El grupo de la suerte

[April Zimmer]

Ciertamente Historia de la Magia no era su materia favorita. Si no existieran Snape ni las pociones, posiblemente Historia sería su materia menos favorita de todas, porque básicamente había que leer y ella prefería las cosas prácticas, como Herbología o como Cuidado de Criaturas Mágicas. Sin embargo, estaba haciendo un esfuerzo más que grande, primero porque le costaba concentrarse y segundo porque era el año de los TIMOs.

Creía que la vida le había sonreído un poco cuando el profesor la puso en el mismo grupo que Maia y Megan para hacer el trabajo sobre la Guerra de los Gigantes. No eran amigas, pero al menos no era lo peor que le podía haber pasado cuando vio que la intención del profesor era armar él los grupos para que se mezclaran los alumnos de las diferentes casas. Casi que suspiró aliviada de que no hubiera sido otra chica rubia la elegida como parte de su grupo.

Habían quedado en encontrarse luego de la última clase del jueves para hacer el trabajo juntas y April estaba llegando tarde, como para no perder la costumbre, pero al menos tenía el libro, los pergaminos nuevos no estaban en el fondo de la mochila, y había averiguado en qué parte de la biblioteca estaban los libros que iban a necesitar.

((Reservado))

[Meg Summers]

Detestaba los trabajos colectivos. Pese a no ser una estudiante ejemplar, Megan sufría de un leve trastorno obsesivo compulsivo; principalmente con la caligrafía, por lo que prefería trabajar a solas que participar en una colaboración grupal.

Tenía que reunirse con April Zimmer, una chica Hufflepuff con la que no había tenido demasiada relación anteriormente y Maia Rindell, una chica de su casa, con la cual compartía dormitorio. Megan y Maia nunca habían tenido una relación demasiado estrecha. Pero Megan respetaba a Maia Rindell. Decir ésto suponía que - Aunque en silencio - la señorita Rindell le simpatizaba y agradaba.

Pero de poco le valía a Megan las simpatías con el resto del alumnado a la hora de estudiar. Lo único que deseaba es que tuvieran buena caligrafía, o en su defecto, que al menos respetaran las normas de puntuación y ortografía.

Esperaba en la Biblioteca, había llegado más temprano de lo concretado por el grupo. Buscó unos cuantos libros de Historia de la Magia que esparcir por encima de la mesa, junto a algunos pergaminos arrugados mientras hacía tiempo para encontrarse con sus compañeras, fingiendo estar sumergida en otros estudios, lo cual no era cierto porque detestaba ser interrumpida.

Levantaba la vista cada vez que notaba la presencia de un nuevo alumno entrando por la puerta, hasta que por fin reconoció a April, llegando ligeramente tarde. ¿Dónde estaba Maia? No la había visto en los dormitorios y tampoco al salir de la sala común de Slytherin.

"Hola" Saludó a April, tratando de apartar todo cuanto ocupaba la mesa para dejarle espacio a la recién llegada. "Ahora mismo recojo todo esto... Disculpa". Se apresuró a decir, tímida pero seria, en tono suave para evitar quejas de los demás estudiantes.

[April Zimmer]

Apenas reconoció a Megan, April le sonrió, tomando la mochila por un lado para quitársela. Al ver la mesa llena de libros y pergaminos creyó que Maia ya había llegado también y que habían empezado a trabajar -¿Tan tarde es?- pensó sintiendo algo de vergüenza, por lo que la sorprendió un poco el pedido de disculpas de Meg.

"Hola" le respondió levantando la mirada de la mesa hacia ella para volver a sonreírle "No, yo lo siento, siempre llego tarde..." había empezado a disculparse también cuando Maia llegó.

Volteó a verla mientras dejaba su mochila en una de las sillas "No te preocupes, yo también recién llego" admitió "¿Todo bien?" le preguntó sin querer meterse en su 'inconveniente' pero para asegurarse de que no le había pasado nada grave.

[Meg Summers]

Segundos después de disculparse con April, Megan reconoció a su compañera de Slytherin entrando por la Biblioteca. Parecía agobiada, la impuntualidad era inusual en ella. Tan pronto como se encontraron las tres, la mesa se convirtió en un mar de disculpas y Megan no pudo evitar lanzar varias miradas a su alrededor, comprobando que el alboroto de libros, pergaminos y saludos no estaba causando molestias en el resto de estudiantes de la Biblioteca.

No sabía hasta qué punto sería cortés o indiscreto preguntarle a Maia si se encontraba bien. Por suerte, la chica Hufflepuff se le adelantó, evitando así el debate mental que se avecinaba a Megan.

En su opinión April desprendía una ternura que Megan envidiaba, viniendo de ella nada podía malinterpretarse. De haber salido aquella pregunta de Megan, probablemente, su actitud preocupada podría haber parecido algo más entrometida que afable.

Megan clavaba su mirada en cada una de sus compañeras, intercalando una y la otra como si de un duelo de magos que estuviera espectando se tratara. No quería interrumpir, había notado cierto resentimiento en la palabra "inconveniente" que su compañera había utilizado en su disculpa y sentía curiosidad por lo que Maia tuviera que decir.

[April Zimmer]

Mientras corría una de las sillas para sentarse cerca de Meg, la miró solo de reojo a Maia, entendiendo que quizás era una tontería lo que le había pasado o simplemente no quería perder tiempo explicándoselos. Y un poco de razón tenía si no quería demorar en empezar el trabajo, la cantidad de material arriba de la mesa ya la agobiaba a April, por lo que tomó aire al sentarse derecha, como intentando juntar ánimo para empezar.
Luego abrió su mochila y comenzó a sacar sus cosas, sin querer interrumpir a sus compañeras. Sólo corrió una pila de tres libros que tenía cerca para hacer lugar para su tintero, por si le tocaba escribir a ella.

[Meg Summers]

Todo estaba bien. O eso decían las palabras de Maia. Sin embargo Megan seguía intrigada; le había resultado muy poco habitual en ella aquella forma tan apresurada de llegar a la Biblioteca. Megan a veces pecaba de curiosa pero era demasiado tranquila como para inquietarse más de la cuenta. Todo estaba bien, sí. Hasta que escuchó ese halago de su compañera.

En realidad, Megan no había invertido más de medio minuto en escoger unos cuantos libros al azar en la sección de Historia de la Magia y desperdigarlos por la mesa. Su intención no era otra que ocupar el sitio lo suficiente como para que nadie se ubicara cerca hasta que llegaran ellas.

Vaciló entre asentir y aceptar el cumplido o ser algo más honesta. Ser honesta conllevaba dar explicaciones, idea que no terminaba de convencerla. Se limitó a asentir con la cabeza y con intención de buscar una coartada a la par que cambiaba de tema, se dirigió a ambas compañeras, tratando de parecer modesta y serena.

“En realidad, puede que estos libros tampoco nos sirvan de mucha ayuda… Historia de la Magia no es ni por asomo, mi asignatura preferida. A decir verdad; no entiendo el concepto ni la intención del profesor Binns al mandarnos esta tarea… ¿Alguna de vosotras pasa sus clases despiertas? Decidme que no soy la única que se duerme en ellas…” Contestó, siendo verdaderamente honesta.

Miró a sus compañeras, un tanto asombrada consigo misma por haberse mostrado tan auténtica con aquellas chicas que apenas conocía.

[April Zimmer]

Estaba abriendo su propio libro de clase en el capítulo que debían trabajar mientras la escuchaba a Meg. April se sorprendió un poco, aunque no debería hacerlo porque la mayoría odiaba Historia abiertamente, al saber que a su compañera le pasaba lo mismo que a ella con esa materia. La pregunta tan sincera sobre si pasaban esas clases despiertas la hizo reír levemente y la miró a Meg con una sonrisa.

"Creo que alguna vez se me cerraron los ojos de verdad, pero intento escuchar y hacer dibujitos en el pergamino o algo, para no dormirme" le contó con sinceridad "Creo que es algo en la voz del profesor" alzó los hombros "O si, quizás es culpa de la materia" le dio un poco la razón a Maia "Es buena idea lo de leer temas de otras clases" asintió con la cabeza mirando a la pelirroja, quizás le robara la idea ese año, ¡tenían demasiado que estudiar para perder tiempo escuchando a un fantasma recitar lo que después podían leer de un libro con imágenes!

[Meg Summers]

Que las clases del profesor Binns fueran, sin lugar a dudas las más aburridas de Hogwarts no era por asomo ninguna exclusiva del Profeta. Era mérito del profesor fantasma que estas resultasen tan sumamente somníferas. Megan podía entender que hubiera gente interesada en Historia de la Magia, pero admiraba a quienes tuvieran el valor de prestar atención - Y no dormirse - en las lecciones, independientemente de la asignatura, si era Cuthbert Binns quien las impartía.

Agradeció que sus compañeras estuvieran en armonía con ella, aunque percibía en cierta manera que probablemente era la menos responsable del equipo que formaban - Ninguna había reconocido que se quedaran literalmente dormidas en clase, cosa que a ella le pasaba más a menudo de lo que le gustaría.

Acercó uno de los libros a sí misma, y tratando de imitar a su compañera lo abrió en búsqueda de... ¿Cualquier página? No tenía ni idea de cómo abordar la tarea.

"¿Por dónde deberíamos empezar?" Preguntó, no sin sentirse demasiado desorientada ante sus compañeras. Hundió la cabeza durante unos segundos para leer unos renglones sin prestar la menor atención a lo que leía para luego levantar la mirada y encontrarse de nuevo con ellas. "Podríamos contarnos qué se nos da bien a cada una para realizar una perfecta división de tareas" añadió, tratando de disimular lo perdida que estaba contribuyendo con algo de iniciativa. Esperaba inquieta la respuesta de April o de Maia, y deseaba por todas las criaturas mágicas que una de ellas tuviera algo de espíritu de liderazgo para poder guiarlas. Para que aquel trabajo grupal resultara necesitaban una líder y no quería (podía) serlo ella.

[April Zimmer]

Quizás se había relajado demasiado con la charla sobre lo mucho que les aburría esa clase, que la pregunta de Meg la tomó desprevenida. Ella siempre comenzaba por entender lo que el profesor les pedía que tuviera el trabajo, para después leer toda la información y sacar los puntos importantes y finalmente redactarlo en el pergamino.
La idea de Maia era parecida pero mejor expresada y además permitía dividir las tareas entre las tres, por lo que April asintió con la cabeza.

"Me parece bien" contestó "Yo generalmente termino pasando todo al pergamino para entregarle al profesor, no tengo problema si quieren que yo escriba" se ofreció porque venía de varios años de ser la que hacía la mayor parte del trabajo. Aunque ya no tenía la obligación de hacerlo, ciertas costumbres no se pierden "O hacemos una parte cada una, como prefieran" que el trabajo fuera repartido equitativamente era algo casi que nuevo para ella, no se iba a quejar por eso.

[Meg Summers]

La situación volvió a tornarse como un partido de Quidditch, en el que sus compañeras actuaban como golpeadoras, a Megan le parecía fascinante la facilidad de soltar la bludger en el campo para que sus dos compañeras fueran golpeándola con ideas. Ideas, que ella misma - incapaz para organizarse en grupo - no tenía.

Al escuchar en primer lugar la propuesta de Maia, Megan no pudo evitar pensar que acababa de encontrar el perfil que ella buscaba. Era ella, la dirigente que Megan necesitaba, por eso la admiraba. Además de parecerle la alumna más respetable de su casa por su (buena y respetable) conducta y naturalidad, Maia tenía la capacidad de hacer magia con las palabras.

Ni siquiera era capaz de averiguar si realmente sabía de lo que hablaba o si sabía expresarse tan bien que cualquier disparate pudiera parecer la mejor de las ideas si salía de su boca. Pero si algo tenía claro es que Maia Rindell sabía encaminar y hacer funcionar las cosas. No era otro aspecto que la seguridad en sí misma que desprendía.

Megan hizo un gesto, asintiendo que venía significando que estaba de acuerdo con su compañera, y se giró para escuchar lo que la otra chica tenía que añadir a la propuesta. La de idea de April Zimmer que proponía a una misma persona encargada de la transcripción final no le disgustaba en absoluto, debido a que aquello le daba la oportunidad de cuidar la estética del trabajo, y aquello era verdaderamente importante para ella, más que el contenido.

Estaba a punto de ofrecerse voluntaria también en la transcripción si esto suponía demasiado trabajo para la chica Hufflepuff cuando visualizó a su compañero de casa Rajesh Korrapati unos metros por detrás de su mesa acercándose en dirección a ellas. Megan tensó la mirada, clavándola en Rajesh y negando disimuladamente con la cabeza, necesitaba que aquel gesto fuera contundente pero breve para que April y Maia no se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo (O al borde de ocurrir) a sus espaldas - No, Rajesh... No es momento ni lugar para venir a molestarlas... ¡Fuera! – Pensó casi a gritos, tan sólidamente que creía estar hablando con su compañero a través de aquello llamado telepatía.

Rajesh era especialista en asaltar a Megan cada vez que ésta se encontraba un círculo de chicas para tener la oportunidad de presentarse y molestarlas enamorarlas.

Afortunadamente, Rajesh entendió que no obedecer a la mirada de su compañera le traería, en un futuro más que próximo severos problemas. Levantó el pulgar en señal de aprobación y retrocedió silenciosamente sobre sus puntillas para deshacer su marcha.

Megan suspiró para sus adentros, y esperando no haber sido demasiado descubierta, volvió al tema del trabajo de Historia de la Magia. “Podríamos dividirnos las partes como propones tú Maia, pero también me gustaría que el trabajo mantuviera una misma estética…” respondió desviando su mirada hacia April, en búsqueda de un punto común entre ambas propuestas, tal vez a un ritmo más acelerado del que habitualmente Megan usaba para comunicarse, quería desviar toda la atención posible de Maia y April de lo que ocurría a sus espaldas.

“Podríamos reunir borradores en sucio y que una misma persona se encargue de transcribir la teoría, quedará mucho más limpio – Y dará la imagen de haber trabajado mucho más en grupo si el trabajo se presenta con una mima caligrafía, no me importaría ofrecerme voluntaria si la tarea os parece tediosa… Y las otras dos – Seas quienes sean – no quiero asignarme la labor de la transcripción sin haberlo puesto antes en consulta pueden realizar el esquema cronológico que ordena las fechas.” Añadió, tan deprisa que apenas tomaba aire para ensamblar una idea con la otra. Cuando Megan se ponía nerviosa podía parecer que le habían dado cuerda. “Si queremos que el trabajo sea justo propongo que la labor de investigación la hagamos por separado y luego nos reunamos para ordenar y redactar a limpio la documentación aportada, podemos hacerlo todo juntas; unas dictan y otras trasladan al pergamino las palabras…” Megan paró para tomar aire. Había perdido a Korrapati de vista entre unos estantes de la biblioteca.

[April Zimmer]

April era algo distraída pero hasta ella, mientras se rascaba una mejilla, notó que Megan estaba mirando feo a alguien mientras negaba con la cabeza, pero cuando giró para ver hacia donde su compañera estaba mirando no encontró a nadie. Perdón, Maia, la curiosidad de April era más fuerte que el buen gusto.

Estaba por preguntarle a Meg si estaba todo bien cuando la chica siguió hablando, por lo que no la interrumpió e intentó concentrarse de nuevo en el trabajo. Asintió ocasionalmente con la cabeza porque entendía más o menos la idea general pero no sabía si, en primer lugar, la había entendido bien y, segundo, si era la mejor manera de hacer el trabajo o la más rápida. Nunca había dividido las tareas de esa manera, ¿y si luego no estaban todas de acuerdo con lo escrito?.

El resumen de Maia ayudó y cuando ella la miró, April volvió a asentir. "O sea, buscamos la información por separado ¿pero también cada una escribe una parte distinta?" quiso confirmar "Antes de transcribirlo igual habría que ver que estemos todas de acuerdo con lo que escribimos".

[Meg Summers]

Megan estaba tratando de ordenar su discurso aún en su cabeza para ver si lo que había dicho tenía algún tipo de coherencia, cuando sus compañeras asintieron dando a entender que habían entendido en mensaje – mejor e incluso antes que ella.

Se recostó en su silla y lanzó un suspiro de alivio. Aquellas chicas parecían inteligentes y responsables, tanto que podía permitirse explicarse hecha un manojo de nervios y que fueran capaz – no sólo de disimular por ellas su nerviosismo – si no, de comprender y proponer resoluciones y/u otras opciones.

“He debido de tener mucha suerte con este grupo” pensó, tan relajada tras haber superado el pánico de la – casi – interrupción de Korrapati que no se dio cuenta de que había pensado en voz alta y sus compañeras la habían oído a la perfección.

– Por las barbas de Merlín, Megan… - Se regañó a sí misma por su despiste. Sonrió tratando de disimular el calor que encendía sus mejillas.

[April Zimmer]

Había dejado de mirar a Maia para pasar a Megan, esperando su respuesta, pero las palabras que dijo la chica no clarificaron nada, solamente hicieron que sonriera divertida y un poquito sorprendida. ¿Qué estaría pensando Meg que la había llevado a decir eso en voz alta? No podía culparla por no tenerles fe, creía que nunca había hecho un trabajo con Maia o si había sido en alguno de los primeros años ya no lo recordaba. No se sentía ofendida si era así, al contrario, la alegraba si había sido una buena sorpresa que se pudieran poner de acuerdo tan rápido.
Miró con algo de complicidad a la pelirroja que también parecía tentada de risa mientras repetía la pregunta que ella había hecho originalmente.

"¿Dijiste suerte?" preguntó sin muchas vueltas porque se había quedado intrigada con lo que su compañera había dicho en voz alta.

[Meg Summers]

Terminó por explotar su ensimismamiento al oír la voz de Maia. Y al observar atónita a sus compañeros tuvo la tentación de animarlas - ¡Adelante, reíros… ¡ Yo lo haría si le ocurriera a otra persona - Se les notaba a la legua que se estaban conteniendo la risa.

“Sí, claro… ¡Estoy de acuerdo!” respondió, tratando de simular tener los pies en Hogwarts mientras se incorporaba de nuevo en la silla. “Es una buena idea, April...” Recalcó. Claro que… ¿Qué iba a responder ella? Si sentía un hormigueo en el cerebro como si se le hubieran dormido las neuronas; las chicas podrían haber propuesto masacrar a todos los elfos de la cocina con una esponja de ducha como único arma y hubiera contestado de la misma manera.

Trató de reproducir en su cabeza las últimas palabras de April y Maia; estar de acuerdo en lo que escribimos, aprobar grupalmente la información, dijiste suerte… Bien, nada de holocaustos especistas con esponjas. Esta vez había contestado con cordura.

«Dijiste suerte». Nunca había creído en la «suerte», ella prefería llamarlo «éxito». Pero aquella vez no era el éxito lo que la acompañaba; desde el momento en el que su apellido fue agrupado con el de Zimmer y Rindell, aquella palabra que tan poco significado había tenido siempre para ella, se había colado en su mente como la molesta melodía de una canción pegadiza.

“Si” Afirmó con seguridad. “Creo que tuve «suerte» en esta ocasión, sois… Bastantes responsables” respondió entre lo que intentó que fueran unas discretas risas, para evitar molestar al resto de estudiantes que había en la biblioteca. «Responsables», no se le había ocurrido otra palabra que significara – Menos desastre que yo. Debía parecer un poco idiota.

[April Zimmer]

"Genial" respondió ampliando la sonrisa cuando Meg les confirmó que entonces ese era el plan para el trabajo, ¡hasta le había dicho que había tenido una buena idea! April se sentía contenta porque no había notado que su compañera seguía en las nubes y que había contestado por reflejo. Pero no importaba, era suficiente para sentir que tenían encaminado el trabajo aunque todavía no hubieran hecho ni el diez por ciento. Se re merecían una charla de chicas como para descansar de pensar tanto.

"Gracias" contestó sorprendida por la explicación de por qué creía que tenía suerte y luego miró a Maia algo insegura. Ella también sentía que Meg no les estaba diciendo todo lo que estaba pensando, así que estaba agradecida de que Maia hubiera seguido indagando. Eran todas oídos para Meg.