Tan Lejos

[Liz Weed]

En este momento Liz viene de una verdad mucho más dolorosa que lo que Mila pueda decirle. Además como consejo siempre es más efectiva una verdad cruel que una mentira piadosa. En el corto plazo hace sentir mejor, pero a la larga no es el camino correcto. Mila lo está haciendo bastante bien.

Sonrió al escucharla "Eso es todo lo que importa" sentenció "si no eres feliz, no tiene sentido"

[Liz Weed]

Las decisiones en favor del bien común no suelen hacer feliz a quien las toma sino quien se beneficia con ellas. El que las toma sacrifica justamente lo que lo hace feliz.

"Si él también es feliz contigo, no es tan egoísta" le dijo aunque no sabía bien la situación particular de Mila ni por qué movió la cabeza como queriendo alejar un pensamiento.

Cuando nombró la palabra 'chocolate' los ojos de Liz brillaron "Sí, gracias" respondió sonriente extendiendo el brazo para tomarla "el chocolate siempre me levanta el ánimo" El punto débil de Liz eran los dulces porque para el resto de la comida era bastante rara... no comía carne, el pescado en particular le repugnaba y una larga lista de etcéteras.

[Liz Weed]

Recibió la caja en las manos y la miró frunciendo levemente el ceño "¿Seguro? ¿No quieres quedarte ni una?" preguntó "ah, cierto, no lo tienes permitido por la danza ¿cierto?" dijo cayendo en cuenta que debía haber un mundo de cosas que no era aconsejable comer si quieres pesar como una pluma "¿ni siquiera quieres una para regalarle a Ethan?"

[Liz Weed]

((Volvii =) ))

Alzó los hombros y miró la caja entre sus manos "Gracias" dijo sonriendo levemente. Quizás cuando las cosas mejoraran entre Ethan y ella, podría también regalarle alguna... no iba a terminarse una caja entera ella sola.

"Mi abuela no era de regalarnos golosinas, pero sí de hacernos nuestro plato favorito cualquier día a cualquier hora y porque sí" dijo sonriendo, entendiendo por qué Mila no se negaba a recibir cajas y cajas de algo que ni siquiera le gustaba.

[Liz Weed]

Liz sonrió. Era totalmente cierto, las abuelas eran una segunda madre pero sin los retos y con mucha más paciencia.

"A mí ya no me queda ninguna" dijo bajando la mirada ya que especialmente el recuerdo de haber perdido a su abuela era uno de sus puntos débiles que la llevaba de culpa y tristeza "tengo un abuelo que es un gran inventor de historias, le encanta hacerle creer cosas ridículas a Sissy, mi hermana" le contó intentando recuperar la sonrisa "pero no es lo mismo... así que cuida bien a la tuya"

[Liz Weed]

No vamos a negar que era toda una sorpresa ver a Mila teniendo un gesto de empatía incluso físico si se quiere. Liz la miró algo sorprendida pero le sonrió en agradecimiento.
Justamente era una tarde fría, ideal para estar en casa con una abuela malcriadora que estuviera haciendo algo dulce para la merienda, se llenó de nostalgia y ganas de volver a ser niña y no ser adolescente, cosa que apestaba.

"¿Qué cosas te enseñó?" preguntó interesada

[Liz Weed]

Escuchó a Mila y se imaginó el libro como esos antiguos que ella adora, con tapas grandes algo rotas, decorados con algún símbolo mágico antiguo. Por lo que conocía a Mila imaginaba que su familia era igual, por lo que quizás el libro pese a viejo no estaba dañado, quizás lo conservaban pulcramente.

"¿Qué tipo de comidas hacen?" preguntó ya que a ella también le gustaba la cocina "latín te debe haber servido un montón para los hechizos, es genial" dijo sonriendo. Las otras cosas eran típicas del rol de la mujer décadas pasadas, de a poco comenzaba a verse extraño que alguien joven supiera bordar y tejer, pero Liz no era prejuiciosa ni mucho menos así que no diría nada al respecto pese a que no eran las cosas que más le interesarían aprender.

[Liz Weed]

Rió imaginando que aprender una lengua muerta que encima es raíz de un idioma que ni siquiera era el propio debía de ser una tortura.
"Me gusta la comida italiana, muchísimo" dijo Liz fascinada "tomate, albahaca, aceitunas... nada animal y encima super rico" Mila creería que era loca "uno de mis sueños es al terminar Hogwarts poder recorrer el resto de Europa... creo que moriré de felicidad frente a la torre Eiffel" si vamos a exagerar, que sea con todo.

[Liz Weed]

Uno de los motivos por los que Liz quiere recorrer el continente es porque ama los idiomas y sueña con poder pasar de país en país, una semana hablando una lengua, la semana siguiente practicando otra.

Qué haría con su futuro era algo bastante incierto y el tiempo comenzaba a apremiar... si bien había elegido todas las materias que podía por los resultados de los TIMOS, lo había hecho basándose en las que le gustaban desde el comienzo más que en prepararse para una carrera de la que nada sabía aún. "La verdad es que ya debería saber qué voy a estudiar pero todavía no me decido por nada... me encanta preparar pociones, quizás sea algo relacionado a eso" le explicó a Mila "pero también me fascinan los encantamientos que tienen que ver con el agua... igual ¿suena iluso elegir por gusto?" preguntó para conocer qué pensaba la chica.

Sonrió embelesada ante lo que relataba Mila sobre París. "¿Y Roma? También quiero conocer Venecia" Era difícil elegir, Florencia no se quedaba atrás en cultura y ciencia... caminar por donde habían vivido tantos genios debía ser inspirador.

[Liz Weed]

La idea de Liz no era tanto de mochilera pero sí relajada de ciudad en ciudad, quizás parar en lugares donde pudiera conocer gente de diferentes países e ir enriqueciendo el viaje, sería ideal.
Si, era cierto, tenía todavía un año para pensar qué hacer pero Liz se sentía extraña por tener solo en claro gustos pero no una vocación por así decirle. Sabía de compañeros que tenían en claro lo que harían luego de Hogwarts desde hace ya tiempo.
"¿Tü qué planes tienes? Además de pasar los TIMOS, por supuesto" dijo bromeando "¿ya sabés que harás al terminar aquí?"

Escuchó la opinión de Mila y simplemente pudo concluir diciendo "espero conocerlas todas las ciudades"

[Liz Weed]

¡Mochilas para todos! porque no hay nada mejor que viajar, no así escapar. Menos mal que no son Gryffindors sino sería decepcionante que huyan de sus problemas.

Liz puso cara de desagrado y frunció el entrecejo. Primero podría haber pensado que era una broma de Mila pero el tono serio le decía que no. "No suena como un plan muy feliz" se le escapó "perdón, quiero decir que no pareces muy feliz con eso".

Para Liz nadie puede ser feliz sin hacer nada, lo que Mila describía parecía que iba a trabajar de adorno el resto de su vida.

[Liz Weed]

Trofeo, adorno, es medio lo mismo... juntan polvo sobre un estante.

Algo en la manera de hablar de Mila le decía que no era del todo un chiste pero no quería incomodarla ni discutir sobre un tema del que no sabía nada ya que ella no pasaba por esa situación así que se dedicó a escucharla.

"Viajar siempre ayuda a darnos otra perspectiva de las cosas... al menos eso dice mi mamá" dijo sonriendo "nada nos apura, o nada debería hacerlo. Igual las elecciones también pueden cambiarse y corregirse pero lleva más trabajo"

[Liz Weed]

Podés esconderlos mucho pero siempre en algún momento el recipiente se llena y explota o algo sale a las superficie. Quizás pronto Mila ya no de más de sentimientos guardados y deba abrir la tapa para dejar salir un par.

"Hay tanto para recorrer" suspiró Liz sabiendo que no le alcanzaría la vida para ir a tantos lugares "pero con conocer algunos sitios en particular me conformo"

El estómago le comenzó a doler y se dio cuenta que por el asunto de Ethan había estado sin comer desde el desayuno. "¿Quieres ir al comedor a tomar el té o comer algo?" le preguntó. La verdad es que estaba cansada y no quería moverse de ese sillón pero también tenía ganas de comer algo que terminara de levantarle el ánimo.

[Liz Weed]

Rapado y sin cejas es una venganza perfecta, por ahora Liz se va a contentar con intentar morderlo y verlo sufrir porque va a tener un accidente con su alergia a la calabaza.

Sonrió contenta y también se puso de pie. Dejó su mochila roja allí tirada a un costado del sillón porque estaba encantada para que nadie pudiera abrirla y se dispuso a comer en compañía de Mila. Estaba agradecida por tener alguien con quien contar en esos momentos.

((Cerrado))