Pago de Favores

[Prudence Ritchie]

No aparto las manos del gorro por unos largos segundos, imaginando que tan genial seria que su cabello se tornara verde de un momento a otro.., aparto las manos con rapidez, mejor amarillo que verde. Bah, mejor si solo volvía a ser castaño.
"¿Te lo regalo tu hermana?" pregunto, cruzando los brazos y con un ligero tono de alarma en la voz. No, no, por favor, ¿Qué iba a pensar la pobre de Beatrice que era buena con todos si la veía con el gorro del hermano? ¡Seguro que se le partía el corazón! O no, pero esos son detalles que no tendría en cuenta.

[Prudence Ritchie]

Pompón, pompón, pompón, yo tengo mi pompón...
Miro sus zapatos preocupada, no podía andar fastidiándose el cabello así que le tocaba optar por otro tic nervioso, la verdad era que le daba pena con la hermana. "¿Seguro?" apretó los labios, un poco más preocupada que antes, mirándole la pecosa cara a Dante, si, fijamente "Igual te lo devuelvo más tarde, cuando deje de ser rubia" se detuvo, a unos pocos metros estaba la puerta de la enfermería.

[Prudence Ritchie]

¿Cómo prefiriera? Bien, si era así, regresaba el gorro con pompón ((Pompón, pompón, pompón, yo tengo mi pompón, pompón, pompón...)), a la hora de la la cena o cuando lo recordara, dentro de un año o quizás dos.
Alzo una mano, "No, no. Esta bien" se adelanto un par de pasos largos hasta quedar bien cerca de las puertas, para que la enfermera pudiera verla "Perderás clases, yo puedo excusarme con eso" y señalo las puertas, ¿se dan cuenta? Se preocupaba por el rendimiento estudiantil del muchacho.

[Prudence Ritchie]

Lo observo por un rato, pensando en lo terrible que había sonado el 'Espero que te arreglen eso', iba a empezar a creer que el rubio le había afectado el cerebro. Lapsus metal, culpen a los pompones.
Sonrió antes de entrar a la enfermería, sintiéndose un poquito extraña, quizás era el cabello, nada que ver con la ¿cita? del sábado. -Pfft...- No, nada que ver.

((Cerrado. Pompón, pompón, pompón))