Sudado y apestoso, sin perder el estilo

[Eugene Genkov]

Quién sabe, igual y sí le da pulmonía, ya sabes que Eugene es re-ingenioso para encontrarle tres pies al gato.
Siguió caminando hasta toparse con una raíz del árbol medio salida del suelo, lo cual provocó que se detuviera y jalara/empujara a Manon hacia ésta, como si ella se hubiera tropezado tanto como para caerse al suelo. Inmediatamente Eugene la 'salvó' sujetándola de las costillas (y.................... bueno digamos que ya saben que los dedos rozaron con ya saben qué cosas). "¡Te caes!" a-já.

((Si son muchas acciones edito ;P))

[Manon Craig]

((No son muchas, ¡son perv! XD))

-¡¡QUÉ DEM..!!- Se sujetó del hombro de Eugene con la mano libre, estaba en tan mal equilibrio que si se soltaba de allí para liberarse de la manoseada atajada de Eugene, sin dudas caería al suelo. "¡¿QUÉ HACES?!", le gritó sin poder evitar seguir apoyando las costillas y el pecho en su brazo. Tardó un par de segundos en volver a afirmar los pies y, ahí sí, bajar la mano del hombro para apoyarla sobre la que tenía en las costillas. Y hacer fuerza hacia abajo y afuera, obvio.

[Eugene Genkov]

Pero Eugene nada tonto la dejó moverse cuanto quisiera, al fin que sólo la estaba 'auxiliando' para que no se diera el peor de los golpes (¡¡esa pechonalidad debería estar asegurada como el trasero de J. Lo!!). Después la enderezó para finalmente dejarla de nuevo de pie, esperando que ella solita pudiera recuperar el equilibrio; claro que no la soltaría hasta que ella se sintiera segura de andar sola, jó. Kudos para Eugene.

[Manon Craig]

Qué mente perversa, te salvás porque egresaste. Creo que sino Manon se vengaría de alguna forma cruel.
Cuando estuvo completamente parada lo empujó con las dos manos hacia atrás. "¡Idiota!", le gritó, porque no es tonta: Caminaba perfectamente hasta que la quisiste tirar, mala persona.
Se dio media vuelta para volver al castillo, más enojada de lo que había salido. No bufaba y gritaba porque no quería que nadie la tildase de adolescente histérica, pero quien le viese la cara cruzaría de vereda o se subiría a un arbol.
Se va a pasar al otro bando en cualquier momento.