Vestite y andate

[Jesse Sacheverell]

¡Pero si seguro que ella le había hecho un té a él cuando se hizo ella el propio! Bueno, no importaba si no quería alcanzárselo (quizás estaba cansada, o no quería que lo tome en la habitación), siempre podía tomarlo después de cambiarse.

"¿Dónde era que trabajabas?" preguntó alzando la voz para que ella se sintiera cómoda haciendo lo que tuviera que hacer en otra parte del departamento mientras él se cambiaba. Las vacaciones de Jesse acababan de comenzar y estaría bueno saber por dónde pasarla a buscar algunas noches, así salían.

[Sophia Wright]

Se quedó parada del otro lado de la puerta de la habitación, como controlándolo, y llevó sus manos a su cintura en señal de impaciencia por tener que seguir esperándolo cuando llevaban más de una hora dando vueltas para que él la dejara en paz.

Frunció levemente el ceño y respondió con lo que pensaba que le estaba preguntando "En un bar..." ni loca le daba la dirección, lo que le faltaba era tenerlo en la barra, pidiendo tecitos, fideos, cerveza y no yéndose más. Encima Jesse no tenía pinta de ser de los que dejaban buenas propinas.

[Jesse Sacheverell]

Se sentó en el borde de la cama, se sacó la toalla húmeda para dejarla en el piso y se puso la camiseta. "¿Qué bar, lo conozco?" preguntó, porque quizás la tenía de vista ahí y no se había enterado. Igual Jesse asumía que ella iba a dejarlo acompañarla hasta el trabajo, para despedirse así re adorables con un beso y quedar en que después de veían. Por ahí ella era una de esas chicas copadas que le podían presentar una compañera de trabajo, ¿no? ¿Aunque sea una que odie?

Como ya tenía las medias puestas porque eso fue una inteligente decisión, se empezó a poner los pantalones.

[Sophia Wright]

"N-no, no creo" contestó haciendo caso omiso a la primer pregunta del chico y, como no quería que siguiera insistiendo con el tema, dio un paso para acercarse más a la puerta y apoyarse en ella "¿Te falta mucho?" insistió y le hubiera encantado tener un reloj en la muñeca para chequearlo y juntar todavía más bronca hacia él.
Sí, claramente, si se lo presentaba a alguna de sus compañeras de trabajo sería a la que más odie. Jerry era un castigo todavía más divino que Jim o como sea que se llamara ese se comió toda la tarta de manzana pero no se la chapó con el pretexto de ser amigos... por favor, amigos, lo que tenía que escuchar.

[Jesse Sacheverell]

Miró a Sophia con una sonrisa relajada, de chico buena onda que era. "Bueno, ahora me termino de cambiar y te acompaño" dijo todo tranquilo, como si no notara que ella estaba perdiendo la paciencia con él. Se puso los pantalones y se acomodó bien la camiseta que llevaba la noche anterior (pero sin esas salpicaduras de vómito ajeno. Sensual) para que no le quedara metida dentro del jean.

¿Y sus zapatillas? No las veía. Si querés se queda en patas en casa a esperar que vuelvas de trabajar, ¿eh? Dejale las llaves y él va a comprar algo para que coman a la noche.

[Sophia Wright]

Sophia frunció el ceño y negó con la cabeza, sin poder creer que existiera un humanoide así. ¿No había entendido que ella todavía tenia que bañarse? Y más importante aún, ¿todavía no captaba que ella no quería saber nada más de él? Lo único que deseaba en ese instante era que se fuera para siempre de su casa.

Suspiró intentando encontrar los últimos gramos de paciencia en su interior y no dejar que Jesse rompiera su frágil tranquilidad. -A la puerta es el único lugar al que me vas a acompañar- pensó "¿Podés apurarte? Voy a llegar tarde" insistió porque cada vez le quedaba menos tiempo para bañarse, cambiarse e iba a tener que aparecerse directamente en el bar porque ni disimular con los muggles la iba a dejar el denso este.

[Jesse Sacheverell]

Se hizo hacia adelante, doblándose sobre su estómago para poder ver si estaban sus zapatillas ahí, abajo de la cama. Sí estaban, así que manoteó para agarrar una. Puso una pierna sobre la otra rodilla, casual y cómodo.

"¿Ya tenés todo?" preguntó como si él fuera súper organizado y quisiera ayudarla a que Sophia pudiera ir tranquila al trabajo. No sea cosa que se olvidara algo y después tuviera que volver él con las llaves a alcanzarle algo, ¿no? Porque él se re imagina que ella va a pasarle las llaves re buena onda. "¿Vamos caminando?" agregó, en la suya, mientras se ponía la primer zapatilla y se ataba los cordones.

[Sophia Wright]

Había comenzado a respirar más rápido de lo normal, sintiendo por primera vez enojo en serio, enojo e impaciencia. Para Sophia las palabras de Jesse eran un sin sentido tras otro, jamás pensó que fuera tan complicado razonar con alguien o tratar con un chico después de haber pasado la noche juntos. Definitivamente, tenía que quedarse célibe para siempre... o coger con el hermano de Ben, que era el único decente que la había dejado dormir tranquila, con un vasito de agua y todo. Pobre Max, las chicas no lo valoraban como debían (?).

"S-si..." contestó algo dudosa, dándole la razón como a los locos. Su plan era simple y creía que no tenía chances de salir mal. Tomaría las llaves, aprovechando que Jesse se había olvidado de que ella aún debía bañarse, y bajaría con él pero en la puerta lo dejaría del lado de afuera y por fin podría bañarse en paz. Claro que Jesse era mago y podía volver a entrar si quería, pero si seguía por ese camino Sophia estaba barajando realmente lanzarle algo con la varita, en lo posible algo que le doliera y lo hiciera olvidarse de ella a la vez. No lo soportaba más.

[Jesse Sacheverell]

Agarró la otra zapatilla y se la colocó en el pie. Antes de atarse los cordones levantó la vista para verla.

"¿Sabes? Estaba pensando que podríamos ir el viernes que viene a este bar que me recomendaron" empezó a contarle su plan, como para que ella lo fuera teniendo en cuenta. Re buena onda, ¿no? Dándole tiempo hasta el viernes para pensar en qué se pondría, y esas cosas que hacen las chicas que seguro requieren tiempo y planificación. "Creo que queda cerca de Shoreditch" ya se imaginaba que irían juntos hasta la estación de tren y todo "¿tenés alguna amiga para llevar?" preguntó, asegurando los cordones ya atados. Lo podés echar tranquila ahora.

[Sophia Wright]

Le costó mucho disimular la cara, que Jesse no notara que no podía creer que estuviera hablándole de volver a verse y que encima le ofreciera planes para dentro de casi una semana. Sophia no tenía idea de si iba a tener ganas de salir, o iba a tener plata, o mejor aún si iba a estar viva dentro de una semana. Quería gritarle a todo que NO, pero se contuvo y empezó a respirar cada vez más rápido de la bronca que sentía.

"No sé... falta todavía" contestó intentando hacerle notar que era una demencia lo que proponía. Bueno, quizás no, pero como en ese momento no lo aguantaba más todo le molestaba "Después vemos" agregó intentando conformarlo para que terminara de vestirse de una buena vez y ella pudiera dejarlo del lado de afuera, como a los perros cuando se ponen densos.

[Jesse Sacheverell]

Conforme con ese 'todavía falta' que le sonó a un 'sí', se puso de pie. Tenía las pocas cosas que necesitaba en los bolsillos del pantalón, así que los palmeó innecesariamente como si con eso pudiera saber que llevaba todo (igual si se olvidaba algo estaba seguro de que Sophia, que era re copada, le iba a permitir ir a buscarlo o alcanzárselo después).

"Bueno" dijo con una sonrisa mientras caminaba hacia ella. Le ofreció la mano para que la tomara.

[Sophia Wright]

Alcanzárselo después seguro... tirado por la ventana hacia la vereda para que lo atrapara en el aire, como pudiera.

Sophia alzó las cejas, esperanzada con que finalmente iba a irse de su casa e iba a recuperar sus espacios, sus cinco minutos para bañarse y aparecerse en el bar... pero comprobó con horror que Jesse aún quería tirar más de la cuerda y pretendía que lo tomara de la mano. "¿Vamos a bajar la escalera de la mano?" le preguntó porque ya no le quedaba nada de paciencia para jugarla de copada. Por las dudas empezó a caminar hacia la puerta, no fuera cosa que él se arrepintiera de irse y tuviera que recurrir a medidas más extremas que engañarlo para sacarlo a la calle.

[Jesse Sacheverell]

Se rió con la pregunta de Sophia, guardando la mano en el bolsillo otra vez. ¡Qué descorazonada la americana! Después decían que eran los ingleses los que eran fríos y poco expresivos.

"Bueno, no entonces" dijo con buen humor mientras la seguía tranquilamente hacia la puerta, mirando una vez más dentro del departamento. "¿Por, qué te pasó alguna vez bajando de la mano con alguien?" preguntó con interés, como si ella tuviera un montón de historias de rodar pisos y pisos escaleras abajo con tipos, como si fuera algo cute como beber ambos de un mismo milkshake.

[Sophia Wright]

((Todos los threads de Sophia los contesto escuchando a La Faraona, si escribo pelotudeces es su culpa))

Hay gente que puede dar fe que Sophia no es nada fría ni poco expresiva, Jesse, pero cuando le salís con cosas como andar de la manito como si fueran novios del jardín de infantes no hay otra respuesta posible. Intentó calmarse, casi que empezar a bajar las escaleras y ver la luz del piso de abajo le hacía pensar que había sol al final del camino, que en segundos sería libre por fin del pesado con el que había dormido esa noche.

"No, la verdad es que sos el primero al que se le ocurre bajar una escalera de la mano" contestó ya sin filtro, sintiéndose impune porque Jesse había tirado tanto de la cuerda que debía gustarle que lo maltrataran un poco... sino no se explicaba.

[Jesse Sacheverell]

Ser el primero no podía ser algo malo, ¡era un pionero en la vida de Sophia! ¿Y si después le terminaba gustando que le den la mano para bajar las escaleras? Ya se iba a acordar de él. Aprendió sus lecciones de vida de la mano de El Original.

"¿Y tenés alguna regla sobre darse la mano en otros lugares? ¿Cómo harías si tuvieras ascensor?" preguntó haciéndose el chistoso. Porque él cree que es súper chistoso, no se le ocurre otra posibilidad. Y claro que le gustaba que lo maltrataran un poco las chicas lindas, se pasó toda la adolescencia en Hogwarts tratando de que Naomi Sewell le diera cabida. La única cabida va a ser cuando lo metan justito en un tambor de aceite vacío y lo tiren al mar.