Agua que no has de beber...

[Manon Craig]

Sábado, cuatro de la tarde en Hogwarts: Mal día para hacer tareas afuera.
Lo que había empezado como un atrayente día nublado, perfecto para que Manon disfrute de hacer las tareas de esa semana al aire libre sin rayos de sol que la encandilen o dañen su piel, había terminado como una tormenta de las peores. El alumnado había corrido en estampida hacia el interior del castillo con las primeras gotas de lluvia, las cuales ya se habían transformado en un solo baldazo de agua interminable.
Para su mala suerte, Manon se había alejado bastante del resto de la gente para poder estudiar tranquila. Cuando llegó al castillo, estaba totalmente empapada. Había intentado cubrir el libro y los pergaminos que estaba utilizando, pero en su apuro tropezó y, al equilibrarse para no besar el suelo, dejó caer todo lo que traía en las manos en un charquito con pretensiones de laguna.
Al menos había descubierto una cosa: El pergamino absorbe mejor agua que tinta.
Ahora se encontraba en la sala común, con los cabellos chorreando agua y empapada de pies a cabeza, colocando todas las hojas de pergamino estiradas y repartidas sobre la amplia mesa (que por suerte se hallaba libre cuando llegó). Iba a tener que volver a escribir muchas de ellas, pero iba a salvar las que pudiera.

[Robin Channing]

((Permiso))

Robin había elegido la biblioteca para hacer la tarea, porque necesitaba información extra en la Rebelión de los Centauros del 928 y el libro de Historia le había dejado muchas dudas que mejor era sacárselas de encima ahora y no el día del examen, cuando quisiera arrancarse los cabellos de la desesperación.
Volvió con el bolso al hombro a la Sala Común, notando parte del piso algo mojado, seguramente otros alumnos también habían escapado de los terrenos y el patio hacia la seguridad de la Sala. Alzó la vista, mirando alrededor, y notó a Manon. Empapada. Caminó hacia ella.

[Manon Craig]

Ya había ocupado media mesa con las hojas cuidadosamente estiradas, una al lado de la otra, y todavía le faltaba una pila que tenía en una de las sillas. Cuando vio a Robin entrar, puso cara de perrito mojado (casi literalmente) y le hizo un puchero. "¡Se me mojó todo!", bajó los brazos a los lados del cuerpo, con impotencia. Se necesitaba una Raven para entender el sufrimiento de otra Raven por cosas así.

[Robin Channing]

"Ya veo" comentó, dejando la mochila sobre una de las sillas cercanas a la mesa donde Manon estaba acomodando los pergaminos. Puso una expresión de preocupación, mirando el estado de éstos: algunos ya estaban lejos de la salvación.
"Vaya..." apretó los labios, mirándola de reojo. No sabía qué decirle, Robin estaría enojadísima consigo misma si le pasaba algo así. Extendió una mano para que le pasara algunos pergaminos, para ayudarla a estirarlos sobre la mesa.

[Manon Craig]

Aún puchereando tomó las hojas de la silla y le dió la mitad a Robin. "¿Servirá de algo tirarles aire caliente o se arrugarán todas?", le dijo mirando el estado de esas hojas: La mitad inferior estaba empapada, con la tinta tan borrosa en algunos puntos que la única forma en la que podría leer lo que decía era si la marca de la pluma había hundido el pergamino.

[Robin Channing]

Miró los pergaminos, era una verdadera lástima. Despegó el primer pergamino (o la feta de pergamino, considerando su estado) y lo extendió sobre la mesa cuidadosamente.
"Yo diría que los dejemos así" no era experta pero ya de por sí no quería hacerle mucho más a esos pobres pergaminos. Con la mano libre tocó la mesa "No se irán a pegar a la mesa, ¿no?" preguntó, separando otro pergamino.

[Manon Craig]

Manon estaba haciendo otro tanto con su pila, pero al comentario de Robin se quedó paralizada, con los ojos abiertos y pensando a toda máquina. "¡No se me había ocurrido eso!", dejó la pila en la silla nuevamente y corrió hasta la otra punta de la mesa para chequear el pergamino más seco. Pegado. "¡Ayy, malditos pergaminos! ¡Maldita lluvia! ¡Maldito día!". Se dejó caer en una silla vacía, totalmente histérica y mirando a Robin. Aguardaba ayuda, ideas, golpes... Ya estaba resignada.

[Robin Channing]

Suspiró. Sí, porque le tocaba a Manon estar alterada, Robin no iba a sumarse porque eso no ayudaría en nada.
"¿Puedo sugerir algo?" siguió colocando los pergaminos sobre la mesa, porque no se le ocurría una idea mejor que no sea colgarlos (arruinaría los bordes y si estaban muy mojados se desharían, deformarían o caerían trozos al piso), ni con magia era buena idea. No esperó respuesta para sugerir "Yo termino con esto, tú ve a darte un baño caliente, o te enfermarás" propuso.

[Manon Craig]

La miró con gratitud y se levantó de la silla. "Tienes toda la razón. Me iré a dar un baño, rapidísimo", aclaró juntando ambas manos en el frente y mirando una vez más la mesa tapizada con apuntes. "Pero no es necesario que hagas nada, sólo... Cuida que Duncan no los queme", le rogó con una sonrisa de lado. Qué bueno era tener amigas para cuidar tu espalda.
Se dirigió hacia las habitaciones con rapidez, no tardaría más de 15 minutos en bañarse y vestirse con ropa seca.

((Salto de tiempo, ¿no?))

[Robin Channing]

((Salto en el tiempo, sí :)))

Robin en esos quince minutos había separado todos los pergaminos sobre la mesa, tratando de darlos vuelta de vez en cuando para que no se pegaran a la mesa y para que lo que estaba escrito del otro lado no quedara tatuado sobre la madera. La verdad es que ninguno había quedado muy bien, pero al menos la gran mayoría era rescatable en lo que se refería al contenido, aunque Manon debería pasarlos a pergaminos nuevos si le importaba la presentación.
Estaba sentada, frente a los pergaminos, esperando pacientemente mientras revisaba las notas que había tomado en la biblioteca esa tarde.

[Manon Craig]

Bajó corriendo, mucho más animada que antes y secándose el cabello con la varita. Llegó hasta donde estaba Robin y miró sus pergaminos ya casi recuperados. "¡Wow! ¡Gracias!", le dijo agachándose a darle un abrazo bien apretado, luego corrió a la otra punta de la mesa para mirar los pergaminos de ese lado.