Corazón elástico

[Emma Goulding]

Emma se sentía pésimo y no podía articular palabra. Se había descontrolado al punto de ponerse en evidencia. Todos sus miedos, todo su dolor se vio en cada una de sus acciones, y aunque sabía que pudo haberlo hecho mucho peor, tenía mucho que reprocharse. Alfie todavía tocaba su fibra más sensible, y estaba preparada para encontrarse a una muchacha de clase media, dulce, todo un material de madre, a la que Emma podría tolerar como su novia. En su lugar había una tipa altanera y confianzuda, desubicada y malintencionada, que pasarla era como tragar vidrio. Aunado a Tessa, su supuesta amiga que empeoró todo. Y estaba Aldrich, que se comportó como el caballero que era y ella actuando de esa forma. Si, se sentía terriblemente mal.

Por suerte, no era algo que debía repetirse. Se sentía un poco más sola que antes ahora que sabía que sus viejos amigos estaban muertos para ella, todos excepto Regina, pero en el momento eso no le estaba afectando, no con tantos otros sentimientos que lidiar.

Estaba sentada en la silla frente al tocador a quitarse los zarcillos y colocarlos en su caja cuando Aldrich le habló. Le sorprendió que tardara tanto, porque ya sabía que se merecía alguna explicación. Soltó un suspiro y miró su propio reflejo en el espejo, tomando una poción desmaquillante y humedeciendo un pañuelo con ella. "Eso depende de lo que quieras saber." Le dijo con voz calma. "Pero me disculpo por lo de hoy, no volverá a ocurrir." Agregó, pasándose el pañuelo por los ojos, retirando la sombra.

[Emma Goulding]

La intención de Emma nunca fue sonar cortante, mucho menos cuando lo que trataba era sonar lo más calmada posible aunque por dentro lo que quería hacer era llorar. Muy posiblemente lo haría cuando supiera que Aldrich está profundamente dormido, cuando sus respiraciones son lentas y entreabre apenas la boca, pero ahora solo quería lograr que él confiara en ella de nuevo, que no pensara que se casó con cualquier loca. Ella era mucho más de lo que demostró esa noche, Aldrich debía saberlo. Han estado juntos en sinfines de reuniones y en todas hacían un acto de presencia digno de un matrimonio ejemplar, incluso se sincronizaban. Emma no era el tipo de esposa que se quedaba callada, a veces era pura casualidad que pensara igual que Aldrich pero pasaba, y por lo mismo daban la impresión de entenderse bien. No quería que eso se perdiera.

Lo vio acercarse a través del espejo, observando cómo se quitaba el reloj. Se giró sobre su taburete hasta verlo de frente mientras él se iba a la cama. "Cielo, el asunto es que no se si quieres explicaciones o no hablar del tema nunca más, puedo darte las dos cosas. Yo sólo quiero que sepas que lo que más deseo en este momento es que esta noche nunca sucediera y que no cambie en lo absoluto tu manera de verme, porque soy la misma persona solo que hoy fue... un tropiezo, eso es todo." Dijo con decisión poniéndose de pie para bajarse el cierre del vestido, quedando en ropa interior.

[Emma Goulding]

Con el vestido en el suelo, Emma usó su varita para hacerlo volar hacia el vestier, donde se colgó entre el resto de su ropa, a su vez atrajo un pijama limpio del mismo vestier. Primero se puso el pantalón y después se volteó para quitarse el brassier y ponerse la camisa. Aunque era su esposo y ya la había visto desnuda, aún sentía que debía mantener algún tipo de decoro si no tenían las intenciones de intimar. También que se sentía un poco avergonzada por esa noche y se reflejaba en todo lo que hacía. Hizo volar el brassier para que se guardara en el cajón de su ropa interior.

Volvió a sentarse en la silla frente al tocador, lejos de él, pensando en qué decir. Sabía que Aldrich merecía alguna explicación aunque él dijera que no necesitaba nada. A ella le gustaría saber si estuviese en su lugar. "Alfie fue mi primer amor, lo conocí cuando tenía dieciséis porque era el mejor amigo de mi hermano. Vivimos juntos de forma esporádica después de que yo egresé, mis padres nunca se enteraron de nada, Charlie, en cambio, si, por eso cortaron relaciones. Mi relación con Charles era mil veces mejor de la que tenemos ahora, pero nunca volvió a confiar en mi. Alfie y yo terminamos dos veces, la primera porque me engañó con la editora de la Corazón, Thea Burrocks, y la segunda vez porque me enteré de que la hija de ella era también de él y Alfie quería participar activamente en su crianza y yo, lógicamente no. Allí me regresé a Hartfield y el resto de la historia ya la conoces. Nunca te lo quise contar porque no creí que fuese necesario, ni siquiera hoy cuando lo ibas a conocer porque prefería mantenerme en lo que es, o bueno era, nuestra relación actual que es netamente amistosa. Claro que no contaba con que su nueva novia fuese tan vulgar y eso me afectó los nervios. Alfie es un buen tipo pero se la pasa tomando malas decisiones" Le reveló hablando con calma casi sin alterar el tono, obviando partes como que él había sido su primero, aunque a estas alturas Aldrich pudo haberlo supuesto, incluso cuando ellos mismos consumaron el matrimonio, aunque Emma bien pudo fingir dolor, eso no le costaba nada.

"Al final creo que todos hemos cambiado mucho, especialmente yo, así puedo dar por terminada mis relaciones antiguas sin remordimientos" Añadió sincerándose hasta consigo misma, luego miró a Aldrich, esperando su reacción.

[Emma Goulding]

Emma recordó a Regina de repente y eso la hizo sentir levemente mejor. Regina era una de esas amigas que siempre estuvo a su altura y por lo mismo podía conservar, luego pensó en Oliver que dentro de su familia podía sentirse un poco extraño pero le sacaba las sonrisas que pocos podían sacarle, pero luego dejó de pensar en todo eso cuando Aldrich le dio el beso en la frente y Emma lo miró con ternura mientras él le acariciaba el rostro. Era un buen esposo, tolerante y no tan frío como podría serlo. Emma sabía que le pudo haber ido mucho peor, incluso después de todo esto comenzaba a creer que podría llegar el día en el que estuviese realmente enamorada de Aldrich.

Vio su reflejo en el espejo cuando se le puso atrás, sintiendo las caricias en su cuello y subió una mano para posarse en la de él, sonriéndole, pero la sonrisa se le borró para fruncir el ceño. "¿No tienes una reunión con August Knightley a las diez de la mañana?" Preguntó. Claro que prefería que él se quedara con ella pero a veces los negocios están antes del tiempo de calidad y Emma lo entendía.

[Emma Goulding]

Esbozó una media sonrisa. En el fondo hubiese querido que Aldrich saliera con que iba a posponer cualquier cosa por pasar el día con ella, pero esperaba esa reacción. Si bien Emma no conocía los asuntos secretos de Aldrich aunque bien sabía que los Redwood no eran la mejor familia para hacer negocios, estaba bien al tanto de qué era prioridad para su esposo y qué no. El tiempo de calidad no entraba en lo primero.

Sin embargo, no mostró inconformidad ni tristeza, sino tranquilidad y ligereza. "Claro, cariño. ¿Salimos o pedimos un menú especial a los elfos?" Quiso saber. Le daba un poco igual lo que decidiera, igual se iba a vestir y arreglar como si fuese a ver a la reina.

[Emma Goulding]

-Lo que te haga feliz- Repitió en su cabeza. Emma lo miró con dulzura y una pequeña sonrisa pero no tenía idea de lo que significaban esas palabras. Hacía tanto que no se sentía completamente feliz que ni siquiera podía recordar la sensación. Eso la frustraba diariamente, y era posible que por esa razón haya explotado de esa manera aquella noche. Sin embargo, nada más por ver a Aldrich tranquilo y no molesto con ella se le quitaba un enorme peso de encima, aunque en cierta forma sentía que lo debía compensar.

"Hay un nuevo restaurant que me comentó Eleonora, pero queda en Londres. No se si te apetece ir tan lejos. Podemos ir al de siempre, ese te gusta" Le dijo, buscando su mano para tomarla.

[Emma Goulding]

Sonrió de medio lado. Sentía que Aldrich se estaba esmerando por hacerla feliz lo cual no tenía mucho sentido para ella, no después de lo que pasó esa noche, pero lo tomaba porque le gusta las cosas más fáciles. Ya había pasado por momentos que ella considera dificilísimos. "Si, estaría bien. Gracias, cielo" Contestó finalmente.

Tuvo una sensación extraña pero conocida en el pecho y se giró en su taburete a tiempo para tomar a Aldrich del brazo antes de que se alejara mucho. "No te vayas" Le dijo buscándole los ojos. Se puso nerviosa de repente porque no sabía exactamente qué estaba haciendo, nunca sabía qué hacer con Aldrich, si estaba bien o si debió avisarle antes. No eran un matrimonio espontáneo. Se puso de pie y se acercó lentamente. "No te vayas" Dijo más bajo.

[Emma Goulding]

Eso era tan difícil. ¿Por qué no podía salir tan natural con él si era su esposo? Ya sabía que había sido un matrimonio arreglado pero funcionaban bien como pareja y eso se notaba en el crecimiento de la empresa. ¿Por qué no podían comunicarse con nada más las miradas, con una sonrisa o un gesto? ¿Por qué tenían que ser tan misteriosos el uno para el otro? Era cuestión de tiempo, se animó, pero justo en ese momento Emma deseaba que Aldrich supiera por su tacto en su mejilla lo que ella le estaba pidiendo.

"No, no es eso" Contestó en voz baja, mirándole los labios hasta decidirse en besarlos con suavidad por unos segundos antes de despegarse. ¿Será que así entendía? Se iba a dar por vencida en cualquier momento.

[Emma Goulding]

Por un lado se relajó al saber que había entendido lo que quería, porque no se consideraba una persona directa, pero por el otro se puso muy nerviosa. No era la primera vez que intimaban pero no era lo que se le llamaba recurrente. No estaba segura de si a Aldrich le gustaban sus maneras, si estaba conforme o no. No era sencillo dejarse llevar, no pensar en nada más que en él, pero hizo el intento. Soltó un suspiro por la nariz y le correspondió el beso, aunque lo único que sentía eran las manos de Aldrich, hacia donde se dirigían y lo que ésto le producía. Sus propias manos, frías por los nervios, buscaron subirle la camisa para tocarle la piel. La piel de su esposo era lisa y suave, o quizás sus manos lo eran y por eso todo lo que sentía era como seda. En eso se volvió a desconectar para sentir a Aldrich recorriendo su cuerpo pero entonces, y solo cuando empezó a profundizar, Emma se paralizó.

Tuvo que despegarse y ver la cara de Aldrich, con la respiración agitada, como si se hubiese asustado, lo cual era en parte cierto, pero lo que le invadió era en realidad un sentimiento de culpa, porque justo cuando empezaba a relajarse, Emma no estaba pensando en Aldrich tocándola, sino en Alfie.

"Lo siento" Le dijo, y buscó alejarse de él. "Creo que ya no me siento muy bien" Añadió y le evitó la mirada. Estaba muy avergonzada. Eso nunca le había pasado antes, o al menos no con Aldrich.

[Emma Goulding]

Se estaba volviendo loca, era la única respuesta. Después de lo que había pasado hoy, propiciado por Alfie, era totalmente inconveniente que pensara en él en un momento tan íntimo con su esposo, quien se había comportado de la mejor manera esa noche con ella y con todos. No se lo merecía, se sentía terriblemente mal por no poder complacerlo por ello, incluso ella también quería hacerlo, pero no podía dejar de pensar en su ex novio. Esa noche no solo había revivido todo lo malo que la había hecho pasar, sino también lo bueno. No se entendía a sí misma.

Lo miró irse hacia la cama y ella también hizo lo mismo, sentándose de su lado pero sin terminar de acostarse. Se abrazó a sí misma, sintiéndose muy sola. Giró el rostro un poco, para dirigirse a Aldrich.

"Lo siento mucho. Hoy no me siento yo misma" Le dijo lentamente. "Estoy segura de que mañana me sentiré mejor" Añadió, sonriendo brevemente. Quiso decirle más cosas, como que lamentaba no ser una mejor esposa, por no tratar de complacerlo más a menudo, disculparse por pensar en Alfie, por llevarlo a cenar sin decirle la verdad, por tener un amante, por no ser sincera pero no pudo, porque ese nivel de vulnerabilidad no podía mostrársela a él o nadie. Aunque para ser justos, Emma también sentía que Aldrich le ocultaba cosas, aunque nunca se imaginaría lo que realmente pasa por la mente de su esposo.

[Emma Goulding]

Trató de recuperar la compostura a punta de respiración. En cierta forma, ella también estaba deseando lo mismo, irse de aquella habitación e irse a su biblioteca personal pero sabía que si se quedaba sola pensaría más en cosas que no debía pensar, así que su mejor opción era quedarse y meterse en la cama, cerrar los ojos y esperar el nuevo día con otra perspectiva. Así pues no añadió nada a lo que dijo Aldrich y se puso de pie para retirar el cubre cama y las sábanas para meterse dentro y ponerse de medio lado, de espaldas a Aldrich.

"¿Apagas las luces?" Le pidió en tono suave más por él que por ella, en el caso de que Aldrich quisiera revisar algo antes de acostarse, no flojera de mover su varita.

[Emma Goulding]

Emma estuvo con los ojos abiertos por unos diez minutos más, más que todo torturándose por sus malas decisiones de esa noche y en su vida. Se prometió muchas cosas antes de cerrar los ojos y dejar que el cansancio emocional la sumieran en un intranquilo sueño. A los dos minutos de despertar no pudo recordar qué había soñado, pero estaba segura de que Ingrid y Alfie habían estado en él. Su humor seguía un poco decaído pero estaba en condiciones óptimas para aparentar lo opuesto, a diferencia de anoche.

Aldrich no la despertó, pero el ruido en el baño sí. Se estiró para tomar su varita y levantarse de la cama, al agitarla la bata que usa en las mañanas levitó hasta a ella, invitando a que metiera sus brazos y anudándose sola en el centro, luego se sentó en la cama, a esperar a que Aldrich saliera y poder dedicarle una sonrisa. No estaba de humor para continuar lo que empezó a anoche, pero estaba decidida a hacer que la conversación fluyera sobre cualquier cosa menos eso.

[Emma Goulding]

Cuando él salió del baño ella entró, agarrando su cepillo de peinar y pasándoselo por el cabello, porque así como él, ella tenía su propia rutina. "Si, cariño, muy bien" Respondió con tranquilidad mientras abría el grifo del agua para mojarse las manos e iniciar sus pociones de dos pasos: limpieza e hidratación. "¿Qué quieres para desayunar? Para ir diciéndole a los elfos" Le dijo mientras se masajeaba la cara hasta que hiciera un poco de espuma color púrpura, luego se enjuagó y se aplicó la otra, que echaba humo color amarillo. Aldrich ya debía estar acostumbrado. "¿Un desayuno inglés o quieres algo más ligero?" Preguntó. A Emma no le daba hambre apenas se despertaba, por eso hacía con parsimonia su ritual y generalmente al terminar estaba lista para comer, o quizás su cuerpo se había adecuado a que primero debía estar presentable antes de sentarse en la mesa, no estaba segura.

[Emma Goulding]

Agitó su varita y el agua de la bañera empezó a llenarse, así como unas burbujas que empezaron a nacer en la superficie. Emma salió del baño y abrió la puerta del cuarto y sonrió, porque apenas lo hizo su elfina ya estaba allí. 'Buen día, ama. ¿El desayuno?' Le dijo, haciendo una profunda reverencia. "Si, y el amo Dalton quiere algo ligero. Yo igual pero con unos scons al final" Le contestó, guiñándole el ojo, volviendo a entrar a la habitación.

"Ya ordené el desayuno. ¿A qué hora debo esperarte para salir a almorzar?" Le preguntó atravesando el cuarto hasta llegar al vestidor y con la varita empezó a sacar conjuntos que podría ponerse. Eligió algo sencillo para usar ahora y luego se cambiaría para el almuerzo donde habían quedado que saldrían a Londres. Su mente seguía un poco dispersa pero trataba de emocionarse por la perspectiva de conocer un lugar nuevo, así sea para criticarlo y desmejorar la opinión de Eleonora Greengrass.

[Emma Goulding]

Para cuando se asomó en el baño, la bañera ya estaba llena y burbujeante, pero esperó a que Aldrich le dijera una hora, solamente para estar preparada a tiempo. Le sonrió con ternura y aceptó su beso con gusto, aunque después lo miró con la mayor extrañeza. ¿Sería así a partir de ahora? ¿Aldrich le creía incapaz de manejar el estrés o cualquier tarea solamente porque se vio emocionalmente afectada una noche? Llevaban año y medio juntos y creía haber hecho su papel de esposa y como parte administrativa de la empresa como se debería hacer. No siempre tenía trabajo, pero buscaba mantenerse ocupada cuando estaba libre. No era de organizar fiestas innecesarias ni lo molestaba con decisiones sobre cubertería todos los días, y aún así, sus palabras la hicieron sentir que él la consideraba frágil. No quiso, sin embargo, discutir sobre eso aunque era lo que en el fondo le salía hacer, porque ellos no eran de los que discutían, simplemente rió un poco y se aproximó a la puerta del baño. "Yo soy feliz, cariño, no te preocupes por mi. Si algo ocurre en el transcurso de la mañana que no pueda manejar te lo haré saber, pero no creo. Salgo en un rato pero si estás apurado puedes ir bajando a desayunar" Le dijo con una sonrisa y cerró la puerta del baño.