Creation and Recreation

[Veselko Tsolov]

En teoría tendría que haber leído Hogwarts: A History antes de bajarse del barco, pero la verdad es que nunca le había parecido interesante auto-arruinarse su viaje leyendo las cosas que estaba por experimentar en carne propia. Pero ahora que estaba ahí, había tenido una duda hace un tiempo que no había logrado disipar ni siquiera después de escuchar el discurso de comienzo de año del director del colegio.
Por eso tenía que recurrir al libro, supuso, para terminar de entender al castillo. Y era un libro enorme (y en inglés, ugh), por lo que después de sacarlo de la estantería se fue directo al índice y buscó la sección sobre el Bosque Prohibido. Apoyó sus caderas contra el alfeizar de una de las ventanas, tratando de ponerse bien a la luz.

[Veselko Tsolov]

Levantó la vista del libro, justo cuando estaba repitiéndose mentalmente el número de página donde había información sobre el Bosque Prohibido, y alzó las cejas. Lo primero que le vino a la mente fue 'los gatos hablan francés' y no porque te esté diciendo gata, Elle, pero por favor. Era porque el francés sonaba como a un perfecto ronroneo en sus oídos, según había descubierto la semana pasada. Ya se olvidó en qué página tenía que detenerse.
"Hola" saludó, porque no puede decir bonjour sin sonar a que se le había atorado algo en la garganta. "¿Cómo estás?" repitió como si lo estuviera sacando del libro de bolsillo de inglés para novatos. A Elle la tenía de vista: francesa, había quedado en el mismo escuadrón amarillo que él y... bueno, eso era todo lo que sabía de ella.

[Veselko Tsolov]

Le sonrió, bajando la cabeza brevemente para tratar de ponerle un poco más de onda e imitar un acento un poco menos serbio. "Muy bien, muy bien también" asintió con la cabeza, mientras trataba de pensar en qué diría, y cómo se decía.
Cerró el libro, porque obviamente no iba a ponerse a buscar información mientras hablaba con Elle (aparte no podría, realmente, no tiene tanta concentración como para algo así). Despegó la cadera del alféizar, y movió el libro como para que ella pudiera ver la portada. "¿Necesitabas esto?" preguntó, poniendo cara de preocupado.

[Veselko Tsolov]

De más está decir que las cejas de Veselko se alzaron en total admiración cuando Elle pronunció el nombre completo de la fundadora de la casa en la que ambos estaban hospedándose. Wow, qué verguenza, él seguía demorando el momento en el que tendría que sentarse a repetir internamente las sílabas. Mentalmente ató el suspiro de la rubia con el cansancio causado por pronunciar semejante nombre.
"Durmstrang" respondió de inmediato, sin siquiera considerar que podría estar preguntándole sobre su país de origen. "¿Tú eres de Bobbaton?" preguntó, destrozando el nombre de la institución con su acento.

[Veselko Tsolov]

"Oh" le sonrió, captando que había respondido algo que Elle no le había preguntado (y que era bastante obvio que era de Durmstrang, pero él se olvida). "Yugoslavia" respondió amablemente, pero sin una nota de orgullo en la voz. Lo del nacionalismo nunca se le había dado bien, y aunque su país no estaba nada mal, no le parecía mérito haber nacido ahí. "¿Has ido?" preguntó, con mucho más interés (porque la fe es lo último que se pierde).

[Veselko Tsolov]

((Voy a empezar a agregar en mi currículum que recibo tutorías tuyas))

Veselko, de todos modos, le había creído por completo que a Elle le afectaba el no haber pisado Yugoslavia. Es más, había hecho una notita mental de invitarla a hacer un tour algún día, si es que florecía alguna amistad entre ellos.
"Lo es" respondió brevemente, más por falta de vocabulario y fluidez que por falta de ganas de decirle cosas lindas del lugar. "Todos saben que Francia es bonita" agregó, como queriendo devolver el halago. Si lo decía por ella o por el país, no estoy seguro.

[Veselko Tsolov]

Le devolvió la sonrisa, en parte porque obviamente era muy agradable hacerle cumplidos, y por otro lado porque era completamente cierto que tenía una buena imagen de Francia. La verdad es que, por ahora, no había tenido ni la más mínima razón como para hacerle asco al país.
"No, quiero ir" le aseguró, tomándola brevemente del brazo como para enfatizar su sinceridad. "Quiero ir París y Bordeaux y Dijon" soltó, como si hubiera sido su sueño. Creo que esos son los únicos tres lugares franceses de los que escuchó hablar, sino seguiría agregando nombres.

[Veselko Tsolov]

Sonrió, pasándose una mano por el cabello para tirarlo hacia atrás con la misma mano que había usado para tocarle el brazo a Elle. Obviamente le agradaba que ella no parecía asqueada por el breve contacto físico.
"¿Qué tipo de cosas te interesan?" preguntó, aunque en realidad quería saber qué cosas eran interesantes en la ciudad de las luces que la rubia apreciaba tanto.

[Veselko Tsolov]

Veselko cometió el error de tomar el tono sugestivo de Elle como uno secretivo, más porque no conocía bien a la chica que por ser inocente.
"Me encantaría" respondió tratando de imitar el tono de voz de la rubia, alzando las cejas. La verdad es que no sabía qué tipo de baile sería, ¿algo moderno, algo más tradicional? ¿Acaso le estaba diciendo que los de Beauxbatons irían a preparar un baile para Navidad? Cualquiera de las respuestas parecían intrigarlo de la misma forma.

[Veselko Tsolov]

La miró con una sonrisa amable cuando ella comenzó a tararear, pero la atmósfera cambió inmediatamente cuando las manos de Elle se posaron en sus hombros y el baile comenzó. La sonrisa desapareció completamente, no porque no fuera señal de complacencia, sino porque sus labios se separaron sin poder evitarlo en pura demostración de sorpresa y admiración.
Cuando ella se giró y le sonrió al final de su demostración, Veselko abrió la boca y movió la cabeza ligeramente hacia un lado, cejas alzadas y un casi imperceptible rubor marcándole los pómulos. "...Wow" qué decir, caray.

[Veselko Tsolov]

Se llevó una mano a la cara y apoyando los dedos pulgar e índice en las comisuras de los labios, dejó caer la mano lentamente hasta dejarla en el nacimiento del cuello. Si era cierto que un gesto habla más fuerte que las palabras, Elle podría notar que su amigo serbio estaba más que felizmente anonadado por el espectáculo.
"Me encantó. Me encantó mucho" asintió con la cabeza lentamente. ¿Esta chica era real? ¿Alguien le estaba pagando para que jugara con su pobre y débil corazón y otras partes donde también se bombea sangre?

[Veselko Tsolov]

((Apa, toda sexy vos desde el primer día))

Los ojos de Veselko hicieron un tour desde los ojos de la francesa, haciendo paradas especiales en su boca, su cuello hasta finalmente posarse donde ella descansaba las yemas de sus dedos, cerca del escote y el tentador botón -Ave María purísima-.
"No sé si merezco" bromeó, volviendo a subir la vista a los ojos de la rubia en un remarcable esfuerzo por no quedarse estancado en su pecho. Momentos así odiaba no hablar inglés como un nativo, ¿cómo iba a encantarla si se expresaba como un ignorante?

[Veselko Tsolov]

Tomó aire por la nariz lentamente y sus ojos volvieron a hacerse una panorámica de Elle, mientras estiraba la mano con la que sostenía el libro y lo dejaba cuidadosamente en al alféizar de la ventana. El Bosque Prohibido que le había interesado conocer al entrar a la biblioteca difería terriblemente con el otro bosque prohibido en el que estaba pensando ahora.
Se detuvo otra vez en los ojos de Elle, que estaban prácticamente a la misma altura que los suyos. Separó lentamente los labios para hablar, pero las palabras se le habían escapado de la mente. La mano libre se apoyó en la espalda baja de la rubia.

[Veselko Tsolov]

Embobado era poco: Elle lo tenía completamente hechizado a esta altura. No se animaba a tocarla con la otra mano, que colgaba al costado de su torso, como si temiera que ella volviera a sus sentidos y lo empujara a un pozo. Pero los dedos de ella ligeramente rozándole la nuca, sus brazos rodeándolo, ese rostro angelical tan cerca del suyo. Como para no dejarse hechizar, la verdad.
Si pudiera explicarse a su gusto en inglés estaría diciéndole que ni hacía falta que él le dijera cuándo, porque le tenía todas las ganas ahora mismo o cuando ella quisiera. Pero como no podía, solamente soltó un "Okay...", clavándole la vista en la boca. Tan obvio, Veselko, tan obvio lo que quieres.

[Veselko Tsolov]

Con el empujoncito de Elle, él dio un paso atrás, sin poder evitar sonreír a boca cerrada. ¿Ni un beso le iba a dar, nada? Obviamente no tenía idea de cómo era la francesa ni qué pretendía de él, pero Veselko tenía sus propios anhelos listos para proyectar en la atractiva rubia.
"¿Me dejas... así?" preguntó, alzando las cejas. Por el rabillo del ojo notó el libro que había abandonado en la ventana, pero volvió a prestarle toda su atención a Elle.