Te apuesto lo que quieras

[Frankie Gibbs]

Frankie alcanzó el hombro de Tristan con una mano y lo apretó con fuerza en el momento en que su caballo iba a pasar por su aro. Quizá le dolería el apretón pero más le dolió a ella que su Expectro tocó el aro con los cascos, lo cual era una penalización. Soltó un 'uhh' grave, profundo. Ahora era muy difícil que ganara, tendría que adelantar por mucho a los demás para lograrlo.

Soltó a Tristan y dejó que su brazo cayera con desgana al costado de su cuerpo. Menos mal no había apostado tanto como solía hacerlo.

((El último número de la URL será la posición que quedó al final))

[Tristan Jenkins]

((Bueno, sucede que el dado después de d10 solo sirve de 10 en 10. Pero para los próximos caballos podemos lanzar un dado de 20 y todo lo que esté por encima de 15, equivale a la posición 15))

Ese apretón lo hizo girar la cabeza creyendo que Frankie se había caído tenido un traspié, pero aparte de distraerlo de la carrera (que estaba bien, porque así evitaba esos sentimientos contradictorios hacia la carrera) no observó nada catastrófico. Aunque posiblemente era malo ¿no? Por su lenguaje corporal podía deducir que pasaba algo y que tenía que ver con la carrera, y ya que ella había apostado...

Regresó la mirada a los caballos en cuanto ella lo soltó e hizo un intento en vano de buscar el caballo de Frankie, pero no sabía el número y solo pudo ver como cruzaban la ¿meta? y sentir que los oídos le retumbaban por los gritos de emoción de las personas a su alrededor.

[Frankie Gibbs]

((ahh mira tú. Dale, ok))

Salieron los resultados en el aire y Frankie vio con gran decepción que Expectro había quedado en la bochornosa posición diez. ¿Había apostado cincuenta u ochenta a este? Ya no podía recordarlo y mejor no hacerlo. Menos mal que no habían ido a ver a los caballos porque así puede usar el dinero del soborno para comprar alcohol, que ya empezaba a necesitarlo.

Se abrió un pequeño espacio adelante y Frankie saltó de la caja para ir corriendo a ese pequeño hueco. Solo cabía ella pero si Tristan se ponía detrás podía ver perfectamente. Se le olvidó la caja. Quizá le servía a alguien bajito como ella.
Debían esperar algunos minutos hasta que empezara la otra carrera, mientras acomodaban a los caballos y otras cosas que no me quiero seguir inventando.

[Tristan Jenkins]

((Pa que vos veais))

Por la variedad de emociones que veía en los rostros de las personas a su alrededor, supuso que las más felices habían apostado al caballo ganador y las que estaban tristes o enojadas al resto. No le hacía falta preguntarle a Frankie el resultado de su apuesta porque estaba bastante claro, ya sabía él nombre del caballo y solo necesitaba leer la lista con los nombres y las posiciones para descubrir que había quedado de -Décimo- apretó los labios, eso se veía muy mal.

La siguió cuando se acercó al frente, no sin antes hacer desaparecer la caja porque él no pensaba en las personas de baja estatura sino en las que podían tropezar con ella, y se quedó lo suficientemente cerca como para hacerse notar, pero sin invadirle por completo el espacio personal. "¿Cuál es tu siguiente caballo?" preguntó, inclinándose para poder hablarle sin alzar tanto la voz.

[Frankie Gibbs]

Posó los antebrazos en el borde, todavía afectada por la pérdida. Eran cincuenta galeones, la comisión que se había ganado por desencantar un baúl a una señora hace dos semanas. No le costó mucho, cinco minutos, pero igual era dinero que se pudo haber gastado en otra cosa, como comida o alcohol. Soltó un suspiro, y se colocó erguida, porque aún le quedaban dos carreras y podía recuperar aún algo del dinero.

Casi se le había olvidado que Tristán estaba con ella (lo siento) y se sobresaltó un poco, sin que fuese visible para él, fue más un gesto con la cara, alzando las cejas. Se giró para encontrárselo más cerca de lo que esperaba. "Veela" respondió. Después de verlo mejor, como que se dio cuenta de su atractivo, así de repente. Alzó una mano y lo agarró por la parte de arriba de la ropa, quizá jalandolo un poco, tipo que si se acercaba más no estaba mal. Perder le da queso la ponía un poco.

[Tristan Jenkins]

-Veela- ese era un nombre más fácil de recordar, una lástima que los caballos estuvieran identificados con números porque tenía que esperar hasta el final para saber cuál era. Por eso los deportes tradicionales eran mucho mejores, con sus uniformes enumerados y sus nombres visibles, cualquiera podía disfrutarlos sin ser un conocedor del tema- El jalón hizo que regresara su vista a Frankie, quien ahora estaba cerca, muy cerca, y no podía negar que eso lo ponía nervioso.

Se humedeció los labios y alzó las cejas como diciéndole '¿Necesitas algo?'. No podía adivinar que pretendía, sobre todo porque no había dejado que le tomara la mano antes y ese fue un mensaje claro.

[Frankie Gibbs]

Que se humedeciera los labios no ayudaba mucho a que se le quitaran las ganas de acortar la distancia. Quizá no tenía mucho sentido pero agarrarle la mano parecía un acto mucho más íntimo que besarlo en público, aunque no por eso lo iba a hacer. Todavía recordaba que estaban en una cita y cualquier cosa medio romántica Tristan la podía tomar con una declaración de sentimientos. Cuando le añadiera alcohol a la situación todo dejaría tener tanta seriedad.

Entendió su expresión pero no tenía nada que decirle. Le soltó la ropa pero trazó una línea irregular y curva sobre su pecho con el dedo índice, solo porque podía. En cualquier momento sonaría el silbato, dando por empezada la segunda carrera.

[Tristan Jenkins]

Cuando le añadiera alcohol al asunto todo se iba a poner mucho más complicado.

Deslizó su mirada por el rostro de Frankie, los ojos, la nariz, los labios y... De repente sintió como una fuerza invisible que lo atraía hacía ellos. Quería abrazarla y besarla (y muchas cosas más que no pueden escribirse en horario supervisado), pero no estaba seguro de que ese fuera el lugar y el momento adecuado. Se acercó un poco más, quizá no importaba el lugar si solo era por un corto momento, solo unos pequeños instantes.
Cuando ella lo soltó, él se detuvo y bajó su mirada hacía el dedo. Parpadeó lentamente, regresando a la realidad en la que se encontraba en un intento de controlar sus instintos.

[Frankie Gibbs]

Horario supervisado para ti, aquí ya es tarde.

No sabía ni lo que estaba haciendo con las manos y cuando levantó la mirada su dedo se quedó muy quieto. No sintió cuando las personas que estaban a su alrededor los miraron raro, porque ese no era ni el momento (a punto de que empezara una carrera de caballos alados) ni el lugar (tribunas con gente que acababa de dejar su sueldo en apuestas) para hacer lo que ella tenía ganas de hacer. No podía ni recordar porqué se había molestado con él hace un rato. Era como si mientras más cerca estaba menos pensaba.

Subió la barbilla, para acortar la distancia. Solo tenía que subir los talones un poquito y ya estaría. Tenía tantas ganas que volvió a agarrarle la ropa con un puño.
Pero sonó el silbato y Frankie se sobresaltó, echando la cabeza hacia atrás de la sorpresa, recordando donde estaba. Le soltó de inmediato y giró la cabeza hacia el lado desde donde estaban saliendo los caballos. En cuanto recordara cómo mover los pies se giraría.

[Tristan Jenkins]

Europa es toda libertina, tbh.

Como la única vez que había estado en un lugar tan bullicioso con Frankie se encontraban en estado de ebriedad, no podía asegurar si esa sensación de que todo a su alrededor comenzaba a desvanecerse y solo podía fijarse en ella, era una experiencia única o recurrente, pero esperaba tener más oportunidades para descubrirlo.

Su cuerpo parecía no entender mejor la situación que su mente, deslizó una mano para colocarla en la cintura de ella, sobre el abrigo, y continuó acercándose más y más. Fue evidente que no escuchó el silbato y apenas pudo detenerse cuando ella se apartó. Las cosas a su alrededor fueron cobrando presencia y él dándose cuenta de lo que pasaba, mejor dicho, de lo que no pasaba.

[Frankie Gibbs]

Le estaba contando trabajo situarse. Vio de reojo como los caballos galopaban pero parecía incapaz de girarse para verlos bien, no teniendo a Tristan tan cerca. Su respiración era lenta, como si le costara trabajo inspirar. Tragó saliva y miró hacia abajo, buscando el suelo pero encontrándose el cuerpo de Tristan.

Acabó cerrando los ojos y girándose lentamente, sintiendo las manos de Tristan en su cuerpo. No le molestaría si las dejaba ahí, solo necesitaba mirar lo que pasaba con la carrera y recuperar un poco de compostura.

[Tristan Jenkins]

Ni siquiera tuvo la oportunidad de oponerse a que ella se girara, pero si le tomó un par de ciclos de respiración lenta recuperar un poco de su compostura. Luego de unos segundos, terminó por enderezar su espalda y devolverle unos centímetros de espacio, mientras buscaba regresar su atención a los caballos que volaban y no al olor del cabello de Frankie o como podía sentir el calor de su cuerpo bajo su mano, aun a través de las capas de tela que la cubrían, o al hecho de que se encontraba tan cerca que para apoyar su mentón sobre uno de sus hombros solo tenía que inclinarse un poco y- No, ese no era el lugar.

También debía recordarse que ese no era el momento. Estaban en medio de una estúpida carrera. Miró los caballos como si de repente los nombres fueran a parecer sobre cada uno y pudiese identificar a ¿Cómo se llamaba? -¿Veena?- antes que terminaran.

[Frankie Gibbs]

Todo era cuestión de espacio. Si Tristan estaba lo suficientemente lejos, podía actuar normal y hasta notar esas cosas que no le gustaban de él (si hablaba, al menos). Respiró aire, tratando de bajarse el ritmo cardíaco y levantó la mirada hacia los caballos, sin poder identificar el suyo a primera vista. Se había perdido del salto a los aros así que no tenía idea de si Veela había sido penalizada o no. Tampoco ayudaba a su concentración que podía sentir las manos de Tristan en su cintura y estaba conteniendose de echarse hacia atrás para pegar su cuerpo al de él. Si estuviesen en cualquier otro lugar no le importaría hacer una escena inapropiada de demostración de afecto, pero no quería que la vetaran de las carreras por estar tocando partes bajas ajenas frente a niños.

Estaban a punto de llegar a la meta y Frankie se quedó muy quieta, tratando de localizar a su caballo entre los demás.

((Dadooos de 10? Así no queda tan detrás de la ambulancia))

[Tristan Jenkins]

¿Qué era más inapropiado que apostar por animales que potencialmente estaban siendo maltratados? Tsk, tsk.

Los caballos cruzaron la meta y las personas a su alrededor volvieron a hacer una considerable cantidad de ruido, que causó que Tristan se sintiera aturdido, de nuevo. Tenía que ser un efecto de que no le gustaba ese sitio, porque los partidos deportivos eran mucho más ensordecedores. Sin querer (o si quería, pero ajá, ese no era el lugar) apretó sus manos contra la cintura de Frankie y se encogió de hombros, e hizo un intento por mirar la lista con los nombres de los caballos. No encontró ningún Veena, pero si un Veela en el tercer lugar y asumió que ese era el caballo de Frankie. Aunque estaba en una mejor posición que el anterior, no había ganado nada. Terrible, solo una perdida de capital.

((¿10? Ok, pero ¿Cuál es el miedo? El que tenga miedo de morir que no nazca.

Bueno, el resultado:
[3] = 3
d10: [ 3 ] = 3))

[Frankie Gibbs]

Se esforzó por estar atenta a la salida y pudo identificar a Veela cuando estaba cruzando la meta. Supo que no había llegado de primera pero tampoco vio a cuántos tenía por delante. Esperó casi sin respirar, en parte porque sintió las manos de Tristan con más fuerza, hasta que en el aire aparecieron los resultados finales. Tercera. Vaya. Bajó los hombros en un gesto, echó el cuerpo hacia atrás, sintiéndose derrotada, y terminó apoyando la cabeza sobre la clavícula/espacio entre el hombro y el cuello de Tristan. Había apostado menos por ésta y solo le quedaba una carrera más por salvar y por la que había apostado más, si no se equivocaba. Iba a tener que alejarse de las apuestas un tiempo hasta recuperar la confianza.