Favores de sangre

[Cecile Greengrass]

No le había golpeado solamente porque quería que se marchara, había sido por decirle loca y porque era el único ser presente con el que podía descargar toda su rabia, de la manera más primitiva que había. Nunca hacía esas cosas, por eso sentía mental, emocional y físicamente tan drenada. Se le había ido toda la energía que le quedaba.

"No sé si pueda hacer esto" dijo mirando al techo, o a la ruleta que hacía de su techo, todavía sin moverse.

[Eli Lufkin]

Sufro mucho leyendo cosas que Eli no puede y sabiendo que lo llevo hacia un futuro de sufrimiento que no le corresponde.

Como nada peligroso pasó, terminó de soltarle los tobillo y se movió lo más rápido y menos tambaleante que su estado de ebriedad le permitía en dirección a la almohada, pero dejo a tu elección el lado de la cama, como para que Cecile le pueda meter otro golpe si correspondía.

Se dejó caer boca abajo, su cabeza ya sobre una almohada y resopló un poco, con los ojos cerrados nada se movía a pesar de que la sensación de mareo continuaba. "¿Hacer qué?" preguntó, tontamente pensó que se refería a volver a hacer equipo con él y entonces le diría que ok y seguiría con su vida como si nada.

[Cecile Greengrass]

Mejor aprovecharlo ahora porque después se va a ir a Juilliard y no lo va a ver ni el polvo.

En mi mente, Cecile está del lado izquierdo de la cama, viéndola de frente. Empujó su cuerpo hacia atrás hasta poner la cabeza en la almohada. Se empezó a sentir bastante mal, al punto de las náuseas. Tragó saliva, intentando aguantar las ganas de devolver la cena.
"Esto de pretender que estoy bien en la escuela" respondió con sinceridad. Por lo general se le hacía muy fácil pretender mil cosas, como que le agradaba la gente en general, pero esto era diferente, más profundo. Nunca había fingido que no tenía el corazón roto.

[Eli Lufkin]

Si Cecile va a vomitar que avise con tiempo para que no se ahogue y tenga un final trágico.

-¿Estad bien con qué?- quiso preguntar, pero entre que empezaba a sentirse adormecido y que tenía sentido de preservación no lo hizo. En cambio, murmuró un 'Aah' de entendimiento y le acercó una mano a la cabeza para darle unas palmaditas de consolación "Eres fuerte, vas a estad bien" dijo lo más sincero que podía. También habían muchos peces en el mar, él estaba seguro que su prima olvidaría esa situación pronto y él dejaría de sentir que tenía vela en ese entierro.

[Cecile Greengrass]

No puede tener un final trágico porque ya está interactuando en el futuro. Tiene que vivir hasta enero por lo menos.

Siguió tragando saliva hasta tener la garganta tan seca que debía esperar producir más saliva para repetir el proceso. Tener ganas de dormir, llorar y vomitar al mismo tiempo no debía ser posible, pero lo era. No fue capaz de darle una respuesta más allá de un "Mjm" a Eli, porque se había cansado de que él minimizara sus sentimientos y no creía poder decir nada más sin que saliera algo más que palabras de su garganta.
Cerró los ojos, sucumbiendo a una de las tres cosas que sentía, pero tenía algo que decir y no podía esperar a otro día.
"¿Eli?" Le llamó. Volvió a tragar más saliva.

[Eli Lufkin]

Al menos que no le vomite encima, el pobre muchacho no iba a recordar, pero aún podía tener flashbacks de guerra.

Sintió una sensación de plenitud al encontrar su trabajo filial finalizado con éxito, así que consideró que merecía una recompensa: dormir. No tardó en cerrar los ojos y caer en algo así como un duermevela que le sentaba muy bien para el mareo. Aun así, creyó escuchar a su prima llamarlo, le tomó unos largos segundos entreabrir los ojos logró murmurar un "Mmjum" para avisarle que seguía ahí.

[Cecile Greengrass]

Su respiración se agitó un poco por el miedo latente de vomitar. Necesitaba concentrarse en otra cosa y miró fijamente al techo pese a querer mirar a su primo, solo que le preocupaba marearse más aún si giraba la cabeza.
"Si le cuentas a alguien lo que te he dicho, destruiré tu chelo en mil pedazos, los quemaré y le pagaré a alguien de Ravenclaw para que esparza las cenizas en tu cama" dijo en tono serio pero sin mirarlo por lo dicho anteriormente. No veía a su primo cómo chismoso, pero por si las flies.

[Eli Lufkin]

¿Su chelo? ¡No! ¡Por Merlín! Era un instrumento tan costoso que aún él teniendo un montón de galeones bajo su nombre podía reconocer lo caro que era.

Sintió que la respiración se le entrecortaba un poco con esas cosas de mafiosa que le decía. Cerró los ojos, quedándose muy quieto e intranquilo, "Ok" respondió. Su mente estaba muy alcoholizada como para razonar y almacenar muchas de las cosas que habían ocurrido hasta entonces, pero estaba seguro de no olvidar esa amenaza. Y si olvidaba las palabras una por una, no podría hacer lo mismo con la sensación de pavor que le provocaban.

[Cecile Greengrass]

Hay que ir por los golpes más bajos para causar algún impacto.

Puede que su siguiente acción fuese confusa considerando que acaba de amenazarle, pero había accedido sin rechistar a guardar su secreto y había algo de camaradería en ese gesto. Cecile extendió su mano y buscó la muñeca de Eli, no para hacer nada malo, solo tomarla, si es que él la dejó.
No sé cómo sería el resto del año escolar, ni siquiera cómo sería la mañana siguiente, pero dentro de todo lo que estaba pasando, aunque no era lo ideal, agradecía tener a su primo como apoyo, aún si él prefería estar lejos de ella.

[Eli Lufkin]

Por la impresión que le había causado con la amenaza, sintió que el gesto era como una reafirmación de lo que ocurriría si abría su boca (Romperle las manos era el siguiente paso ¿No?), pero no se alejó porque ya estaba un poco más dormido que despierto. Su respiración se tranquilizó un poco y se volvió más rítmica, seguramente soñaría cosas que no sería capaz de recordar al día siguiente.

A la mañana siguiente cuando despertara, seguro se arrepentiría de algunas de las cosas que había hecho y dicho esa noche, pero a fin de cuentas Cecile era su prima, debía apoyarla y evitar que tomara malas decisiones, en la medida que le fuera posible.

[Cecile Greengrass]

Vaya, hace un gesto cariñoso y lo toman como otra amenaza. Menos mal que Cecile no lee estas cosas porque se lo puede tomar como una ventaja estratégica para el futuro o como un atributo que cambiar, porque no quería que su primo le tuviera miedo siempre.

Al final el cansancio pudo más que sus ganas de vomitar y se quedó dormida a los pocos minutos. Puedo describir su primera resaca como algo espantoso, casi tanto como despertarse y verse llena de vino y con su colchón destruido. Cecile tuvo la inteligencia de pedir ayuda a su elfo antes de enfrentarse a sus padres que seguramente los vieron dormidos y decidieron no hacer comentarios, al menos no ese día.

Cerrado