Uno de esos días

[Charlie Goulding]

En la oficina de Charlie Goulding pasaban cosas o muy buenas o muy molestas. Acababa de presenciar una de esas donde le daban ganas de cortarle la cabeza al Jefe y renunciar. Por suerte, se contuvo y no lo hizo, porque se arrepentiría después. Si había algo que le molestaba (además de las miles d ecosas que ya le molestan) era que le negaran la tarde libre cuando ya se la habían dado con anticipación. Era tarde, muy tarde y aún tenía que terminar de organizar la agenda del Jefe para las dos semanas siguientes, arreglar lo de unas conferencias y hacer el papeleo que Mini-Crouch le había tirado encima. Como siempre en esos casos, su humor no era el mejor y sus dotes de héroe no le servían para zafarse de esa.
Tomó del café y lo dejó con fuerza sobre la mesa, salpicando un poco a todos lados. "Mierda..." murmuró mientras comenzaba a limpiarlo con la varita.

[Charlie Goulding]

Lo de insoportable se lo dejamos a él cuando hace los conciertos tocando la puerta de la oficina Gwen.
Ni se tomó el tiempo de alzar la vista a la puerta, siguió leyendo el documento que tenía en las manos. Odiaba que lo interrumpieran cuando estaba trabajando concentradamente. "¿Qué?" preguntó todo hostil, ya que sabía que no era el Jefe, el cual a se había ido haia un buen rato, el juraba que era el único en el departamento.

[Charlie Goulding]

Un escalofrío le recorrió toda la espinal vertebral llegando hasta la nuca. ¿El Jefe? No. Pero si se había ido hacía como una hora, lo había escuchado despedirse y todo. Trago saliva y se aflojó el cuello de la camisa, nervioso. 'Perdón, Jefe, es que estaba hablando conmigo mismo" respondió mientras se ponía de pie y caminaba hasta la puerta. La sorpresita que se iba a llevar iba a ser re entretenida, te lo prometo.

[Charlie Goulding]

Llevó la mano hasta la manilla y tomó el pomo. Ok, la primera frase se la había creído, porque era una frase muy usada por el Jefe, que solía repetirle las cosas sientos de veces, pero la segunda... NO. Nunca le pediría algo así, menos con Beerbohm que estaba en la lista negra después de lo del accidente. "Graciosa" dijo mientras abría la puerta con mucha fuerza, para que ni ella pudiera retenerla cerrada. Miró a Gwendoleen con expresión de enojo.

[Charlie Goulding]

Él conocía al Jefe mejor que nadie en ese departamento, era su asistente esclavo personal, tenía que hacerlo. La excusa era de que estaba cansado y no le puso mucha atención tampoco.
La miró con seriedad por un par de segundos y de plano le cerró la puerta en la cara. No le importó ser completamente descortés, era Gwendoleen. Volvió a caminar hasta su escritorio esperando a que se cansara y se fuera. Él tenía trabajo que hacer y esa idiota no lo iba a detener.

[Charlie Goulding]

En realidad logró completamente lo contrario, emepzó a aparecer la vena de estrés que tanto lo caracterizaba. Golpeó la mesa con el puño haciendo que algunos papeles saltaran, de verdad que ese día andaba sin humor. "El truco no funciona dos veces, Beerbohm" le contestó con voz fuerte una vez que retomaba la lectura. Se organizó emntalmente: primero la lectura, luego el acta, después la planificación de conferencias, los papeles de mini-Crouch y sería un hombre libre.

[Charlie Goulding]

Es qeu Charlie sabe sacar a los problemas de la raíz y es lo suficientemente descortés como para echar a Gwendoleen de esa manera.
Tenía que ser broma. ¿Por qué el Jefe insitía en ponerlos a trabajar juntos después de lo del accidente? Era absurdo, juntos no funcionaban par absolutamente nada. Se puso de pie de mala gana y fue a abrirle la puerta. "Entra" le ordenó sin esperar a que ella lo hiciera para vovler a sentarse en su escritorio.

[Charlie Goulding]

¿Celosa de la de finanzas, Gwenie?
Ellos no hacían buena pareja ni ahí ni en la quebrada del ají, eran completamente destructivos juntos, de eso no debería haber duda alguna. Soltó aire por la nariz con fuerza, totalmente molesto con la situación que se le habia presentado sin saberlo. El Jefe debería decirle de esas cosas con suficiente antelación para prepararse psicológicamente. "¿Qué cambió?" pregntó mientras leía nuevamente los documentos que tenía en la mano.

[Charlie Goulding]

Escuchó con atención, aunque hacía como que leía terriblemente concentrado. "Negado, el lunes hay conferencia con el gabinete del Ministro. Imposible, habrá que correr al Profeta para el jueves y que nos agradéscan por darles lugar en la agenta del Jefe" comentó con soltura mientras agarraba un bolígrafo y empezaba a hacer anotaciones en el documento. Era un niño aplicado. Y de repente, como si fuera pesadilla, recordó la voz. Oh. no. ¿Por qué le pasaba eso a él que era un ser tan bueno?

[Charlie Goulding]

Cierto, el franchute, no sabía como podía haberlo olvidado. Si él, siendo el exclavo personal del Jefe, ese día tenía que prepararlo con lo de las noticias de Francia, nombres y bla bla bla. Mierda. Iba a tener que ver a mini Crouch más de lo necesario.
"Viernes" declaró refiriéndose al Profeta. ¡Odiaba que el Jefe fuera un hombre tan ocupado! Sino lo fuera él tendría más días libres, la tia Fracesca más sexo y todos serían felices.

[Charlie Goulding]

Es una broma que no entendiste porque ponía en juego nuestro lugar geográfico de nacimiento. Por cierto, estaba hablando de la mamá de Mini-Crouch.
Dejó de escucharla, su voz se fue disipando hasta que simplemente quedó él y los malditos papeles que tenía que terminar. Estaba enojado y la verdad es que la presensia de Gwendolen allí no ayudaba. Su voz, en realidad, era lo que no estaba ayudándolo. Empezó a gruñir por lo bajó y luego de un minuto soltó una carcajdada. "Me acordé que quieres acostarte conmigo" dijo en tono burlón sin despegar la vista de los papeles que estaba escribiendo.

[Charlie Goulding]

Ese era el encanto de Charlie, nunca sabías hacia donde ibas con él, porque simplemente él no te dejaba saber. O, al contrario, te lo dejaba muy claro. Nada de compromisos entre medio, eso sí.
Alzó la vista hacia Gwen y le sonrió ampliamente. "Nadie dijo que eres fea, tienes el ego por el suelo" aclaró brulón para luego vovler a los papeles. No, no le estaba diciendo que la encontraba bonita, sólo que él no había dicho nada. Un especie de declaración camuflada.

[Charlie Goulding]

Comenzó a reír y tuvo que dejar de escribir para no estropear todo el trabajo que ya había hecho. Gwendoleen era demasiado inocente, y eso que ya se conocían hace más años de los cuales estaba dispuesto a realmente admitir. No se iba a liberar así como así de que dejara de molestarla. "¿Por qué tienes el ego por el suelo?" preguntó sin mirarla mientras se ponía a escribir nuevamente. Tal vez él tuviera un poco de culpa en eso del ego, pero sólo un poco.

[Charlie Goulding]

((NO. Eres malvada, de verdad que lo eres. Che, no me podes hacer esto. Ese avatar y esa firma... No. CRUEL))

Dejó de escribir, porque el comentario igual le había afectado un poco. A los pocos segundos volvió a mover la pluma haciendo notas sobre el pergamino. ¿Culpa? Nah, Charlie Goulding no sentía culpa por absolutamente nada. Él era genial y bueno, obvio que lo era. No podía sentirse culpable por lo que había ehcho por tantos años. "Correción: tú nos provocabas" comentó colocando una sonrisa algo malvada. Eso era lo que tenía que hacer, tirarle toda la culpa a Gwendoleen y ya estaba. Listo, su cargo de conciencia no iba avolver a asustarlo ni a aparecer. Eso le gustaba pensar.

[Charlie Goulding]

((No te abandono, mi genialidad se había tomado unas vacaciones. Pero no te preocupes, que ya volví para hacerte la vida imposible))

Y por eso era entrretenido que lo trataran de convencer, porque él no iba a cambiar de opinión. La gente no cambia. Y era bastante genial como Gwendoleen trataba de hacerlo cambiar.... ALTO. No, Charlie nunca iba a pensar eso. NUNCA. No, no lo podía admitir. "Gwenie, Gwenie... ambos sabemos que no viniste aaquí a hablar del embajador" comentó mientras negaba con la cabeza, como si estuvise enoajdo. Cuando a Charlie Goulding se le metía algo en la cabeza, nadie se lo sacaba.