Corby is da shit!

[Debbie Peers]

Minimizó el ataque de histeria de Peers revoleando los ojos y comiendo más pollo hasta que él dejó de hablar. Cuando fue su turno de hablar, lo miró con una sonrisa de lado, como si le hablase a un nene pequeño. "Solo te preguntaba si es más alto, gordo o lo que sea, porque no me gusta que juegues a los golpes con gente más grande", hizo la mímica de 'grande' revoleando los ojos al techo y separando las manos, para que no la malentienda. "Tienes que cuidarte", agregó. Por si no quedaban dudas de que era una sobreprotectora insoportable.
Y sí que le seguía doliendo la espinita de que no le quiera presentar a Sebastian, pero más que nada porque él se lo había negado.

[Debbie Peers]

¿Y con Debbie y Blair a quiénes acusará?
Revoleó los ojos, sonriendo. Hasta ese momento no se había dado cuenta de que había extrañado muchísimo eso de ser la mala de la película. La gente que te trata como a una dama adulta no es divertida.
"¡Te extrañe, Dixie-Pix!", le dijo frunciendo la boca hacia adelante, como si le hablase a un bebé (porque lo era, Dixie-Pix era su bebé). Se estiró otra vez por encima de la mesa con las intenciones de tomarle los cachetes, aún con la misma expresión.
Por si se lo están preguntando: Sí, antes tuvo la precaución de soltar los cubiertos.

[Debbie Peers]

Se sentó de golpe, bufando y mirándolo como si Dixon le hubiese dado un golpe. Y lo fue, en realidad: Un golpe bajísimo para el corazón de rottweiler hiperactivo alimentado a red bull que tenía Debbie.
"Y yo le voy a decir que la quieres más a tu novia", hizo una mueca de burla, "que a tu hermana. Ya vas a ver". Levantó una ceja y asintió una vez, como para darle más peso a la amenaza, y luego siguió comiendo su ya bastante fría comida. Ahora ni loca le pedía que se la caliente, tiene su pequeño orgullito, aunque no lo parezca.

[Debbie Peers]

Pero la mandarina es comida de pobres. Me lo dijeron en el trabajo y me traumatizaron. Ahora como naranja.
"Sí que tengo noviO", le contestó con expresión desafiante, "pero no te diré quién es". No, total seguro se lo encontraba él antes que ella.
Y no le respondió a lo de su mamá porque planea atacarla con un 'MÁAA, ¿A QUIÉN QUERÉS MÁS?' apenas ella dejara de trabajar y cruzara la puerta de la cocina que daba al patio.

[Debbie Peers]

Negó con la cabeza casi clavándose ella misma un tenedor con comida -cuidado los ojos, torpe-. "No te diré porque ya sé qué es lo que vas a pensar", le dijo antes de masticar más pollo. No era nada bueno lo que iba a pensar, si es que la conocía.
Y seguro la conocía casi tan bien como ella misma, porque la pobre es malísima ocultando cosas.

[Debbie Peers]

Bueno, eso de adrede era como obvio, ¿no? No llegaba al punto de ir a tocarles la puerta y proponerles el noviazgo así sin preámbulos... pero se acercaba bastante.
Miró su comida mientras cargaba el tenedor, manteniendo la expresión de soy interesante y no puedes leer mis pensamientos e intentando no reir. "Quizás tú te haces amigo de todos mis posibles candidatos". Se llevó el tenedor cargado a la boca mientras miraba fugazmente a su hermano para chequear su reacción.
No era tan torpe como para no poder esquivar objetos acercándose a ella a mucha velocidad, pero no tentemos la suerte.

[Debbie Peers]

"Díle", levantó los hombros como si no le importase. "Pero seguro que si me quedo sin novio por tu culpa, mamá te va a decir que tienes que llevarme contigo cuando salgas". Porque es feo dejar a tu hermana sola y aburrida en vacaciones. Todas las madres saben eso, y por eso anotan a sus hijos juntos en actividades veraniegas aunque ellos no quieran.
Y como ya están grandes para ir a la colonia de vacaciones a aprender a nadar en el laguito, la tendrá que llevar a sus salidas nocturnas.

[Debbie Peers]

Las reglas están para ser rotas. Y no, no se llama Deborah Mary-Sue Peers.
"Solo porque te qui...", se detuvo cuando las cervezas salieron del refrigerador, siguiéndolas con la boca y los ojos abiertos como si hubiese ganado la Lotería y no pudiese procesarlo.
Al ruido de cristales rotos (muchos), espuma (mucha) y líquido (más todavía), lo siguió un coro desde el living. Lio y el tío Ben graznaron a la vez un '¿¡QUÉ MIERDA ROMPIERON!?' que hizo que Debbie se sobresalte y responda un automático y ridículo "¡Nada!".

[Debbie Peers]

Si vamos a ser crueles, te puedo decir que si soy adoptada significa que yo fui E-LE-GI-DA, que no rima con DIXON en absoluto. Pero hablo por Debbie, y Debbie ama a su hermanito, así que solo sonreiré y te diré que tienes razón.
Cerró la boca y lo miró con los ojos achinados. Totalmente injusto. Ella se hubiese echado la culpa sola con tal de que él la trate bien un rato (y le deba una). Pero Lio vio la situación y la entendió al instante. 'Deborah, sal de aquí', le ordenó. No porque vaya a hacerle nada a Dixon, sino porque sabía que si Debbie trataba de ayudar a limpiar eso, terminarían en la sala de emergencias del hospital. Y quería seguir viendo la TV.
Debbie obedeció y se paró en la arcada que comunicaba la cocina y el living.

[Debbie Peers]

¡Oh, la culpa! ¡Oh, la angustia! ¡Oh...! ¿Oh? Ya pasó. Y no volverá.
Negó con la cabeza mientras se acercaba un poco, arrodillándose en la silla más alejada del quilombo. "No puedo, acuérdate de Navidad". Cuando casi pierde un dedo al lavar una copa rota.
No, los vidrios rotos y ella eran una mala yunta.

[Debbie Peers]

Es una de esas cosas alucinantes de ser hermanos, e hizo que Debbie sonriera un segundo antes de contestar. "Sí, la verdad... Creo que se enojó porque esas éran las últimas", y seguro los mandan a comprar más después de que Peers limpie. "Ahí atrás", le señaló unos vidrios que estaba por pisar, con expresión de alarma. En 'un día en la vida de Debbie', en esa situación ella pisaba los vidrios y se rebanaba el talón de aquiles y se extirpaba un riñón en la caída. Por suerte es 'un día en la vida de Dixon'.

[Debbie Peers]

((Porque no me quieres tanto, hermanito t_t))

Se bajó de la silla para acercarse un poco a ver los restos del desastre. "Aguarda", le dijo, volteando para dirigirse a un armario y sacar un diario viejo. Se lo llevó a Peers, estirando bien el brazo para no acercarse demasiado mientras se lo daba. "Para que absorban y así mamá no pisa". Se le ocurrió eso porque supuso que su hermano no iba a ponerse a trapear la cocina, la verdad.

[Debbie Peers]

Igual en su casa todos deben saber ya que Dixon no limpia, ¿no? Es como las hermanas de la Cenicienta. Ya me lo imagino encerrando a Debbie en el desván para que no lo siga a alguna fiesta llena de posibles Príncipes Encantadores.
"Te digo si prometes no hacer un escándalo" dijo Debbie, apoyando los codos en el respaldo de una silla mientras buscaba más vidrios en el suelo. '¿Terminaste de limpiar?', se escuchó la voz de Lio desde el living. Ya sabemos que lo que sigue a eso es un paseíto a comprar más cerveza.

[Debbie Peers]

Se bajó de la silla cuando Peers comenzó a ir hacia la arcada, siguiéndolo. Pasó a su lado y se acercó a su padre, que ya estaba estirando la mano con un par de billetes en ella sin dejar de mirar la TV. Ni siquiera necesitaba decirles cuál o cuánta cerveza comprar. ¿Querían escenas de la triste realidad de la mayoría de la gente de Corby? Ahí tienen.
"¿Vamos, Dixie?", llamó a su amado hermano luego de tomar el dinero.

[Debbie Peers]

El mulo más hermoso e inteligente del planeta, si le preguntan a ella.
"¿Y cómo quieres que te llame? ¿Señor Dixon Peers?", respondió de forma graciosa, como si no hubiese más opciones que esas dos, totalmente extremistas.
Tomó su abrigo del perchero que había en la pared y se lo colocó, esperando junto a la puerta a que él haga lo mismo. Ni hace falta explicar que lucía feliz como si estuviesen a punto de salir de paseo en lugar de a hacer los mandados.