Beyond Hogwarts RPG - Foro de rol Play-By-Post ambientado en el mundo de Harry Potter
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La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
- Eli Lufkin
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La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Su reacción inicial al recibir la insignia de Prefecto fue una dicha descomunal y cargar encima el escudo con la P y los colores de su casa durante varios días, hasta que uno de sus hermanos le recordó que todos había hecho algo interesante en el colegio. Tras lo cual Eli se había puesto un poco colorado y decidió guardarla en la cajita de terciopelo que su padre le había regalado, hasta que llegara el día de regresar al castillo.
Por supuesto que no todo había sido negativo: Nicol le había contado sobre el baño de los prefectos y que la experiencia era similar a usar las bañeras que tenían en casa, pero cuatro veces más grande. Y aquel comentario le había sido muy útil, porque durante la charla que les habían dado en el tren, lo habían descrito como un baño más grande y personal que el resto de los del colegio. Lo cual no sonó muy atractivo en su momento.
El primer fin de semana tras su regreso a clases, Eli decidió que era su momento de usarlo (en realidad se había asegurado que nadie más con acceso lo fuese a usar o algo así), y tras terminar sus deberes y obligaciones se dirigió al baño a eso de media tarde. Prefería usarlo en ese horario que arriesgarse a hacerlo después de la cena, tardar mucho e irrespetar el toque de queda. Gasto poco más de media hora en decidir que colocar al agua de la bañera, porque ¡ey! si iba a estar allí al menos debía disfrutarlo lo mejor que pudiera. La experiencia le pareció agradable: habían varios tipos de jabones, champú y acondicionadores, y tras probar varios, esperó no quedar oliendo a kiwi o similares.
Tras lo que pensó era una larga hora y sintió que se quedaba dormido debido a la calidez y el olor de las sales y aceites prefirió terminar el baño y preservar su vida. Llevaba un cambio de ropa consigo, pero encontró entretenido que hubiesen batas de baño por allí y utilizo una, tras vestirse con su ropa interior y pantalones, solo que como aún había vapor de agua en el cuarto y hacía calor decidió no cerrarla. Luego se acercó a un estante que tenía una gran cantidad de pociones y cremas, estaba maravillado con todo lo que había allí, a pesar que no sabía para que servían la mitad de las cosas.
((Reservado))
Por supuesto que no todo había sido negativo: Nicol le había contado sobre el baño de los prefectos y que la experiencia era similar a usar las bañeras que tenían en casa, pero cuatro veces más grande. Y aquel comentario le había sido muy útil, porque durante la charla que les habían dado en el tren, lo habían descrito como un baño más grande y personal que el resto de los del colegio. Lo cual no sonó muy atractivo en su momento.
El primer fin de semana tras su regreso a clases, Eli decidió que era su momento de usarlo (en realidad se había asegurado que nadie más con acceso lo fuese a usar o algo así), y tras terminar sus deberes y obligaciones se dirigió al baño a eso de media tarde. Prefería usarlo en ese horario que arriesgarse a hacerlo después de la cena, tardar mucho e irrespetar el toque de queda. Gasto poco más de media hora en decidir que colocar al agua de la bañera, porque ¡ey! si iba a estar allí al menos debía disfrutarlo lo mejor que pudiera. La experiencia le pareció agradable: habían varios tipos de jabones, champú y acondicionadores, y tras probar varios, esperó no quedar oliendo a kiwi o similares.
Tras lo que pensó era una larga hora y sintió que se quedaba dormido debido a la calidez y el olor de las sales y aceites prefirió terminar el baño y preservar su vida. Llevaba un cambio de ropa consigo, pero encontró entretenido que hubiesen batas de baño por allí y utilizo una, tras vestirse con su ropa interior y pantalones, solo que como aún había vapor de agua en el cuarto y hacía calor decidió no cerrarla. Luego se acercó a un estante que tenía una gran cantidad de pociones y cremas, estaba maravillado con todo lo que había allí, a pesar que no sabía para que servían la mitad de las cosas.
((Reservado))

- Simone Tenenbaum
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Ser prefecta no era algo que Simone hubiese deseado desde que entró a Hogwarts ni mucho menos, pero sí le llenó de orgullo saber que había destacado lo suficiente como para que se le confiase cierta cantidad de responsabilidad. Además, sabía que esto se veía excelente en el currículum.
Era la primera de su familia en llegar a ser prefecto y sus hermanos y padres le hicieron una cena de celebración. Incluso Mamoru le dio una charla de cómo debería usar su nuevo cargo y aunque Simone debió decirle que no era para tanto, lo vio tan inspirado que no pudo interrumpirle para comunicarle que su poder llegaba hasta mantener el orden y quitar puntos, no podía hacer reformas en las leyes, liberar elfos o hacer tratados con los animales del bosque prohibido, como bien sugirió él.
Y aunque no llegará a ser la Rosa Parks de los centauros, al fin no necesitaría comprar por su cuenta costosas pociones para tratar adecuadamente su pelo dado que, como bien le dijo otra prefecta con afro, el baño de prefectos tiene shampoo y acondicionador para todos los pelos, pieles, gustos y sabores. Intentó no mostrarse demasiado emocionada, pero mira, lo estaba.
Simone no tomó tantas precauciones a la hora de ir a bañarse. Cuando acabó temprano sus deberes, buscó sus cosas y se fue derecho a la cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado del quinto piso. Al llegar, abrió la puerta dado que no estaba cerrada y sintió el calor de la habitación. Asumió entonces que alguien acababa de salir y terminó de entrar, cerrando la puerta con cuidado.
Lo primero que hizo fue acercarse a la enorme bañera que bien podía ser una piscina pequeña. Contó los grifos y se preguntó si, cuando se metiera en el agua, la bañera sabría qué productos usar, porque ella no tenía ni idea. De la emoción (y el calor), tiró por ahí su muda de ropa para empezar a quitarse la camiseta que llevaba puesta.
Era la primera de su familia en llegar a ser prefecto y sus hermanos y padres le hicieron una cena de celebración. Incluso Mamoru le dio una charla de cómo debería usar su nuevo cargo y aunque Simone debió decirle que no era para tanto, lo vio tan inspirado que no pudo interrumpirle para comunicarle que su poder llegaba hasta mantener el orden y quitar puntos, no podía hacer reformas en las leyes, liberar elfos o hacer tratados con los animales del bosque prohibido, como bien sugirió él.
Y aunque no llegará a ser la Rosa Parks de los centauros, al fin no necesitaría comprar por su cuenta costosas pociones para tratar adecuadamente su pelo dado que, como bien le dijo otra prefecta con afro, el baño de prefectos tiene shampoo y acondicionador para todos los pelos, pieles, gustos y sabores. Intentó no mostrarse demasiado emocionada, pero mira, lo estaba.
Simone no tomó tantas precauciones a la hora de ir a bañarse. Cuando acabó temprano sus deberes, buscó sus cosas y se fue derecho a la cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado del quinto piso. Al llegar, abrió la puerta dado que no estaba cerrada y sintió el calor de la habitación. Asumió entonces que alguien acababa de salir y terminó de entrar, cerrando la puerta con cuidado.
Lo primero que hizo fue acercarse a la enorme bañera que bien podía ser una piscina pequeña. Contó los grifos y se preguntó si, cuando se metiera en el agua, la bañera sabría qué productos usar, porque ella no tenía ni idea. De la emoción (y el calor), tiró por ahí su muda de ropa para empezar a quitarse la camiseta que llevaba puesta.

- Eli Lufkin
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
((Como no tenemos una descripción muy detallada del baño (¿o sí?), me voy a tomar unas libertades y les voy a hacer una figura: Baño de los Prefectos. Lo marrón ondulado es un biombo))
Se estaba preguntando si utilizar una mascarilla de arcilla (¿estaba realmente hecha de arcilla?) junto a una poción anti-acne daría resultado o si el orden adecuado era usar primero una y después la otra, cuando escucho un ruido proveniente de la puerta. Se asustó un poco, pensando que podía tratarse de algún fantasma (Myrtle) o Peeves, pero al instante recordó que ellos no necesitaban usar puertas y eso lo asusto aún más ¡Estaba seguro de haberse asegurado que nadie más iba a usar el baño ese día!
Se acerco al biombo que separaba los lavamanos del resto del cuarto de baño y asomó su cuerpo muy lentamente, lo mejor era hacer notar su presencia lo más pronto posible, antes que ocurriera alguna situación incomoda. En el mejor de los casos se trataba de otro varón, pero en el peor de alguna chica y solo llevaba una semana siendo prefecto, era muy pronto para que esas cosas le pasaran a él.
Cuando el vapor se disipó un poco pudo ver a la persona que había entrado al baño, al verla su boca se abrió de asombro y la botellita que cargaba en su mano se deslizo hasta romperse contra el suelo. -¡Mierda! ¡Merlín y los cuatro fundadores!- la impresión fue tal que aunque quiso taparse los ojos, lo único que logro fue desviar su mirada del cuerpo de la invasora a uno de los vitrales que adornaba el baño mientras su cara se ponía colorada.
Se estaba preguntando si utilizar una mascarilla de arcilla (¿estaba realmente hecha de arcilla?) junto a una poción anti-acne daría resultado o si el orden adecuado era usar primero una y después la otra, cuando escucho un ruido proveniente de la puerta. Se asustó un poco, pensando que podía tratarse de algún fantasma (Myrtle) o Peeves, pero al instante recordó que ellos no necesitaban usar puertas y eso lo asusto aún más ¡Estaba seguro de haberse asegurado que nadie más iba a usar el baño ese día!
Se acerco al biombo que separaba los lavamanos del resto del cuarto de baño y asomó su cuerpo muy lentamente, lo mejor era hacer notar su presencia lo más pronto posible, antes que ocurriera alguna situación incomoda. En el mejor de los casos se trataba de otro varón, pero en el peor de alguna chica y solo llevaba una semana siendo prefecto, era muy pronto para que esas cosas le pasaran a él.
Cuando el vapor se disipó un poco pudo ver a la persona que había entrado al baño, al verla su boca se abrió de asombro y la botellita que cargaba en su mano se deslizo hasta romperse contra el suelo. -¡Mierda! ¡Merlín y los cuatro fundadores!- la impresión fue tal que aunque quiso taparse los ojos, lo único que logro fue desviar su mirada del cuerpo de la invasora a uno de los vitrales que adornaba el baño mientras su cara se ponía colorada.

- Simone Tenenbaum
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Todo sucedió muy rápido. En el momento en que escuchó algo caer al suelo dentro de la habitación Simone, que solo había alcanzado a quitarse la camisa, la recogió deprisa y se tapó el sostén que llevaba que vamos a decir que era negro, por ponerle un color. Simone buscó al intruso (o intrusa, porque también puede ser) con la mirada, el vapor se había disipado bastante pero la zona del biombo era un poco más oscura así que se aproximó unos pasos, los suficientes como para reconocer a Eli. Quería morirse ahí mismo.
"¡ELI!" Gritó, aferrándose a su camisa como si fuese su propia alma. "¿Qué estás haciendo allí de pie? ¿Eres un pervertido?" Le preguntó claramente disgustada. Que conste que se lo preguntó porque, en el fondo, Simone sabía que él no era esa clase de persona, o al menos no lo parecía. No sería la primera vez que se equivoca.
"¡ELI!" Gritó, aferrándose a su camisa como si fuese su propia alma. "¿Qué estás haciendo allí de pie? ¿Eres un pervertido?" Le preguntó claramente disgustada. Que conste que se lo preguntó porque, en el fondo, Simone sabía que él no era esa clase de persona, o al menos no lo parecía. No sería la primera vez que se equivoca.

- Eli Lufkin
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
No se había fijado en lo interesantes que eran los vitrales, bueno, en el castillo todos eran interesantes pero los de ese baño eran más artísticos, más coloridos y- ¿qué más? -No mires Eli, no mires, no mires- no podía evitarlo era un instinto, incluso estaba haciendo todo lo posible por no hacerlo porque no quería parecer un pervertido.
¡Un pervertido! Justo como lo había llamado. Y no pudo evitarlo: la miro. Por suerte, ella ya se había cubierto y pudo concentrarse en mirarle la cara, con una expresión que denotaba vergüenza y enojo. Se señalo con su mano temblando por causa de su mezcla de emociones, -Me llamo pervertido- no podía creerlo, no sabía ni que decirle porque no encontraba las palabras adecuadas y necesitaba terminar de organizar sus ideas. ¡Él era un estudiante ejemplar! ¿cómo osaba ella a inculparlo de algo que no era su culpa? En fin, la audacia.
¡Un pervertido! Justo como lo había llamado. Y no pudo evitarlo: la miro. Por suerte, ella ya se había cubierto y pudo concentrarse en mirarle la cara, con una expresión que denotaba vergüenza y enojo. Se señalo con su mano temblando por causa de su mezcla de emociones, -Me llamo pervertido- no podía creerlo, no sabía ni que decirle porque no encontraba las palabras adecuadas y necesitaba terminar de organizar sus ideas. ¡Él era un estudiante ejemplar! ¿cómo osaba ella a inculparlo de algo que no era su culpa? En fin, la audacia.
Última edición por Eli Lufkin el 28 Sep 2020 12:29, editado 1 vez en total.

- Simone Tenenbaum
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Estaba tan alterada que recién se daba cuenta que la bata de Eli no estaba cerrada y podía verle el pecho desnudo. No es que a Simone le interesara la anatomía masculina pero sintió que no debía verlo, así que desvió la mirada hacia el suelo.
"¡Ciérrate la bata!" Exclamó "¡¿Por qué sigues aquí?! ¡Vete o le diré a Flitwick lo que has hecho!" añadió.
Para ella, Eli estaba temblando de los nervios de haber sido descubierto. No le dijo que no era un pervertido así que, por descarte, lo era. El que calla otorga, Lufkin.
"¡Ciérrate la bata!" Exclamó "¡¿Por qué sigues aquí?! ¡Vete o le diré a Flitwick lo que has hecho!" añadió.
Para ella, Eli estaba temblando de los nervios de haber sido descubierto. No le dijo que no era un pervertido así que, por descarte, lo era. El que calla otorga, Lufkin.

- Eli Lufkin
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
¿Era posible que su cara se pusiera más colorada? Bueno, quizá sí, en ese momento hasta su cuello estaba rojo de tanta molestia y vergüenza que sentía. Como pudo tomo los extremos de la bata y los junto, por el temblor de sus manos no había encontrado el pedazo de tela con el que debía cerrarla y tampoco se sentía cómodo con el pechito al aire frente a una joven, al menos no en esa situación.
Sin soltar la bata, tomo aire por su boca sintiendo que le iba a salir por las orejas en forma de vapor y extendió su otro brazo señalando el resto de su ropa que estaba más bien cerca de la bañera, como si esa fuera una prueba irrefutable de su defensa. "¡Yo llegue primero al baño Tenenbaum!" dijo con la respiración agitada, un tono alto y molesto, "¿Por qué entras a un baño ocupado? ¿Cuál es tu problema? ¡No soy un pervertido!" ahora que había explotado recuperado la compostura, no iba a quedarse más callado y ser acusado en falso.
Sin soltar la bata, tomo aire por su boca sintiendo que le iba a salir por las orejas en forma de vapor y extendió su otro brazo señalando el resto de su ropa que estaba más bien cerca de la bañera, como si esa fuera una prueba irrefutable de su defensa. "¡Yo llegue primero al baño Tenenbaum!" dijo con la respiración agitada, un tono alto y molesto, "¿Por qué entras a un baño ocupado? ¿Cuál es tu problema? ¡No soy un pervertido!" ahora que había explotado recuperado la compostura, no iba a quedarse más callado y ser acusado en falso.

- Simone Tenenbaum
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Sus hermanos mayores le advirtieron que procurara que su estancia en el Colegio fuese lo más pacífica posible porque cualquier trauma que suceda allí lo recordaría toda la vida. Lo había hecho tan bien hasta ese día, el horror.
Alzó las cejas, sorprendida. Llegó antes, -antes-, ¿Por qué entró? -¿Porquéporquéporqué?- pensó. Ah si, "¡Porque estaba la puerta sin cerrojo!" por eso. "Si te vas a bañar, sabiendo que este es un baño mixto, ¿Por qué no cierras la puerta?" preguntó señalando a la susodicha, regresando la culpa a él.
Alzó las cejas, sorprendida. Llegó antes, -antes-, ¿Por qué entró? -¿Porquéporquéporqué?- pensó. Ah si, "¡Porque estaba la puerta sin cerrojo!" por eso. "Si te vas a bañar, sabiendo que este es un baño mixto, ¿Por qué no cierras la puerta?" preguntó señalando a la susodicha, regresando la culpa a él.

- Eli Lufkin
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
¿Ya le estaba saliendo vapor por las orejas? ¿aún no? porque estaba muy cerca. Encontró bastante ofensivo que intentará culparlo a él, acaso era más culpable quien lo usaba qué quien entraba sin avisar... ¡Claro qué no! Si a esas iban, ambos tenían la misma cantidad de culpa.
"¡Pero si yo avise con tiempo que iba a usar el baño!" había preguntado, en una de esas reuniones de prefectos si alguien iba a usarlo ese día y a esa hora, también le había preguntado a los capitanes de Quidditch, ¿qué más quería? un reminder personalizado, ¡ni que tuvieran tanto tiempo libre!
"¡Pero si yo avise con tiempo que iba a usar el baño!" había preguntado, en una de esas reuniones de prefectos si alguien iba a usarlo ese día y a esa hora, también le había preguntado a los capitanes de Quidditch, ¿qué más quería? un reminder personalizado, ¡ni que tuvieran tanto tiempo libre!

- Simone Tenenbaum
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Este era uno de esos momentos que iba a recordar toda la vida y sin mucha gracia. Intentaba pensar que al menos no se había desnudado frente a él y que verla así era como si la hubiese visto en traje de baño -trajedebañotrajedebaño- se repitió, como mantra. Solo necesitaba calmarse y pensar.
"¡Pues a mi no me llegó el memo, Lufkin! Esto no es mi culpa, ¿ok?" se defendió porque era lo único que le quedaba. "Date la vuelta para ponerme mi camisa" le exigió, de mala gana. Todo se solucionaría cuando estuviese vestida, seguro.
"¡Pues a mi no me llegó el memo, Lufkin! Esto no es mi culpa, ¿ok?" se defendió porque era lo único que le quedaba. "Date la vuelta para ponerme mi camisa" le exigió, de mala gana. Todo se solucionaría cuando estuviese vestida, seguro.

- Eli Lufkin
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Si eso era una pregunta, Eli iba a recordar esa ocasión como la primera vez que veía a una chica sin camiseta, había visto a mujeres en traje de baño (hermana, primas, tías, ...) pero estaba seguro que eso no contaba. No iba a ser una situación que recordase con mucha emoción, porque en esos momentos no sabía que le preocupaba más: haber visto a su compañera sin camisa o las repercusiones que esa situación podía tener para su puesto de prefecto.
"Tampoco es mi culpa" masculló en su defensa, pero dándose la vuelta como ella le pidió. Además de abochornado, empezaba a sentirse molesto porque pensaba que ella quería culparlo de lo que ocurría. ¿Qué más podía haber hecho? Uhg, había tomado todas las medidas necesarias... Mientras su cerebro seguía dándole vueltas a lo que había hecho mal, comenzó a hacer nudos con la tira de la bata. Tras un par de intentos, descubrió que no era capaz (era el enojo, claro que sabía atar) y no podía recordar donde había dejado su camiseta limpia. Ya le daba la impresión que la situación iba de mal en peor.
"Tampoco es mi culpa" masculló en su defensa, pero dándose la vuelta como ella le pidió. Además de abochornado, empezaba a sentirse molesto porque pensaba que ella quería culparlo de lo que ocurría. ¿Qué más podía haber hecho? Uhg, había tomado todas las medidas necesarias... Mientras su cerebro seguía dándole vueltas a lo que había hecho mal, comenzó a hacer nudos con la tira de la bata. Tras un par de intentos, descubrió que no era capaz (era el enojo, claro que sabía atar) y no podía recordar donde había dejado su camiseta limpia. Ya le daba la impresión que la situación iba de mal en peor.

- Simone Tenenbaum
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
El hecho de estar vestida le daba cierta sensación de seguridad. Al menos ya podía contarle a Lyra el tipo de historia que a ella le gustaba oír, porque era así de morbosa con la vergüenza ajena. Y si Lufkin tenía razón y le había dicho a todo el mundo que le tocaba el baño a esa hora, quizá no podía culparlo del todo, pero era muy tarde para ofrecer una media disculpa (porque una entera tampoco, dado que entonces la culpa sería de ella y mira, no). Lo que no sabía era qué hacer ahora. ¿Se iba y esperaba a que él se vistiera y saliera? ¿Él, como el medio culpable, se iba y se vestía fuera mientras ella se quedaba?
"Ya te puede voltear" Le dijo en un tono mucho más suave que antes. "No le podemos decir a nadie de esto, ¿me has entendido?" enfatizó.
"Ya te puede voltear" Le dijo en un tono mucho más suave que antes. "No le podemos decir a nadie de esto, ¿me has entendido?" enfatizó.

- Eli Lufkin
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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Al no encontrar otra solución decidió cruzar los brazos frente a su pecho para poder mantener la bata cerrada, en unos momentos cuando pudiese voltear, buscaría con menos afán su muda de ropa. Claro, si ella se lo permitía y no pretendía echarlo a patadas de ahí o quién sabe qué.
Habiendo superado un poco de su molestia, se giro con lentamente, sin despegar los brazos de su pecho y con la mirada dirigida hacía el piso. Le daba pánico mirar a su compañera y tener flashbacks de guerra recordarla sin camisa y ponerse como un tomate, después de todo era un adolescente, no podía evitarlo. Se aclaró la garganta, "Sí" respondió, sintiéndose extrañamente obediente mientras se preguntaba: -¿Por qué le diría a alguien?- no era estúpido.
Como fuera, empezó a buscar con la mirada su ropa, evitando dirigirla directamente sobre Simone. Así que se iba a quedar ahí paradito, con una expresión incomoda y sin prestar atención a nada más.
Habiendo superado un poco de su molestia, se giro con lentamente, sin despegar los brazos de su pecho y con la mirada dirigida hacía el piso. Le daba pánico mirar a su compañera y tener flashbacks de guerra recordarla sin camisa y ponerse como un tomate, después de todo era un adolescente, no podía evitarlo. Se aclaró la garganta, "Sí" respondió, sintiéndose extrañamente obediente mientras se preguntaba: -¿Por qué le diría a alguien?- no era estúpido.
Como fuera, empezó a buscar con la mirada su ropa, evitando dirigirla directamente sobre Simone. Así que se iba a quedar ahí paradito, con una expresión incomoda y sin prestar atención a nada más.

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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Esta situación la sobrepasaba. Hace poco que era Prefecta, apenas podía fingir que sabía lo que hacía frente a los cursos inferiores. Le gustaba saberse un ejemplo para los demás pero esto... esto era un error con todas las letras, algo que la perseguiría por el resto de sus días en Hogwarts y jamás podrá ver a Eli de la misma manera.
Sus brazos se mantuvieron cruzados debajo de su pecho, y se mantuvo inmóvil, sin saber qué decirle. En su mente le pedía que se vistiera mientras ella no veía, o le pedía que recogiera sus cosas y se fuera, o ella misma salía y esperaba fuera. Todos los escenarios los pensó, pero no lograron traspasar la barrera de su imaginación. El silencio y el calor eran sofocantes.
Sus brazos se mantuvieron cruzados debajo de su pecho, y se mantuvo inmóvil, sin saber qué decirle. En su mente le pedía que se vistiera mientras ella no veía, o le pedía que recogiera sus cosas y se fuera, o ella misma salía y esperaba fuera. Todos los escenarios los pensó, pero no lograron traspasar la barrera de su imaginación. El silencio y el calor eran sofocantes.

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Re: La cuarta puerta a la izquierda de Boris el Desconcertado
Le estaba costando trabajo recordar dónde estaba el resto de su ropa limpia, no había tanto vapor como para que le dificultara ver, pero su cerebro parecía estar en crisis y no podía concentrarse en una tarea tan fácil. Sabía que había dejado unas prendas cerca de la bañera, las que había usado durante el día, y aunque él era muy organizado, temía que sus medias y ropa interior estuviesen muy a la vista.
Dio medio paso en dirección a la bañera, decidido a recuperar aunque fuera su ropa usada y ponerse la camiseta, pero entonces pensó que si se movía muy rápido podían ocurrir más malentendidos. "Voy a buscar mi ropa" informó, señalando hacía donde se encontraban para advertirle a su compañera.
Dio medio paso en dirección a la bañera, decidido a recuperar aunque fuera su ropa usada y ponerse la camiseta, pero entonces pensó que si se movía muy rápido podían ocurrir más malentendidos. "Voy a buscar mi ropa" informó, señalando hacía donde se encontraban para advertirle a su compañera.
