Ladrón imaginario

[Sara Hodqkin]

Profesora Hodqkin, así la llamaban ahora. Era tan gracioso que al principio tenía que morderse la lengua para no reírse. Ella, profesora. No es que no estuviese calificada porque mucho que se esforzó para ser auror, pero creyó que Dumbledore y todos los profesores la recordarían como lo que ella fue: siempre desastrosa, contestona y jamás peinada. Hogwarts había sido su mejor época, llena de momentos felices y tranquilos. Volver ahí era una bocanada de aire fresco, con su buena comida, cuartos cálidos y viejos profesores, no había estado tan de buen humor en mucho tiempo.

En ese momento estaba corrigiendo las tareas de los alumnos de tercero, así que tenía dos montañitas de pergaminos: los que ya había visto y los que le faltaba por revisar. En eso, cuando iba a buscar otro rollo se dio cuenta no habían y se sorprendió y casi felicitó por terminar tan rápido, pero una rápida mirada al montón revisado le hizo saber que ahí faltaban pergaminos, y no uno o dos sino como veinte.

Revisó en los cajones y debajo del escritorio. Aquello era ridículo, ¿Quién perdía veinte pergaminos al mismo tiempo? Se puso de pie y miró a su alrededor, buscando con la mirada. Tal vez se los habían robado, un estudiante que no entregó la tarea o que la había hecho muy mal se metió en su despacho y robó todos los que pudo agarrar. Si, eso era posible, ¿pero cómo había entrado? Metió la mano en el bolsillo de su túnica y notó que el chivatoscopio estaba silencioso, quizá ya se había estropeado. Cuando un sentimiento de ofensa hacia todos los estudiantes a los que les daba clase empezó a crecer, la puerta del despacho sonó. Quizá era el ladrón pidiendo disculpas o algún estudiante con dudas.

"¡Pase!" Exclamó, preparando una reprimenda en su mente.

Abierto

[Sara Hodqkin]

No se detuvo a reconocer a la pequeña niña que entraba, tampoco podía decirse que su concepto de todos los alumnos estuviese totalmente formado. Bien sabía ella que para conocer el carácter de alguien se necesitaba tiempo, por lo que para ella Henriette podía ser tan buena como mala así que no reprimió su sentimiento de indignación y vergüenza. Robada por una chiquilla, ella, una aurora. Moody estaría muy decepcionado.

"¡Con que has sido tú!" Le dijo, alzando un poco la voz. Tuvo que mirarle la corbata para cerciorarse de qué casa era. "Serán diez puntos menos para Slytherin por robarme los pergaminos. Menos mal que los has regresado, porque como supiera que los tenías te hubiese quitado veinte y castigado un mes" Añadió haciendo de profesora estricta que tan mal le quedaba. Sacó su varita y atrajo los pergaminos hacia su escritorio. "Ahora tienes que explicarme porqué lo has hecho, ¿No entregaste el informe? ¿Venganza?" Preguntó recostándose del escritorio y cruzándose de brazos.

[Sara Hodqkin]

Sara hizo un esfuerzo para no reírse por lo que sus labios se tensaron en una mueca extraña. Le causaba mucha gracia estar en esa posición de profesora y no podía evitar recordar el pasado, sin embargo, no se le venía a la mente ningún momento en el que ella le hubiese mentido directamente a un profesor habiendo sido vista con las manos en la masa. Su mirada se posó en su corbata. Slytherin. Dumbledore no aprobaría sus prejuicios pero era algo natural para una Gryffindor pensar lo peor de los de esta casa, sin importar la edad que tengan.

"Cariño" Comenzó con tono condescendiente. "No hace falta que sigas mintiendo, ya te quité los puntos, no te haré nada más, lo que sí quiero es saber la razón de tu robo. Si era porque tenías dudas podemos sentarnos ahora y aclararlas, y así para la próxima no necesites recurrir a acciones tan bajas e inútiles como éstas" Le dijo.