Mundo material

[Irene Spurway]

Tras las actividades de costumbre correspondientes a la hora de la cena (comer y socializar, porque los deberes los dejaba para los fines de semana), Irene había llegado a su preciosa habitación, donde se desmaquillo, soltó su cabello de la cola de caballo que había tenido todo el día y se dirigió a tomar un merecido baño con agua caliente. Porque era viernes de la primera semana de clases después del descanso navideño y se podía bañar cuantas veces al día quisiera.

Al salir, ya con su pijama abrigada y dejar tras de si un rastro de vapor y olor de sus champús, cremitas, exfoliantes y todas esas cosas que le gustaba usar, recordó que había comprado regalos para sus compañeras y que aun no se los entregaba. No eran regalos de navidad, esos los había mandado por lechuza, era algo más que a su parecer podría ser de agrado para las chicas que vivían con ella en el Castillo. Así que, sin tan siquiera secar el baño y mucho menos hacer desaparecer todo el vapor, corrió hasta su baúl para buscar la bolsa de regalo que necesitaba.

Para describir mejor el evento, Irene tenía medio cuerpo dentro de su mágicamente-ampliado baúl y parecía necesitar algo de ayuda. Porque ella tenía muchas cosas ahí, porque ella vivía en un mundo material y era una chica materialista.


((Reservado))

[Rachel Sullivan]

Luego de la cena, Rachel había estado en la sala común, alargando el momento de despedirse de su novio. Era viernes y la obligación de levantarse temprano para ir a clases no existía en su mente esa noche, por lo que prefirió quedarse hasta más tarde hablando con Liam sobre su semana.
Cuando entró en la habitación todavía tenía una sonrisa medio tonta en el rostro. El perfume a limpio, como a flores y frutas a la vez, la hizo volver un poco a la realidad. Lo que más quería era cambiarse para estar cómoda en su pijama, pero al caminar hacia su cama notó que en la de al lado Irene no estaba ahí... o sí, suponía que la que tenía medio cuerpo dentro del baúl de sus pertenencias era Irene.

"Hey..." saludó alegre, comenzando a sacarse el abrigo con el que había bajado a cenar "¿Se te perdió algo?" curioseó.

[Liz Duncan]

Liz se había tardado en el comedor más de lo usual. Habían servido su postre favorito y era necesario que se quedara a comer varias porciones del mismo. No se quejaba de las dotes culinarias de su madre, pero debía admitirse que la comida era una de las maravillas de volver al colegio. Caminó lento, sin aceptar que sentirse tan llena era una consecuencia normal de pasarse de glotona y subió las escaleras a su habitación como si un perezoso hubiese poseído su cuerpo. Había visto a Rachel frente a ella, pero se sentía demasiado pesada como para hablarle desde lejos.

Entró a su habitación con unas ganas tremendas de lanzarse en la cama y no volver a levantarse de ahí. Claro que, antes de poder hacerlo, miró alrededor para saludar a quienes ya estuvieran ahí. Lo que no se esperó fue ver a una de sus compañeras metida dentro de su baúl. Miró a Rachel con las cejas arrugadas, preguntándole con la mirada que era lo que sucedía.

[Irene Spurway]

Casi, casi que se iba de cabeza dentro del baúl al escuchar la voz de Rachel, porque había querido hacer dos cosas a la vez: enderezarse para verla y seguir buscando. ¡Qué suerte que tenía una pila de cajas de zapatos para sostenerse! -¿Ah?- ¿por qué había traído tantos zapatos? La mayor parte del tiempo usaba los del uniforme... ¡Por las barbas de Merlín! ¿en que había pensado al hacer su baúl antes de volver al Colegio? Qué desastre definitivamente, debía empezar a hacer más caso a su mamá cuando le decía que ordenara mejor su ropa y dejará ir lo que no era necesario...

Con una mano se agarro del borde del baúl y terminó de enderezarse para poder mirar a Rachel (y escucharla, porque ahí adentro no escuchaba nada bien) "¡Hola!" la saludo primero, aunque se habían visto hacía nada "Y no. O quizás si. Esta aquí" señaló el interior de su desastre, sonriendo con algo de pena "Pero no sé en que parte" y pensar que era un regalo y no tenía idea donde lo había metido.

Y estaba dándole la espalda a Liz, nada más por eso no la saludaba, no se crean que es que no le cae tan bien como las demás porque se ve menos arreglada. No, no es eso.

[Rachel Sullivan]

Le respondió el gesto a Liz que había llegado tras ella, alzando las cejas y ligeramente los hombros como diciéndole que no tenía idea, y luegó sonrió. Le divertía la imagen de Irene en pijama a punto de caerse dentro del baúl pero quizás debería dejar de quitarse la ropa para ir a ayudarla ¿no?

Miró a su compañera un poco tentada de risa mientras buscaba el pijama debajo de su almohada "Ok, entonces sí se te perdió..." concluyó sin perder la sonrisa "¿Quieres que te ayudemos?" y habló en plural porque seguro que Liz también estaba dispuesta a sostener de una pierna a Irene mientras Rachel hacía lo mismo con la otra, a ver si así se terminaba de meter entera en el baúl. ¿Se habría traído la casa entera? ¿Cuántas cosas podían caber ahí dentro?

[Liz Duncan]

Sus cejas se unieron cuando frunció más el ceño, extrañada por la respuesta de Irene. ¿Había o no perdido algo? Ladeó la cabeza buscando ver mejor el baúl, preguntándose qué tantas cosas podría tener su compañera en él. Ella nunca tenía demasiadas cosas en el suyo y es que... ¿Qué tanto necesitaban cuando vivían en el colegio y, además de los fines de semana, eran pocas las veces en las que podían salir?

Miró de nuevo a Rachel cuándo habló y soltó una corta risa, divertida por la idea de ayudar con algo así. En ese momento sentia bastante curiosidad por el baul de la otra Gryffyndor. ”Me gustaría ayudar” aceptó sonriendole a la espalda de Irene.

[Irene Spurway]

¿Ayudemos? Alzo las cejas, eso sonaba a multitud. Aunque no le hizo falta preguntar quién más iba ayudar, porque la voz de Liz le dio la respuesta. Vamos a decir, que Irene no estaba en los mejores términos con ella, a principios de la semana le había recomendado que se peinara y maquillara de cierta manera (¡Porque se veía linda!) pero después que se había tomado su tiempo explicándole y arreglándola, al día siguiente... Liz había seguido como siempre. Era un asunto muy unilateral, a fin de cuentas la pelirroja era libre de hacer lo que quisiera e Irene solo le había sugerido algo. Pero ella era terca y caprichosa y por más que lo intentará no podía luchar contra eso. Por otra parte, estaba segura que si le sugería algo así a Rachel, le iba a prestar más atención ¿No? No le digan que estaba delirando, por favor.

Dejando sus sentimientos a un lado, le sonrió a las dos, después de todo les había llevado recuerdos a todas. "Esta bien. Yo me voy a estirar ahí adentro..." señalo el baúl, que tenía algo así como dos metros de profundidad "¿Y ustedes me sostienen para que no me vaya de cabeza?" y volvió a mirar el contenido de su super-maleta, mientras esperaba que las muchachas se acercaran "Creo que debe estar entre las chaquetas" y se acomodó hacía ese lado (el derecho) preparándose para su inmersión.

[Rachel Sullivan]

Posiblemente Rachel le prestara atención pero tampoco implementaría los consejos hasta que fuera ella la que le pidiera ayuda a Irene, hasta que no estuviera cansada de su cabello rubio, de su peinado o hasta que tuviera ganas de aprender a maquillarse. Irene solo tenía que esperar el momento. Ya estaban más grandes, ya eran adolescentes y en cualquier momento iba a tener ganas de cambiar la manera en la que se veía y aprender.

Se dejó la remera puerta, aplazando el bello momento en que se pudiera poner el pijama, para acercase hacia Irene mientras contenía una risa por la idea de que se fuera de cabeza dentro del baúl. "Dale, nosotras te sostenemos" le aseguró mirando a Liz para corroborar "¿Cómo hacemos? ¿De dónde te agarramos?" consultó.

[Liz Duncan]

La verdad, a Liz no le había molestado que Irene quisiera ayudarla a verse mejor. Lo había agradecido y había disfrutado de como había lucido cuando su compañera había jugado a la peluquería con ella, pero no era algo que Liz pudiera hacer a diario. No por su cuenta. ¿Por qué perdería tanto tiempo cuando podía solo lavarse la cara con jabón en las mañanas antes de salir? Ella creia que la otra Gryffindor entendía cosas como esa y por ello creía que estaban en los mejores terminos.

Tuvo que reirse cuando escuchó el plan de Irene. Aquello iba a ser divertido mientras nadie se lastimara. Al captar la mirada de Rachel, Liz asintió con la cabeza. "Por las piernas ¿no?" preguntó primero. "¿Que tan abajo piensas llegar?". Esa era la verdadera pregunta porque Elizabeth no tenía idea de donde se suponia que estaban las chaquetas.

[Irene Spurway]

Con esos ánimos, la espera a la que iban a someterla ese par de dos iba a ser eterna para Irene. Menos mal que no enteraba de esas cosas y vivía en su feliz ignorancia, esperando eventos especiales para usarlas practicar resaltar la belleza que ya poseían.

"Si, por las piernas estará bien" confirmó/respondió sin voltear a verlas esa vez, porque estaba contando la cantidad de chaquetas (gruesas y delgadas) que tenía ahí. Eran un montón... o quizás no, en su casa tenía muchas más. "Pues, así como bajar, bajar, pues no, más bien me voy a estirar" en esa ocasión si las miro porque tenía que estirar los brazos hacía arriba para dar un mejor ejemplo de lo que pensaba hacer. "Y no va a ser tanto, yo creo que no es más de un metro" pero considerando que ella media un poco más de metro sesenta de cabeza a pies quizás si era bastante. Prepárense para llamar a emergencias, niñas. 0800-POMFREY.

[Rachel Sullivan]

Asintió con la cabeza, como dándose por enterada, y se puso de costado para estar más cerca de Irene y sostenerla cuando ella decidiera zambullirse en el baúl. ¿Tanta ropa tenía? Wow, quizás debería empezar a seguir sus consejos y ver si podía pedirle prestada alguna prenda, aunque fuera para la próxima visita a Hogsmeade. "Ok..." contestó algo insegura, mirando a Liz de reojo. ¿UN metro? Irene definitivamente se traía toda la casa a Hogwarts. Sonrió de costado y miró a su compañera "Avísanos cuando estés lista" le dijo, esperando a que Irene se decidiera.

[Liz Duncan]

Liz no podía borrar la diversión de su rostro cuándo las escuchó a ambas. No tenía idea de como podía terminar aquello, pero quería pensarlo como un entrenamiento para algun día volverse parte del equipo de quidditch. Los golpeadores necesitaban fuerza y esas cosas ¿no?

Se movió hacia el lado contrario de Rachel y miró a Irene expectante. "A tu señal" apoyó a Rachel.

[Irene Spurway]

Con todo lo que había en ese baúl podía prestarles hasta para los fines de semana dentro del castillo, siempre y cuando le devolvieran las prendas en buen estado.

Alzo los pulgares de ambas manos como signo de aprobación y se puso frente al baúl, dándoles la espalda a sus dos compañeras, "Allá voy" aviso para después colocar una mano encima de una pila de ropa e irse agachando poco a poco hasta que su cuerpo estuvo hasta la cintura dentro del baúl. A medida que se adentraba, Irene iba empujando su ropa para hacer más espacio para buscar. Lo bueno, era que su papá lo había encantado para no solo fuera profundo sino también ancho y tenía suficiente espacio como para poder respirar entre tantas cosas. Lo malo es que no se les había ocurrido colocar escalera para que ella pudiese bajar sin necesidad de recurrir a lo que hacía en ese instante o a un Accio con el que terminaba atrayendo cinco cosas parecidas.

Iba a estar unos buenos minutos ahí adentro, niñas, diviértanse sosteniéndole las piernas para que no se abra la cabeza de un golpe.

[Rachel Sullivan]

Apenas Irene se fue agachando, Rachel se puso un poco nerviosa porque no sabía bien cuándo era el momento exacto para tomarla por una pierna sin que eso le dificultara meterse en el baúl. ¿Y si llegaba tarde y se lastimaba por su culpa? La miró a Liz algo preocupada mientras se agachaba un poco para sostener a su otra compañera y que pudiera meterse hasta la cintura en el baúl.

"¿Estás bien?" le preguntó por las dudas, hablando fuerte como si estuviera en el baño o en la sala común en lugar de al lado de ellas.

[Liz Duncan]

Liz tuvo que apretar los labios para no reírse. La situación en la que estaban era rarísima, pero ya había aceptado participar así que no tenía escapatoria. Estuvo al pendiente de lo que Irene hacia y de reconocer el momento adecuado pars ayudarla. Se acercó más a ella cuando la vio lo suficientemente adentro y luego miró a Rachel. "Lo peor que puede pasarle ahora es que la sangre se le empiece a ir la sangre a la cabeza" le avisó a su compañera. Claro, lo sabía porque tenía bastante experiencia