Beyond Hogwarts RPG - Foro de rol Play-By-Post ambientado en el mundo de Harry Potter
Reglas del ForoAmbientaciónGuía Nuevo UsuarioCelebridades TomadasEstudiantesAdultosClases y HorariosCopa de las Casas

Primer Desafío: Amor

Aquí guardaremos todos los desafíos que ya se encuentran cerrados. ¡Pasen y vean las cosas geniales que se hicieron en el foro!
Cerrado
Avatar de Usuario
Administracion
Administrador
Puntos:
Mensajes: 426
Registrado: 18 Oct 2006 22:06
Contactar:

Primer Desafío: Amor

Mensaje por Administracion »

Domingo 10 al Viernes 22 de Febrero.

La temática para el primer desafío será: AMOR.

Pueden aplicar el sentimiento a un escrito de cualquier género, romántico, acción, drama, humor, etc.

El ganador será anunciado el 29 de febrero en la Cartelera de Anuncios de Lectura Obligatoria.

Los votos se realizan por mensaje privado a las Administradoras, que contarán los votos. Tienen 7 días para votar, en caso de no poder hacerlo en esa fecha por favor comuníquense con la administración. Somos nuevos en esto y estamos dispuestos a escuchar ideas.

Posteen su entrada como respuesta a este post inicial con la siguiente forma:

Título:
Disclaimer: Esta historia está basada en personajes y lugares creados por JK Rowling, y pertenecientes a ella. Ningún dinero se ha ganado con esta historia, y no se intenta violar copyrights. Tal personaje me pertenece, al igual que la historia aquí desarrollada.
Tipo: (¿Romance, humor, drama, general?)
Personajes: (Opcional)
Cantidad de Palabras:
Comentarios del autor:


Mucha suerte y cualquier duda siéntanse libres de preguntar. ¡Espero leer sus escritos pronto!



Avatar de Usuario
Rabastan Lestrange
Slytherin
Slytherin
Puntos:
Mensajes: 2530
Registrado: 16 Nov 2007 19:12
Ubicación: Azkaban
Contactar:

Mensaje por Rabastan Lestrange »

Título: La única
Disclaimer: Esta historia está basada en personajes originales de http://bttp.ief.st/ que no son de mi propiedad sino de sus respectivos creadores. No gano dinero de ésto y no intento plagiar.
Tipo: General
Personajes: ¿Cuál sería la gracia de decírselos?
Cantidad de Palabras: 362
Comentarios del autor: La temática del amor es complicada de tratar, incluso hasta cuando se trata de un fanfic breve...

La miró, ella ladeó la cabeza para que su cabello rozara el hombro y pudiera tener una mejor vista de su rostro. Le sonrió y vio la sonrisa correspondida, el brillo en sus ojos. De más estaba decirle que se veía hermosa, lo sabía, pero le recordó en voz baja y leyéndose los labios que la amaba. Sí, la amaba. A pesar de todos esos que habían pasado por su vida, sus brazos y sus sábanas era a ella a quien amaba y era de conocimiento mutuo.

Se detuvo unos segundos en mirar sus ojos, redescubriéndolos tras las pestañas espesas y redondeadas. Le pasó una mano por la mejilla, sintiendo la tersura de su piel a la vez que ella cerraba los ojos, queriéndose enfocar en esa sensación. Abrió los ojos para descubrir que ella también, con inevitable exactitud. Todos los demás habían sido instrumentos de placer, porque la amaba a ella más que a nadie. No, a la única persona que amaba era a ella.
Las demás emociones jamás podrían ser consideradas como amor. Lujuria, diversión, admiración, fascinación, atracción. Pero a quien tenía frente a sí era la única persona a la que amaba. A ella, y sus sonrisas juguetonas, su cabello castaño cayéndole como una cascada sobre los hombros, sus ojos seductores y astutos. Sólo quería complacerla, hacerla feliz, y los demás eran sólo instrumentos en el camino para lograr su objetivo final.

Llevó una mano a su pecho, descansando los dedos entre sus clavículas, acariciando suavemente la suave piel mientras observaba los movimientos de su propia mano. Rió ligeramente en voz alta, y apartó la mano volviéndola a mirar. Mejor sería dejar eso para después, esa noche podrían haber mejores ocasiones para hacerle uso a sus manos expertas. Su único y verdadero amor.

Kitty se puso de pie frente al espejo, dio una última mirada a su reflejo y le sopló un beso mientras tocaba el interruptor para apagar la luz y salía del tocador.


Imagen

Avatar de Usuario
Anisa J Arkwright
Puntos:
Mensajes: 198
Registrado: 07 Dic 2007 01:24
Ubicación: Londres
Contactar:

Mensaje por Anisa J Arkwright »

Título: Casi lo mismo
Disclaimer: Esta historia está basada en personajes y lugares creados por JK Rowling, y pertenecientes a ella. Ningún dinero se ha ganado con esta historia, y no se intenta violar copyrights. Nada aquí me pertenece, Elyon es un personaje original de http://bttp.ief.st/ que no es de mi autoría.
Tipo: Drama
Personajes: Elyon Lockheart, Remus Lupin.
Cantidad de Palabras: 577

-¿Qué te sucedió?
-Nada.
-¡Vamos! Dime, estás herido.
-Estoy bien.

Elyon se hizo hacia un lado cuando Remus bajó la cabeza y pasó a su lado con paso apresurado. Tenía un corte en la mejilla, profundo y sangrante que se abría con facilidad cada vez que hacía un gesto brusco con el rostro. Esta vez había sido reírse, con sincera felicidad, al recibir un halago de la joven Ravenclaw.
Era siempre la misma historia: Elyon se acercaría lo suficiente a Remus Lupin como para saber que algo no andaba bien y luego él se haría a un lado, misterioso y silente, sufriendo en soledad. Elyon debía admitir que le dolía en lo más profundo del corazón que él no confiara en ella como para decirle lo que le aquejaba. Habían varias teorías: que el chico tenía problemas emocionales y se desquitaba proporcionándose dolor físico, que sus amigos se abusaban físicamente de él, que tenía una rata mascota excesivamente violenta que lo atacaba durante las noches y hasta que tenía una novia misteriosa que era sádica.

Dos semanas después del incidente, él se disculpó en uno de los patios del colegio. Era tan sincero que a Elyon le dolía tener que escucharlo pedir disculpas. Y lo disculpaba, cada vez, porque sabía que no se estaban hiriendo a propósito. Había una verdad de la que él la protegía, simplemente no podía saber cuál era. Confiaba ciegamente en él como para que la razón valiera la pena llevarse así, a abrazos dolorosos. Cada vez que se tomaban de las manos serían como dagas clavándose en la piel, cada mirada cómplice les dejaría una astilla ardiente en la cabeza, cada sonrisa sería una piedra helada en el estómago.
Dicen que las cosas buenas vienen para aquellos que esperan, y Elyon llevaba siete años. Ya era hora de que le tocara algo bueno de esa relación.

Faltaban tres días para el fin de clases, y Remus le pidió que fuera su pareja en el Baile de Fin de Curso. Mientras la música sonaba en el Gran Salón y todos bailaban (él no, insistiendo en que le daba verguenza y disculpándose por su torpeza) la llevó afuera. Le tomó las manos y la miró a los ojos. A Elyon le zumbaban los oídos, insegura de que el silencio estuviera afectándola o que los nervios no le estuvieran dejando oír la voz de Remus. No se hablaron durante varios minutos. Elyon pasó sus manos suaves por el rostro repleto de cicatrices, besó las manos arañadas, acarició los músculos golpeados, mimó sus cabellos castaños con una sonrisa complacida.

-Te amo -susurró ella, acercándose a los labios que le dijeron fríamente.
-No.
-¿No? ¡Es cierto! Estoy enamorada de ti.
-No, me tienes lástima. Es un sentimiento diferente, pero es normal que lo confundas.
-Yo sé lo que siento -Elyon le tomó las manos, Remus no se movió. -Te amo- repitió, lentamente. Él no rehuyó, no se lo negó, pero en sus ojos color miel se veía el escepticismo como grabado en piedra. Para Elyon sus ojos ya no eran miel, eran ámbar.

Para Remus jamás sería amor, siempre sería lástima. Casi lo mismo.


Imagen

James Potter
Gryffindor
Gryffindor
Puntos:
Mensajes: 413
Registrado: 16 Ago 2007 21:07
Ubicación: Cementerio de Godric's Hollow
Contactar:

Mensaje por James Potter »

Título: Abrupto y doloroso
Disclaimer: Esta historia está basada en personajes y lugares creados por JK Rowling, y pertenecientes a ella. Ningún dinero se ha ganado con esta historia, y no se intenta violar copyrights. Rebecca Livenworth es un personaje original de http://bttp.ief.st/ que no me pertenece, no busco ofender a la autora original.
Tipo: Romance, Drama
Personajes: Rebecca Livenworth & Rabastan Lestrange
Cantidad de Palabras: 1247
Comentarios del autor: Awn?
Eran las cinco y cuarto de la mañana cuando retumbó el sonido de la puerta cerrándose con estrépito. Rebecca se giró en la cama, entreabriendo los ojos y encendiendo el velador para cerciorarse de la hora. Se incorporó lentamente mientras apoyaba las manos en la cama vacía y escuchaba los pasos apresurados subir por la escalera. Él nunca hacía tanto ruido cuando llegaba tarde, o tan temprano como ese día de Junio. Hacía frío, y el sol no demoraría mucho en salir.
Rebecca se llevó el cabello hacia atrás, ondulado y castaño, siempre oliendo a fresas. Los pasos, ruidosos y descuidados sobre el piso de madera se acercaban casi a trote y se detuvieron bruscamente cuando Rabastan abrió la puerta de su habitación.

-¿Qué haces? - preguntó ella, molesta y con la voz algo ronca mientras él cerraba la puerta tras de sí. -Sabes muy bien que no me gusta que entres a mi habitación sin per...- Demoró unos segundos en notar que tenía hecha jirones la manga izquierda de la túnica, cubierta por un líquido oscuro. ¿Su sangre o la de alguien más? Rebecca lo miró asustada y cerró la boca con un movimiento rápido.

Rabastan le daba la espalda mientras abría el closet de la habitación y se agachaba para sacar una valija grande y cuadrangular. El ruido del zipper abriéndose y los jadeos entrecortados de Lestrange era la único que podía oírse. Rebecca hasta había dejado de oír el tic tac del reloj que estaba a su lado.

-Rabastan- lo llamó ella, poniéndose de pie y llevando una mano al pecho -¿Qué sucede?- preguntó con calma, cubriendo el desconcierto y el miedo que estaba llenando su corazón.

-Cámbiate- pidió él, bajando la cabeza y quedándose inmóvil un segundo. Rebecca le observó con más dedicación el brazo izquierdo. La sangre era suya, chorreando inconsistentemente por un corte profundo y transversal en la parte superior, justo debajo del hombro. -¡Cámbiate!- insistió al sentirla inmóvil, girándose para verla sobresaltarse en el lugar. Fue la orden dada desde los labios ahora temblorosos de su marido. Obedeció en silencio en una esquina de la habitación, dándole la espalda mientras se ponía la ropa en silencio mientras hacía un gran esfuerzo en no gritarle nada.

Rabastan arrojaba ropa, joyas, papeles, vestidos y abrigos en la maleta. Cuando Rebecca miró por encima del hombro notó que él se quitaba el reloj de platino y lo arrojaba, ensangrentado, sobre una de sus camisas de lino. Ella apretó los labios en desaprobación mientras acababa de abotonarse el vestido y se giraba para verlo cerrar la maleta. Se quedó agachado frente al closet casi vacío de su mujer en silencio, con la cabeza gacha.

-¿Qué pasa?- Rebecca se acercó, rodeándolo para verlo. El cabello rubio, sucio con sangre seca y tierra, le cubría los ojos. Se agachó frente a él pero Rabastan no levantó la cabeza, sino que alzó una mano para que ella tomara la maleta.

-Ve a Kings' Cross, y de allí hasta el puerto de Ashford- sacó unos papeles arrugados del interior de la chaqueta -Toma el ferry hasta Calais...- Rebecca tomó los papeles que le ofrecía y no pudo evitar interrumpirlo.

-¿De qué me estás hablando? ¡No quiero ir a Francia!- exclamó, señalando con la mano el pasaje que le había dado. Abrió el otro papel, amarronado y viejo. -¿Qué demonios es esto?- se lo mostró agitando el papel.

-Es un título de propiedad- explicó, poniéndose de pie y haciendo incapié en la manija de la maleta que aún sostenía con el brazo derecho. -Vende la casa lo más rápido que puedas y cómprate una propiedad a tu nombre de soltera donde se te de la gana. Mi primo Hervé te ayudará si precisas ayuda.

Rebecca se quedó mirándolo con las cejas alzadas y en silencio.

-¿¡De qué me estás hablando!?- le gritó, arrojándole a la cara los papeles. Rabastan cerró los ojos -¡Irme a Francia, la propiedad, estás loco!- le gritó, dando una patada en el suelo con el tacón de su zapato. -¡Dime qué pasa!

-El Dark Lord ha caído. Nos encontraron- Rabastan murmuró, mientras alzaba la cabeza y abría los ojos. -Saben quienes somos y tienen pruebas. Nos encontraron esta noche- recogió los papeles que Rebecca le había arrojado y se los volvió a ofrecer junto con la correa de la maleta. -A Crouch, Bella, Rodolphus y a mí- Ella los tomó lentamente, rozando apenas los dedos lastimados de él.

-¿Cómo es posible, qué...?- se quedó en silencio mientras procesaba las palabras de Rabastan y lo veía enderezar la espalda frente a ella.

-Hay polvos floo en la chimenea- le dijo con la voz suave, mientras la miraba a la cara. Trató de sonreír inútilmente. -Tienes que irte ahora, Rebecca.

Ella lo miró y se giró hacia la puerta de la habitación, saliendo hacia el pasillo mientras arrastraba la maleta tras ella. Rabastan miró el cuarto vacío de su mujer y se acercó hasta la cama, sentándose en el mullido colchón. Escuchó el ruido de los tacones golpeando la escalera, la maleta bajando sola a traspiés los escalones hasta llegar al primer piso. Las sábanas blancas todavía estaban tibias, la almohada todavía conservaba la forma de la cabeza de ella. Eran sus últimas horas de libertad, sus últimas horas de vida si lo atrapaban los auror que supieran lo que le había hecho a los Longbottom.

Volvió a escuchar pasos en la escalera, apresurados, y sacó la varita esperando lo peor. ¿Acaso ya estaban en la casa y habían frustrado el escape de su esposa? Se puso de pie y apuntó la varita hacia la puerta, cuando la vio cruzar el umbral. Rebecca se arrojó a sus brazos, llorando en su pecho.

-¡Te amo, Rabastan!- exclamó mientras se apretaba contra él, sin querer dejarlo ir. Rebecca sintió los brazos en su espalda, el mentón de Rabastan apoyado en su cabeza.

-Lo siento tanto, Rebecca- murmuró moviendo la cabeza lentamente de un lado a otro.

-¡Lo siento tanto!- repitió ella.

Rebecca alzó la cabeza y lo besó, él le correspondió el beso con desesperación. Sentían dolor ahora por el tiempo perdido, las discusiones idiotas, los juegos mentales que se habían hecho el uno al otro durante años. Era el fin, abrupto y doloroso.

-Ve- le susurró él, corriéndole el cabello de la cara cuando se alejaron.

-No, quiero quedarme contigo.

-¿Quieres morir? ¿Quieres pudrirte en Azkaban cuando puedes salvarte?

Rebecca negó con la cabeza y soltó el abrazo lentamente. Rabastan le besó la frente y la dejó ir, volviendo a escuchar los pasos que aumentaron la velocidad mientras bajaba las escaleras. Escuchó el ruido ahogado de la chimenea y la voz de su mujer indicando el lugar donde deseaba aparecer.

Estaba solo ahora en la casa donde había perdido el tiempo, el reloj marcando la hora con su paso acelerado junto a la cama que solía pertenecer a Rebecca. Se había dado cuenta demasiado tarde de lo mucho que podrían haberse amado.

Concursante ganador:

James Potter

Fic ganador:

Abrupto y doloroso


¡Felicitaciones!
Última edición por James Potter el 21 Feb 2008 09:18, editado 1 vez en total.


Imagen

Cerrado

Volver a “Desafíos de Escritura y Arte”