Encuentros

[Sir Ulrich Lamport]

-Yo no tengo ningún problema con verte húmeda- la miró con una sonrisa y se llevó dos dedos al mentón para volver a bajar la mano. No quería evidenciarse, obviamente la joven iba a pasos lentos. Era extraño, ni siquiera estaba seguro de saber qué quería hacer con ella ni si eso coincidía con lo que debía hacer.
Se llevó una mano al botón que estaba escondido por la corbata en el cuello, pretendiendo estar teniendo grandes problemas en deshacerlo del ojal. En silencio, mirando hacia abajo, moviendo los dedos inútilmente bajo la tela.

[Sir Ulrich Lamport]

((¿Por qué esa cara?))

Puso cara de pobre infeliz, pretendiendo expresar con un movimiento de las cejas contraídas una verguenza que no sentía en lo absoluto "¿Sabe? Deberían dejar de hacer los botones tan pequeños" el comentario, en su simpleza, esperaba que ayudara a la ilusión de su supuesta torpeza. Quitó las manos, pero no se giró hacia ella. La idea era que ella se inclinara hacia él, porque la corbata haría difícil de ver el botón.

[Sir Ulrich Lamport]

((No puedo creer que te lo hayan tenido que explicar))

Ahora la tenía cerca, podía observarle hasta los poros si ponía suficiente atención. Pero admitamos que no es eso en lo que estaba fijándose. El tiempo estaba perfecto. -Tres, dos...- el tren se detuvo en su primera parada, cuyo nombre no quiero buscar ni inventármelo porque de poco nos serviría. Alzó levemente el mentón, esperando que la frenada fuera lo suficientemente brusca como para tomarla por sorpresa y hacerle perder el equilibrio. Al demonio el botón, ojalá se le cayera encima. Colocó una de las manos en un hombro de Elyon.

[Sir Ulrich Lamport]

((Tendrías que limitarte a rolear con gente inocente, para que disfrutes los posts a pleno XD))

A veces Lamport pecaba de egocéntrico, pero adoraba la forma en la que sus planes e ideas eran ejecutados de una forma tan precisa. ¿Creían que sólo observaba por la ventana para disfrutar del paisaje? Por favor.
Tomó uno de los brazos de Elyon y con la cabeza gacha rozó el cuello de ésta con su nariz, deteniéndose en el comienzo de la mandíbula de la joven. "¿Está usted bien?" preguntó en voz baja, sin moverse del lugar. El miedo podía ser un afrodisíaco.

[Sir Ulrich Lamport]

((Intentaré no perder mi fe en usted))

Por fin algo de emoción física en la joven, entonces. Lamport va a tener que seguir cronometrando mentalmente cada parada del tren si quiere que el día no sea un total y completo desperdicio entonces. No es que le no le agradara la mente o la personalidad de Elyon, pero para eso tenía a su mujer. Para esas cosas, mejor se quedaba en su casa.
Alzó la cabeza lentamente como para que su mentón quedara pegado al de Elyon "¿Necesita ayuda?" le susurró en la boca.

[Sir Ulrich Lamport]

"No hay nada de qué disculparse" el silbato volvió a sonar en el exterior, anunciando que las puertas volverían a cerrarse y el tren retomaría su marcha a la siguiente estación. Las manos de Elyon en su pecho le resultaban cálidas, aunque ella tan tímida y respetuosa dificultaba de forma interesante su plan inicial. "Después de todo, fue mi culpa" ¿así le gustaba a ella? Estaba tratando de adivinarla todavía.

[Sir Ulrich Lamport]

En la atracción sexual hay poco que resulte lógico, esperado, previsible. Lo único que podía hacer Lamport era ayudar a todos esos efectos, esas pequeñas sensaciones, a nublar el razonamiento lógico de la ex-Ravenclaw que seguramente era la traba principal para que él logre su cometido. Ahora: ¿esa atracción la necesitaba para confundirla con qué motivo final?
Se relamió el labio inferior rápidamente, como aquel que tiene ese gesto en la costumbre de pensar antes de tomar una decisión. Acercó su rostro aún más al de Elyon, y el tren retomó su marcha tras un último y largo pitido del silbato.

[Sir Ulrich Lamport]

No todas las aventuras terminan con un final feliz. Ahora depende de ella si va a ponerle valor a su vida ante los ojos de Lamport como para hacerle creer que en algún momento va a convenirle volver a verla.
Ladeó el rostro, y no cerró los ojos mientras presionaba suavemente su boca entreabierta contra la de Elyon, sintiendo su piel suave y joven contra la suya. Los labios moviéndose casi imperceptiblemente, sin querer dar la idea de su verdadera naturaleza invasiva.

[Sir Ulrich Lamport]

-Bien- apremió en silencio, por fin algo más que sonrojarse y dubidar antes de hacer cualquier cosa. Cerró los ojos, y movió los labios sobre los de Elyon esperando que ella fuera a entreabrirlos para dejarlo comenzar con su misión de ocupar el territorio ajeno. Sí, estaban en un tren, pero no había nadie cerca de su compartimiento, o asiento, o donde sea que se encontraran. En la relativa privacidad del lugar, esperaba que el ruido del tren en su uniforme avance le resultara hipnotizante. Que se relajara, que lo olvidara todo, que se dejara manipular.

[Sir Ulrich Lamport]

¿Nunca le dijeron que deja de ser un extraño después de que sabes su nombre? Bien, creo que si están besándose ya puede dejar de considerarlo un extraño. Digamos que entra en la categoría de 'conocido'.
Si Elyon iba a decir algo, lo siento, espero que pensarlo fuerte sirva para el mismo cometido. Lamport dejó entrar su lengua en la boca de Elyon y buscó la de ella, lentamente, mientras con una de las manos le tomaba la mejilla. En todo caso, si ella buscaba alejarse, ya tendría de dónde detenerla.

[Sir Ulrich Lamport]

-...Supongo- la otra mano fue a parar en la cadera de Elyon, y con esa mano la atrajo suavemente más hacia sí. Movió la cabeza para ladearla hacia el otro lado, cambiando la sensación de familiaridad en los labios que se había formado pocos segundos atrás dándole un nuevo ángulo desconocido a sus besos impasibles. Entreabrió un poco los ojos para ver hacia afuera de la ventana, pero le resultaba difícil. No reconocía el lugar, entre la lluvia, su posición y Elyon sobre él.

[Sir Ulrich Lamport]

Si fuera por elegir, créeme que Elyon estaría tirada boca arriba en el piso del vagón y él encima de ella. De acuerdo, esto será Mundos Alternativos y ellos serán un mago y una bruja pero tampoco puede hacer todo de la forma que más le guste. Se llama conformarse con la mejor de las opciones.
La mano en la cadera comenzó a subir, palma rozando contra la ropa, hasta alcanzar la altura de los omóplatos. Y de ahí, no podía más que hacer el incómodo cambio de posición de su mano hacia el frente de Elyon.

[Sir Ulrich Lamport]

Lamentablemente, Lamport no tenía ni la más mínima idea de cuándo sería la próxima parada. Suficientemente difícil era continuar pensando y no comenzar a violentar sexualmente a Elyon como para andar calculando distancias con esa lluvia que no le permite ver dónde se encuentran.
La mano quedó en el pecho de Elyon, y comenzó a hacer movimientos circulares, para luego soltarla. Los besos continuaban, su lemgua exploraba la boca de ella, pero él la había soltado.

[Sir Ulrich Lamport]

Detuvo el beso, apoyando su frente contra la de Elyon. Cerró los ojos, manteniendo la mano lista en caso de que ella fuera a soltarle la muñeca. No quería, no era lo que tenía pensado. -¿Y?- el tren no se había detenido cuando él pensó que sí. Apoyando su frente contra la de la ex-Ravenclaw deslizó el rostro hacia arriba rozando la nariz contra la de ella y finalmente posando los labios en su frente -...Maldita sea- ¿dónde estaba la estación próxima?

[Sir Ulrich Lamport]

-Maldita sea, estación siguiente- pensó, casi tentado de rodar los ojos ante las palabras de Elyon. No le convenía que se enfriarla la situación. Se levantó de su asiento y tomó el rostro de Elyon con ambas manos, volviendo a pegar su frente contra la de ella. Limitar su visión, limitar sus pensamientos "No te disculpes, no te disculpes" repitió, casi pidiéndoselo. Por favor, que alguien haga llegar la próxima estación pronto.