al frente y caminar cual robot, pero su niña interna la obligó a voltear nuevamente. ¿Y si tuviera que poner el orden? Parecían muy divertidos todos y eso no era correcto en un colegio de tan alto renombre. Alguna regla debía prohibir eso, creyó haberla leído sólo que no recordaba cual era. Solamente así pudo convencerse de caminar hacia ellos sin pensar que lo hacía por la nieve para aventársela y así... ¡Ahora sí agárrense todos, porque ahí viene la ruda! "¿Muy divertidos, no?" se presentó ante todos mirándolos con ojos de prefecta (Audrey Campbell who?) y con su actitud de aquí truenan mis chicharrones y todos se callan. Pero creo que algunos no le hicieron mucho caso, hmm.

[Berthold Blevins]

Desde ya te aviso que yo sería uno de los muchos que sintonizarían el canal todas las tardes para ver Aquí Truenan Mis Chicharrones, con Tabatha como personaje principal de esta novela de policías.
Bertholdt alzó la vista, la bola de nieve todavía en su mano enguantada, y la bajó cuando vió a Tabatha. -Oh, no- pensó, mirando a su compañero brevemente antes de volver la vista a la rubia. "Stoughton" la saludó, con una sonrisa, esperando a que ella no planeara en detener la pelea.

[Tabatha Stoughton]

Ésta es la imagen del poster. ¿Te gusta?
Se le quedó viendo seriamente a unos de gryffindor que estaban frente a Berthold y su amigo, porque no le estaban prestando atención. Es decir ¡¿qué, están ciegos, no la ven?! Les echó ojos de varita como queriendo hechizarlos con la mirada. Un buen rictusempra no les vendría mal para que no pararan de reír, ya que les gustaba tanto. "Hey uste... ¿qué?" volteó al llamado del Gryffindor. "¡Tú, Blevins! ¿Qué se supone que están haciendo?" como si no fuera ya obvio, pero le gustaba sentirse la mala del cuento.

[Berthold Blevins]

No digo que no me guste, Tabatha, ¿pero no vas a tener frío persiguiendo criminales con esa ropa? ¿Y si te caes, te imaginas lo doloroso que sería rasparse teniendo tanta piel al aire? Yo me preocupo por ti.
Miró a la rubia, y luego miró alrededor tratando de entender exactamente qué podía ser interpretado de forma distinta como para que ella tuviera que preguntar. "Es una pelea con bolas de nieve" informó brevemente, mostrándole la que tenía en la mano.

[Tabatha Stoughton]

Gracias por preocuparte, sacaré un suéter y me pondré rodilleras.
Inmediatamente sus ojos se posaron sobre la bola de nieve y con una mano la golpeó para que se le cayera de las manos. "¡Nooo!" porque para el drama creo que era la número uno. "¿Qué no sabes que está prohibido jugar con nieve en estos climas tan bajos de temperatura?" pffffffffffff, es lo primero que se le vino a la mente pero estuvo súper bien ¿no?

[Berthold Blevins]

"¡¡A-!!" Tabatha acababa de mandar su bola de nieve al suelo de un manotazo y sus instintos todavía dormidísimos se negaban a creer lo que acababan de presenciar... ¡y luego esa regla!
"¿Dónde leíste esa regla?" preguntó alzando la voz, todavía completamente anonadado. O sea, ¡o sea, su bola de nieve! Dobló las rodillas y la quiso tomar del suelo, pero se deshizo.

[Tabatha Stoughton]

Y no pienses que Tabatha va a ensuciarse las manos para rehacer su bola de nieve. Oh no, por supuesto que no. Se le quedó viendo fijamente desde arriba, mientras veía cómo se hincaba en el suelo. "Viene en el Reglamento del Colegio" contestó de inmediato llevando el dedo índice al aire cual fascista en pleno discurso. Y si no venía no le importaba, tendría que demostrar que ella tenía la razón y nadie podía estar en contra.

[Berthold Blevins]

Exhaló por la nariz ruidosamente, pasando la mirada de la bola de nieve en el piso hasta la Hufflepuff, pensativo. Su amigo se dio media vuelta para retirarse, porque apenas Tabatha mencionó el reglamento ya sabía que no era una batalla que podían ganar contra ella.
Pero Berthold era terco, y no aprendía mas la lección de que no existe la justicia. "¿Dice dónde, exactamente?" preguntó, frunciendo el entrecejo.

[Tabatha Stoughton]

Lo supuso. Siempre que hacía mención del Reglamento, y como aseguraba que nadie en ese Colegio lo había leído, podía usarlo a su beneficio. Sin embargo, no recordaba lo astuto que podía ser su compañero respecto al tema. Pero, tampoco él contaba con la astucia de Tabatha para contestar tan rápido y tan bien cualquiera que sea el tema. Pestañeó antes de hablar. "En el apartado de Seguridad y Salud en el Colegio. ¿Qué no lo has leído acaso?" lo retó, torciendo un poco la cabeza y levantando una ceja incrédula, como diciéndole ¿estás dudando de mi conocimiento?

[Berthold Blevins]

Aflojó la expresión, porque obviamente no recordaba esa regla. Y como no lo recordaba, no podía acusar a Tabatha de estar inventándolo solamente para hacer que dejen de jugar. Ni valía la pena enojarse, asumió, por lo que alzó el mentón.
"Lo leí, pero sinceramente no lo recuerdo, así que..." la miró a los ojos "tú ganas" admitió, sintiendo que le pesaba la derrota en los pies, como si le hubieran llenado los zapatos de nieve.

[Tabatha Stoughton]

Lo sabía, sabía perfectamente que nadie en ese colegio leí. Oh sí, otra vez había triunfado cual jefa que era. Ojalá cuando entre a quinto sea prefecta, así pondría en cintura a todos sus compañeros, pero ahora sí con autoridad y con todo el apoyo de la ley.
Sonrió por la victoria.

"¡Ándenle, ya, como van!" les exigió con una mano señalando la puerta del patio para que se retiraran "si no quieren que llame a un profesor" porque Tabatha sí era de armas tomar.

[Berthold Blevins]

Uno de sus compañeros miró a Berthold, como esperando que dijera algo, pero él solamente se alzó de hombros. ¿Qué iba a hacer? No sabía si Tabatha realmente estaba citando el reglamento, así que no quería ponerse a discutir sin sentido.
Colocó las manos en los bolsillos, como obvia señal de que él se había rendido. Quizás podrían ir todos a los terrenos a lanzarse bolas de nieve, y esperar a que Tabatha se les uniera ahí. "¿Y si vamos afuera a jugar?" preguntó, ya que ella sabía tanto del tema. Aparte quizás si la distraía les daba unos segundos más a los otros a deshacerse de sus bolas de nieve lanzándoselas a otros.

[Tabatha Stoughton]

((OMG qué cambio de look, pero ya córtale el pelo XDDD En el avatar se ve bien moco y en la firma se ve de 14 XD))

Bueno, ¿qué el niño era muy... tonto o qué? Ni por enterada de que lo que realmente estaba haciéndole era distraerla para que sus amigos continuaran con el juego. Por eso pensó que era muy tonto como para no saber que el mismo clima del patio se encontraría en los terrenos de afuera. Tuvo que dejar los ojos en blanco. "¿Es en serio Blevins?" es decir, ¿tenía que explicarle esas cosas? Ya tenía 13 años... no era posible que no supiera esos principios de lógica básica. "¿Crees que el clima es diferente afuera?" lo miró con una ceja elevada y con la vista cansada. Porque estaba cansada, cansada de estos niños de ahora que no leían y no eran nada inteligentes, a su parecer.

((¿Y si vamos cerrando? O sea esto es de antes de la Navidad pasada XDDDD))