El ultimo vagon

[Dora Archivald]

((*cae cual vampiro sobre Jojen Reed* ¿?))

Ella había perdido a sus bitches y estaba en pleno escape de un tontuelo de tercer año que se le había pegado como un caramelo babeado. El chico ni siquiera calificaba dentro de lo que Dora, como la gran facilota que era, llamaba 'sapitos en desarrollo'. Un 'sapito en desarrollo' que valiese la pena sería rico, muy inteligente y no estaría lleno de acné de oreja a oreja y de frente a mentón. Y luego se convertiría en un 'sapo desarrollado' al que no le molestaría meterle la lengua por la garganta de vez en cuando, por decirlo delicadamente.
Pero eso que la perseguía era más de lo que su estómago podría soportar jamás, así que se daba el gusto de destrozarlo moralmente. Total, ni siquiera valía la pena esperar a que creciera, porque, además de feo, era pobre e idiota.
En su huída, caminando de espaldas y diciéndole cosas que años de terapia no borrarían (riéndose, para peor), se topó de golpe con el asiento sobre el cual estaba parado Bertie. Ella se golpeó la parte de atrás de las piernas, pero no creo que haya movido el banco si era fijo. Te la encargo si era un banco suelto.

[Dora Archivald]

((¡Gracias por recordarme uno de los libros que tenía en la lista de lectura! Los almuerzos en el trabajo van dedicados a la lectura en pantalla mientras como :P))

No se había terminado de dar cuenta del golpe en la pantorrilla que tuvo que girarse por instinto para no ser aplastada por algo. ¡Así se le complicaba mantener la postura de chica mala! La expresión de sorpresa no pega con la de 'me estoy burlando de ti', Bertie, gracias por arruinarle el discurso. No se olviden que detrás de ella aún está el mocoso de tercer año diciéndole 'vamos, si sé que estuviste con uno de cuarto, yo soy alto, sé que quieres' -Te llenaría esa boca asquerosa de brasas calientes, enfermito- ¿Es que los mocosos no tenían respeto por nadie ya? Las denigraciones que tenía que tolerar por jugar a su juego eran demasiadas.
Pero volviendo a Bertie, si bien el chico le había rozado apenas la ropa con la pierna, Dora aprovechó para pasar de página y dejar al mocoso ofensivo en el pasado. "Estoy esperando", le dijo cuando se levantó. Se cruzó de brazos y lo miró fijo a los ojos.

[Dora Archivald]

Si le haces un macho con tetas, te juro que Dora será feliz por el resto de su vida.
Movió los brazos para que quede bien claro que los tenía cruzados y levantó una ceja, mirándolo fijo. "Estoy esperando una disculpa, no una invitación a... eso", lo miró de arriba a abajo, como haciendo notar que para ella eso no era bailar o no tenía inventado sustantivo aún.
Claramente no era un buen día. Y además de ser pequeño, Bertie tenía esposa prácticamente, así que tampoco le interesaba tanto como para tratarlo bien. Distinto sería si Audrey estuviera buena. Ahí te trataría como una seda.

[Dora Archivald]

Una coordinación total. Tan masculina que estás a punto de gustarle, no sé si me entiendes.
"¡Casi me golpeas!", le dijo algo fuerte, para evitar que se siguiera haciendo el tonto. Porque es obvio que casi la golpea, no la dejen a la mitad del ataque de histeria, por favor. Cualquier persona normal hubiese seguido caminando hacia donde quería ir, evitando estar rodeada de quienes no quería tener cerca... Pero creo que ya está bien claro que Dora no es normal.
O en todo caso es tan normal como una sirena montada en un tanque de guerra, por decir algo.

((No pretendan metáforas coherentes...))

[Dora Archivald]

Tú convéncete de ello, nomás... Ya querrás volver a bailar como hombre cuando te lleve a la pista un cubano libidinoso de dos metros.
¿Bertie la llamaba mentirosa pero luego se disculpaba? Obviemos la disculpa... ¿La había llamado MENTIROSA? ¿A ella, que era la transparencia personificada? Vas a morir, Puffie. A no ser que le consigas una poción para hacerse hombre en tu mercado, ese que llevas a escondidas de los profesores y que Dora aprovecharía si conociese.
"¡Yo no miento! Pero te disculpo, no te preocupes", le dijo, para terminar con esa situación extraña en la que nadie se oía bien por la música y en la que estaba rodeada de niños pequeños más altos que ella y que no le interesaban. Y se hubiese marchado, pero el idiotita de antes estaba esperándola a unos metros de donde estaba ella, rodeado de sus idiotitos secuaces. ¿Dónde estaban sus bitches cuando las necesitaba? Hasta alguien como Dora se daba cuenta si era superada en número.
Sin que le hiciera ninguna gracia, Dora comenzó a moverse al ritmo, bailándole a Bertie pero sin mirarlo demasiado. Necesitaba desmotivar al enjambre molesto de idiotas.

[Dora Archivald]

Yo cambiaría 'tipo' por 'niño alto', pero sí, era raro. No le gustaba mucho (o sea: ¿Socializar por socializar? ¡El horror!), pero en ese momento en particular le gustaba menos ser molestada por un mocoso hormonal.
"Claramente no", contestó. No quiso ser ruda, pero ya tiene la expresión fijada en el rostro. Levantó los hombros con una pseudo-sonrisa, para que el chico no se ofendiera. Aunque parecía difícil de ofender ese simpático y feliz junco.
"¿Siempre hacen esto?", le preguntó. Alta fiesta los chicos.

[Dora Archivald]

No, su sala común no apestaba, porque por suerte los calamares dormían en otra habitación y no molestaban con sus tentáculos mientras las bellas sirenas dormían.

"Entiendo", comentó. Todo estaba más tranquilo, eso era cierto. Y por primera vez en la vida Dora tenía algo positivo esperándola en el futuro: Lola. Quizás fuese por eso que su instinto asesino y come-hombres estaba relajado. Amor, esa era la respuesta que jamás había esperado encontrar. Si supiese ahora cuánto la había debilitado su encuentro con Lola y cuánto sufriría luego, se tiraría del tren en ese instante.

"¿Y a tu novia no le gusta divertirse?", comentó como quien no quiere meter cizaña, pero lo hace.
Tampoco es que Lola la convirtió en mejor persona. Quizás con el tiempo lo hubiese hecho... Pero, ya saben.

[Dora Archivald]

Le miró la mano un momento y mentalmente se relajó pensando: -Qué más da... ya estoy en el medio del estúpido baile-. Estiró su propia mano, cosa que jamás de los jamases habría hecho de no ser por Lola y la paz mental que le trajo, y se adaptó a lo que fuera que le iba a hacer Bertie. Si tenía que girar, giró lo más delicadamente que pudo. Nada de parecer una fiestera ridícula. Nada de eso.
"Ya sé que es Hufflepuff, lo que pregunto es por qué no está aquí contigo", aclaró.

((Y no digas que porque la player es una vaga, porque hago que Dora te patee los huevos.))

[Dora Archivald]

((Creo que igual no tendrías problema en conseguir un par en el mercado negro ese del que formas parte))

Luego del giro, el chico no le había soltado la mano, así que ella hizo un esfuerzo y mantuvo la suya relajada y adaptable a sus movimientos mientras movía las caderas sutilmente hacia los lados. Ni idea de qué están bailando, pero asumo que no era música clásica muggle.
"¿Más interesante que esto?", dijo con una risita que dejaba claro que no catalogaría el baile como interesante. "¿No se pondrá celosa?", preguntó, más que nada por costumbre.

[Dora Archivald]

((Vos sabés que yo necesito otras cosas que, ahora que lo pienso, deben ser más complicadas de conseguir. No quememos ningún puente :P))

No tiene por qué tenerle miedo a ella, que pesa lo mismo que él probablemente (y mide muchísimo menos), sino a esos supuestos novios. Pero en este punto tengo que admitir algo muy triste: ¿quién se pelearía por ella? Nadie. Quizás Ashley Hogan hubiera defendido su honor (hasta donde pudiera hacerlo sin mentir), pero solo porque él era un buen tipo. Pero, ¿sus últimos queriditos? Uno más aprovechado que el otro.
Cuando él la soltó, Dora continuó casi-no-bailando. Es un avance. Es mejor a que se quedara allí parada y cruzada de brazos mientras Bertie se dejaba el esqueleto en la pista.
"Es un montón, la verdad. No sé cómo hacen", le dijo. Tenía en el rostro la expresión que traía hace rato: desdén, hastío y todos sus sinónimos. Cuando se dio cuenta de esto, cambió la expresión con rapidez y levantó las cejas, luciendo auténticamente interesada. "Lo digo en serio: ¿cómo hacen?"
Y no es que le interese para tener novio oficial. Le interesa porque espera no arruinar las cosas con Lola. No sentía que fuese a tener muchas oportunidades así en la vida.

[Dora Archivald]

-¡Oh, por favor! ¡¿Qué es ese baile?!- pensó, algo avergonzada de los movimientos de avestruz del chico.
"Hay millones de formas en las que las cosas pueden salir mal", le comunicó de forma pesimista. "No creo que el secreto sea solo perder el miedo", agregó. Que ella perdiera el miedo en esa jungla que era Hogwarts significaba demasiadas cosas que no quería ni pensar.
Disculpala si no tiene fe en la gente y sus prejuicios. No es como si acabasen de salir de la época más bella en la historia del Mundo Mágico, como para que ella dé rienda suelta a sus deseos.

[Dora Archivald]

Tienes razón en algo: le era difícil ofenderse por que la llamen 'miedosa' cuando se lo dice Bertie en el medio de esa imitación de baile que estaba haciendo.
"El miedo mantiene viva a la gente" comentó. Ya no quería moverse tanto (aunque su baile era bastante sutil, de todas formas), así que puso las manos en la cadera y estiró un poco los codos hacia atrás, mirando un poco más a la gente que los rodeaba. "¿No crees?" preguntó, volviendo a mirarlo.

[Dora Archivald]

Lo miró, levantando las cejas ante sus opiniones y considerándolas un momento antes de responder. "No creo que comer lechuga haya ayudado mucho a toda la gente que murió estos últimos años" opinó.
A lo largo del año se le van un poco las ganas de opinar de política y de la sociedad mágica, pero todavía tiene demasiado cercano el aburrido Verano de reuniones sociales y charlas interminables entre los adultos de las familias cercanas a la suya. Lo único que la mantuvo feliz fue la posibilidad diaria de recibir una carta de Lola. Cosa que nunca pasó, pero eso no quita que la espera y el recuerdo del Campamento hayan sido desagradables.
"Creo que el miedo es lo que nos hizo sobrevivir como magos, por ejemplo, en la época en la que los muggles eran más supersticiosos" agregó, para reforzar su opinión anterior.

Y ya no bailaba. Se aburre con facilidad de las situaciones que no incluyen una linda chica hablándole de cualquier cosa o un potencial amante-novio rondándola.