Tentaciones humosas

[Josh Deacon]

No borró la sonrisa que tenía en la cara ni por medio segundo. En lo que respectaba a las apariencias, parecía hasta más animado ahora que estaban cerca del Gran Salón.
La verdad es que Apolline le resultaba imposible de comprender, y necesita reorganizarse para tener otra estrategia. "Lo que sucede es que..." ladeó la cabeza ligeramente hacia la derecha, pensando. O inventando. Dos pueden jugar a ese juego. "Ya sabes, rivalidad de casas" dijo. Estaba invitada a tomarlo como broma o como que generalmente cada uno come en la mesa de su casa.

[Apolline Bonnet]

Se le quedó mirando un rato con el entrecejo fruncido, analizando lo que le acababa de decir. Ella no creía en esas cosas pero debía comprender que los demás no eran como ella "Oh, bueno, está bien, entonces te veré al salir, supongo" Dijo claramente desanimada de no poder estar con su nuevo amigo Josh durante la cena "¿Aún va lo de nuestra salida a Hogsmeade?" Preguntó para asegurarse.

[Josh Deacon]

-...Rayos- ya iba a averiguar qué es lo que Apolline quería hacer en la cena. Quizás ahora que iba a poder estar alejado, con la cabeza despejada, notaría si realmente miraba a Dumbledore o traficaba aceitunas a la mesa de Hufflepuff. Josh está seguro de que va a descubrir la verdad tarde o temprano.
"Claro. Y no me olvidaré de tus guantes, tampoco" le aseguró, ahora sí dejando morir la sonrisa en sus labios para regresar a una expresión más neutral. Ya te va a agarrar con las manos en la masa.

[Apolline Bonnet]

Se acercó un poco más para ponerle las manos en los hombros "Más te vale" Y hablaba de ambas cosas, de la cita y de los guantes.
Se alejó de a poco de él caminando hacia atrás hasta que se giró por completo para seguir caminando hasta el gran comedor.
Si quieres saber, cuando se sentó junto con su grupo se le olvidó por completo seguir con la mentira y lo único que hizo fue observar a Ashley todo el rato (Porque es una divinura comiendo).

((¿Me das el otro en Hogsmeade?, no me hagas suplicar))

[Josh Deacon]

Durante la cena hizo lo posible para olvidarse de esa sensación incómoda y rara que le había causado Apolline. Es decir, en cinco años nunca habían conversado tanto como ese día, por lo que podía asegurar que realmente no la conocía. Pero había algo que no le cerraba.
Antes de levantarse para ir a su sala común le pasó los guantes de Apolline a un compañero que iba hasta Gryffindor para saludar a su novia, para que se los de por él.

((Claro, ¿lo abro yo? Also, FIN.))