Una vez retorno el pergamino, Nicol se quedo unos segundos con la pluma en la mano y tras releer todo lo que contenía, dudo unos segundos que hacer a continuación ¿Era apropiado darle un final al cuento? Sí, claro, entonces no entendía por qué dudaba. Tenía tan poco sentido y le daba tanta vergüenza el rumbo que había tomado que ya quería acabar con esa tortura.
Johnny, el Curioso.
En mañana de la primera salida a Hogsmeade, Johnny, 3er año, Hufflepuff, emocionado y con su ropa limpia y sonrisa inocente salió de la Sala Común hacía el comedor cuando se dio cuenta que en realidad no traía zapatos, ¿Cómo los olvidó? ¿Y por qué se le ocurrió ponerse sus medias rosadas de hipogrifo? Entonces, alguien lo vio y dijo "¡Lindos hipogrifos, Johnny! ¿Son de tu abuela?". No, eran sus medias de la suerte pero no servían si iba sin zapatos ¿Dónde conseguiría un par? Siguió caminando y se dijo a sí mismo que la única manera de conseguirlos ahora era robándolos, porque Johnny, el curioso, era un conocido bully. Giró la cabeza y vio a su víctima: Tommy el tímido.
Se acerco empujándolo contra la pared, "Se que no te gusta mi olor de pies. Así que dame tus zapatos" exigió, agachándose de una vez para sacárselos. Tommy se los dio, dejando al descubierto las mismas medias rosadas de hipogrifo. Johnny se puso de pie y miró al tímido Tommy como nunca antes: con ojos tiernos.
Tommy no lo podía creer, tras años de maltrato había descubierto algo inesperado, ahora tenía una oportunidad de vengarse o de obtener un nuevo amigo pero la mirada de Johnny era sencillamente desconcertante. Era una mezcla entre duda y miedo, ¿Qué pasaba? Y entonces acercó peligrosamente su rostro y Tommy no sabía hacia donde correr o si hacerlo en realidad.
Con los ojos cerrados, alejo su cabeza para luego dejar que su frente se estrellara fuertemente contra la cara de Tommy, ¿Creía qué seria sencillo? Por algo era un bully.
Tommy se llevó una mano a la frente adolorida "¿Qué te he hecho para merecer esto?" Preguntó. Johnny lo miró sonriendo. "¿No te has dado cuenta? Tienes algo que me molesta" respondió con malicia. Se coloco los zapatos, que le quedaban un poco chicos, y le dio un empujón a su víctima para seguir con su camino al comedor.
El empujón hizo que se golpeara la cabeza con la pared. Sentía dolor y furia. Por un momento Johnny lo había confundido, con esos ojos tiernos, pero se vengará en cuanto menos lo esperaba, le haría tomar un poco de su propia medicina. Y comenzaría su venganza destruyendo esas medias de hipogrifo, lo único que tenían en común.
FIN.
Ojala su nombre no apareciera en el cuento... Quizá si escribía a los organizadores podía convencerlos que lo pusieran como un escritor anónimo, ¿no? O que pusieran un seudónimo en lugar de su nombre real. Sí, sí, eso haría. Es más, ni le interesaba saber quién le había respondido todo ese tiempo. Después regañaría a Simon por no ser el único mago viviendo en Tinworth, porque claramente había sido su culpa.
¡Qué vergüenza! Ojala sus hermanos nunca leyeran eso. Nunca mientras él viviera.