Insomnio

[Edwing Douglas]

(Libre)

Edwing se encontraba ojiplático recostado sobre la cama. Apenas había conseguido dar una cabezada de 2 o 3 horas, tendría que ser sobre las dos de la mañana.

No conseguía quitarse la imagen de la cabeza. Esa misma tarde había estado recibiendo clases de pociones y su ignorancia sobre los ingredientes había sido expuesta por una serie de preguntas teóricas en voz alta presentadas a los alumnos. No había sido el único en equivocarse, pero no se podía permitir a sí mismo fallar.

Tras unas 3 o 4 vueltas sobre la cama decidió que esta noche ya se le había pasado. -¿Que debería hacer ahora? -se preguntó a si mismo mientras se quitaba las sábanas de encima. -Creo que he visto un par de libros de pociones en la sala común. Hasta donde sé no está prohibido estar allí.-

Se levantó con sumo cuidado para evitar despertar a sus compañeros de cuarto, buscando con la mano la bata azul ravenclaw para protegerse del frio. Fue dando pasos con el cuidado de ir apoyando primero el talón y ligeramente posaba el resto del pie.

Abrió con lentitud el pomo. Esto siempre era la peor parte. No podías controlar los posibles chirridos del metal. Por la mañana era algo prácticamente sordo, pero por la noche se convertía en todo un concierto. Una vez abierto y pasado el portigo fue palpando con la mano al tiempo que cerraba la puerta para así evitar dar un portazo.

Accedió al salón pasando por la estatua de Rowena Ravenclaw, la acarició con la mano, siempre disfrutaba del tacto del mármol. se dirigió hacia la estantería de la sala donde creyó encontrar el libro que buscaba. Para ayudarse a ver hizo un ligero movimiento en forma de lazo con su varita acompañado de un ligero susurro. La varita empezó a brillar ligeramente y a desprender un poco de calor.

Apoyado por el hechizo "Lumos" empezó a buscar entre los tomos de la librería. -Supongo que tampoco será un gran problema usar un encantamiento tan inocente. -Pensó leyendo las cubiertas de los libros

[Hailey Johnson]

Hailey acababa de despertarse por tercera vez en la noche: generalmente dormía bien, y bastante, pero esa noche una de sus compañeras no paraba de hablar en sueños. No, ni siquiera era hablar: estaba murmurando, gimiendo, mitad dormida y mitad dando un discurso que solamente ella entendía. Usualmente Hailey era una de las primeras en dormirse y ni se enteraba, pero se había quedado tejiendo la manga de un sweater y cometió el error de dormise última.

Sabiendo que necesitaba dormir para poder funcionar medianamente bien en clase, agarró su manta y decidió salir de la habitación. Si un prefecto o el Premio Anual la veía, los pensaba invitar cordialmente a escuchar los ruidos de su compañera de habitación... y luego aceptar las horas de detención, porque también entendería su punto. Pero el cansancio la llevó a ser más arriesgada de lo usual.

Bajó a la sala común con pasos lentos y soñolientos, ya pensando en qué sillón intentaría usar de cama o si quizás debería arrojar toda cautela por la borda y tirarse a dormir sobre una de las alfombras, cuando notó una suave luz proveniendo de las estanterías con libros. Todavía estaba demasiado lejos, en el pasillo que daba a la sala común, para ver bien qué o quién estaba haciendo la luz, así que se congeló en el lugar, repentinamente asustada.

[Edwing Douglas]

-Ah si... Bezoar, Díctamo y otros materiaes. Supongo que esto valdrá por ahora. -Pensó Edwing mientras sacaba el libro de la estantería y se dirigía a uno de los divanes para ponerse a leer.

Se recostó sobre el diván más cercano dejando posar el tomo sobre sus piernas. Mantenía la varita agarrada con la mano izquierda, para así evitar que se apagará la luz. Utilizaba sus piernas y su mano derecha para manejar el libro. Era un estudio no demasiado profundo pero si lo suficientemente accesible para llamar la atención del joven Douglas.

Los capítulos se dividían en diferentes ingredientes de pociones. Empezaba por la amapola, una planta típica conocida por los muggles. Se puede sacar un poderoso narcótico y analgesico de sus capsulas, el opio. -Una vez pude leer en los informes de mi padre un problema relacionado con esto, que curioso, alomejor debería preguntarle al respecto -Pensó inocentemente. En esta página se podía apreciar el dibujo de la planta y la explicación de cómo tratarla.

Levantó un momento su mirada para descansar los ojos cuando se dio cuenta de algo. en el pasillo podía intuir una sombra. Intentando mantener la calma dejó el libro abierto sobre el diván y se acercó a la figura que intentaba esconderse en el pasillo. Anguló la luz para poder ver bien la figura.

[Hailey Johnson]

Si Hailey estaba poniendo a prueba su Fight-or-Flight Response, definitivamente estaba desaprobando. Se había quedado congelada en el lugar, cubierta por la manta. No se había esperado que hubiera alguien en la sala, por lo que en vez de anunciarse o acercarse a ver quién era, solamente había atinado a doblar un poco las rodillas y cubrirse mejor con la manta. Si su plan era ocultarse, seguramente abultar su figura con una manta no era el mejor de los métodos.

-Ay, no, ¿y si es un prefecto?- pensó, en pánico. ¡Y encima estaba acercándose a donde ella estaba! Sin pensarlo demasiado decidió cubrir su cabeza con la manta y quedarse casi-agachada, esperando que no la viera. Toda obvia, así, en el pasillo. Se podían las piernas de su pantalón pijama blanco con ositos y sus pantuflas amarillas bajo la manta, claramente.

[Edwing Douglas]

Vio un respingo en la sombra del pasillo, Edwing se sentía confuso por eso, obviamente había algo vivo. Lo primero que pensó fue que algún gato se habría escapado de las habitaciones. Redujo lentamente su movimiento, esperando que el supuesto felino no se alterara demasiado.

Cuando estuvo más cerca pudo verlo claro, el tamaño y el pijama delataba la realidad del sujeto -Es una persona -pensó Edwing mientras levantaba la mirada -Una chica suponiendo de donde viene. ¿Porque se está escondiendo debajo de una manta?.

Edwing se dio un par de segundos en pensar su estrategia. Se agachó un poco para ponerse a la altura donde el joven Douglas pensaba que estaba la cabeza. "Que pena, pensaba que venía alguien, me podría haber hecho compañía "dijo con un tono apenado muy exagerado. "Ahora tendré que esperar la mañana solo." mientras dirigía la cabeza hacia el bulto.En su siguiente paso simularia el sonido de pasos golpeando con las manos el suelo, haciéndolo cada vez más tenue.

[Hailey Johnson]

-...Aaa- pensó, como dándose cuenta que solita se había metido en un lío más grande del que la situación ameritaba. Su mente intentó reactivarse, y lo único que se le ocurrió era tratar de decidir si esa era la voz de uno de los prefectos o no. Sinceramente, no le sonaba a uno de ellos. Y se imaginaba que de haber sido uno, ya hubieran hecho volar la manta de su cabeza y le hubieran mandado a lustrar trofeos todo el domingo.

Espió por la manta y, al no esperarse ver a Edwing mirándola (¡pensó que literal alguien estaba hablando solo sin haberla visto del todo!) inhaló repentinamente, soltando la manta, y perdiendo el equilibrio para caer al piso. Su trasero estaba a pocos centímetros, así que no fue una gran tragedia. "Merlín..." dijo en voz baja. Se le acababa de ir el sueño de un golpe. "Hey" saludó, avergonzada.

[Edwing Douglas]

Edwing empezaba a golpear el suelo cuando fué consciente lo ocurrido, la chica se hizo consciente de su presencia y tropezó. Dentro del joven Douglas se debatian dos sentimientos: Uno que era una mezcla de risa y disfrute por el plan que había funcionado. El otro, era una pequeña lástima por la chica caida.

Este se levantó ofreciendo su ayuda para que la chica se levantase. Acercandole de una forma exageradamente firme su mano. -Edwing, no te rias, ¿que pensaría tu padre de esto? -Pensó intentando ahuyentar de su cabeza la gracia -Además puedes despertar a todos tus compañeros, eso no está bien. -

"Buenas noches, ¿te encuentras bien?" alcanzó a decir en voz baja. "Vamos vente, estos pasillos de piedra tienen demasiado buena acustica, y lo último que quiero ahora es dar un concierto". Señalando con la cabeza al centro de la sala común.

[Hailey Johnson]

Hailey hubiera entendido y hasta quizás lo hubiera acompañado con una risa, pero quizás fue lo más sano evitarlo, para que no terminaran ambos lustrando trofeos un domingo, bajo la mirada amarga de Filch.
"Gracias" dijo, tomando la mano de Edwing y tirando de ésta para ponerse de pie, la manta todavía enredada entre sus piernas. Asintió con la cabeza, para no hacer más ruido en el pasillo, y agarró su manta para seguir a su compañero de casa hacia el living. Apretó los labios con fuerza, repentinamente tentada de risa por lo ridícula que había sido. Menos mal que tiene la manta consigo, puede intentar metérsela en la boca por si se le está por escapar una carcajada.

[Edwing Douglas]

Edwing se dirigió directamente hacia el diván que había ocupado antes para recoger el libro y llevarlo a la estanteria. Se aseguró de memorizar el número de la página. Lo dejo en una posición de la estanteria que el recordaría bien 4B (fourth boys), siendo la 4ª columna y 2ª fila.

Después se dio media vuelta y se dirigió a uno de los sofases que se encontraban por la sala. Intentó ponerse lo más formal posible, espalda recta, una mano colocada firme sobre el apoyabrazos..

"Supongo que las presentaciones siempre son lo primero" Dijo acercandole la mano libre en señal de saludo "Mi nombre es Edwing Douglas, soy alumno de 4º año." -Otra vez lo estoy haciendo. Maldición -Se dijo a si mismo -Literalmente has visto como se ha caído tras un ingenio tuyo, relájate un poco.- Edwing entonces se concentró un poco en su respiración para calmarse.

[Hailey Johnson]

Hailey acomodó la manta alrededor de sus hombros, pensando en lo horrible que hubiera sido encontrarse con otra persona que fuera menos amable a esas horas en la sala común. Así se le iban las ganas de reírse a cualquiera.
Se detuvo delante del sofá donde había tomado asiento Edwing, y lo escuchó presentarse. "Hailey" dijo, tomándole la mano y dándole un apretón flojo de persona que nunca ha tenido que saludar así a mucha gente. "Johnson, quinto" agregó con una sonrisa, acordándose de agregar la otra información que él le había ofrecido. Sostuvo la manta con una sola mano. "Escapada recientemente de la habitación de niñas" agregó, en broma.

[Edwing Douglas]

Le pareció un poco raro ver a la chica parada frente a el. Tuvo que levantar la cabeza para mirarla a los ojos. "Es un placer conocerte Hailey Johnson." Dijo el joven al más básico estilo britanico. "Vaya, no pareces mayor que yo." sonriendo. -De hecho tu actuación me ha parecido de chica más joven -concretó para sus adentros aunque con total carencia de acritud.

Sonrió al escuchar el término que usaba la señorita Johnson de escapada, realmente le hacía gracia esa expresión. "¿Hay algún tipo de troll vigilando para que no salgáis a la sala común?" Dijo Douglas sarcastico. "Conozco un par de artimañas para quitármelos de enmedio" exageró su postura con la varita, haciendo como si manejará un florete invisible.

Empezaba a sentirse un poco mal por la chica "¿Quieres sentarte?" dando unas palmadas ligeras sobre el espacio sin ocupar del sofá. "Si te sientes incómoda puedo buscarme otro asiento incluso" Ligeramente preocupado.

[Hailey Johnson]

Quizás en veinte años le encantaría que le digan que parece más joven, pero por el momento solamente le sonrió y asumió que lo decía porque era trágicamente bajita. Dudaba que los genes fueran a hacerle el favor de alcanzarla hasta la altura de Edwing en algún momento de su vida sin la ayuda de unos generosos tacones.

"Si veo un troll serás el primero que llame" dijo, mientras se sacaba las pantuflas y se sentaba en el sillón con las piernas recogidas, tapándose. "Pensé que no habría nadie en la sala a esta hora, imaginé lo peor" confesó, como si tuviera que explicarse.

[Edwing Douglas]

Seguía dando estocadas al aire mientras ella le continuaba la broma del troll. Aprobechó ese momento para hacer ciertos movimientos circulares y desconjurar Lumos. La oscuridad invadió a los ojos del joven Douglas en el momento en el que el hechizo dejó de hacer efecto. Al cabo de unos segundos los ojos se acostumbraron a la penunbra que creaba la luz nocturna en el salón.

"Seguro que tu también sabrás algún que otro truco para defenderte." Dijo. "Al fin y al cabo me llevas un año de ventaja". Conforme el calor de la varita desaparecía el frío invadía los huesos de Edwing. Decidió refugiarse dentro de su bata frotándose los brazos para generarse un poco de calor.

"Nunca suele haber nadie a esta hora para nuestra suerte." Dijo afirmando a Hailey. "De echo es bastante raro para mí estar aquí, esta noche no podía estar en la cama" dijo con un tono un poco más triste. Llegó a la cabeza del joven las imágenes de esta tarde en la clase, no pudo evitar desviar la mirada un poco contra el suelo.

[Hailey Johnson]

Menos mal que Edwing apagó el Lumos, porque así no tuvo que ver la cara de Hailey cuando él dijo que ella podría hacer algo contra un troll. ¿Aparte de quedarse congelada y ser usada como hilo dental para trolls? Hailey quería vivir rodeada de ovillos de lana, nada de estar peleando contra criaturas mágicas.

"¿Por qué no podías estar en la cama? ¿Tienes compañeros que roncan y hacen ruidos raros también?" preguntó en un susurro, con curiosidad. Ya estaba sintiéndose más calma, la conversación, el sofá y la manta la hacían sentir mucho más cómoda.

[Edwing Douglas]

Cuando terminó de entrar en calor se sentía un poco mejor dentro de la sala en oscuras. Por la ventana se podía intuir las lejanas luces estelares que decoraban el firmamento y la blanca luz lunar que invadía la oscura habitacion. La falta de luz también parecia enfatizar el oído del joven Douglas, conseguía escuchar ese sonido ligero que invade la mayoría de los silencios.

"No, que va. Bueno alguno hay pero no es el caso..." dijo encojiendose un poco más. "Supongo entonces por lo que dices que las chicas también roncan." desviando un poco la trayectoria de la conversación. No se sentía demasiado comodo exponiendose hacia personas que no conocian, aunque esa gente estuviera siendo amable con el. "Supongo que también necesitáis ir al baño." Dijo enfatizando una falsa inocencia, incluso se concedió soltar una pequeña semilla de la risa.