Encuentros

[Sir Ulrich Lamport]

El clima pesado y húmedo de los veranos londinenses no mejoraba mucho con esas lluvias espontáneas que bajaban la temperatura rápidamente. Lamport salía de la librería con un libro envuelto en papel madera, no exactamente el mejor envoltorio para protegerlo de la lluvia. No que a él eso le importara, porque podía remediarlo.
Bien conocido es el dicho de que los muggles no ven porque no prestan suficiente atención a sus entornos. Lamport salió de la librería y de entre su ropa sacó la varita a la que apuntó al empaque, rápida y eficientemente. Estaba a la vista de Elyon, pero la ignoró mientras hacía esto. Los muggles nunca notaban nada, y si lo hacían no lo creerían. Era tan fácil que a veces le daban lástima.

[Sir Ulrich Lamport]

Después de hacerle un encantamiento impermeable al paquete alzó la mirada severa a la chica que parecía haberlo notado. La miró fijamente, esperando que ella no hubiera visto nada. El lenguaje corporal de Lockheart la ponía en evidencia, especialmente cuando Lamport observó sobre su hombro detrás de sí para no ver absolutamente nada. Él estaba entrenado para notar cosas así, pequeñas expresiones que, juntas, tenían todo un nuevo significado.
Guardó la varita con lentitud, no de la misma forma en la que la había sacado, dejando los dedos en el borde del bolsillo interno deslizándose suavemente sobre la tela.

[Sir Ulrich Lamport]

Un dato interesante que Lamport aprendió con el tiempo es que los muggles paranoicos son los únicos que notan los extraños hábitos de los magos. El otro dato interesante es que los paranoicos no saben disimular. El suspiro relajado y el saludo de Elyon daba mucho a interpretar.
"¿La puedo ayudar en algo?" preguntó, soltando el bolsillo y acercándose hacia donde estaba Elyon. Ser amable no costaba nada cuando podía darte mucha, mucha información. U otros beneficios.

[Sir Ulrich Lamport]

Alzó las cejas, en un notable gesto de confusión "¿Por qué habría de incomodarme, jovencita?" no sé exactamente cuántos años habrán pasado desde el ficticio egreso de Elyon de Hogwarts, pero seguramente seguirá teniendo esa apariencia de niña eternamente joven e inocente, sin importar lo que pase por dentro de esa ahora ex-Ravenclaw.

[Sir Ulrich Lamport]

Necesitas más que un rostro adorable para satisfacer mis fantasías, pero me cuesta imaginarme a Elyon de otra forma que no sea con sus aires de juventud e inocencia eterna. Aún cuando he visto fotos de Alizée topless, es como una maldición.
"Ah, me imagino" pretendió estar calmado ante lo dicho por la muchacha. "Para los afortunados que sabemos lo que son y lo que hacen, nunca está de más la alerta" agregó, para no decirle que los únicos que mostraban sus varitas con tranquilidad eran Aurores o Mortífagos, y los que se asustaban generalmente eran esos últimos o sus posibles víctimas.

[Sir Ulrich Lamport]

Tiendo a olvidar que es Mundos Alternativos, así que siempre y cuando recuerdes llevarme por la dirección correcta intentaré no degollar a tu personaje en el callejón y vaciarle los bolsillos para que parezca un simple robo. El instinto es más fuerte que mi memoria.
Miró la mano que Elyon extendía y la tomó, acercándose hacia ella y levantando el brazo de ésta para acortar la distancia, empujándola suavemente hacia sí "Lamport" se presentó.

[Sir Ulrich Lamport]

Pensé que se daba por entendido que entre la supuesta entrada de nuestros personajes al callejón y la acción de degollar a la pequeña Ravenclaw había algo de acción consensual.
Dudo que Lamport sea un caballero de cuento, pero sí es un sir de la Corona Británica, que debe ser un equivalente bastante bizarro. "El placer es mío, Elyon" dijo sonriendo de lado mientras le soltaba la mano lentamente, pasando suavemente la punta de los dedos por la palma de ella mientras dejaba escapar la mano de Elyon como si se le escurriera de la propia. "¿Egresada de dónde?" preguntó.

[Sir Ulrich Lamport]

Si Elyon no está acostumbrada a ese tipo de atenciones ha de ser porque es una liberal que ha perdido los valores que una educación conservadora, no es para culpar a los hombres con los que se relaciona, si ella no exige un buen trato nunca lo obtendrá.
"Durmstrang" respondió "pero hace bastante tiempo atrás, no como usted" le dijo, ladeando la sonrisa y esperando que ella fuera a informarle hacía cuánto tiempo que había dejado la escuela. Trataba de ser sutil.

[Sir Ulrich Lamport]

Ah, peró ahí está la obvia diferencia. Elyon está acostumbrada a tratar con eso, con chicos. Lamport es un hombre, ahí yace la obvia diferencia de trato. Aparte, piensa: la educación que se le daba a un joven en los años cincuenta no es la misma que a uno de los setenta. Todos ustedes salieron maleducados y trastornados de la cabeza.
"No para usted" le dijo, obviando que él ya estaba en los cuarenta y que veintitrés años atrás había pisado Durmstrang por última vez. "¿La acompaño hasta la estación?" preguntó, subiendo la mirada al cielo plomizo, aún llovía.

[Sir Ulrich Lamport]

Lamport no cambiaría ni por casualidad una educación llena de valores y reglas por una mente abierta. De hecho, el libro que llevaba era para su hijo y estaba lejos de ser una historia tarada de animalitos.
Movió la mano derecha como si sacudiera algo y cuando la alzó sostenía un paraguas negro, grande. Dio un paso hacia el frente para salir de debajo del resguardo del sobretecho de la librería "Me queda de camino" contestó brevemente, con seriedad. ¿Tendría Elyon el coraje de negarse?

[Sir Ulrich Lamport]

¿Aparte de la vida? Muchas cosas podría perder Elyon, si no fuera porque está protegida bajo la cláusula de comportamiento de los Mundos Alternativos, lo cual te da una agradable ventaja en eso de conservar tu vida.
Lamport extendió el brazo con el que sostenía el negro paraguas hacia Elyon, cubriéndola de la lluvia y, segundos después, acercándose un poco más hacia ella para evitar que su ropa se viera arruinada por el agua. Claro que su ropa tenía un encantamiento impermeabilizador, pero no fueran a pensar que era un descuidado. "¿Estaba usted comprando algo en la librería?" preguntó, mirando hacia el frente. Las calles estaban mucho menos transitadas con la lluvia.

[Sir Ulrich Lamport]

-¿Sanadora, eh?- pensó mientras se detenía en una esquina esperando a que terminaran de pasar algunos automóviles o lo que sea que estaba transitando por esa calle. Serían sólo unos segundos. Una lástima que lloviera, o quizás hubiera identificado algún olor a hospital en la mano de Elyon cuando la estrechó. El clima de tormenta siempre borraba las mejores pistas.
"Podría decirse que sí" dijo sin especificar demasiado "¿Trabaja en el San Mungo?" preguntó, esperando que ella develara más sobre sí misma. Hasta donde sabía, las mujeres adoraban hablar de sí mismas y sentirse escuchadas.

[Sir Ulrich Lamport]

Continuó caminando para cruzar la calle, dejando el brazo inclinado hacia atrás para cubrir a Elyon en caso de que se demorara en seguirle el paso. Las gotas de agua resbalaron contra el frente de su traje impermeabilizado.
"Sanadora e investigadora" dijo reconociendo la importancia de la ex Ravenclaw que iba a su lado. "¿Es esa su vocación?" preguntó, muchas veces los jóvenes estudiaban cosas por presión de los padres. Al menos estudiaban, Lamport prefería eso a que se pasaran años pensando qué querían hacer.

[Sir Ulrich Lamport]

Alzó las cejas mirando hacia el frente, escuchando lo que Elyon decía con una expresión casi inmutable. "Es muy noble su cometido" dijo cuando llegaron a la acera, mirándola de reojo para notar el pañueño que la jovencita le ofrecía. Se notaba en la mirada y las arrugas que aparecieron en su frente que no comprendía para qué se lo estaba ofreciendo, sin querer decirlo en voz alta buscando no ofenderla. La miró, expectante, sin dejar de caminar lentamente.

[Sir Ulrich Lamport]

Decidió que no iba a tomar el pañuelo que Elyon le ofrecía. No sólo tenía una enorme carga de connotacion social (en su educación, al menos) sino que realmente le era innecesario. Esperaba no ofenderla con el tácito rechazo de éste.
"En ese caso creo que ninguno es egoísta, señorita..." trató de recordar el apellido de la muchacha, pero no se lo había dicho "Elyon. Cualquiera pensaría que es muy altruísta que usted se dedique a velar por la salud de los demás" finalizó.