Alguien en la puerta

[Tristan Jenkins]

Sintió que su cara se ponía colorada como si lo hubiese atrapado haciendo algo indebido gracias a ese comentario. Bueno, ya habían hecho otro tipo de cosas que podían considerarse indebidas pero... ¿Qué podía hacer? Verla bañarse, haciendo en uso todo su autocontrol porque al final no podrían hacer nada ¿Y ya? Uh, no, sonaba como una afición inadecuada.

Señaló la puerta con su pulgar, procurando mirarla solo a la cara -Solo su cara- "Entonces espero afuera..." dijo, otra vez buscando a tientas el pomo de la puerta "Si necesitas ayuda ya sabes donde estoy". No iba a estar en el pasillo, si no en su habitación con la puerta abierta para poder escucharla si necesitaba algo.

[Frankie Gibbs]

Dejó de enjabonarse por un segundo, un poco desconcertada de que quisiera marcharse. Le había dicho que se sentara, ¿no era una forma de decirle que se quedara? Pensó que si.

"No tienes que irte" soltó. "O sea, si tienes que hacerlo okay, pero sino" dejó la frase inconclusa porque tenía la sensación de no tener sentido. Flexionó las rodillas hasta que pudo abrazarlas con su brazo bueno.

[Tristan Jenkins]

Había girado el pomo sin llegar a abrir la puerta cuando ella volvió a hablar. En efecto, no encontró sentido a lo que le decía pero sus palabras hicieron que sus ganas de quedarse fueran mayores que el pensamiento de que era incomodo y raro.

"Está bien" dijo, decidiendo sentarse en el suelo junto a la bañera (nunca sobre el inodoro, mucho peso podía romper la tapa de arriba que no estaba diseñada para eso). Miró el agua por unos segundos y luego la cara de ella "No le pusiste nada al agua" comentó, pasándole unos mechones de cabello tras la oreja.

[Frankie Gibbs]

Apoyó la cara en su rodilla al verlo sentarse. Sonrió cuando le tocó el pelo. Era muy raro, hacía esas cosas tan... no sabía cuál era el nombre pero luego le mandaba a bajar los pies del sofá o la desnudaba sin inmutarse. Era como si avanzara dos pasos hacia ella y luego retrocediera tres, y aunque le sacaba de quicio, quería que siguiera avanzando.

Levantó la cabeza y estiró lo que pudo las piernas. "No sé si era buena idea para las heridas" respondió mirando al agua que por el shampoo y el jabón no era cristalina. "¿Tú las usas mucho?" Preguntó divertida de la idea de un Tristan usando sales de baño.

[Tristan Jenkins]

Deslizó sus dedos por el cuello y la clavícula de Frankie, cuidando de no hacer mucha fuerza o ir más lejos. Quería tocarla más, pero seguía repitiéndose que podía lastimarla y no podía asegurar no apretar demás y causarle dolor. Era una batalla muy grande la que tenía consigo mismo.

Ella tenía razón con las sales, podían ser irritantes para sus heridas. Había sido tonto de su parte sugerirlo. Hizo una mueca de desagrado con su cara y negó "No, no son mías" respondió, él ni siquiera usaba la bañera era demasiado tiempo invertido en un simple baño.

[Frankie Gibbs]

Se esforzó por detener el impulso de cerrar los ojos ante el mínimo tacto de sus dedos, solo porque no quería demostrar lo mucho que le gustaba. Él se veía muy tranquilo ahí sentado, ella debía parecer igual.

"¿Son de tu novia?" Preguntó medio burlona aunque la idea se le pasó por la cabeza. No terminó de cuajar porque Tristan no parecía la clase de persona que engaña a una pareja, pero muchas cosas pudieron haber pasado entre la primera vez que estuvieron juntos. Quizá tenía otra relación causal que no le había contado, a lo mejor la chica del auto.

[Tristan Jenkins]

Frunció el ceño, se estaba burlando ¿cierto? porque de haber tenido una novia, ella no estaría en la bañera en ese momento. Momento ¿Se burlaba porque creía poco probable que tuviera una novia? Con su otra mano empujó algo de agua en dirección a la cara de Frankie, como para reprocharle que insinuara ese tipo de cosas sobre él.

"Son de mi hermana" aclaró, porque igual no quería generar un malentendido "Les gusta dejar cosas por ahí y tener excusas para poder regresar". Se refería a sus tres hermanos y aunque ese apartamento le pertenecía tanto a ellos como a él, había intentado ponerles normas para que no terminaran tocando su puerta a la media noche para tomarse todo el alcohol que tenía.

[Frankie Gibbs]

Cerró los ojos justo a tiempo para que no le entrara agua enjabonada, porque eso sería la guinda del pastel, y se empezó a reír mientras se restregaba los ojos con los dedos.

"Menos mal" dijo. "Si tuvieses una novia no creo que le guste que te venga a visitar o que me ayudes a quitarme la ropa" añadió. "Aunque explicaría algunas cosas" se mordió el labio inferior, arrepintiéndose de haber dicho eso. Volvió a agarrar el jabón y lo sumergió para pasárselo por las piernas, solo para hacer otra cosa.

[Tristan Jenkins]

Miró la pared frente a él, pensado que realmente sería un tipo muy desagradable en esa situación hipotética. Su novia imaginaria y Frankie tenían suerte que era un tipo amargado pero con principios.

Lo siguiente que dijo lo hizo pensar más y la verdad era que no estaba en las mejores condiciones para usar su cerebro planteándose posibles situaciones con las cuales conseguir una respuesta por su cuenta. "¿Qué cosas explicaría?" insistió, no podía solo decir eso y esperar que no le diera curiosidad al respecto.

[Frankie Gibbs]

Ya, obvio que iba a preguntar porque es un Ravenclaw y los azules tienen esa chispa de curiosidad por la vida. Además que era un humano.

Dejó el jabón aparte y pasó la mano buena por sus piernas, desde el tobillo hasta el muslo. "Porque me has desvestido como si nada" soltó lo más honesta y coherente que pudo y se atrevió a mirarlo para ver su reacción.

[Tristan Jenkins]

Se pasó una mano húmeda por el mentón y de inmediato se arrepintió, bueno, es que no estaba entendiendo algo ahí. Entrecerró los ojos, o sea, que ella creía que los hombres con compromisos sentimentales eran de piedra... Ah, ya, ya entendía.

Encogió sus hombros, "Tengo autocontrol" respondió como si se tratara de nada y entonces siguió el movimiento de la mano de Frankie contradiciendo sus palabras. Autocontrol que casi le había costado un infarto allá afuera.

[Frankie Gibbs]

Autocontrol, claro. No era muy amiga de la palabra (o de la acción más bien) pero la conocía, como un enemigo de la diversión y de vivir en el momento, como la prudencia o la sensatez.

"¿Y quién te pidió que tuvieras autocontrol?" Preguntó, advirtiendo que él le estaba siguiendo la mano así que continuó el camino desde la parte interna del muslo hasta su vientre, subiendo por el abdomen hasta los pechos. Así es como se bañaria normalmente, solo que no lo haría tan lento.

[Tristan Jenkins]

Inspiró -Autocontrol- se recordó y siguió más allá del camino que había trazado la mano de ella, hacia los hombros y el rostro. Ahí estaban las fuentes de su autocontrol. "Este de acá..." dijo, poniéndole una mano justo debajo de la herida del brazo malo, cuidando de no hacer mucha fuerza. "Estos de aquí" con su otra mano le sostuvo la cara, acariciando con su pulgar la herida del labio y el moretón que tenía "Y el resto que tienes en tu cuerpo" completó sin apartar su mirada de su rostro.

A ese paso si que le iba a dar un infarto, a la tierna edad de veintitrés años.

[Frankie Gibbs]

Así que solo se trataba de sus heridas. Lo sospechaba pero no podía estar totalmente segura, porque había esperado que le creyera cuando dijo que se veía peor de lo que era.

La sensación que sentía cuando le tocaba el labio, incluso con la costra, era indescriptible y se hubiese mordido el labio sino empeorara su situación. "Si pude soportar un montón de arena y piedras, creo que puedo soportarte a ti" sacó la mano buena goteando y la acercó a su rostro, pasando el pulgar por su mejilla. Se la hubiese puesto en los labios pero no quería que supiera a jabón después.

[Tristan Jenkins]

Movió la cabeza, negando, no iba a funcionar. No, no, no lo iba a dejarse convencer por las palabras de alguien que decía estar bien y tenía dos heridas a carne viva en un brazo.

"Un montón de arena y piedras que te llevaron al hospital" le recordó con una sonrisa burlona. Deslizó sus manos hasta su cuello y entrelazo sus dedos en la parte de atrás con un movimiento suave "Si yo puedo hacerlo, tú también" dijo, acercando su rostro al de ella y luego le dio un beso corto en la frente ¿Estaba burlándose aun más de ella? Sí, posiblemente.