Trabajo de verano

[Nathan Colbert]

Se apoyó contra el mostrador, mirando hacia la calle por el vidrio que llevaba las letras del local pintadas prolijamente. Y, entre quedarse en su casa lustrando escobas y pensando hasta machacarse internamente o ponerse el uniforme blanco con gorro incluído y trabajar en la heladería frente del Cardiff Central Market, prefería el trabajo de verdad que pagaba dinero (muggle, pero dinero al fin) de verdad.
Había sido un trabajo interesante y sumamente útil porque no le dejaba mucho tiempo para ponerse a pensar en estupideces mientras se aprendía los nombres y la ubicación de los sabores de helado, los precios de los conos y los vasos plásticos, repasaba el cambio muggle, esas cosas. Y a veces su padre lo invitaba a jugar al Quidditch junto a sus alumnos cuando volvía a casa, hasta cansarse, y los días se pasaban rápido.
No quería que los días pasaran rápido, no quería volver a Hogwarts antes de darse cuenta que las vacaciones habían ido y venido. Alzó la vista y se despegó del mostrador cuando escuchó la campanilla de la puerta de entrada repicar.

[Nathan Colbert]

Lo más grande era un pote de cinco kilos, que asumió que no era lo que... Queenie McRiller. Esa era Queenie McRiller, no había dudas. Nathan se quedó mirándola, asumiendo que ella no quería estar haciendo conversación con alguien de Hogwarts en público.
"Buenas tardes" saludó, mientras alzaba un brazo para señalarle el estante donde estaban las muestras de los diferentes contenedores, conos y vasos, con los respectivos precios. "Lo más grande es un pote de cinco kilos, pero hay una porción individual de un cuarto de kilo..." no sabía si tratarla diferente por conocerla.

[Nathan Colbert]

No, era evidente para Nathan que lo que debía hacer era tratar a Queenie McRiller como una cliente más.
Se giró y, agachándose para tomar el pote de cinco kilos, se volvió hacia la pelirroja. Mantuvo el pote anormalmente en alto, como para que viera bien que se estaba llevando una mountainload de helado. "¿Quiere que le vaya diciendo los sabores que tienen... cositas adentro?" preguntó.

[Nathan Colbert]

Nathan agrandó los ojos, sorprendido de que le estuvieran llamando la atención por su modo de tratarla. Es decir, él estaba confiado en que siempre trataba a la gente con tanto cuidado que nunca podrían tratarlo de descortés. Pero Queenie tenía razón.
"Sí" no sabía si tenía que devolverle los guiños exagerados, así que no lo hizo. "Perdón, Queenie" apretó una sonrisa insegura y volvió a levantar el pote para que Queenie lo notara y le confirmara sobre los sabores con cositas.

[Nathan Colbert]

Entrecerró suavemente los ojos, ¿cómo que reconoció el costado de su cabeza? La miró confundido (porque lo confundes, Queenie McRiller) mientras trataba de mantener el contenedor en alto.
"Sí" sonrió, sintiendo un poco de nostalgia por Hogwarts, por los partidos de Quidditch, por Diane y sus compañeros de equipo en general (no es que de alguna forma haya pensado en Kerry, no, nada que ver). "¿Cómo... cómo está?" movió suavemente la mano con el pote vacío, tratando de atraer atención a ella.

[Nathan Colbert]

Espero que nadie los esté mirando, porque debe parecer la conversación más tarada entre las dos personas más lentas de todo el Reino Unido. Nathan iba a aclarar que su pregunta original era '¿cómo está usted?', pero no era sabio desaprovechar la atención que el pote había ganado.
"¿Le pongo todos los sabores con cositas o prefiere...s que te vaya diciendo cuáles hay?" ofreció, porque no hay nada peor que cuando te devuelven un helado porque no es lo que pidieron.

[Nathan Colbert]

Quizás Queenie notó la expresión de horror que puso Nathan cuando le entregaste semejante honor. Era mucha responsabilidad, pero realmente no veía otra opción que obedecer.
"Ah, ¿por el acento?" preguntó. Ni los galeses que lo escuchaban pensaban que era de ahí. "Mi mamá siempre quiso que hable RP, como ella" agregó, mientras comenzaba a ponerle chocolate suizo en el pote.

[Nathan Colbert]

Lavó la palita mientras alzaba la vista para ver a Queenie. "Siempre pensé que los acentos eran una parte importante de las personas" comentó, siempre le había parecido simpático el acento de Queenie. Y también le pareció muy valiente que lo usara sin reservas.
"Da a entender un montón de cosas, es parte de uno y del lugar al que pertenece" no era como su no-acento instruído, aburrido y plano como él. Lo malo es que si hablaba como galés, estaría imitando. No tenía sentido.

[Nathan Colbert]

Cuando quieras abrimos un club para los traumados por las relaciones, aunque ninguno va a tener mucho éxito abriendo un taller sobre cómo superar ese tipo de cosas.
"Mh" respondió con una sonrisa, porque si ella se rió, él lo tomó como broma. Volvió a meter otro sabor con cositos en el contenedor "Siempre pensé que sería raro, ya que no se me da natural. Es como que a uno le guste Rusia y empiece hablar con acento ruso, suena raro porque no es propio" comentó, frunciendo el entrecejo con una sonrisa. ¿Había tenido sentido eso?

[Nathan Colbert]

Alzó la vista y enderezó la espalda, mirando a Queenie. 'Apropiarnos de lo que nos gusta' retumbó en su cabeza. Y la frase siguiente, y así, en un loop.
Parpadeó, regresando a la realidad. Estaban hablando de acentos, no de... otras cuestiones."Sí..." comentó, todavía con la cabeza en otra cosa. El helado bien, por cierto, pero quizás estaría bueno que Nathan recordara enseguida que trabajaba en una heladería antes de que se le derrita todo a Queenie.

[Nathan Colbert]

((¡Oye! *la señala* ¿...Te cambiaste el peinado?))

Es que con el corazón tan grande seguro no había necesidad de un cerebro totalmente funcional, Queenie equilibra las cosas. Es parte de su encanto.
Como voy a asumir que este thread ocurre después de que Nathan se entera que quedó como capitán, miró a Queenie brevemente antes de volver a enfocarse en el helado. "¿En Gryffindor?" preguntó idiotamente, tratando de comprar algo de tiempo. Le daba algo de verguenza decir que el nuevo capitán era él, como si le hubiera robado el puesto a alguien.

[Nathan Colbert]

Caminó, alejándose unos pasos de Queenie para meter más sabores de helado con cositas dentro del envase. Bueno, y también para seguir comprando tiempo.
Rió brevemente, mientras hundía el brazo para sacar una buena cantidad de una sola vez. "Uhm" se mordió el interior de los labios, bajando la vista. "Yo" agregó en voz baja, mientras sentía que le subían los colores (¿de Gryffindor?) a la cara.

[Nathan Colbert]

No, afortunadamente solamente fue el color rojo el que se le instaló en la cara, así que Queenie puede asumir tranquilamente que, de tener relación con alguien de Sesame Street, es Elmo.
-¿Lo es?- o sea, claro que lo era, pero ¿y si decepcionaba a todos? Le sonrió a Queenie, dejándose alegrar por su entusiasmo. Le parecía muy considerado de su parte que se alegrara por él. "Muchas gracias" dijo en voz alta, metiendo una gran cucharada en el envase.

[Nathan Colbert]

Se sentía un poco intimidado por la efusividad de Queenie, como si su alegría lo obligara a hacerla sentir orgullosa durante el transcurso del año o quedaría en deuda con ella por hacerla felicitarlo sin sentido.
"Lo estoy" le aseguró, metiendo la cuchara-paleta en un envase plástico de agua fría, para limpiarlo. "Pero es mucha responsabilidad, Diane es una excelente capitana". Nótese que dijo 'es', aunque trate de ocultar su admiración.

[Nathan Colbert]

Voy a imaginar que ya estaba cerca de llenar el pote por completo, metiendo el último sabor que traía chocolate en rama. Comenzó a llenar el espacio libre, cuidando ahora de ser lo más prolijo posible.
"Gracias" respondió, aunque un poco extrañado por el último comentario. Quizás Queenie McRiller estaba acostumbrada a recordar tanto a los buenos jugadores como a los malos, pero no podía preguntarle. "Para llevar, ¿no?" preguntó lo obvio, para cambiar el tema y dejar de hablar de sí mismo.